Partida Rol por web

Comenzaba un día como cualquier otro en la hamburguesería del pueblo. Allí estaban el sheriff y su asistente tomando su acostumbrado descanso de medio día. También estaba Joey, quien había hecho una pausa en el taller para ir a almorzar y Sophia, que había decidido aprovechar que no hubo consultas en la veterinaria durante toda la mañana para ir a almorzar y había dejado a su asistente de guardia por si acaso. Y luego estaba Tiffany, de quien nadie sabía absolutamente nada. Obviamente no era de por aquí.

Lilly, la camareta, solicita como siempre, recorría las mesas verificando que todo estuviera marchando bien.

-Le sirvo mas café, sheriff?

-Si, por favor. Y puedes traerme otra orden de papas fritas?

-Como no, sheriff. En seguida se la traigo.

Sophia le hace una señal con la mano a Lily y espera a que se acerque:

Lily, cielo, ¿me traes una vegetariana y un batido? Y, oye, ¿quién es ésa?

Sophia apunta a Tiffany.

Tan considerad Sherif.

Lily no se te olvide mi tasa-guiñando el ojo

Tiffany estaba sentada en la mesa más apartada del restaurante junto a la ventana, inclinada sobre su cara cámara Canon, tecleando los botones con delicadeza haciendo sonar un débil “click” para comprobar las fotografías que había realizado.

Estaba tan concentrada en la pequeña pantalla de su Canon que no prestó atención al ruido de las conversaciones que había a su alrededor, ni a las miradas indiscretas que le dedicaba la veterinaria o al paseo de la camarera de un lado a otro, atendiendo a los clientes.

Levantó la mirada únicamente cuando terminó de ver cada una de las fotografías, dándose cuenta que llevaba largo tiempo en el lugar sin pedir nada. Carraspeó la garganta y se apartó el flequillo de la cara mientras buscaba a la camarera, levantando el índice cuando se cruzaran sus miradas.

¿Puedes traerme…- Cogió la carta y fingió que miraba por encima, sin prestar demasiada atención a los platos que había anunciados.- una coca cola light y patatas? A gusto del cocinero.- Ladeó la cabeza, sonriendo, antes de apagar la cámara y guardarla en su funda correspondiente, dejándola en una bolsita a su lado.

-En eso estaba, oficial -le dijo Lily a Robert, mientras vertía café en su taza

Luego se dirigió a la mesa de Sophia

-Hamburguesa vegetariana... -repetía para sí misma mientras escribía en su anotador- y un batido... perfecto. Si te refieres a la pelirroja -le dijo acercándose a ella y bajando la voz para que los demás no las oyeran- pues, la verdad, no la conozco. Vi que trae unas cuantas cámaras. Tal vez es alguna clase de turista perdida. Es decir, no hay mucho que ver en este pueblo. No suelen venir turistas por aquí...

Luego fue a atender a Tiffany.

-Una coca light... y patatas. Perfecto. En seguida se lo traigo.

La calma de la hamburguesería de pronto fue rota por Willy, el borracho del pueblo, entrando sorpresivamente por la puerta. Se lo veía muy emocionado

-Lo vieron? Lo vieron? Por favor, díganme que lo vieron.

Casi botando el cafe por la sorpresa.- Pat que tendra Willy ahora, dejeme yo lo atiendo debe ser alguna animal que paso por la via.

Me acerco a Willy con la manos levantadas para tratar de calmarlo.-¿Que viste?

Sophia resopla y pone los ojos en blanco.

Ya está Willy con sus tonterías...

Sigue como si nada, esperando por la comida y viendo cómo reaccionan los otros. Especialmente la forastera: ¿acaba de llegar una persona nueva al pueblo y (quizás) esté pasando algo raro? Debe de haber alguna conexión...

Salgo de mis sueños y enfoco la mirada en la tambaleante figura que acaba de entrar en la cafetería. Me levanto del taburete y pongo una mano en el hombro de Willy.

-Willy, amigo, no deberías dejar de beber: el síndrome de abstinencia te hace tener alucinaciones. ¿Has vuelto a ver un elefante rosa?

Miro de reojo la sala para ver si mi chascarrillo ha tenido éxito. Luego golpeo la barra con una fuerte palmada y grito a la camarera:

-¡Una cerveza para mi amigo!

Señalando a Joey-Creo no es una buena idea otra cerveza.

Lily trae un vaso de agua por favor, dejemos al pobre hombre hablar

Tras ver marchar a la camarera con su pedido, apoyó el codo en la mesa y dejó reposar el rostro sobre la palma de la mano a modo de soporte, observando el exterior a través de la ventana. Miraba los coches pasar, leía los carteles adyacentes u observaba a las personas que paseaban plácidamente por la ventana a su lado, perdida en sus pensamientos.

Con la diestra cogió el móvil y ojeó los WhatsApp que tenía aparte del correo, aprovechando también para comprobar si su jefe le había dejado algún mensaje para responderlo. Sin embargo cuando estaba escribiendo paró en seco al escuchar el alboroto del hombre, visiblemente emocionado, haciendo que levantara levemente el rostro.

Parecía que el resto de los clientes tenían la ventaja de saber quién era, posiblemente por la posición de vecinos del pueblo, pero había algo en la mirada de aquél que llamaron “Willy” que despertó su interés u ojo periodístico, como lo llamaba ella. Al fin y al cabo, tenía que hacer tiempo a que su comida llegara, ¿qué podía perder?

No quería intervenir, no todavía hasta asegurarse ante qué se encontraba, así que echó la espalda hacia atrás, apoyándose recta en el respaldo del asiento y cruzó las piernas, colocándose en una posición más cómoda, para fingir que estaba hablando por WhatsApp cuando, en realidad, estaba atenta a la conversación que acaecía en el interior del local.

Willy miró a todos con asombro

-El platillo volador. Lo vi estrellarse en el bosque esta mañana cuando fui al rincón del fumador a comprar mi dotación mensual de cigarrillos. No lo vieron? Hizo un gran estruendo cuando tocó tierra! No puedo creer que no lo hayan oído siquiera!

-Hay, tú otra vez con tus desvaríos de borracho fanático de la… como se llama? -dijo mirando a su asistente- ufología. Lo tenía en la punta de la lengua. Es que me cuesta mucho recordar esas bobadas. En fin, más vale que te comportes, o tendrás que pasar otra noche en la comisaría.

-Hay, Sheriff, no sea tan cabeza dura. Si ya se lo expliqué miles de veces. -sacó una revista vieja y arrugada sobre ufología- Mire, mire, aquí lo explica todo muy bien.

Mientras Willy ha hablados he puesto atencion en su manera de hablar para saber si esta en estado de ebriedad

Si esta borracho-Willy otra vez te has parado con resaca y vuelto a tomar, hazle caso al sherit

Si no esta borracho- Pat pudo haber caido cualquier cosa en el bodque, tu sabes a veces caen meteoritos o algun fuego artificial, no esta de mas revisar

Hmmm... me pregunto qué vio Willy. Los que creen en estas tonterías ven lo que quieren ver, por mucho que no estén borrachos. Revista de ufología, pffft.

Por ahora Sophia se queda mirando a ver cómo reacciona la gente. Tiene hambre y seguramente no es nada, así que mejor esperar y comer primero. Cuando haya terminado, y suponiendo que alguien haya ido al bosque a mirar, se unirá al grupo. Como mínimo Sophia querrá ir para intentar explicar qué vio Willy y enseñarle que eso de la ufología no son más que tonterías.