Partida Rol por web

Sam resopla, se gira para mirar por la puerta de entrada un momento y cuando Dean empieza a subir precipitadamente frunce el ceño cómo si lo desaprobara totalmente pero esta vez no dice nada al respecto.

-Yo soy Sam... y el que acaba de irse al piso de arriba es mi hermano Dean. Será mejor que intentemos darnos prisa, supongo que los niños podrán descansar en paz si mandamos a su madre dónde debería estar- levanta la linterna en lugar del arma y avanza por el pasillo de la primera planta observando las diferentes estancias polvorientas hasta abrir una puerta que conduce a unas escaleras que bajan hacia una oscuridad total.
Las mira dubitativo antes de girarse hacia Liz.
-Hay más posibilidades de que fuese enterrada aquí o en el jardín que encontrar sus restos en el ático... Y entonces quemar toda la casa no serviría absolutamente de nada- comenta intentando imponer algo de razón a las ideas planteadas anteriormente.

Encantada Sam, busquemos en el sotano, puede que removieran la tierra y si es asi, podemos hacer que desaparezca para que descansen en paz todos digo mientras le acompaño, cuando llegamos a la puerta le miro y sonrio Voy detras tuyo, no te preocupes, creo que no haya muchos problemas. En cuanto a lo de quemar la casa, no se yo si tendria mucho exito, pero todo es cuestion de probar digo medio embroma mientras asiento y sujeto la linterna con fuerza mientras ilumino el camino para no tropezarnos.

Este chico es muy tranquilo, la verdad es que eso me viene bien, ojala no se asuste cuando me vea hacer uno de mis trucos

Miro para el chico mas bajo de los dos, el que lleva la escopeta. ME toca ir con el.

Va bien armado...me gusta...

Empieza a comprobar que las puertas están cerradas. Seguramente para evitar sustos mas tarde.

- Yo comprobaré las del otro lado...- digo mientras intento abrir la primera puerta que tengo mas a mano - ...cerrada...

Observo a mi alrededor mientras los demás bajan al sótano.

Espero que les vaya bien...me caia bien la chica esa...por lo menos sabe disparar...

- Por cierto cúal es el plan...llenarla de sal y luego prender su cuerpo o prender su cuerpo y luego llenarla de sal... - digo sonriendo para bajar un poco la tensión del ambiente.

-Este tipo de gente acostumbran a ser lo suficientemente reacios cómo para querer ser enterrados en su propia casa, pero supongo que no hay otra forma de asegurarse que bajar a comprobarlo- cuelga bien el asa de su mochila y ahora sí, levanta la escopeta mientras enfoca con su linterna, ayudado también por la tuya, empezando a bajar las escaleras pegado a la pared sin despegar la atención de lo que le rodea hasta llegar a "tierra firme".

Espera a que bajes los últimos peldaños y entonces avanzáis un poco por el sótano. Es amplio y lleno de trastos inservibles y oxidados, cómo era de esperar.
También hay estanterías llenas de tarros polvorientos cuyo contenido quizá sea mejor no investigar... Lo único útil parece ser una pala y un pico apostados en una esquina, que Sam se queda mirando unos segundos antes de decidirse a coger la pala.
-Quizá las usó... y no precisamente para ella misma- deja el comentario en el aire mientras da unos golpes en el suelo, que por suerte sólo está formado por unas planchas de madera que empiezan a ceder cuando las golpea con fuerza. Quizá tenga más fuerza de la que aparentaba en un principio.

Me río por lo bajo mientras compruebo la siguiente puerta, tan cerrada cómo la primera y al parecer mi acompañante no tiene más suerte que yo.
-En teoría primero va la sal, pero no creo que encontremos su cuerpo por aquí... Quizá nos toque jugar un rato con ella mientras la parejita feliz se encarga de la quema- ante mi propia sorpresa, la última puerta se abre con facilidad, mostrándonos una habitación amplia las ventanas de la cuál se encuentran rotas.
Entra la luz del día a través de ella y se distingue la estructura y los muelles de dos camas pequeñas además de una silla diminuta y un armario desconchado. Poco más ha sobrevivido al paso de los años pero mi ceño se frunce en sobremanera.

-Supongo que esa zorra los tenía aquí encerrados- comento mientras me acerco a un amplio espejo resquebrajado situado en una de las paredes.

- Seguramente...- afirmo escuetamente

Miro la habitación en busca de algún juguete y comento:

- Muchos espíritus pueden atarse a objetos comunes...es posible que si los espiritus de los niños aún están en la casa estén atados a objetos cotidianos en su vida...hay que tener cuidado con ellos..romperlos o cogerlos puede ser peligroso...

Me mantengo en silencio tras hablar para ver si escucho algo en el ático.

¿Tienes cinta aislante? le pregunto como quien no quiere la cosa, como algo normal mientras bajamos sin perder de vista nada de lo que hay alli por si acaso. Cuando llegamos el sonido de madera al crujir debajo de mis pies. Un pico y una pala llaman la atencion ahi abajo

Sus hijos replico cogiendo el pico al ver que coges la pala, pero me agacho antes y miro el suelo pasando la palma por encima, metiendo los dedos en un hueco y levantando la plancha sin mucha dificultad dejandola a un lado viendo el suelo de madera Creo que habra que picar un poco, solo espero que el suelo no este tan duro como parece

-Así que realmente sabes de qué va todo esto, ¿eh?- admito sin disimular mi asombro, mirándolo de arriba a abajo y fijándome en su escopeta recortada, muy parecida a la mía.
-Mi hermano y yo somos cazadores desde hace varios años. En realidad yo llevo más tiempo en el "negocio familiar" pero ya ves, supongo que es genético- comento en tono de burla mientras me vuelvo a girar hacia el espejo, con la diferencia de que entonces la veo reflejada en el espejo.

Levanto el arma pero cuando quiero hacerlo ya es tarde, mis ojos lloran algo demasiado cálido para ser simples lágrimas, me siento abatido y rendido, todo deja de tener sentido y ni siquiera me sostengo en pie, dejándome caer de rodillas al suelo con un quejido ahogado mientras empiezo a sentir que me falta el aire...

Sam deja su mochila en el suelo y la linterna sobre una de las estanterías para poder coger la pala con ambas manos. Apartáis varias planchas de madera, rompiendo otras con patadas o con el pico.
-¿Cinta aislante? Hay en el coche... ¿para qué la necesitas?- pregunta mirándote de reojo dubitativo mientras empieza a cavar y tú te encargas de seguir apartando las planchas que cubren el suelo del sótano.

Parece que el sótano, a pesar de estar oscuro y resultar por tanto un poco sofocante, está bastante tranquilo...
La puerta por la que habéis descendido se cierra de golpe y Sam se iergue mirando por un momento las escaleras tenso, pero enseguida vuelve a lo que tiene entre manos cavando con energía.
Podrías afirmar que no es la primera vez que lo hace.

Mi compañero entra en la habitación y da unos pasos hacia el espejo mientras me comenta que son cazadores y que es el negocio familiar.

Bien...si les viene de familia no serán malos...mejor para coger al cabrón que mató a Ed

Se mira en el espejo y se gira rápidamente para disparan contra el espíritu. Veo que llora sangre asi que actuo y disparo en la dirección que el apunta un fogonazo de mi escopeta.

Mierda...la cabrona estaba esperandonos...

Tras disparar meto una mano en mi bolsillo y saco un puñado de sal y rocio la habitación para impedir que la cabrona vuelva rápido.

- ¿Estás bien?- le pregunto - ...mejor será que vayamos al ático a ver si encontramos su cuerpo...

Era para poner la linterna en la escopeta, asi no tienes que cargar con ella en la otra mano digo mientras comienza a cavar, el ruido de la puerta hace que me gire y apunte hacia ella iluminando con la linterna por si hay alguien. Esto no me gusta, nada, a ver si va a volver a aparecer y entonces nos vamos a reir.

Vuelvo a agacharme y a quitar mas placas mientras intento despues buscar la luz del sotano si la hubiera para darla. Me llevo la mano a la cabeza, ahora no, no recuerdes el secuestro, hice que lo olvidaras.

Disparas al espejo haciéndolo añicos, borrando así el reflejo de la tal Susan mientras rocías parte de la habitación sal para asegurarte de que la hayas ahuyentado aunque tan sólo sea momentáneamente...

-Hmpp... Perfectamente, sólo estaba meditando- me levanto con una sonrisa mientras me coloca bien la chaqueta de cuero y me paso una mano varias veces por la cara, mirando los restos d sangre que quedan en mis dedos con desagrado y saliendo de la habitación con decisión y seguridad para subir a las destartaladas escaleras que conducen al ático. O lo que queda de ellas...

-Alguno de los nos necesita una dieta baja en grasas con urgencia- comento mientras me las apaño cómo puedo, saltando de vez en cuando puesto que faltan bastantes escalones, hasta llegar a la oscura buhardilla.
Espero al tipo cuyo nombre aún desconozco iluminando alrededor, cuando ya está arriba me incorporo del todo y observo los distintos muebles reunidos allí, algunos de ellos cubiertos con sábanas raídas y un poco mugrientas.
-¿Se ahorcaría aquí?- pregunta al darme cuenta de que el techo está compuesto por numerosas vigas.

Antes de subir al ático recargo la escopeta porque me da que va volver a aparecer.

- Démonos prisa...esta fijo que vuelve...y a lo mejor no se muestra la próxima vez...

Subo al ático detrás de el en completo silencio ya que hay poco que decir. Cuando me pregunta si la chica se habrá ahorcado ahí le respondo:

- Según tengo entendido sí...aquí fue donde se ahorcó...otra cosa es donde está el cuerpo...es posible que la enterraran en el jardín como era costumbre antes...

Ilumino la estancia con la linterna.

- ¿Dónde crees que estarán los restos?- le pregunto al cazador

-No es mala idea... Lo tendré en cuenta para la próxima vez- ríe por lo bajo y vuelva a lo suyo, emitiendo algún resoplido de vez en cuando mientras el agujero se va ensanchando y haciendo más profundo.
Al cabo de poco tú misma te levantas e intentas ayudarle en medida de lo posible con el pico. Aunque no puedas apartar la tierra al menos le ahorras el cavar en cuestión.

Entre golpe y golpe, levantas un momento la cabeza al percibir algo más de luz que hace un instante. Te das cuenta de que la puerta vuelve a estar abierta pero en esta ocasión "tenéis compañía". Aún así no se trata de la madre, Susan, y eso te tranquiliza un poco aunque no sabes muy bien a qué atenerte.
Un niño y una niña con ropas algo viejas y desgastadas os miran silenciosa y seriamente mientras se sujetan de las manos. No parece que vayan a acercarse, al menos de momento...

Pues acuerdate la proxima vezdigo mientras te guiño un ojo. Sonrio mientras cojo el pico y te ayudo a picar, levanto tierra, polvo y al cabo de un rato, veo luz. Hay mas luz de la que deberia. La puerta vuelve a estar abierta, me giro y miro hacia alli, dandole en el hombro

Sam, tenemos compañia. Los niños, parece que nos haran nada, pero debemos estar preparados para lo que sea. le miro de reojo mientras dejo el pico a un lado y me preparo para desenfundar el arma por si hace falta, no quiero enseñar mi secreto hasta que este segura que no es necesario. Pero si los niños estan alli, ¿donde esta la madre? miro a mi alrededor mientras no suelto el arma.

Sam deja de cavar con la respiración agitada y algo sonora, mira en al dirección que le señalas y frunce un poco el ceño, aunque su atención enseguida se desvía hacia tus gestos, extendiendo la mano pretendiendo que te detengas.
-Eh, tranquila, no pasa nada... Los niños son las víctimas en todo esto, no nos atacarán, pero si les asustas puede que sí. Sólo manténte alerta- enseguida baja su brazo sacudiéndose la mano en el pantalón cómo si pretendiera disimular.

Te trata cómo si fueras una novata, aunque claro, tampoco os conocéis de nada y lo habitual sería que estuvieras muerta de miedo... Pero en tu caso no es así. Igualmente la intención parece haber sido buena y tras dirigir otra mirada a los niños sigue cavando incluso con mayor vigor que hace un instante.
-¿Puedes iluminar esto?- te pide educadamente, con lo cuál deberás de dejar de observar las escaleras por un instante. Sin embargo ahí están, los restos óseos de unos esqueletos demasiado pequeños para ser de un adulto.

-Mi hermano dice que tiene que estar en el jardín o en la casa, que en su época no le hubieran permitido el entierro en el cementerio por lo que hizo... Aunque no estará por aquí arriba supongo- empiezo a retirar las sábanas de los muebles.
La primera la estiro con energía y levanto tal nube de polvo a mi alrededor que me es imposible no toser con los ojos llorosos mientras muevo la mano para dispersarlo un poco. Me cago en...
Con los siguientes tengo más cuidado, retirándolos con más lentitud para evitar el efecto anterior aunque los muebles cubiertos resultan ser igual de viejos y feos que todos los demás...

Uno de ellos resulta ser otro espejo, esta vez entero y reluciente, y en él no aparece la cabrona de turno pro el momento, pero tampoco me fío así que lo sujeto dispuesto a tirarlo al suelo para hacerlo estallar en mil pedazos, sin embargo algo me detiene. Una de mis ideas de bombero. No, esta vez creo que es buena... Me quedo pensativo con el espejo entre las manos, la parte reflectante se encuentra poca abajo así que no puedo ver nada en él.

Sin embargo David puede ver nuevamente a la insistente Susan por detrás de Dean, estirando el brazo hacia él con la mano a poca distancia de su cabeza.
Parece dispuesta a tocarle, no sabes muy bien qué efectos podría provocarle pero puede ser arriesgado disparar con él delante.

Miro a Sam y dejo el arma donde esta, espero que no se equivoce la ultima vez que no hice caso a un niño y mas siendo un fantasma lo pase muy mal. Maldito laberinto imaginario, menos mal que ya estoy casi curada de espanto. Cojo la linterna y enfoco el suelo desviando la mirada, los esqueletos de unos niños, los enterro en la casa, maldita loca

Tuvo la sangre fria de enterrarlos aqui antes de ahorcarse, realmente estaba loca. Su cadaver entonces puede que no este aqui, sino en el exterior tal vez cerca del porche o incluso debajo de el

¿Como les ira a los otros dos? espero que bien, no hemos oido disparos y eso es buena señal, tal vez no tan buena

Miro lo que hace el cazador. No hablo mucho mientras vigilo atentamente la estancia. De pronto veo al espíritu aparecer detrás de él.

Joder este chaval es un puto imán para el fantasma...

Disparar es arriesgado, sobre todo si le llenos la espalda de sal. Solo queda avisarle y disparar.

- ¡¡¡AGÁCHATE YA!!!- grito con todas mis fuerzas mientras me preparo para apretar el gatillo y volar al espíritu durante un tiempo.

En cuanto se agache disparo contra ella.

-Primero les daremos descanso a los niños, creo que ya va siendo hora...- aparta la tierra con sus propias manos hasta que ambos esqueletos quedan al descubierto, los huesos se entremezclan entre ellos, probablemente se limitó a dejarlos uno encima del otro, es improbable que realmente los quisiera si les llegó a hacer algo tan terrible.
Sam saca un gran paquete de sal del interior de su mochila y empieza a cubrir los huesos con ella, después viene el queroseno.

-Lo que es seguro es que no le permitieron ser enterrada en el cementerio, en aquellos años imposible... Tendremos que buscar por los alrededores aunque puede ser algo difícil. Pero si liberamos a los niños quizá le quitemos parte de su fuerza- dice no demasiado convencido, cómo una posibilidad que puede ser o puede que no.
Enciende una cerilla y la lanza al interior del agujero, las llamas no se hacen esperar demasiado.

Los niños, en lo alto de la escalera, sonríen felizmente, y la niña incluso ríe mirando a su hermano, seguramente por primera vez en muchos años. Musitan un "gracias" y en lugar de estallar en fuego, cómo estás acostumbrada, los engulle una luz tan intensa que tenéis que cerrar los ojos por un instante, luego ya no están.

Sam sonríe satisfecho volviendo a meter las cosas en la mochila y mientras acaba de cubrir nuevamente el agujero del sótano, escucháis un grito desgarrador de mujer por toda la casa. Parece que alguien ha acabado recibiendo su merecido.