Partida Rol por web

Bueno, al final no salió tan mal… solo fueron cuatro horas de regaño, tres más de la enumeración de todos mis castigos, y las otras dos adicionales de no poder mirarlo a la cara...

Ok, si fue un desastre.

Eso sí, solo de recordar la escapada de Dick lo compensa, solo de acordarme ya estoy riéndome sola en pleno parque. ¡Fue tan cómico verlo salir como salió!

Trato de volver a concentrarme en el dibujo, por ahora solo es la continuación de un boceto que había hecho hace poco. Me gusta la arquitectura inglesa, aunque estoy considerando si en lugar de dibujara los transeúntes de manera normal no estaría mejor ponerles ropa victoriana, sería todo un contraste.

No me malinterpreten. Me gusta pasar el tiempo con Dick. Pero son sus amigas Alexia y Espejos (especialmente Espejos) con quienes aun no sé cómo tratar. Alex parece buena persona, pero no me gusta la manera en que a veces trata a otros, y Espejos me pone nerviosa.

Continúo con el dibujo, por ahora solo a pluma pero llegando a la casa añadiré las tintas. ¡Como me hacía falta salir!  Y camino a Roundview preferí salir más temprano para la escuela. Digo, son quince minutos a pie, y aun falta… ¿Cuánto faltaba?

Mientras guardo la licorera doy con el celular. Veamos, faltan…

- ¡Ay, mierda! – grito y casi me caigo de la banca, ¡más que temprano es tarde! – ¡Mierda, mierda, mierda…!

De un salto me levanto y aun con el bloc de dibujo en el brazo y la bolsa abierta salgo más volando que corriendo, rogando a todos los dioses habidos y por haber que aun no cierren la puerta.

Pax llegó a clases, atrasada, y las rejas de la escuela se cerraron justo detrás de ella, pero ese día no habrían clases, por lo menos durante el primer bloque porque había una especie de reunión de los cursos en la aula principal y se requería que todos los alumnos estuvieran presentes, seguramente era por la fiesta o descubrieron el disparo, vaya a saber tú para que la loca de la directora había reunido a todos.

Pero no eran pocos que escapaban de esos eventos sociales, y Pax, siendo nueva, lo hizo más por ignorancia que por deseos, llegando a los baños de las chicas, que eran largos, con un intenso  olor a amoniaco y a cloro, y con las puertas a medio cerrar de los cubículos de los retretes. Un largo espejo, sobre los lavados. en donde las chicas podían verse y retocar sus maquillajes. Pax caminaría por el pasillo del baño desolado, escuchando   un murmullo, un llanto que venía de uno de los cubículos,  y al ver si había alguien, la persona que estaba escondida, subió sus pies para que no la notaran, pero ya era tarde, su llanto se podía escuchar en ese baño.

Caminar hasta casa era una mala idea. Se había dado cuenta a medida que caminaba hacia ella. Con el cigarro todavía en los labios, decide dar una rotunda vuelta. Y vuelve a acercarse a la maldita cafetería, sin que pudiesen verla. Algunos seguirían charlando allí.

Mala idea, mala idea...

Apoyada en una esquina, con el agua cayendo sobre ella, si es que todavía llovía. Abandona el cigarro y mete las manos en los bolsillos. Esperaba ver algo que le indicase que debía quedarse. Que alguien la necesitaba en aquella extraña situación.
Expulsa el humo y cierra los ojos durante un segundo. Esperando una señal. Una luz en el cielo.

Meet me down by the jetty landing

Where the, the pontoons bump and spray

I see the others reading, standing

As the Manly Ferry cuts its way to Circular Quay

Junta. Fue lo primero que dije cuando me enteré porqué la escuela estaba tan vacía como si hubiera estallado un apocalipsis zombie. ¡Junta! Muero de la curiosidad por saber de qué están hablando, pero ya que remedio. Bueno, al menos no me fue tan mal como esperaba. ¡Pero ahora me quiero regresar al parque! ¿Qué hago aquí?

Me pongo los audífonos del mp3 escuchando la canción que salga. Alejándome del Gimnasio y sus puertas cerradas me interno de vuelta al pasillo, pasando el salón donde Andy, Dick y yo nos pusimos a hacer destrozos (bonita palabra para describir una banca voladora, tres volcadas y varios posters rotos). Recordando la fiesta me sube el ánimo a tal grado que comienzo a cantar la canción del mp3 a todo pulmón, valentonada porque nadie me está escuchando.

- Hear the captain blow his whistle, so long she's been away... - alzo un poco más la voz - ...I miss our early morning wrestle, ¡not a very happy way to start the day!

Apenas metiendo el bloc y cerrando la bolsa después de haber corrido todo el camino hasta Roundview me adentró al baño, por lo menos a lavarme un poco y arreglar el desastre que ahora tengo por cabello.

- …She don't like that kind of behavior, she don't like that kind of behavior…

Me quito los audífonos y la chaqueta y los dejo al lado de uno de los lavabos, y me doy cuenta de que alguien dejó un labial olvidado. Lo tomo y lo abro con curiosidad viendo que es rojo.

¿Y si la junta es porque escucharon el disparo?

Aun con la canción pegada a la cabeza miro al espejo. Siguiendo una inspiración comienzo a escribir con letras grandes el título de la canción, Reckless.

- So, throw down your guns, don't be so reckless – dejo el labial de vuelta en el lavabo, viendo lo que acabo de escribir. - Throw down your guns, don't be so…

Interrumpo la canción, ¿qué es eso que se escucha detrás? Juraría que es un llanto.

- ¿Hola? – pregunto, acercándome más a los cubículos y alcanzando a ver un par de pies que se intentaban esconder y confirmando que si, era un llanto. Sin saber quién es y comenzando a preocuparme golpeo la puerta del cubículo - ¿Todo bien?

La lluvia no dejaba de replicar y mantenía las calles mojadas, Jenna se había apartado aún sin saber a donde ir, pero la lluvia comenzaba a cesar y su sonido melodioso abandonaba a los que se habían enamorado de él como Alma, que luego de esa charla extraña con Kyllian - que no había acabado en nada más que los dos como buenos amigos- se sentía un poco más tranquila, desechando cada vez más de su cabeza la idea de ser otra, porque no tenía el estómago para mantenerse constantemente en batalla, constantemente molesta con el mundo, a pesar de que lo odiaba, pero debía seguir siendo un odio pasivo, de aquellos silenciosos que se mantienen en el corazón y hacen despertar los más intensos poemas.

Al levantar la vista Alma, la pudo ver, distinguiendo sus movimientos, sus gestos, como si estuviera nerviosa y que la obligara a fumar, cuántas serían las veces en que ella le había pedido que no lo hiciera, pero Jenna, fiel a su estilo, se había rehusado. Alma, sonrió para sí, repasando las palabras que le diría y consideró que el esfuerzo era mucho para el beneficio, y que ella también se fumaría algo si no fuera que odiaba el olor al cigarrillo entre sus dedos.

- Jenna...- llamó su atención y la quedó mirando, llevaba aún el paraguas sobre su cabeza, porque la lluvia se había vuelto una llovizna como rocío- ¿estas nerviosa? - le pregunta levantando sus ojos hacia ella, mirándola con mayor detención, sintiéndose de nuevo avergonzada por su manera de actuar.

Estaba perdida en sus propios pensamientos. Pensando en cómo sería regresar, en qué podría decir. En cómo le gustaría tener una solución para todo aquel entuerto. Para evitar que viviesen de nuevo lo que habían presenciado. Disparos, amenazas, coacciones.

El disparo, de nuevo en su cabeza.

Se estremece bajo la lluvia, asustada.
Y escucha la dulcísima voz de Alma. Da un pequeño sobrsealto, pero después reconoce su figura, y sonríe un poco. No podía evitarlo. Asiente con la cabeza y se encoge de hombros, como si no pudiera evitarlo.

- Estoy asustada. Por ti, por mí. Por Kyll. Os... - le tiembla la voz, durante unos momentos. - Os quiero demasiado, y siento que apenas puedo hacer nada. Apenas puedo manteneros a mi lado. Siento que os puedo perder a cada momento, y me está matando esa idea...

Escuchó la voz de alguien que entraba en el baño, lo había escuchado desde el principio, y escondió sus pies para que no la viera, sin embargo, la chica si había escuchado sus sollozos,  y ahora se acerca a la puerta del cubículo en donde estaba escondida. Dudó si salir, no sabía quién era,pero  no era una voz reconocible. Apoyó su mejilla en su rodilla, y decidió hablar, después de todo, ya la había escuchado. Bajó los pies, y guardó su celular en su bolso, abriendo la puerta de golpe.

Alma tenía las mejillas rojas, y sus ojos también lo estaban, con las pestañas mojadas. Quedó mirando con sus grandes orbes verdes a la chica, y sus labios temblaron, porque no sabía que decirle,  se había llevado una sorpresa de que fuese "Pax" la "novia de Dick" la que le hablara.

- creo que eso, en realidad, no te... no te importa -le responde, mirando al suelo, y subiendo los hombros, abrazándose así misma, en una postura de suma vulnerabilidad y nerviosismo - lamento.. haberte interrumpido - musitó, la había escuchado cantar, y no quería problemas.

Comprende muy bien  a su amiga, demasiado bien, también siente que los puede perder en cualquier momento, y eso la tenía demasiado asustada, por eso estaba decidida a hacer algo, iba a ir por esos narcotraficantes, e intentaría obtener pruebas para chantajearlos, era una idea tonta y demasiado optimista, pero algo debía hacer, y lo haría sola, ya había quedado demostrado que ese grupo jamás la iba a aceptar ni siquiera un poco, ni siquiera Dick.

- también temo lo mismo - confesó, y llevó sus manos a las mejillas de Jenna, para acariciarlas y apartar su cabello de la cara - temo perderlos, a ti, a Kyllian, es lo que más temo - sonrió pero no fue más que un gesto torcido - pero tampoco sé como conseguir ese dinero, no sé que hacer, no soy tan inteligente ni fuerte como me gustaría para poder protegerte, pero aún así lo haré, Jenn - sonrió y miró a todos lados, estaban solas en esa calle.

Me sorprendo cuando veo salir del baño a Alma, la que había estado en el patio con Dick. Solo de recordar eso siento un escalofrío. Menudo lío en que se metió Dick. O nos metimos, nos metió… ¡Ya mejor ni pensar!

Pero apenas basta otra mirada para confirmar que si, estaba llorando. Comienzo a preocuparme, ¿por qué esta así de afligida?

- Bien, no me importa. – Me encojo de hombros pero para darle a entender que no iba a presionarla, antes de buscar y sacar de la bolsa mi licorera – Pero dicen que las penas con alcohol son menos. ¿O era pan?

Le paso la licorera de metal con forma de teléfono, ofreciéndole un trago a modo de pipa de la paz, aunque más que calmar una guerra sea para intentar animarla un poco, aunque mentiría si dijera que no siento curiosidad por saber que es lo que tiene.

Era una chiquilla divertida, Alma mira la licorera y aunque tuvo el impulso de tomar - porque es verdad, las penas con alcohol se pasan mejor - no lo hizo, dejando su mano extendida para tomarla, apretando los dedos en aquel amago,y bajando la mano. Mira a la rubia de ojos de oscuro delineado, tenía toda una onda divertida, popular, como lo eran todas las chicas distintas a ella, que siempre parecía  triste, que siempre usaba ropas oscuras, y que había intentado odiar al mundo, se había dado cuenta que eso la superaba.

- no puedo,pero gracias -dice, metiendo su mano en su bolsillo - ¿y donde están tus amigas? - mira hacia un costado buscando a huesitos y a su gemela malvada, imaginando que podrían estar preparando alguna broma cruel, pero no las ve, sin embargo aún así siente miedo - si me quieren atormentar más, háganlo de una vez, y no te prestes para sus jugarretas, eres mejor que eso, chica - sonríe de medio lado, sin poder dejar de pensar en que ella era la nueva novia de Richard. [color=#c3c3c3]"Tonta, deja de pensar en eso.."[/color] pensó..

Me quedo unos momentos trabada con lo que acaba de decir Alma, ¿acaso cree que la voy a molestar?

- Am… Si preguntas por Alex y… - ¿Cuál era su nombre? ¡lo que se llama dirigirse a la gente por apodos en lugar de nombres! – y Erica, digamos que tenemos conflicto de intereses… - ¡eufemismo que uso para decir que no me llevo con ellas! – Narcotraficantes, pistolas, espejos, las cosas que aguanto por Dick y Andy. ¡Estúpido y sensual Dick! – exclamó riéndome.

Guardo la licorera de vuelta en la bolsa, pero lo siguiente que dice me hace levantar la cabeza y mirarla, sorprendida. ¿Y si era eso por lo que estaba llorando?

- ¿ellas te molestan?

No le parece gracioso que se refiera así a Dick, no porque la frase en sí no fuese divertida y muy asertiva, sino que ella también lo veía así y eso la estaba volviendo loca,con el corazón herido, quería a ese chico, pero no en lo que se había transformado y claro, no se le apetecía hablar de él con su novia. Eso le enrrostraba más aún  lo perdedora, basura y horrible que era como para hacer que un chico se fijara en ella.

- pues sí, no veo alguna otra razón para que me hables - le responde mirando otra vez hacia el pasillo, buscando a esas personas - eres amiga de ella, ¿no? - se apoya en la pared del cubículo - aunque debo reconocer que eres rara, por eso seguramente Dick te escogió como su novia de turno - pasó sus manos por sus mejillas, para secarlas, e ir hacia el fregadero.

- no quiero... que me molesten más, chica, quiero algo de paz, sólo eso, estoy cansada de siempre sentir sus risas, sus burlas, la es suficientemente pesado tener que aguantar mi vida en casa, como para tener que aguantar a todos acá, o a Dick - no debió mencionarlo, pero también era una de las razones de que su ánimo decayera cada día más.

¿Novia de turno?

La frase me deja clavada en el suelo, más que lo que dijo de que soy una rara. Para ser franca ni siquiera había pensado bien en definir lo que éramos, o se supone somos Dick y yo. ¿Novia? ¿Amigos con derecho? ¿Mejores amigos con derechos? Digo, admito que pienso en él más como mi mejor amigo, pero si tomamos en cuenta las veces que dormimos juntos… no tengo mucho de conocerlo, pero ya es una parte importante de mi vida. Reímos como amigos, pero tenemos a veces trato más de novios que de amigos.

¿Qué somos entonces?

- Bueno, yo… este… - y de pronto pierdo toda capacidad de réplica.

¿Qué demonios se supone que somos?

Continuo escuchandola, y me doy cuenta de que si, también la molestan. Ahora reconozco ese hartazgo, yo me sentí así antes. Cambiarme a esta escuela fue lo mejor que me pudo haber pasado, y no solo por Dick.

- De todos soy quien menos tendría razon o derecho a molestarte, creeme. - sonrío aun a mi pesar - no vine a causarte problemas, escuché ruidos y por eso... no sabía que estabas aca.

Me acerco un poco más a ella, queriendo consolarla, pero sin saber como o si ella lo vería a bien. Cuando yo era la que lloraba a mi me hubiera gustado, pero no sé si ella...

Entonces si era su novia, Alma sintió como su corazón se rompía en más y más pedazos, ¿cómo pensó en que él podría tener algún interés en ella? ¿amigos? Ese chico la estaba volviendo loca, cada día más loca. Alma soltó un mohín y se miró en el espejo, observando de reojo a esa chica, era linda, lista, fuerte, con todo un estilo particular, no como ella. Más encima bebía, estaba en "onda", y ella que no podía probar trago o se caía al suelo en medio de convulsiones que la hacían parecer poseída. 

Sintió celos, amargura... 

Alma arrugó el ceño, y ladeo un poco su cabeza, despejando su cuello, y el cabello que se fue hacia un costado, tenía una coleta mal arreglada, con cabellos desarreglados. No había comparación...

-bueno, no te preocupes, creo,ahora quiero irme- miró con impaciencia hacia la puerta, la presencia de esa chica sólo la hacía sentir más miserable odiando su vida y a ella misma - eso.. me iré, ahí te ves, - la miró de reojo, bajando la vista al final sin poder sostenerla, para luego ir hacia la salida.

Me quede inmovil y pestañeando. ¿Qué fue todo eso?

La miro confundida mientras se arregla un poco el cabello, vaya que si lo trae desordenado. Una temporada tambien lo traía asi, todo enredado. No tenía animos de estarme cepillando. No fue hasta el cambio de escuela (y la influencia de Dick y la fiesta) que ya estoy prestando más atención a como me veo.

Y de nuevo me estoy reconociendo en ella.

Comienza a irse, y no sé si se despide asi por ser timida o estar aun nerviosa. La pobre debe seguir creyendo que ando cofabulada con Espejos y Alex, pero aun me sorprende que la molesten. Debería de hacer algo.

- ¡Espera! - crucé casi corriendo el baño, alcanzandola, intentando detenerla, aunque no sé para que lo hago o que le digo. - Ammm... - Y así como corri tras ella ahora no sé que decirle. ¿Como se supone que haga para animarla?

Entonces una idea repentina me cruza por la cabeza. Al principio trato de desecharla, aunque no la veo muy bien, y realmente no me siento a gusto dejándola así como así.

Si se entera ahora si, papá me mata.

- ¿Que tal si nos vamos de la escuela?

Ya pensando que se había había liberado de la chica, espejo de su frustración, escuchó su voz y sus pasos detrás de ella, quería detenerla, quería, ¿que quería? ¿sentía pena por ella? "por favor, todo, incluso que me humilles, pero no pena...no" pensó la joven, cuando la chica se pasó delante de ella, y le hizo una propuesta alocada..."salir de la escuela". Alma levantó una de sus cejas, y se cruzó de brazos.

- ¿estas segura que quieres eso?, además, ¿cómo lo haremos? - preguntó, no se había negado a la idea, pero tampoco sabía como hacerlo, jamás había tenido el valor de escapar de la escuela, aunque muchas veces lo había deseado hacer - ¿...y a donde iremos? - se encogió de hombros,  mirando hacia la salida, temiendo que las descubrieran, ya sentía un poco más de confianza con Pax, ella había mostrado ser distinta a las demás chicas.

- ¡A cualquier parte! - exclamó alzando ambos brazos - A esta hora Bristol está lleno de maravillas.

Sin dejarle tiempo a replicar o pensar en una excusa la tomo de la mano guiandola (o casi haciendola realmente volar) a uno de los salones vacíos, soltandola para señalarle una ventana abierta. No cualquier ventana, la ventana desde donde me di cuenta de que les estaban apuntando con una pistola a ella y a Dick en una de las horas más intensas de mi vida.

- ¿Como se llega a Londres? ¡Volando, pequeña Wendy! A esta hora Bristol está lleno de maravillas. - me acerco a la ventana y la puerta - ¿O que, le dirás que no al país de nunca jamás?

Sonríe a la rubia, y se acerca a ella, para ver lo que estaba viendo,pero no veía mas que el patio de la escuela, ahora vacío. se apartó de aquella ventana, y suspiró, con sus manos en su cintura en forma de jarra.

-Brestol es caca - exclamó con un pequeño bufido-es un lugar lleno nimiedad superfluas que ni alcanzan a divisar la verdad, Breston palidece frente al esplendor de la verdad y del país de nunca jamás...- medita y baja la mirada, recordaba los viajes con su madre, tantas ciudades visitadas, Paris, Viena,Milan, New York, tantos lugares que ahora parecían ser meros cuentos de hadas para ella.

- pero te sigo, Peter- vuelve su clara mirada hacia la rubia, sonriendo con las mejillas sonrojadas.

Alma por seguro notaría el temblor de un escalofrío en todo su cuerpo, cuando ella le toma de la cara. Ella estaba fría, y aunque Alma también lo estuviese, notaría el calor de su cuerpo, y que sentiría al tenerla cerca. Cierra los ojos y se apoya, frente con frente, para abrazarla contra su cuerpo.

- Robar, pedirlo a nuestros padres, desentendernos del asunto... Todo esto no marcha bien. - le dice, confesando. - ¿Y si... la próxima vez la bala no falla? ¿Y si tiran a matar? Tuve suerte esa vez, Alma... Es un pensamiento egoísta ahora, pero no me imagino, mi vida no puede acabar así... - no puede acabar de expresarse, azotada por las lágrimas. Se abraza más a ella, perdida y sola en su corazón.