Partida Rol por web

Llegamos nuevamente a la habitación del motel, una cena un poco movidita, muchos datos interesantes y algún que otro dardo envenenado que al parecer no ha surtido el menor efecto. Para ser sinceros creo que me esperaba una reacción algo más...
Me limito a negar con la cabeza y me quito la chaqueta, dejándola en el respaldo de una silla, después las botas y los calcetines se quedan dentro para sentarme en el borde de una de las estrechas camas.
-Lo siento Sophía pero no vas a venir, será mejor que mañana cojas el autobús, no estás preparada para esto, no reaccionas a tiempo... Lo de Silver Hill no será un fantasma mosqueado, serán más de tres demonios con muy mala baba- la miro unos segundos con atención. En realidad puedo comprender su impotencia y sus ganas de saber, pero tengo muy claro que no está destinada a esto.

Mi hermano se escaquea nuevamente hacia el lavabo, no sé si para librarse del asunto, por una urgencia o simplemente para cambiarse de ropa, pero yo ya empiezo a acomodarme en la cama apartando las mantas, aunque entonces caigo en un detalle.
-¿Cómo vamos a dormir?- le pregunto a Sophía bastante dubitativo.

Me levanto al escuchar que llaman en la puerta de mi habitación. Mi primer instinto es coger la pistola y avanzar hacia la puerta a pesar de estar medio dormido.

Tras ver que es Liz abro la puerta y me pregunta si tengo una aspirina.

- Si...creo que tengo en la mochila...pasa si quieres...- digo con la voz de una persona recién levantada.

La invito a pasar y enciendo la luz de la habitación. Rebusco en mi mochila y encuentro el frasco de aspirinas.

- Aquí tienes - le digo mientras le lanzo el frasco para que lo pille.

Lo cojo al vuelo Gracias, es que no se que me pasa esta noche. El dolor siempre remite tras un par de horas pero hoy creo que esta peleon sonrio medio en broma para abrir el frasco y coger una pastilla tomandomela a palo seco. Te devuelvo el frasco Gracias, me vuelvo a dormir, a ver si se me termina de pasar. Me encamino a la puerta y me paro apoyandome en el marco, volviendo a llevarme la mano a la cabeza.

Veo como Liz se apoya en el marco y se lleva la mano a la cabeza.

- Veo que te duele bastante la cabeza...

Me acerco a ella y le digo mientras le acerco una silla para que se siente:

- Será mejor que te sientes hasta que te hagan efecto las aspirinas...

¡¿Pero qué se ha creído la niña riquita esta?! piensa aun enojada por el comentario de Liz ¿Es qué acaso ella nació sabiendo? Yo quiero aprender... y encima Dean le da la razón, pues como ellos vean pero a lo mejor les puedo salvar el pellejo murmuraba casi inaudible entrecerrando los puños enfadada - pues no se, la verdad es que yo... - se sonroja ante la sola idea de poder compartir cama con el mayor de los hermanos - me gustaría dormir contigo - dijo mirando hacia el suelo y sonrojandose algo más.

Me quedo bastante sorprendido ante la clara y directa petición de Sophía. ¿No es un poco pequeña para...? De todas formas mis pensamientos son interrumpidos pro Sam, que vuelve a la habitación metiéndose directamente en la otra cama, desde la cuál nos mira a ambos esperando "algo".
-Sophía dormirá conmigo y mañana la llevaremos a la estación de autobús antes de dirigirnos a Silver Hill con el coche- me incorporo en la cama y me quito los tejanos dejándolos en un rincón de mala manera.

Sam se limita a asentir, claramente aliviado todo hay que decirlo, y encargándose de poner el despertador mientras yo me tumbo boca abajo todo lo cercano al borde de la cama que puedo. La verdad es que dudo que me quite el sueño, sería capaz de dormirme en mitad de un bombardeo.

Sophía se tiende a su lado mirandole mientras duerme es tan guapo... piensa mientras se acomoda lo más posible en su lado de la cama es una pena que tenga sueño, la última noche que estaré con él y se duerme está un poco decepcionada con la reacción de Dean no le parezco atractiva o me verá muy pequeña su vista se dirige al techo por un momento pero gira la cabeza y mira a Sam, ahí tendido él también es mono... aunque es más bueno, no se pero me quedaría con los dos para siempre no pudo reprimir una pequeña sonrisilla ante tales pensamientos bueno, corto a sido mi viaje pero a merecido la pena vuelve a acomodarse en la cama y se deja caer en el brazo de Dean colocándose el pelo detrás de la oreja, quedándose dormida en esa posición.

Decides acomodarte en tu lado de la cama, un poco pro encima del brazo de Dean, el cuál ni se inmuta dado que ya está completamente dormido y casi parece un angelito... Aunque sabes de sobra que no lo es.
Duermes mejor de lo que lo habías hecho en meses, quizá incluso años. Ninguna extraña visión macabra te asalto y descansas del tirón, lo cuál se agradece y provoca que te despiertes llena de energía incluso antes de que suene el despertador.

Dean sigue casi en la misma posición que anoche pero esta vez su brazo rodea tu espalda en vez de estar debajo.
La cama de Sam está deshecha y vacía, distingues el sonido de la ducha en el cuarto de baño con facilidad.

Oye el ruido del agua caer en el servicio, la cama de Sam está vacía por lo que supone que es él el que está en el baño que mono, se despierta temprano piensa mientras reposa en la cama creo que no es buena idea irme hoy para casa, la verdad es que no he recorrido tanto para nada, aunque sea me cuelo en el maletero Sophía estaba decidida no se aprende mirando en los libros sino en plena acción estaba decidida y era lo bastante cabezona como para no rendirse ante la dureza de un hombre, se levanta y decide echar un vistazo por la ventana, un poco de luz entra por el hueco que queda entre las cortinas.

Se peina un poco los alocados pelos, aunque su melena sea lisa al despertar parece que se a pasado toda la noche dando vueltas que vergüenza, como me vean así... abre un poco la cortina y mira por ella, dejando que el poco sol que puede verse, ya que un pequeño techado que permite sombra a las entradas de las habitaciones, oculta el sol directamente espero que salga pronto del baño, necesito entrar y arreglarme, o bien que despierte Dean.

En el silencio de la habitación aprecias la respiración calmada y profunda de Dean, que también te tranquiliza a ti en cierto modo.
Afuera no se ve movimiento, todavía es temprano y todos los coches permanecen en el párquing, apenas ha salido el sol pero lo suficiente para iluminar el pueblo.
La puerta del baño se abre, así que parece que vas a poder entrar. A pesar de que Sam te vaya a ver con según qué pintas seguro que no le importa, lo que no esperabas eran las suyas.

Da un respingo alarmado al verte allí de pie y se queda un par de segundos plantado como una estatua hasta que reacciona apartándose de la puerta.
-Qué... madrugadora...- alcanza a decir nerviosamente mientras se aleja hacia un rincón para buscar en su mochila. Probablemente la ropa.

Si... e... yo... - ¿por qué te comportas como una idiota? Reacciona piensa molesta, sin dejar de mirarle ¿dónde escondía ese cuerpo? - es que... necesitaba ir al baño - si buena respuesta - tu también has madrugado - intenta apartar la vista pero le es casi imposible, el brillo de su piel mojada hacía más difícil el momento de quitar la vista.

Sam, no puedo irme, quiero acompañaros - Sophía puso cara de niña buena para evitar que pudiese llegar a negarse - déjame que vaya con vosotros te lo ruego - de acerca a él y le mira con ojitos tiernos para intentar convencerle.

Te acercas a Sam y él se sujeta la toalla con firmeza cómo si temiera que se le fuera a caer de un momento a otro. La idea de que eso pase cruza por un momento tu mente, quizá no estaría tan mal...
-Sophía... es muy peligroso, incluso para nosotros que ya tenemos experiencia y estamos dispuestos a disparar. No podemos garantizar que no te vaya a pasar nada así que no podemos llevarte con nosotros, entiéndenos...- le miras y resopla sonoramente girándose hacia su bolsa nuevamente para evitarte.

-No me mires así, por favor...- saca una de sus camisetas y se la pone, aunque no es demasiada buena idea considerando que aún está mojado.

Dean empieza a removerse en la cama, mirándoos soñoliento y empezando a incorporarse lentamente, cómo si le costara horrores

Acabas por irte al lavabo, aseándote lo que puedes. Te toma el relevo Dean y para entonces Sam ya ha recogido las pocas pertenencias que había en la habitación y obviamente se ha vestido.
Salís los tres hasta el Impala, los hermanos parecen demasiado decididos a que no corras peligro a pesar de que tú estés dispuesta, y entre bostezos llegáis a la estación de autobuses.

Bueno, al fin y al cabo sabes dónde se dirigen: Silver Hill, Kansas. Podrías cmabiar de autobús aunque llegues más tarde que ellos...

Cuando ve que los chicos se marchan se dirige decidida hacia la taquilla donde mira los horarios de los autobuses que salen hacia Silver Hill, Kansas.

Por favor, un billete para el primer autobús con destino a Silver Hill, Kansas, por favor - dice decidida y casi sin pensárselo con una enorme sonrisa de satisfacción me da igual que sea peligroso, más peligroso es no saber qué hacer, voy a aprender aunque sea a la fuerza piensa mientras que le dan el billete, coge del bolsillo unas monedas y las mira espero que con esto baste... no cuento con demasiado dinero en efectivo.

Por desgracia no hay un billete directo aunque sí hasta Kansas, allí buscarás otro transporte para llegar a Silver Hill, no puede ser muy difícil... Lo malo es que obviamente llegarás más tarde que ellos y el viaje durará unos dos días, quizá deberías avisar a tus padres de algún modo...
Subes al autobús cuando éste llega. El trayecto es terriblemente largo y agotador, lo único que puedes conseguir para distraerte son algunas revistas o quizá un libro.
Las películas que ponen en el vehículo suelen ser las típicas que ya has visto mil veces pero te entretienen un poco... Sin duda alguna se echa de menos la compañía de los hermanos, o bueno, de cualquiera en general...
En una de las noches que pasas en el transporte ves difusamente a Sam caminando junto a Liz por una niebla espesa, no oyes lo que dicen pero acaba de cerrar la puerta del Impala cuando un insecto de proporciones desmesuradas se le engancha al cogote y acaba por ser espantado por Liz. Por desgracia parece que algo más ha sucedido y Sammy cae inerte al suelo cuando tú te despiertas.

Cuando por fin llegas hasta Silver Hill te sientes cansada y te duelen un poco los músculos y los huesos pero te sientes orgullosa y satisfecha de ti msimo por haber tenido la valentía de hacerlo, quizá con eso les demuestres algo...
El pueblo no parece muy grande así que piensas en acudir a algún motel cercano a la estación de autobuses pero apenas llevas unos metros recorridos cuando una más que espesa niebla inunda la ciudad.
No alcanzas a distinguir lo que está a más de dos metros de ti, pero lo más preocupante y alarmante es que empiezas a oír gritos de terror y de dolor a tu alrededor sin ver lo que pasa.

Observa a su alrededor, no ve nada pero sí lo oye esto no me gusta nada, pero tengo que encontrarles... piensa caminando indecisa por la densa niebla que envuelve como un aura de tinieblas su figura, de vez en cuando se detiene para mirar su siguiente paso, a cada paso se aleja más de la estación papá, mamá espero poder comunicarme con vosotros pronto para que no os preocupéis por mi... la nota que le dejé era escueta ya que era todo lo que tenía que decirles pero ahora es todo distinto Sophía ahora conocía lo que eran esas visiones y lo mejor era que se había dado de bruces con su solución los hermanos Dean y Sam a los cuales no dejaría escapar tan fácilmente espero que estés bien esperaba poder encontrar a alguien o algo orientativo en mi visión parecía que Liz y Sam estaban en problemas.

Los gritos de terror la asustan, no sabe ni donde se encuentra ella menos los que tenía problemas, levanta los brazos a ver si consigue tocar algo o a alguien.

Avanzas algo encogida sobre ti misma debido al miedo y la tensión, quizá acentuados por el hecho de no ver lo que está pasando pero al cabo de pocos minutos los gritos cesan... No estás del todo segura que eso indique nada bueno.
Estiras los brazos aunque sí ves lo que tienes aproximadamente a un par de metros de distancia pero no mucho más... Sigues la acera en la que te encuentras sin saber hacia dónde te diriges en realidad y entonces escuchas un zumbido algo extraño y bastante sonoro.

Decides detenerte y mirar a tu alrededor, apoyado sobre un coche cercano hay uno de esos insectos... Cómo el que viste en tu visión que atacó a Sammy.
Se parece lejanamente a una langosta pero es bastante más grande, cómo un palmo de largo y desde luego más ancha, además de tener ese amenazante punzón que ya sabes de lo que es capaz.

Paro en seco al ver al insecto de proporciones agigantadas no podía ser un animal, con el asco que me dan los bichos la histeria comienza a entorpecer sus pensamientos ¿qué hago? apretó los puños y miró a su alrededor espero que no me haya visto, ¿dónde hay algo para esconderme? deseaba gritar y echar a correr, pero no veía nada más que a escasos metros de ella y sabía de lo que eran capaces esos bichos...

Sin pensarselo corrió para esconderse donde pudiese en contra de la especie de langosta.

Empiezas a correr todo lo que puedes, mirando alrededor para intentar entrar en algún local cuya puerta esté todavía abierta o cualquier sitio que pueda servirte de escondite.
Pos desgracia para ti la mayoría de puertas que encuentras están cerradas y las que permanecen abiertas de los locales tienen a sus propios insectos desproporcionados en el interior, con varios cadáveres de acompañantes.
Por suerte corres lo suficiente para no fijarte demasiado en esos "detalles" que de otra forma te escandalizarían, sigues escuchando el zumbido a pocos metros de ti, acercándose incesante y con insistencia, la adrenalina se dispara pero aún así empiezas a sentirte algo cansada y te detienes detrás de un coche, pretendiendo pasar desapercibida al menos por un rato.

El insecto se posa sobe el techo del coche, distingues el ligero sonido metálico que produce al hacerlo, y entonces en la carretera que hay frente a ti se detiene un 4x4 que abre una de sus puertas delanteras para que subas. Ahora o nunca.

Mira al coche y mira al insecto tengo que hacerlo haciendo un último esfuerzo que para ella fue el momento más largo de su vida, intenta llegar al coche antes que el insecto.

El viento golpea su cara moviendo su pelo y ropa al son, se tira al interior cerrando la puerta tras de sí y sin mirar a los pasajeros de su interior solo al insecto para ver que está fuera y ellos a salvo.

Gracias - dice soltando unos suspiros cogiendo aire que de mucha falta le hacía después de la carrera pero seguía sin mirarles, agarrando la ropa fuertemente - muchas gracias, me habéis salvado la vida... la chica sonreía, no era muy común en ella pero después del susto ver que podía estar a salvo la alegraba.