Partida Rol por web

Sokkie Heroes

La fortuna favorece al audaz (Escena II)

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10/10/2016, 03:24
Yary Hyundai

Se rió, pero no para resultar ofensiva, si no sorprendida agradablemente.

-¿Un campeonato mundial? Suena emocionante, la verdad. Me dais envidia. Además, un humano y una nazzadi bailando juntos, tenéis la ventaja de que resulta muy políticamente correcto. Muy del gusto de los progresistas y los que tienen relaciones o familias interraciales.

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10/10/2016, 03:26
Hely Marcano

Antes de que su marido dijera más, por que sabía que lo haría, intervino ella.

-No seas antiguo. Nosotros también bailábamos cosas así. Yo las bailaba, incluso antes de conocerte. Y no quería decir nada. ¿Mmm? Además, nosotros adoramos el arte, y la danza es una de las más altas expresiones artísticas de los nazzadi.

Kyra asintió, despacio, mientras cogía una de las "delicias" rebozadas.

-Ellos son buenos amigos, compañeros. Ahora tendrán que practicar mucho y darlo todo en la pista de baile.

Sonrió, algo emocionada.

-Mi niña, en un campeonato de danza. Aquellas clases de baile a las que iba de pequeña, no han caído en saco roto. Con suerte, se hará famosa.

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10/10/2016, 03:30
Shava Marcano

Escuchó todo en silencio, pero no se pudo resistir a hacer la apostilla al final.

-Ya es famosa, mamá. Es la mujer más masculina de la empresa donde trabaja. Y eso que es mecánica.

Quería picarla, como hacían cuando eran pequeños. Aquellas peleas típicas entre hermanos que terminan con uno de ellos protestando y llamando a su mamá.

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10/10/2016, 16:54
Phillipe Marquand

Comenzaron bailando relajados para pillar el paso básico y empezaron a probar cosas. Primero las que habían hecho el fin de semana anterior, para recordar y luego se pusieron con cosas más complicadas, como ésas que salen en el baile antiguo del swing. De hecho, podían aplicarse muchas cosas de swing en sokkie. Se pasó a Krys revoloteando por todos lados, con cuidado de que no se despeñara o le diera en el techo. La verdad, no sabía hasta qué punto lo estaba haciendo bien, pero ya no pensaba y sólo bailaba. cuando algo evidentemente había salido muy mal, paraban un momento y repetían. Aunque se levantaron un poco sin ganas, al final se fueron animando y las risas comenzaron a surgir de forma espontánea. Tras practicar un largo rato, miró a Krys fíjamente (lo más que puede mirarse a través de un cristal azul) y le dijo:

-Estás muy guapa cuando bailas.

- Tiradas (2)

Notas de juego

(7+8+9+10)+ 6 = 40!!!

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10/10/2016, 22:09
Dora Maxwell
Sólo para el director

No debía ser un día estupendo de por sí pero era un gran día porque había despertado con Lambert y tenían muchos planes que llevar al cabo, así que la funcionaria iba hacia la rutina con el mejor ánimo que se le hubiera visto jamás en la oficina, estaba convencida de que ni siquiera la amargada de su jefa le quitaría aquel buen humor. Tardó lo mismo de siempre, miró en las mismas direcciones aunque con ojos muy diferentes, incluso sonrió cortésmente a un par de personas.

Pero Dora no podía estar más equivocada aquel día, todo seguía en aparente rutina, esa que ella misma había roto al enrollarse con su amado Lambert pero eso ya no importaba, de pronto todo se sacudió sin darle tiempo a mucho. El hombre que cayó sobre ella la hizo gritar de dolor sin que pudiera impedirlo de ninguna forma, la pelirroja sintió por primera vez lo que era el verdadero miedo, su corazón latía aprisa y sentía que se le iba salir. No tardó mucho en darse cuenta que aquello era un atentado y entonces se desesperó más aún intentando liberarse de su trampa pero no podía.

-¡Auxilio!

Gritaba con toda la fuerza que podía que no era mucha pero al final, decidió usar esa fuerza nuevamente empujar a aquel hombre muerto sobre ella que la había manchado de sangre. Si, tenía dolor pero no se daba cuenta porque estaba en shock. Caminó buscando la manera de ponerse a salvo pues aún escuchaba explosiones, tenía que salir de allí.

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10/10/2016, 23:03
Director

Caminó, o más bien gateó, ya que el vagón se había detenido en una gran pendiente hacia el techo de la arcología. Todas las personas y cosas que no se habían quedado enganchadas en los asientos estaban apiñadas en la parte de abajó del vagón. La chica que gritaba estaba viva, pero herida. Se dió cuenta de que había otros heridos, y ella era prácticamente la única que había salido indemne del vagón. Ella y un adolescente que todavía tenía la mochila en la espalda, y se agarraba a una barra de acero para no caer.

El espectáculo era dantesco.

Sacando fuerzas de flaqueza, fue ascendiendo en el vagón y asomándose a los ventanales en busca de alguna pasarela de seguridad para los operarios. Pero estaban en ese tramo final, cerca del techo del nivel 2 de la arcología, donde las vías estaban "al aire". Quizá por eso, quien fuese que había provocado eso había detonado el explosivo en aquel punto: el tren caería libremente sobre la arcología. Más allá, hacia arriba, en el túnel, se veía la parte de atrás de otro vagón, roto. Algunas personas se agarraban con fuerza a los asientos, que no estaban diseñados para aquello ni tenían cinturones de seguridad. Una de ellas resbaló y cayó al vacío, y ella apartó la mirada, conmocionada, al borde del llanto.

Sin embargo, la curiosidad la hizo asomarse al abismo. Un vagón, el que había explotado, había caído a la ciudad hecho pedazos. Imaginaba que todos sus ocupantes habían muerto, debido a que aquella era una caída de cientos de metros. Sirenas de policía y bomberos allá abajo. Se giró, apoyándose en un asiento, y se quitó la sangre de los ojos y la boca. Sintió ganas de llorar ante toda aquella tragedia. Quiso ayudar, al sentirse la más capacitada, y se acercó al adolescente que estaba en shock. Entre ambos levantaron a la chica que gritaba. Al parecer, su novio o marido había muerto, y ella tenía el abdomen traspasado por un trozo de acero del vagón que había explotado.

Un zumbido y un traqueteo. Los supervivientes miraron por el ventanal más cercano y vieron pasar a los vehículos de salvamento y bomberos. Era un cuerpo específico para aquella clase de incidentes, grandes manifestaciones, protección de estadios y frente a eventos de naturaleza imprevista: una división de los bomberos llamada UIR, Unidad de Intervención Rápida. Los mechas iban pintados de color rojo y no tenían más armas que las propias de su trabajo, como cortadores de plasma y cosas así.

El vagón se movió ligeramente, pero sin salirse de las vías. Al comienzo del mismo, donde Dora se había asomado hacía un momento, una figura muy alta, de tres metros, se asomó con su armadura mecánica pintada de rojo, alumbrándoles con unas potentes linternas.

-Aquí Z-43. Hay supervivientes en el vagón trasero. Repito, supervivientes en el vagón trasero, algunos de ellos heridos.

La mole metálica se acercó a ellos, con pasos prudentes para evitar que su peso hiciera resentir los frenos del vagón. Se detuvo, haciendo unos escáneres para evaluar la situación médica de las personas que estaban allí, pero también haciendo el recuento de víctimas mortales.

-Tranquilos, la ayuda está aquí -dijo la voz a través del altavoz.

De hecho, cogió a la chica herida en sus brazos mecánicos. Había que sacarla de allí con rapidez.

-Esperen, un transporte médico viene de camino. Yo tengo que llevármela o morirá desangrada.

Dicho lo cual, el bombero salió del vagón por el mismo sitio donde había entrado. Hubo unos minutos de silencio, en los que pudieron escuchar los gritos de fondo, los motores-A de otros transportes salvando a la gente de los vagones superiores, lo que era más apremiante.

Al cabo de lo que pareció una eternidad, el vagón traqueteó de nuevo y un transporte médico se situó en paralelo a la entrada del vagón. Unos paramédicos de la UIR bajaron hasta ellos con equipos de seguridad, y les ayudaron a subir. Revisaron a los heridos de menor consideración, y los acompañaron hasta aquella ambulancia grande donde les dieron las primeras curas. Los cadáveres serían recogidos por la oficina del forense, tal y como estipulaba la ley.

No se quedó tranquila hasta que el transporte inició su marcha, cerrando las puertas y alejándola del lugar del atentado. Desde lejos, podía ver la catástrofe con más perspectiva. Un sanitario le hizo un escáner para comprobar que aquella sangre no era suya.

-Tiene usted algunas contusiones y pequeños trozos de metralla en la pantorrilla. Adivino que no se había dado cuenta. Nada grave, se los sacaremos en el hospital.

Le iluminó los ojos con una linterna para ver cual era su respuesta a los estímulos o estaba en shock.

-Señorita... Maxwell -dijo, consutando su ID- ¿Tiene algún familiar o amigo en la ciudad con que desea que contactemos?

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10/10/2016, 23:42
Dora Maxwell
Sólo para el director

Dora no podía creerlo, lo pensaba pero volvía siempre al mismo punto: aquello era de no creerse. Se había liberado, sin duda pero no había pasado, por el contrario, aquello no había hecho más que comenzar. Cuando escuchaba los gritos y veía la sangre creía que se iba a desmayar pero no podía darse por vencida tan pronto.

Como pudo se asentó o eso creyó, así fue como pudo ayudar al adolescente y luego entre ambos a la mujer que gritaba. Casi vomitó cuando vio la herida que tenía pero por suerte pudo contenerse y terminar de ponerla en mejor sitio.

¿Por qué les habían tomado por sorpresa? ¿No se suponía que era muy difícil perpetrar un atentado de esa magnitud? Seguía conteniendo las lágrimas y las ganas de volver el desayuno que habia tomado con Lambert. Observó cómo aquella cosa se llevaba a la mujer que había perdido a su esposo y ellos esperaron un rato más.

Ella lo sabía, su estado físico era bueno, quizás alguna herida como pudo comprobar luego pero se preocupó cuando le dijo que era en la pantorrilla y ella tenía que ensayar, tenía que ganar un concurso para que Lambert y su madre estuvieran mejor.

-Yo... Si...

Desde el PCPU le pasó los datos de Lambert y también los de Krystal por si acaso. Dora temblaba ligeramente, ella no quería ir al hospital pero sabía que eso no estaba en consideración y la única manera de apurar ese trámite era empezando de una vez. De camino mandaría un mensaje y le comunicaría el accidente a su jefa.

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11/10/2016, 00:12
Director

El vehículo se dirigía hacia allí así que no tenía otra que esperar sentada. No obstante, ella pagaba un buen seguro privado para tener una serie de coberturas extra que gente como Lambert no tenía. Podía decirse que era un seguro "a todo riesgo" del que los funcionarios de su nivel disfrutaban con una cierta rebaja.

Se aproximaron al "The Alfred", uno de los hospitales más importantes de la ciudad, en cuya bahía de atraque aterrizaron. Allí había trasiego, con varios de esos transportes entrando y saliendo. Se notaba que el atentado había dejado un gran número de heridos, por que tardaron un rato en atenderles. De hecho, fueron los mismos paramédicos los que se llevaron a los heridos que no podían caminar, en camillas, antes de volver al transporte y acudir rápidamente a por más heridos.

Caminó, ahora notando el dolor en el muslo, pues la adrenalina remitía. Caminó hasta la sala donde se derivaba a los diferentes pacientes graves a los boxes, y los que estaban más leves esperaban, siendo atendidos por una médico generalista que les mantenía bien vigilados. La verdad es que la sociedad estaba acostumbrada a las calamidades, y por eso estaba preparada para responder al desafío que éstas suponían.

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11/10/2016, 00:22
Dra. Mertens

Iba revisando junto a un enfermero, paciente a paciente. Los clasificaban para saber cuan urgente era su tratamiento. Cuando llegó a su altura, la vió toda cubierta de sangre y se extrañó, por que era sangre seca y no parecía tener una herida abierta. Miró el diagnóstico que habían hecho los ATS y usó su propio aparato de escáner. El historial médico se le actualizó al instante.

-Mmm... Fragmentos ligeros de metralla. Parece que cuerpos extraños, parte de polímero y parte de acero. Son muy pequeñitos. El 90% de ellos se encuentran en la dermis. Esos podemos retirarlos con un gel de nanobots. Hay uno más grande alojado en el músculo, y ese requerirá cirugía.

Parpadeó.

-Según veo es usted funcionaria y tiene cobertura platinum. No se preocupe, después de la cirugía le daremos arcanoterapia para que sane enseguida. En una semana o así podrá hacer vida totalmente normal.

Transmitió los datos del diagnóstico, que también servían como parte médico para justificar que hoy no fuera al trabajo.

-Vamos a ver la pierna ahora, cortaremos la hemorragia y nos desharemos de los chiquitines. Muéstreme el muslo.

Ella lo hizo con cuidado, y la doctora la ayudó.

-La ropa está para tirarla. Alguien se desangró encima de usted. Patrick, limpia la zona o se podrá infectar.

Le limpiaron la zona con un aparato que disolvía la contaminación dérmica sin necesidad de contacto. Luego la doctora aplicó una especie de emplaste que era una venda provisional de quita y pon con un gel de nanobots.

-Esté quieta. Se que puede picar un poco.

Ella lo programó para que cerraran la herida. La verdad es que picaba bastante, sintió la pierna como adormecida.

-Vamos a tener suerte. La trayectoria de entrada del fragmento interior posibilita una extracción fácil.

Tecleó en su CPU médica y los pequeños robots comenzaron a hacer el trabajo, reparando conexiones nerviosas, emitiendo compuestos que favorecían la cicatrización y la regeneración muscular.

-Eeeeeso es... muy bien -retiró la venda provisional, a la que ahora estaban adheridos los fragmentos de metralla. Pidió al médico una comprevisa de repuesto- Bien, la vamos a derivar a curas y arcanoterapia. Allí completarán el diagnóstico y le darán tratamiento. No obstante mi opinión profesional es, por mera prudencia, extenderle una baja médica de una semana completa, al cabo de la cual tendrá que volver para una revisión y seguimiento del proceso. Es posible que aún cuando le den la terapia, el músculo va a tardar un poco en volver a la normalidad. Unos días. Puede ser que experimente una sensación de pérdida de fuerza en él, ya que el tejido renovado no se hallará tan desarrollado como el resto. Pero nada que no pueda aliviar usted volviendo a su rutina de ejercicios habitual.

- Tiradas (1)
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11/10/2016, 00:33
Jason Kelly

Jason se puso en guardia durante la negociación. Los quisquillosos ricachones siempre escondían planes mucho más pervertidos de lo que una persona media podía permitirse. Al fin y al cabo, las cifras que salían de la boca de la jueza ponían la piel de gallina a cualquier acompañante, tanto por la cantidad en sí como por lo que acarreaba el hecho de que una persona estuviera a gastar tanto en sus servicios.

Jason no era tonto, pero tampoco rico. El dinero le llamaba cada vez más y, en realidad, cualquier práctica extraña que esas dos quisieran llevar a cabo no podría ser muy distinto a lo que él ya habría vivido en otras ocasiones. Simplemente asintió cuando Elizabeth preguntó si iría a por los cinco mil. En ese momento, rodeado por las dos mujeres, se sentía como un esclavo pequeño e insignificante, cuando en realidad debía dar la impresión contraria. Querían a un hombre dominante, no a un chico sumiso.

Tensó sus músculos y sonrió, especialmente cuando Alexia se le acercó y le susurró esas palabras al oído. Cualquier duda sobre las intenciones de ambas, sus sexualidades y otros asuntos se esfumó en seguida. Tenía que trabajar, pero le estaban allanando el terreno para que realmente él pudiera disfrutarlo. No podía negar que estaba excitado, incluso habiendo oído guarrerías como ésa tantas veces en los últimos años.

- Las nuevas experiencias son las mejores.- susurró cogiéndole de la mano lentamente, mirándola con el rabillo del ojo.- Se disfrutan mucho más...

En parte hacía su papel y en parte estaba realmente intrigado, deseoso de descubrir qué ocurriría. Tenía ganas de desgarrarse la ropa y hacer lo mismo con ellas, pero primero tenía que tantear el terreno.

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11/10/2016, 00:48
PCPU

Sistema automático de correo del Ministerio de Información.

Funcionaria número 084733005-MIA, Dora Maxwell.

Hemos recibido un justificante de baja médica enmarcado en la tipología de código rojo R-4, atentado con bomba. Deseamos extenderle nuestro más sincero ánimo en ésta hora tan oscura. Según la ley de 4 de febrero de 2076 para la atención sanitaria del funcionariado público, le comunicaremos que se respetará a rajatabla el periodo de baja médica estipulado por el equipo sanitario que le ha atendido.

Podrá reincorporarse al trabajo cuando los servicios sanitarios den el alta médica completa, sin pérdida alguna de puesto, sueldo o días libres según convenio de ley general del funcionariado de 24 de mayo de 2081.

Deseando su pronta recuperación, quedamos de usted.

Segundo mensaje, del departamento de Gobierno Civil del NGT

Es con gran pesar que nuestro gobierno ha catalogado el reciente atentado por usted sufrido como englobado en el código R-4: terrorismo de estado hacia la población civil con uso de material explosivo. Por la presente se le comunica que ha entrado a formar parte de la categoría administrativa "víctima del terrorismo" en grado 4. Puede usted, en los sucesivos y siguientes cinco años, disfrutar de las ventajas fiscales, administrativas y sociales derivadas de éste rango, con un derecho a compensación en monetario en el caso (justificable) de pérdida de propiedad privada, material o moral.

Esperando su pronta recuperación, ponemos a su servicio todos los medios de terapia psicológica y médica que sean necesarios para su regreso a la normalidad, aún cuando en su caso no disfrutara de dichas coberturas contempladas en los régimenes de estátus socioeconómico de la Seguridad Social Mundial.

Ánimo. Estamos a su disposición. Toda la fuerza de la ley y el estado de derecho será puesta a la hora de investigar, enjuiciar y sentenciar a los bárbaros que hayan perpetrado éste cruel ataque.

Piet de Boer, secretario de comunicación del Gobierno Civil del Nuevo Gobierno Terrestre en la división Oceanía.

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11/10/2016, 00:50
Director

El PCPU ardía con llamadas cuando le llevaron a ver "al mago". Un hombre maorí que examinó su herida y realizó un pequeño ritual para ayudar a la sanación. Su madre llamaba, llamaba Krys, llamaba Lambert. Todo el mundo llamaba. El médico le pidió que silenciara las llamadas y así lo hizo. Concentración, unas campanillas, un compuesto orgánico que puso sobre la herida. Velas encendidas. En el siglo XX todo aquello hubiera sido considerado como paparruchas y tonterías sin sentido. Pero ahora la magia era casi tan importante como la medicina científica.

De inmediato, sintió una sensación de alivio del dolor y paz consigo misma. La herida no sangraba más, y parecía que iba empezando a cicatrizar. El poder amplificador de la magia médica.

El doctor tocó un cuenco de oraciones tibetano que actuó como un diapasón. Finalmente, cuando la vibración cesó, abrió los ojos y sonrió.

-Todo está bien. Espero que pueda encontrar la paz tras éste cruento suceso. Mi opinión profesional es que... sus heridas internas y tejido muscular se regeneraran en los próximos cinco o seis días. Así que me plego a la opinión de mi estimada colega. Una semana que baja que procedo a firmarle, al cabo de la cual deberá acudir para una revisión final.

Juntó las manos como si orara.

-Le deseo paz y una pronta recuperación, señorita Maxwell. Namasté.

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11/10/2016, 00:57
Lambert Walker

Había que admitir que en el caso de las heridas leves, el sistema sanitario moderno era eficiente y muy rápido. También era cierto que ese tipo de heridas eran una nadería comparada con las inflingidas por horrores extraterrestres o su maquinaria de guerra. Nuevas enfermedades, nuevos cuadros médicos, nuevas epidemias. Siempre había sido así, y la batalla de la medicina era constante en aquel campo.

Le dieron una muleta, que no le cobraron. De hecho le dijeron "la semana que viene la devuelve y ya está". Cojeando, ella fue hacia el ascensor, consciente de que debía responder a todo el mundo. La gente la miraba extraño, por que su ropa y ella misma seguían cubiertas de sangre seca.

Caminó por el hall, distraída en sus pensamientos, cuando se topó con él. Bendita suerte.

-¡Cariño!

La abrazó en el hall del hotel, y algunas personas les miraron. Unos, curiosos, otros enternecidos por la escena. El día iba a tener muchas escenas así, pero también muchísimas más tristes, de dolor y pérdida.

-Creí que... -parpadeó, acariciando su pelo- Gracias al cielo.

La besó, aunque le supo algo salado, metálico. Era la sangre.

-Toda ésta sangre... Joder. Vamos a tener que frotar para que salga. Bueno, no pasa nada, ¿Vale? Me pedí otro día en cuanto supe que estabas aquí. Vamos a casa, ¿Si?

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11/10/2016, 01:05
Dora Maxwell
Sólo para el director

Podía no ser nada, es más, ella estaba segura que no era nada pero no podía evitar sentirse con tal desasosiego, finalmente aquella era la clara prueba de que no estaban tan seguros como creían y eso la angustiaba mucho, también la ponía a pensar en el futuro y lo que ella quería para este. Se dio cuenta que quería estar con Lambert. Mientras estaba con la doctora, sólo le salía responderle pero en un momento dado se le ocurrió hacer una pregunta que quizás sabría la respuesta más tarde pero ella quería saber en ese momento.

-¿Cuántos muertos hubo?

Estaba muy nerviosa y ahora que sentía dolor, lo estaba aún mas. Una semana era poco tiempo pero quería estar al cien por ciento para el concurso con Lambert y sin embargo debía obedecer. Recordó que estaba llena de la sangre de ese hombre y lloró en silencio, no lo pudo evitar; aún así atendió las instrucciones de la doctora y asintió.

-Muchas gracias, doctora.

Fue todo antes que la llevaran con aquel hombre que le ordenó silenciar su medio de comunicación y lo entendía, así que lo hizo de inmediato mientras él obraba si magia. Siempre había sido una chica muy saludable por lo cual pocas veces había tenido contacto con esa medicina pero confiaba tanto en ella que cuando ya no sintió dolor, entendió bien el por qué. Ya tenía los permisos, seguro recibiría otra notificación del trabajo y menos mal porque no se veía con fuerzas de realizar aquel trayecto cada día. En cuanto estuvo en paz, respondió en igual modo a aquel hombre y pudo salir de allí al menos para responder a las llamadas, la primera su madre porque si no, no podría hablar con nadie más.

-Si, madre... Estoy bien, cosa de una semana pero ahora estoy mejor. Si, te llamaré esta noche cuando esté más tranquila en casa.

Cortó y llamó a Krystal, su amiga quizás estuviera a punto de volverse loca. En cuanto terminara de hablar con ella necesitaba hablar con Lambert y si bien con su madre no podía quebrarse, su amiga y Lambert eran otra cosa. Miró a su alrededor, no quería volver a cada sola ese día no. Estaba cobrando, colgada de aquella cosa como podía cuando se abrió la puerta del ascensor, de súbito todo se volvió diferente, se estrelló con él, su chico y no pudo contener las lágrimas.

-Yo estaba por llamarte... Yo...

Pero tuvo que calmarse un poco, ya la miraban demasiado y se centró en él, en Lambert que había ido hasta allí a buscarla.

-No importa la ropa. Estoy bien, necesito un baño y salir de aqui... No sabes las cosas que vi.

Dora era una chica dirá, fuerte, se había separado joven de sus padres y había tenido que darse fuerzas de dónde no las había pero aquello era demasiado, la había sobre pasado y sus nervios la hacían temblar un poco.

-Vamos, por favor... A casa si.

Sonrió por primera vez, le gustaba como había soñado en la boca de Lambert aquello de ir a "casa", la de ambos. Era una estúpida loca pero los enamorados lo eran. Salió de allí y no lo hizo sola, eso la confortaba mucho.

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11/10/2016, 02:45
Elizabeth Rawlings

Había dicho que si. No sabía muy bien donde le iba a llevar eso, pero allí estaba, dispuesto a "ganarse el jornal". Había que vaciar la mente, concentrarse en el tiempo presente y una pizca del futuro, lo justo para anticiparse a lo que ella (en éste caso, ellas) quisieran.

-Vamos a ver como bailas -dijo ella, sonriente.

Dió una orden al IAL de la casa y la música sonó. Dejó la copa de vino y se acercó a él, mirándole muy fijamente. Aquello no era sokkie, si no más bien, "un baile sensual" de los que solía hacer cuando las clientas lo pedían. Alexia estaba cerca también. Iban a bailar los tres juntos, lo cual requería aquella mezcla de prudencia y saber hacer. Primero con una, luego con otra, a veces con ambas a la vez.

Notas de juego

Tirada de Savoir-Faire, "Clubs nocturnos".

Otra de "personalidad dominante".

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11/10/2016, 02:56
Director

Caminó con él, saliendo del hospital. Estaba en una zona no muy poblada de la ciudad, en el nivel 2, pero por motivos obvios estaba bien comunicado. El tráfico del sistema de trenes se había paralizado, y la gente optaba por alternativas como las líneas de tranvía, bus o taxi. En las estaciones de tren y nodos de comunicación había militares de uniforme, a veces solos o junto a la policía, vigilando a nivel de andén. Cada vez que sucedía un atentado así la ciudad ejecutaba el "protocolo DEFCON 3" y se reforzaba la seguridad, aún a costa de que la gente llegara tarde al trabajo. La policía estaba ocupada investigando todo aquello, mientras se sacaban los últimos cuerpos y heridos del tren. Un tren que permanecería allí hasta que los agentes del servicio especial y el FSB lo revisaran. Posteriormente, sería trasladado a unas instalaciones militares donde seguirían las investigaciones, y la compañía del tren se dedicaría a reparar las vías y otros sistemas.

Se cruzaron con militares y policías que se preocuparon por ella, al verla cubierta de sangre. Ellos se disculpaban, mientras trataban de encontrar un medio para volver al piso de Dora. Finalmente, una pareja de la policía que fue muy insistente en comprobar que estaba bien, le preguntó cual era su destino y se ofrecieron a llevarles en su vehículo al estar cerca la comisaría a donde debían presentarse. La policía era uno de los brazos más amables de la arcología, y lejos quedaba la época de los policías hoscos que trataban a todo el mundo como un sospechoso potencial.

Hablaron con ellos de camino a su casa, les preguntaron sobre lo que pasó. En aquel momento no había mucha información, solo lo obvio. Alguien había introducido explosivos alienígenas en el tren, que habían pasado desapercibidos a los escáneres por algún motivo. El atentado no lo había reivindicado nadie, al menos de momento (en aquel tiempo nadie solía hacerlo, a no ser que se tratara de algún tipo de culto). La cifra de víctimas llegaba en aquel momento a las 74, y casi el triple de heridos, 20 de ellos en estado crítico.

Anotaron su nombre y tomaron una pequeña declaración sobre lo que había visto "por si hiciera falta". Y luego la dejaron en la puerta de su urbanización, reemprendiendo su camino. Entraron, sin más, en el piso de Dora, que estaba exactamente igual que antes de salir ella. Bueno, igual no. Él había limpiado un poco, y de hecho le había comprado unas flores. Todo eso antes de enterarse de lo que había pasado, claro.

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11/10/2016, 03:25
Lambert Walker

La ayudó a sentarse y dejó cerca la muleta por si la necesitaba. Aquellos dos dias libres tan juntos se los iban a cobrar, y no sabía si iba a tener problemas para el torneo por eso mismo. Pero no era el momento de pensar en eso. Había que pensar en ella, en hacer que estuviera cómoda y se recuperara emocionalmente de aquello. Eso incluía "nada de tele, no hoy", para no ver las noticias. Si acaso alguna película o serie.

-No te he preguntado. En fin. Sobre lo que ha pasado.

Pensaba que quizá quería o necesitaba hablar sobre ello. Había calentado una infusión, pero no excitante, si no relajante. Era más para él que para ella. Después de todo, se preocupaba por ella, le importaba. Todo noviazgo debe pasar pruebas de éste estilo, si quiere perdurar. La semilla parecía fuerte.

-Hoy haremos lo que tu quieras. Nos vemos una película, te hago unas fajitas. Me salen bien, ¿Eh? El guacamole lo hago yo mismo.

Sonrió, sentándose al lado. Le tomó la mano.

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11/10/2016, 03:31
PCPU

Una llamada, con una extensión del trabajo. Extrañada, descolgó.

-Señorita Maxwell, discúlpeme si molesto. Según los datos que tenemos, ha salido del hospital hace una hora. Soy Christian Newman, del departamento de recursos humanos del Ministerio de Información, sede central de Melbourne.

Hizo una pausa.

-Ante todo y lo primero, hemos acogido con alivio el hecho de que usted haya resultado casi ilesa. Otros no han tenido tanta suerte. Y sobre eso quería hablar con usted. Entre las víctimas confirmadas del vagón 7, el que explotó, está la señorita Blair, su supervisora.

Se le escuchó respirar hondo.

-Se que está de baja, pero hemos decidido que haremos, dentro de tres días, una pequeña ceremonia con un minuto de silencio. En realidad, han sido tres las víctimas del departamento, y queremos contar con usted como superviviente para el acto. Si no es molestia, por supuesto.

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11/10/2016, 03:40
Dora Maxwell
Sólo para el director

Habían tenido la suerte de encontrarse con aquellos policías porque la verdad no quería ir de acá para allá en un taxi, no era lo acostumbrado para la pelirroja. El camino se le hizo eterno pero estaba con él y él sujetaba sus manos o tal vez era ella la que lo hacía pero eso no tenía la menor importancia. Tras rendir declaración finalmente fueron llevados a casa donde se quitó aquella ropa llena de sangre y se pudo dar una ducha para limpiar su cabello también.

-¿Vas a cocinar? Entonces sí quiero comer y probar ese guacamole...

Dora sonrió y le dio un breve beso en los labios.

-Una película, no quiero pensar en nada de lo que sucedió. Yo estaba distraída, pensaba en ti... Cuando todo sucedió y...

Se quedó callada unos segundos y cuando iba a retomar, la llamaron. No quería atender pero tenía que hacerlo, lo que le dijeron la dejó muda por unos segundos hasta que pudo cortar tras responder a la invitación.

-Allí estaré.

Se volvió a mirar a Lambert.

-Mi supervisora murió en el atentado y quieren que en dos días vaya a un acto en honor a las víctimas.

Aunque no lloraba, era visible que aquello la desconcertada mucho y no porque adorara a esa mujer, sino porque sabía que había tenido mucha suerte.

-Gracias, Lambert por estar aquí... Sé que es muy difícil para ti.

Cerró los ojos, no tenía ni idea de qué hora era pero si sabía que quería quedarse abrazada a él, aunque posiblemente aquel día tuviera que irse por su enfermedad.

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11/10/2016, 04:50
Kristal Lamm

Bailaron de forma increíble. La combinación de movimientos, la alegría, la pasión y la energía que pusieron... impresionante. No era lo mismo, sin embargo, bailar en tu casa que verte sometido a la presión del torneo. Pero lo estaban haciendo bien. De hecho, si bailaban en el torneo como lo habían hecho esa noche, posiblemente se llevaran el campeonato de calle.

A mitad del baile le dijo eso, y ella simplemente sonrió más, siguió bailando. Cuando terminaron, sin embargo, o más bien, cuando hicieron una pausa, ella apoyó las manos en su pecho. Le había divertido mucho la manera en la que habían bailado, con todas aquellas alegres acrobacias, pero ahora estaba un poco mareada a causa de ella.

Él sintió el tacto de sus manos en su pecho y comenzó a ponerse progresivamente "nervioso". Sexualmente nervioso. No en vano, era lógico esperar algo cuando habían tenido aquel fin de semana tan intenso. Ella le miró, la acarició el rostro luego, pensativa. ¿Era solo pasión lo que sentía? Posiblemente no. Era demasiado pronto para tener las ideas claras, pero todo apuntaba hacia un hecho inexorable: se estaba pillando con Phil. Se estaba enamorando de él como una colegiala.

-Eres un tío genial -dijo, sonriente.

Parpadeó, apartando un poco la mirada.

-Me lo paso muy bien contigo. Y me siento muy agusto. Yo... yo no traigo a los tíos a mi casa, a hacer éstas cosas. Aunque parezca mentira.

Volvió a mirarle. Él, que era prudente por naturaleza y había tenido muchos sinsabores amorosos, esperaba alguna clase de "pero".

-Salí de una relación, larga... Y, bueno. No esperaba nada, ¿Sabes? Solo...

Negó un momento, sonriendo, como si hablar de aquello le doliera. Procuró apartar esos pensamientos.

-No quiero asustarte, pero... -suspiró- No es solo sexo, ¿Sabes?

¿Quería decir que...? El corazón estaba a punto de salir de su pecho. De impaciencia, de una alegría o calidez potencial que se asemejaba a un caballo desbocado.

-Phil, yo...

Él pensó que era "ahora o nunca". Debía tomar la voz cantante. Hacer algo, decir algo. ¿Besarla quizá? Lo único que sabía era que "quería creer". Quería pensar que la había encontrado, que había dado en el clavo. Que aquello podía ser algo más que un rollo de unas pocas noches. Después de todo, aunque era un tipo pragmático, siempre había sido un soñador con la cabeza en las nubes. Y el amor llega así, sin avisar. El auténtico y verdadero amor.