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Sokkie Heroes

La fortuna favorece al audaz (Escena II)

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11/10/2016, 05:07
Lambert Walker

La abrazó con el cuerpo, de modo que pudo llorar sobre su pecho. Toda aquella tensión, las imágenes que nunca podría olvidar... La gente hecha pedazos, reducida a trozos de carne sangrante. El hombre que cayó del vagón hacia el vacío, gritando... Eso eran los humanos. Hoy, vivían sus vidas. Mañana, podían estar muertos. Por eso había que vivir vidas significativas, hacer que cada día contara, aunque fuera por un capricho, un sueño, una idea.

-Que tonterías dices. Me da igual que sea difícil. Yo te quiero, y ahora lo se más que nunca. Pensé que te iba a perder y fue... Dios. Apenas hemos estado juntos pero no me puedo imaginar la vida sin ti.

Se separó un poco y la miró con una pequeña sonrisa.

-Dicen que a veces pasa ésto. En muy raras y contadas ocasiones. Que conoces a alguien increíble y dices... "esa es", "esa ha de ser la mujer de mi vida". Y eso es lo que pensé desde el momento en el que me llevaste aquí y bailamos. Cuando fuimos a ver a mi madre, y vimos un paseo cerca del río... Ninguna chica de ciudad ha hecho nunca nada parecido por mi.

Le acarició el pelo con sus dedos, algo rugosos a causa del trabajo manual. A ella no le molestaba aquel detalle, a diferencia de otras mujeres más snob.

-No llores, ¿Mmm? Estamos juntos, que es lo importante. Es una tragedia lo que ha pasado, pero no es culpa nuestra. Es ésta... maldita guerra y los sectarios de esos dioses. Ojalá los enviaran a todos a un foso muy profundo del que nunca pudieran salir.

Negó, despacio, como si aquello fuera ley de vida y poco pudieran hacer personas como ellos. Personas normales y corrientes con sus vidas normales y corrientes.

-Bueno, vamos a hacer cosas chulas hoy, ¿Mmm? Ver unas pelis, cocinar para ti, lo que quieras.

Sabía que él tenía que irse esa noche con su madre. Que el síndrome le afectaba a partir de las 48 horas en la arcología. El problema era que, debido al atentado, no sabía muy bien si le dejarían salir o habrían bloqueado las entradas y salidas a la ciudad para los que tenían permiso de trabajo. Ellos siempre eran "sospechosos habituales" en aquel tipo de cuestiones.

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11/10/2016, 05:26
Dora Maxwell
Sólo para el director

No podía quedarse, no debía quejarse Lambert era lo que toda chica quería en su vida. La dejaba llorar, no la juzgaba por eso, tampoco le importaba que ella tuviera un mejor trabajo que él y por ello una mejor vida. Lloró todo lo que pudo sobre su pecho y luego se fue tranquilizándose principalmente por las cosas que le decía.

-Yo tampoco puedo imaginar mi vida sin ti, pensé que nunca diría algo así pero tú te lo mereces, eso y más.

Acarició su mejilla cariñosamente y sonrió, ella sabía que esas cosas pasaban pero se consideraba tan inteligente como para caer en las garras de aquello llamado amor y sin embargo había caído y estaba feliz de haberlo hecho.

-Entonces ya puedo decir que tú "eres ese" y me alevra mucho que así sea, no podría estar en mejores brazos.

Ella también le sonrió con dulzura, no es que fuera otra persona, era la misma pero con sentimientos que no había experimentado, al menos de adulta. No lo dijo pero ella lo volvería a hacer, es más, tenía ganas de hacerlo porque su madre le había parecido una mujer maravillosa.

-Qué tontas, se han perdido de tenerte a ti y de conocer a tu madre que me parece una mujer estupenda.

Tocó sus dedos, esas manos que la hacían sentir tantas cosas. ¿Qué más daba si no eran suaves? Lo que importaba era lo que hacían en ella, llevó esos dedos a sus labios y los besó largamente con cariño.

-Tratemos de olvidarlo, es mejor... Aunque, pidamos a Jarvis que investigue si podrás salir después.

Lo miró fijamente, parecía querer decirle que entendía lo de su enfermedad y aunque no quería separarse de él, sabía que lo mejor para su salud era que se marchara.

-No es porque quiero que te vayas, es porque quiero estar segura que nada malo te sucederá. ¿Llamaste a tu madre?

De pronto le preocupaban más personas que sus amigas y ella misma y eso estaba bien, es decir, se sentía bien. Lo besó en los labios.

-Lo único que yo quiero es a ti pero no voy a abusar de ti, veamos una oeli, luego comeremos, lo que tú quieras cocinar.

Dora se dio cuenta que más que nunca, tenían que ganar ese concurso. Quería que él estuviera bien pero eso pasaba cuando uno encontraba a la persona correcta: querías su bien más allá de ti. Si, eso quería ella para él y su madre.

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11/10/2016, 19:50
Cojlay Marcano

      " !Jajaja!   Me alegra que todos se animen, se emocionen y nos den ánimos para participar, pero ya veremos como nos va cuando participemos, primero debemos de completar la inscripción y prepararnos par la competencia, durante el tiempo libre que nos deja el trabajo y algunas visitas sociales como esta ... jajaja!!  "   

       Respondió Coljay mas alegre a Jerome y sus padres, pero tratando de poner sus pies en la tierra antes de que se hicieran falsas esperanzas, pero muy feliz por sentirse apoyada por ellos y hasta por la aparentemente estirada y presuntuosa prometida de su hermano, tal vez hasta debería darle sinceramente la oportunidad de convivir con ella, pero entonces su querido hermano Shava la sacó de sus pensamientos con uno de sus juegos típicos de niños .. para sacars de quicio el uno al otro ... lo que no hizo mas que sacar le otra sonrisa antes de responder le antes de acercase a él para darle un puñetazo en el hombro:  

       " Bueno ... no se si la mas masculina de la empresa ... pero si entre los hermanos ... casi hasta podría coincidir con tu buen gusto hermanito jajajaa!   !Solo es broma Yary, que mi refinado hermanito soldado es todo tuyo! "  

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12/10/2016, 17:50
Jason Kelly

Empezarían con un poco de baile. Un juego de dominación y seducción que debía seguir un ritmo acompasado. La música había sido elegida para la ocasión, de eso no había duda. Tendría que bailar con una, luego la otra, quizá con ambas a la vez. Un preludio de lo que estaba por venir.

Cuando Elizabeth se hubo acercado lo suficiente, la agarró de la cintura y se pegó a ella con un rápido y calculado movimiento que ya había hecho muchas veces. Dejó ese segundo de quietud, mirándola fijamente, y empezó a mover la cadera de un lado a otro lentamente, siguiendo el ritmo sensual. Con la mano derecha, buscó la de Alexia, invitándola a unirse al baile.

Se estaba emocionando, aunque al mismo tiempo se sentía presionado por la situación en general. Tendría que concentrarse para hacerlo bien y para no ceder ante aquellas miradas intrigantes y la idea de que él no tenía derecho a estar entre dos mujeres ricas e importantes como ellas.

- Tiradas (2)
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13/10/2016, 21:14
Phillipe Marquand
Sólo para el director

-Tranquila. Creo que yo también. Respondió Phillipe simplemente.Y lo decía de verdad. Y la besó, la acarició. Y una cosa llevó a la otra.

Cuando terminaron, en la cama, se dio cuenta de que no habían parado la música, que seguía sonando de fondo. De hecho, el sexo había sido como un baile. Uno bueno. El que ambos se hubieran confesado había sido un momento vulnerable, pero por otro lado había profundizado en su confianza y eso se había notado en la cama. No, ya no era un rollo. Y el campeonato tampoco era solo un campeonato. Era una forma de conocerse mejor. De ver si los sentimientos que comenzabar a surgir de ambos no eran sólo una ilusión.

Sonrió a Krys.

-Ójala no tuviera que ir a trabajar mañana.

No lo había pensado hasta ahora, pero la pequeña luminiscencia de sus ojos debía ser bastante extraña en esa situación y soltó una risita.

-De alguna forma es raro esto, ¿no crees?

Vio que lo miraba como no sabiendo muy bien cómo tomárselo.

-Tranquila, quiero decir que estoy feliz.

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14/10/2016, 01:54
Kristal Lamm

La vida es una sucesión de momentos que te tocan el corazón, para bien o para mal. Aquel había sido uno de ellos. No habían tenido solo sexo, habían hecho el amor. Y eran dos cosas muy diferentes. Que se hacían y se sentían diferente, por mucho que pudieran parecerse.

Allí estaba ella, con la cabeza apoyada en su pecho, escuchando sus palabras bajo la única luz de su visor. Comenzaba a apreciar aquella pequeña tara. Después de todo, que él fuera "el hombre de los ojos mecánicos" le hacía especial, único.

-Es raro, si, pero mola que lo sea...

Dibujó sus labios con la yema de un dedo. Luego acarició su mejilla.

-La gente es muy clónica. A mi no me gusta eso. Ya ves... tengo la casa llena de... mis cosas raras.

Sonrió, cerrando los ojos. No quería que se fuera. Quería mucho más Phil en su vida, y no solo un ratito de él. Pero había que ir pasito a pasito, rompiendo barreras y ganando confianza.

-¿No te puedes quedar a dormir? -le preguntó con un adorable parpadeo- Prometo hacer tortitas por la mañana...

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14/10/2016, 02:35
Director

Habían pasado horas, y tenía la vista borrosa.

No recordaba muy bien como habían sucedido todas las cosas aquella noche, o más bien, en qué orden. Tenía flashes, viéndose a si mismo bebiendo, obligándolas a ellas a beber (y no precisamente alcohol), bailando, dominándolas sexualmente o siendo dominado por ellas.

Había sido como en una de aquellas antiguas representaciones de la danza macabra, una bacanal propia de la Antigua Roma. ¿Quedaría más con aquel par de mujeres? Era posible. Se había ganado cinco mil terranotes ingresados a cuenta en una sola noche, aunque también era cierto que la noche le había dejado agotado. La variedad de posturas, peticiones y demandas de ambas mujeres no estaban al alcance de cualquier alma mortal.

Caminaba de vuelta por las anchas avenidas, mientras el simulacro de amanecer se perfilaba en el horizonte. No estaba borracho, solo algo... conmocionado. Todos sus años de acompañante habían sido como una preparación, un mero entrenamiento amistoso para aquella cita, aquel día a aquella hora.

El nodo de comunicaciones estaba cobrando vida. Muchos iban a trabajar temprano, y eso incluía los sirvientes de los ricos y los funcionarios que trajababan en el nivel 3. Él iba de vuelta, solo quería cerrar los ojos y descansar en casa. Dormir mucho y bien. Afortunadamente, a aquella hora estaban los trenes internivel, pensados para los trabajadores del nivel 3 que habitaban en el 2 (la mayoría) o en sentido contrario, para los señores de la tierra que eran responsables de muchas empresas, negocios y sistemas en los niveles inferiores.

Él tomó uno de esos trenes, que a diferencia de los que ascendían, a aquella hora iban medio vacíos. Solo unas pocas personas del nivel 3 en su vagón. Le venía mejor, por que así no tenía prácticamente que hacer transbordo. Se arrellanó en el respaldo del asiento, cerró los ojos y dejó que el tren le llevara.

No supo muy bien cuanto tiempo había pasado pero si notó la vibración. Una vibración fuerte e inquietante. Abrió los ojos, y se cayó del asiento. Habían pegado, seguían pegando un enorme frenazo. La gente se agarraba, pero aún así caía debido a la fuerza centrípeta. De hecho, una de aquellas personas salió despedida de tal manera que se partió la crisma contra una de las barras. Iban cuesta abajo, estaban en el oscuro intersticio que separaba ambos niveles, por lo que no habría pasado mucho tiempo desde la salida. Se agarró como pudo, ya que a pesar del freno de emergencia, el amortiguador de incercia se había desconectado y la inclinación de la pendiente les obligaba a andar con cuidado o agarrarse a los objetos.

¿¿Que demonios??

Aquello no había acabado. El vagón crujió y lentamente fue levantándose de las guías, como si algo tirara de él hacia arriba. De los que seguían en pie en el vagón, una mujer de cierta edad, un hombre con aspecto de empresario y dos gemelos con el jersey de la universidad politécnica, solo uno se había asomado al ventanal derecho, con mayor amplitud de campo de visión. El izquierdo estaba tapado por el tren que venía en sentido contrario, que también se había detenido. En su interior la gente gritaba, algunos de ellos de hecho parecían heridos de cierta gravedad.

-Maldita sea, es el vagón de la locomotora... ¡Se está cayendo al vacío! -dijo el hombre.

¿Cómo era eso posible?, ¿Acaso la vía había desaparecido al final del túnel del intersticio? Eso suponía una caída de cientos de metros hasta el suelo del nivel 2. ¡Con razón la gente chillaba en el otro tren! A pesar del cansancio, la adrenalina activó su cuerpo y solo pensó en lo primero y fundamental: sobrevivir.

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14/10/2016, 03:05
Director

La cena transcurrió en adelante con más tranquilidad y menos formalidad. Anuladas las suspicacias iniciales y desviada la conversación a otros temas, disfrutaron de buena y tradicional cocina nazzadi, algunos de cuyos platos no eran muy aptos para estómagos humanos poco acostumbrados a aquellas atrevidas combinaciones de sabores dulce-salado o picante-amargo.

Comieron, bebieron (quizá algo más de la cuenta) y rieron. Jerome había caído bien a la familia, y eso era importante para ella. Iba a participar en el torneo con él y no quería suspicacias ni preocupaciones en éste sentido. Solo concentrarse en ganar.

Así que se despidieron y recorrieron el camino de vuelta por la fría y oscura ciudad en aquel día de entre semana, en el último vagón hacia la parte de la ciudad donde ellos tenían sus pisos. Pero a aquella hora del día, con unas pocas patrullas de policía y las cámaras como únicos vigilantes, la delincuencia aumentaba. Nada de lo que preocuparse normalmente.

Pero aquella noche el destino no lo quiso así. Justo donde debían separarse sus caminos, en el estrecho paso a nivel que bajaba desde un nivel superior hasta una de las calles del barrio, un yonki que aparentemente se estaba chutando drogas no autorizadas, les miró desde una esquina. La típica escena desagradable, a no ser por que en éste caso se giró para cortarles el paso. Otra sombra más apareció por donde ellos habían venido, empuñando una pistola bajo el abrigo. En aquel sitio no había cámaras de vigilancia... era un viejo truco. Ángulo muerto. La cosa quedaría allí dentro, y no parecería nada sospechoso. Además, ellos usaban capuchas para ocultar sus rostros.

-Vaya, vaya -dijo el supuesto yonki, que no era tal, sacando una navaja- Tenemos a una parejita interracial.

El que tenía detrás sacó la pistola y les apuntó con ella. No sabían si estaba cargada o no. Pero tampoco había que arriesgarse.

-Me dáis asco, joder. Mi viejo murió en la Primera Arcanotec, a manos de esos monos del espacio. Y vosotros aquí, tan felices...
-Deberíamos darles una lección, ¿No te parece?
-Si... A ver, grandullón. Haznos una transferencia wireless con el monedero electrónico* y te dejamos en paz. Pero nos vamos a quedar un rato con la puta nazzadi, para divertirnos.

Notas de juego

*El límite sin usar cuentas bancarias son 200 terranotes.

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14/10/2016, 03:22
Jerome Bennet

La policía siempre recomendaba hacer caso al asaltante si estaba armado, y llamarles acto seguido. Pero esos tipos no se iban a conformar con el dinero. No había que ser muy listo para saber que la referencia quería decir lo que quería decir... Iban a violar a su amiga. Y eso él no podía consentirlo. No por que fuera un caballero y un buen amigo, si no por que ella le importaba. Le importaba lo que pudiera pasarle, y más si ese algo era una violación.

Ellos tenían armas pero él les sacaba dos cabezas. Así que se encaró con el de la pistola.

-Mira, el dinero, si lo quieres, te lo doy. Pero dejad que nos vayamos o habrá consecuencias.

El de la navaja se rió, acercándose a Coljay. De hecho, quería acorralarla.

-¿Consecuencias? Si, tu muerto aquí por gilipollas. Por defender a ésta zorra de piel oscura.

Él parpadeó.

-Si tienes tantos cojones suelta la pistola y veamos quien mata a quien.

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14/10/2016, 03:32
Director

No hubo sexo, pero tampoco hizo falta. Podían ser felices sin eso, al menos aquel día. La colmó de atenciones, a pesar de que ella no quería. Vieron películas y antiguas series, hablaron de cosas profundas mientras tomaban un café y él cocinó para ella. Eran unas fajitas de pollo al estilo mexicano, pero al gusto un poco más "occidental" (y por lo tanto, menos picante). No le salían nada mal. Además, él hacía su propio guacamole y la verdad es que le salía bueno.

Comieron como cerdos. Tanto que el resto de la tarde la pasaron entre cafés y yendo al baño. Pero el estómago lleno también da felicidad y une como pareja. Son esas pequeñas cosas... cotidianas, que ambos disfrutan. Casi se olvidó del tema del atentado, aunque iba a ser difícil que aquellas imágenes no la persiguieran en sus pesadillas. Gente había perdido la cabeza por aquellas cosas, y se habían suicidado. Lo llamaban, "el síndrome de la Guerra del Eón", y solo la magia o los entresijos de la arcanoterapia podían paliarlo.

Eran las seis de la tarde cuando la situación de bloqueo en las entradas y salidas de la arcología continuaba. Al parecer, solo los servicios indispensables de reparto y suministro se mantuvieron, con fuertes registros y escaneos, pero se estaba reteniendo en la base militar a los que tenían permiso de trabajo y volvían a casa para que el FSB los interrogara. Lambert lo iba a pasar mal si tenía que pasar otro día entero en la arcología, a pesar de que pidieron que les mandaran fármacos para paliar ese efecto, mejores de los que él solía comprar. Había hablado con su madre y ella le había dicho que aguantara unas horas más, hasta el día siguiente. Que hoy durmiera y descansara bien. Ciertamente, cuando dormía el síndrome era menos acusado, pero los efectos eran acumulativos... y él ya había agotado en pocas jornadas dos días de permiso.

Jarvis indicó que su amiga Kristal estaba en la puerta y deseaba ser recibida. Así que pensó que... de perdidos al río, y la dejó pasar.

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14/10/2016, 03:44
Kristal Lamm

Entró con una sonrisa y una caja de bombones entre las manos. Esperaba encontrarla a ella sola pero la sorpresa es que estaba acompañada... por un tío que estaba muy bueno. Y eso la descolocó un poco. Pensó que sería un amigo, pero les vió sentados muy juntos y todo parecía indicar que... bueno, una mujer se lo huele. Lo sabe casi al instante.

-Que callado te lo tenías... -dijo con una sonrisa- ¿Como estás? Quiero decir... hola, yo soy Kristal.

Lambert se presentó y le dió un beso en la mejilla. Ella se sentó y dejó los bombones.

-¿Quieres un café o algo, Kristal? -preguntó Lambert.
-Una chocoleche si tienes, gracias.

Cuando él se fue a la cocina, ella se la quedó mirando y sonrió.

-Yo aquí preocupada por ti con lo del atentado y tu... ligando. Hay que ver como eres. Pero no eres la única, ¿Eh?

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14/10/2016, 03:55
Dora Maxwell
Sólo para el director

A pesar de todo el día había mejorado mucho y ella se daba cuenta que había más que hacer con Lambert que sólo hacerse el amor todo el día y eso no le molestaba, por el contrario disfrutaba también de aquella situación. La comida estuvo Deliciosa, él era mejor en la cocina con ella, él era mejor en general y luego, bueno, no podría salir y era de esperarse pero estaba un poco preocupada por él y sin embargo trató de que no se notara. Le dio un par de besos justo antes que entrara Krystal.

-Es mi mejor amiga, te gustará.

Y cuando la chica entró, bueno, no hizo falta decir nada. Se conocían, eran muy unidas aunque esos días no habían tenido tiempo de nada y por eso no había podido contarle sobre Lambert, evidentemente su amiga también había estado ocupada porque traía una noticia parecida.

-Conocí a Lambert en el trabajo pero ya te contaré los detalles. Habla ahora que me tienes sumamente intrigada.

No comió chocolates, como siguiera comiendo así, no iba a poder bailar con Lambert y eso era algo que no podía permitirse. Por unos segundos tuvo miedo, ¿qué iba a pasar si no ganaban? Bueno, no estaba en consideración, tendrían que hacerlo pero dejó de pensar en esas cosas para poner atención a Krystal. Tampoco le hacía mucha ilusión la hora de dormir.

-Vamos, mujer. ¿Quién es el afortunado? Porque tenerte a ti no es poca cosa...

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14/10/2016, 05:03
Kristal Lamm

Sonrió y le tomó las manos, contenta. Como si fuera a decirle una gran confidencia. Habló atropelladamente por que sabía que tenían poco tiempo de "privacidad total".

-Me he enrollado con el chico de los ojos mecánicos. Phillipe, se llama. ¿Te acuerdas? El del baile. Bueno, pues... hemos quedado más veces. A ver series de televisión antiguas y todo eso. Es un chico muy dulce, un poco nerd, pero tiene muy buen fondo. Baila muy bien... -bajó la voz- Y folla de maravilla. Creo que me he enamorado, aunque es pronto para decirlo. Él también siente algo por mí, ¿sabes? Creí que después de lo de Jack no me iba a enamorar así de un tío, no tan pronto.

Parpadeó.

-Lo único "malo" es que está un poco obsesionado con el tema de ganar dinero para operarse y hacerse militar. No se... llámame celosa pero no quiero que me lo quite el ejército. Quizá le frustra su trabajo, no es de altos vuelos... Trabaja haciendo reparaciones en las infraestructuras de la arcología. ¿Y tu chico, es funcionario también?

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14/10/2016, 05:18
Dora Maxwell
Sólo para el director

Dora la escuchó con atención, hablaba de ganar dinero, un dinero que la había pensado momentos antes y se removió incómoda sobre el sillón.

-Pues parece que te tiene muy entusiasmada y sé que es difícil pero, te mereces otra oportunidad, amiga.

Se la quedó mirando un rato apenas y sonrió, no quería pero tenía que hacer esa pregunta.

-¿Eso quiere decir que participarán en el concurso de Sokkie?

Bueno, era mejor saberlo en ese momento que más tarde y además, de todas maneras, si quería ganar con Lambert, tenía que ganarle a cualquiera por lo cual se veía eba obligación de también compartirle aquella información.

-Lambert es genial, baila muy bien, es un buen cocinero y en la cama es genial. No, Lambert no es funcionario, es el chico de limpieza... Él y su madre viven fuera de...

Hizo un alto esperando la reacción de su amiga, esperaba una buena pero de no ser así, se encontraría muy decepcionada.

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15/10/2016, 19:52
Jason Kelly

Después de la intensa sesión, solamente quería descansar. Por desgracia, algo le despertó bruscamente. ¿El tren se había detenido? ¡Estaba frenando! Tuvo que agarrarse con fuerza a lo primero que encontró a tientas. Clavó los pies en el suelo y abrió los ojos como platos cuando se dio cuenta de que, de alguna forma, se estaban despegando del suelo.

Jason miró alarmado a su alrededor y buscó a la gente que parecía más enterada de la situación. La información que dio ese hombre fue aun peor de lo que imaginaba. ¿Dónde diablos estaba la vía? ¿Cómo era eso posible? Cuando pudo mantener el equilibrio se llevó las manos a la cabeza y empezó a respirar rápidamente, como un animal en peligro. De hecho, era eso mismo en aquel instante.

Había gente herida a su alrededor, pero él no era de las personas que se detiene a inspeccionar a los necesitados. No tenía ni idea de medicina y esa gente no iba a ayudarle a sobrevivir. Se acercó, usando cualquier apoyo posible, al hombre que se había asomado por la ventana.

- ¿Cómo que está cayendo al vacío, tío?- le preguntó como si le ladrara.- ¿Cómo salimos de aquí?

Accedió a su PCPU, esperando que aún funcionara y le permitiera avisar a las autoridades. ¿Para qué, si no llegarían a tiempo? Algo tenía que hacer mientras pensaba un plan.

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16/10/2016, 02:50
Director

En teoría, aquello no tenía que estar pasando. El tren tenía unos frenos de emergencia. Aunque un vagón se saliera... Pero claro, estaba la inercia, el maltrecho estado de la vía... ¿Una explosión, quizá? Ciertamente había creído escuchar, en sueños, algo parecido a la traca final de unos fuegos artificiales.

Lo que era seguro es que aquel vagón no era seguro. De hecho, el sistema de seguridad automático del tren estaba desenganchándolo del resto, para evitar que cayeran todos los vagones tras él. Mierda...

Tenía poco tiempo para pensar. Tenía que pasar al siguiente vagón, o de un tren a otro. Lo que era seguro es que debía salir de allí lo más deprisa que pudiera o sería hombre muerto. Y los hombres muertos no pueden disfrutar del dinero que habían ganado. Tampoco podían bailar, enamorarse, ganar torneos o disfrutar de la vida. Y él quería, sobre todo lo demás, vivir.

Notas de juego

Dos opciones tienes:

1- Correr hacia el final del vagón, abrir la puerta y pasar al siguiente. Posiblemente involucre un salto en el último momento.

Atletismo DC 14+

2- Abrir una puerta lateral, salir por el costado y tratar de abrir una puerta del otro tren para refugiarse en él.

Seguridad/Intelecto DC 8+ y Atletismo DC 10+

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16/10/2016, 03:06
Kristal Lamm

-Si, vamos a participar también. No te preocupes, he oído que cada continente manda un equipo compuesto por varias parejas. Tenemos suerte de que nuestro continente solo quedemos prácticamente nosotros.

Era triste, en realidad, pensar que todas las islas del Pacífico, con pocas excepciones, habían pasado a manos de la Orden de Dagon. Pero aquel tipo de tragedias parecían ya cosa vieja. La gente del Evo Extraño vivía la vida día a día. Mañana podría ser el último, y Dora había estado a punto de engrosar las estadísticas de víctimas en un atentado.

Cuando le dijo aquello último, sonrió. Era una buena historia. Sabía que tenía que ser serio, y no un romance de medio pelo con un gallito tonto de barrio alto, o el típico musculitos que a veces había caído, consumido y luego tirado el envoltorio como si no fuera ya necesario.

-Claro... Tenía que pasar así. Que nos enamoráramos ambos de hombres guapos con peores trabajos. Pero lo tuyo va más allá. Te has enamorado de un chico con permiso de trabajo temporal.

Sonrió y negó lentamente.

-¿Te va lo duro, eh? -preguntó con cierto tono de sorna.

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16/10/2016, 03:47
Dora Maxwell
Sólo para el director

Era mucho más que eso, no era sólo el hecho de que era un hombre con un estatus menor que el suyo sino que además tenía esa condición y su madre pero se quedó pensando en lo que su amiga había dicho como una broma porque se conocían y se quedó sería durante un segundo, suspiró y miró hacia la cocina por si venía Lambert o no.

-Es mucho más duro de lo que te imaginas pero esta vez nada me va a detener... Si él no puede venir a vivir definitivamente, estoy pensando una locura.

Si a alguien podía decirle aquello era precisamente a Krystal pero tampoco se lo había comentado a Lambert así que rápidamente cambió de tema. Había sido un día horrible pero él lo había mejorado como nadie hubiera podido hacer.

-¿Sabes? Hoy pensé que iba a morir y ese momento me hizo pensar en muchas cosas. Mi jefa murió en ese atentado y no quiero una vida triste, lo seria sin Lambert al que por cierto ella llamó: Polla sucia. Pensé en ti, en mis padres, todo pasó por mi cabeza y no quiero una vida vacía, ¿entiendes lo que te digo, Krys?

Sonrió, estaba convencida de lo que quería y cómo ganárselo. Siendo honesta con ella misma, ya tenía la mitad de aquel proyecto en la bolsa, claro que aun quedaba un largo camino por recorrer.

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17/10/2016, 00:50
Director

"Vivir una vida vacía". Nunca antes se había planteado aquello como una tara. Es decir, había seguido todos los pasos que la sociedad dictaba para ser exitoso. Quizá no había destacado todo lo posible en los estudios o en el trabajo, pero procuraba no comerse demasiado la cabeza. Era una más, e incluso había superado sus espectativas con creces: un buen trabajo, un buen piso y unas buenas amigas para salir de fiesta. Pero la vida se empeña en ponernos a prueba cuando uno menos lo espera.

Por eso estaba allí, con aquella innecesaria muleta, que añadía teatralidad en la escena, en el palco de "damnificados supervivientes" que estaba junto a los jefes, los políticos, policías e incluso el alcalde de la ciudad, en el palco que habían montado en la plaza frente al Ministerio. Hubo discursos emotivos, aplausos y entrega de banderas plegadas a los familiares de los fallecidos. Ella tuvo que decir unas palabras, pero las tenía preparadas de antemano. Sin embargo, su discurso apenas pasó desapercibido entre los de aquellas autoridades.

Habían pasado dos días y había visto poco a Lambert. Él había aprovechado para salir del trabajo y "descansar". Es decir, reducir los efectos del Síndrome. Pero ella se sentía sola por las noches, se había acostumbrado "a lo bueno". Había dormido con otros chicos, si, pero aquello era diferente, era amor. Quería verlo cada mañana al despertar y cada noche al acostarse. Así de enamorada estaba, y no sentía ningún remordimiento por ello.

Las chicas habían encajado bien la revelación, aunque con muchas preguntas. A veces, demasiadas. Se notaba que Cynthia se moría de la envidia, pero ella y Kris estaban super felices al haber encontrado pareja. Cynthia sabía que aquel era un "grupo de solteras", así que no sabía muy bien como encajar el nuevo rollo de parejitas, ya que seguramente ahora no saldrían tanto por ahí. El ser humano es algo egoísta por naturaleza, aunque aquel valor no se promocionara en la nueva sociedad. No más de lo necesario.

Todavía le quedaban unos días libres, así que quiso volver a su casa. Pero un par de guardias de seguridad la abordaron, y ella no sabía muy bien que demonios estaba pasando. No contestaron a sus preguntas, hasta que una pequeña mujer apareció por su espalda. La conocía, aunque solo de oídas. Se suponía que era "la jefa", es decir, la de aquella sede del ministerio. Tenía un cargo algo así como... subsecretaria, o algo así. La verdad es que no llevaba demasiados meses trabajando y uno no tiene generalmente acceso a la compañía de aquellos jerifaltes (y si la tiene, es que algo malo está pasando).

-Señorita Maxwell, éstos actos me ponen triste. Demos un paseo por la plaza, si no le importa. Prometo que merecerá la pena.

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17/10/2016, 01:26
Linda Weiss

Formaban una pareja encantadora, ellas dos, una tan alta y esbelta y la otra tan pequeña, casi una enana. Los agentes las siguieron a cierta distancia, sin interferir para nada en la conversación. La gente volvía a su puesto de trabajo, se quedaba a tener conversaciones o, en el caso de los grandes personajes, se montaban en sus coches privados con chófer para regresar a sus mansiones u oficinas.

-Creo que ya le han comunicado el lamentable deceso de la señorita Blair, su supervisora. Lamentablemente, nadie ha venido hoy para recoger su medalla y la bandera... No tenía muchos amigos, ni familiares cercanos en ésta parte del mundo. Ninguno, al parecer.

Parpadeó, con los brazos cruzados detrás de la espalda. Caminaba, al aire ausente, escuchando a los pájaros que había en los árboles de la plaza. Pájaros protegidos por el ayuntamiento.

-No ha sido la única pérdida del ministerio en éste atentado. Siete trabajadores han muerto, y a eso se suma la vacante que la señorita Blair iba a ocupar en la dirección del ala de seguimiento activo.

Siguieron caminando y se paró cerca de la croissantería donde ella solía comprar a mediodía. La pequeña funcionaria se giró a mirarla con una sonrisa.

-Tenemos gustos similares, señorita Maxwell. No nos gusta hacer cola, ni nos gusta que nos digan qué tenemos que hacer, ni de quien enamorarnos.

Giró el anillo sobre su dedo, pensativa.

-No lo sabe mucha gente, pero mi marido es nazzadi. De hecho, es de los "primeros nacidos", de los que vieron las cubas de clonación en Plutón. Llevamos muchos años juntos, desde antes de la firma del tratado*. Fue una relación difícil, se imagina. En aquellos días, los matrimonios interraciales estaban muy mal vistos, incluso se perseguían en algunos países...

Parpadeó. Esa mujer sabía mucho más de lo que parecía. Lo sabía todo, de todos.

-La señorita Blair dejó dos cosas buenas en la mesa de mi despacho antes de dejarnos. Una, su recomendación para ocupar su puesto de supervisora. Y la otra, una pequeña anotación sobre su reciente relación con el señor Walker...

Siguió caminando, pero luego se dió la vuelta como si hubiera llegado a una reflexión.

-Mire, no necesito a una supervisora modélica. Cualquiera de sus compañeros podría tener ese ascenso, incluso alguien que esté en la bolsa de trabajo, que haya pedido un traslado y lo merezca. Se que usted tiene cerebro, inventiva y algo por lo que luchar. Se que está dispuesta a luchar por ésta sociedad, aunque ésta se pueda mear en usted y poner en peligro su propia felicidad personal. Y yo necesito gente así en puestos de dirección: luchadores. Además... conoce el lugar, conoce el trabajo que desempeñamos...

Miró al cielo, que era el techo de la cúpula de la arcología.

-Hay cosas que no podemos cambiar. Actos divinos. Que los mi-go vengan mañana con una enorme flota y nos aniquilen, eso no lo podemos controlar. Pero hay cosas que si podemos evitar, y la terrible tragedia de hace dos días es una de ellas. Necesito a alguien firme al timón para trabajar con los federales, coordinar toda la vigilancia, cazar a esos terroristas, a las sectas y a todos los que nos quieren hacer daño. He pensado en usted, pero tendría que aceptar el puesto de motu propio... No puedo obligarla, no en algo así.

Sonrió, mirándola un momento ahora.

-Hay cosas que si podríamos arreglar, trámites. La ciudadanía de su novio sería una de ellas, y con ella, el acceso a un nivel superior de tratamiento en la seguridad social para el señor Walker. Imagino que eso la motivará mucho más que el nada desdeñable aumento de sueldo, tarjeta sanitaria oro y más días de vacaciones al año. Eso si, va a tener que trabajar más horas. No es un cómodo puesto de funcionaria como el que ya estaba acostumbrada, el de directora del área de seguimiento y vigilancia social...

Notas de juego

*Se refiere al que puso fin a la Primera Guerra Arcanotec.