Partida Rol por web

Mary seguía sin contestar su celular. Robert le explicó a Sophia que según le había dicho el Sheriff, Mary había llamado a la comisaría desde el teléfono de línea, por lo que su celular podría no estar funncionando. Joey los acompaño también por si necesitaban ayuda. No tardaron mucho en llegar a la casa en la granja de los Collins.

La puerta estaba abierta. La cabaña estaba en penumbras. La luz eléctrica no funcionaba. Todo estaba hecho un desorden. Habían claros signos de lucha. No se la veía ni a Mary ni a su familia. Tal vez estuvieran en otra parte de la casa. Aunque también podrían haber otros visitantes...

El agente de policía trato de avanzar con cuidado y tuvo la brillante ida de sacar su arma reglamentaria para ir mucho mejor protegido. Pero no se dio cuenta que al sacar su arma de la funda le quito el seguro, un error de novato. Solo el destino quiso que al levantar el arma advirtiera que la palanca de seguro estaba movida. ¡Mierda! Soy un estúpido. Rápidamente volvió a poner su arma en seguro y guardarla en la funda. ¡Estúpido novato! El arma no se saca hasta el último momento. Se recrimino mentalmente.

Mierda, se dijo Sophia. Tocó a Robert en el brazo y le hizo un gesto de «linterna».

Luego sacó el teléfono y usó una app de linterna para ver lo mejor posible. Apuntó también al techo, para asegurarse de que no había nada sobre ellos. En la mano derecha mantuvo el aerosol, preparada para sacar el encendedor y usarlo como lanzallamas.

Llevaban ya un rato recorriendo la casa cuando de pronto a Joey se le ocurre abrir una puerta y entonces, aparece Mary bañada en sangre. Ambos se sobresaltaron al verse tan sorpresivamente.

-Oh por dios! Que bueno que llegaron! -dijo Mary luego de darse cuenta que eran ellos- Fue horrible! Mis padres… oh, dios mio, que les han hecho? Vengan, tienen que verlo.

Entonces Mary los conduce hasta la cocina. Y de nuevo la misma escena dantesca. Dos esqueletos ensangrentados y mordisqueados.

-Así fue como los encontré. Oh, por dios ya no puedo mirar -dijo sollozando mientras apartaba su rostro de aquella visión.

el agente de policía abraza a la joven tratándola de tranquilizar. ¡Cálmate, Cálmate! Ya estamos aquí, ahora solucionaremos todo. Pero antes cuéntame que ha pasado, que has visto. Poco a poco el agente fue conduciendo a la joven a una zona de la casa donde la masacre fuera menos evidente y donde se pudiera sentar cómodamente.

Robert llevó a Mary al living. La muchacha se sentó en uno de los sillones, seco sus lágrimas, respiró hondo y trató de hablar un poco.

-Yo... no se que pasó en realidad... llegué y... todo estaba desordenado... pensé que habían entrado ladrones. Se imaginan? Ladrones, aquí en medio del campo. Que tonta! En fin, la cuestión es que empecé a llamarlos y como no recibí respuesta los empecé a buscar por toda la casa. Y al llegar a la cocina... oh, por dios, que horrible!

De pronto notaron como algo trepaba por la pared detrás de Mary. Jamás habían visto una criatura así.

Aquel monstruo trepó hasta llegar casi al techo y entonces saltó sobre los hombros de la pobre Mary. La chica se levantó del sillón asustada y entonces la criatura le arranco la cabeza de un solo mordisco. Mientras el cuerpo de la chica caía al suelo se oyó el horrible sonido de los huesos del cráneo siendo triturados por esas poderosas mandíbulas. Para cuando el cuerpo toco el suelo, la bestia ya comenzaba a tragarse su “bocado” y a mirar a nuestros héroes con unos ojos que claramente expresan gula. Entonces comenzó a relamerse.

Sophia empezó a gritar. Dio unos pasos atrás mientras sacaba el encendedor del bolsillo.

El agente de policía salto a un lado y empezó a desenfundar su arma. ¡Mierda! ¿Pero qué es eso? 

Robert comenzó a desenfundar su arma. La criatura debió tomarlo como un ataque, ya que saltó sobre él y le dió un mordisco en el brazo. Pero Sophia reaccionó atacándolo con su lanzallamas improvisado. La criatura se apartó rápidamente para esquivar el fuego.

Estaba a punto de atacar denuevo, pero entonces se volteó, como si escuchara algo, aunque todo estaba en silencio, o al menos, para los humanos presentes. Entonces aquel engendro saltó por la ventana rompiendo el cristal a su paso y desapareció en la noche tan rápido como había aparecido.

De pronto las luces se encendieron. La energía había vuelto. El televisor también se encendió. La familia había estado viendo las noticias. Un reporte en particular llamó la atención.

Noticia de ultimo momento. Estamos en comunicación con nuestro móvil desde la comisaría para entrevistarnos con Garlan Owen, quien tiene una historia increíble para contarnos.

-Gracias, estudio central. Antes que nada tenemos una mala noticia. La señora Owen ha muerto. Su esposo esta aquí para contarnos que pasó. Señor Owen?

-Bueno, pues estaba en mi casa cuando escuche los gritos de mi esposa afuera. Inmediatamente tomé mi escopeta y sali. Entonces lo vi. Era alguna clase de animal, una especie de perro gris con patas de araña. Se estaba comiendo a mi mujer. No lo pensé dos veces, apunte con mi escopeta y disparé, pero solo le hice un rasguño. Aquel animal estaba a punto de atacarme pero entonces algo pareció distraerlo y se fue.

La entrevista continuó profundizando en detalles sin importancia.

¿Qué era eso? ¿Ustedes también lo vieron, no es que me esté volviendo loco? El policía se tocó la herida del hombro comprobando que había una prueba real de que ese engendro no era fruto de su imaginación. Deberíamos de regresar al cuartel e informar, y si es necesario llamar a la guardia nacional o al ejército. 

¿Cómo puede haber vuelto la luz? ¿Fue ese... animal? Sophia miró el cadáver de su asistente e intentó pensar rápido. Notó cómo estaba empezando a hiperventilar y procuró controlar su respiración. Luego tocó la herida de Robert y valoró cómo de grave era. ¿Qué es más seguro? ¿Volver al pueblo y caminar por el bosque de noche, o quedarnos aquí y cerrar todas las puertas y ventanas?