Partida Rol por web

Rieek'All se levanta de su trono y se acerca a ti de nuevo. Aunque no le veas la cara, puedes sentir como se rie por lo bajo. Al cuello sigue llevando una de esas babosas, aunque ahora ya sabes lo que hacen.

Bien, bien, bien. Que tenemos aqui? Como te ha ido el trabajo... jedi? Jajaja! Pensabas que no me daria cuenta? Que la seguridad de mi base es tan deficiente que cualquiera puede entrar hasta aqui cuando quiera? Agradeceselo a tu amigo dug, no me costo demasiado sacarle la informacion.

Detras de ti aparecen siete soldados con armaduras negras, todos apuntando hacia ti. Parece que despues de todo no es tan facil integrarse en una banda como el Sol Negro.

Parece que después de todo no es tan iluso General, pero me decepciona su simpleza a la hora de pensar...

Le sonrío y saco mi sable de luz activándolo y poníendome en guardia.

En ningún momento le he ocultado mi condición, le dije que no encontraría nadie tan valiosa como yo para estar a su servicio... y no le mentí... No me obligue a ir eliminando a sus hombres, aunque algo rudimentarios todavía pueden sernos útiles.

El general se gira de nuevo hacia ti, luego mira a los soldados y hace un gesto con la mano indicando que no disparen de momento.

Niña, tu impertinencia alcanza limites insospechados. No necesito jedis trabajando para mi! Ya tengo los jedis que me hacen falta, asi que tu no eres necesaria. Guardias, acabad con ella.

Los soldados vuelven a levantar sus armas y se disponen a disparar, pero antes de que puedan hacer nada, una espada laser atraviesa el pecho de uno de ellos, haciendo que caiga inerte al suelo.

Detras del soldado muerto aparece tu maestra dando espadazos, haciendo que los guardois se desconcierten y no sepan reaccionar a tiempo, antes de vuestro ataque.

Llegan los refuerzos, querida! Donde contratas a estos tipos, general? Son demasiado faciles de sorprender.

Ahora solo quedan seis soldados y sois dos. No era tu plan inicial, pero parece que tendreis que pasar a traves de ellos para llegar a Rieek'All, que os espera en el trono de nuevo, mientras observa la pelea. No parece demasiado sorprendido con la aparicion de tu maestra.

Como queráis, en ese caso tendré que prescindir de vuestros servicios General.

Lanzo un ataque contra el general, intentando en todo momento reducirle aunque no matarle, haciendo gala de mi nivel de entrenamiento actual.

Queda detenido en nombre de la República Galáctica General.

Atacas al general dejando de lado a los soldados, no crees que sean problema para Kael. Rieek'All consigue parar el sable poniendo su brazo como escudo, no sabes de que estara hecha esa armadura, pero tu espada no consigue hacerle ni un arañazo. Despues te coge del cuello y te lanza a la otra punta de la sala. Kael sigue luchando contra los soldados sin poder echarte una mano.

De verdad pensabas que era tan debil? Pensaba que ibas en broma, niña.

Un par de soldados disparan contra ti, mientras el resto esta entretenido con tu maestra. Por su parte, el general Rieek'All se acerca a ti lentamente, parece que tiene mucha confianza en que no saldreis vivas de alli.

Kael mira orrorizada como sales despedida hasta la otra punta de la sala. Mientras va ocupandose de los soldados como puede. Lanza un corte certero al cuello de uno de los enemigos, dejando solo a cuatro mas, aunque el general parece duro de roer.

Anen! Encarguemonos antes de los soldados!

Caigo contra la pared golpeándome justo a tiempo para ver los disparos que son lanzados contra mi e intento deflectarlos con el sable de luz.

Eso es precisamente lo que quería que pensaras, General.

Tras deflectar los dos disparos me pongo de pie de un salto y me concentro en la fuerza para tratar de hallar un punto débil en la armadura del General, lanzando un nuevo ataque contra él.

Consigues parar los dos disparos lanzados contra ti mientras ves como los otros disparan contra Kael. Uno de los disparos solo consigue rozarle, pero el otro impacta directo a su hombro, haciendo que suelte un grito de dolor, para luego volver a ponerse en guardia.

Te levantas e intentas encontrar un punto debil en la armadura del general, pero a su alrededor solo hay vacio, la misma sensacion que te provocaban los gusanos. Aun asi, te lanzas a atacarle de nuevo. Esta vez, si que consigues hacer un pequeño corte en la armadura, llegando a cortar piel, cosa que solo sirve para enfurecer al general, que te golpea otra vez, haciendo que vuelvas a caer de espaldas. Esta vez te ha dolido mas, a pesar de que el golpe fue solo con el puño.

Será mejor que al General le cojamos entre las dos, voy a echarle un cable a mi maestra.

Doy un salto hacia atrás para ponerme a luchar junto a mi maestra y asesto un golpe al soldado que le hirió alcanzándole con el sable de luz.

General, tiene una oportunidad de rendirse y recibir un juicio justo por parte de un tribunal de la República, en caso negativo me veré obligada a reducirle.

Decides ayudar a tu maestra, dejando el plato fuerte para el final. Atacas a un soldado que no puede hacer nada para evitar tu ataque, que provoca que aparezca un enorme corte en su abdomen, dejandolo fuera de combate.

Veo que no entendeis la situacion, esta bien, si quereis hacerlo dificil que asi sea.

Rieek'All se lleva la muñeca a unos centimetros de la boca y empieza a hablar, supones que por un intercomunicador.

Grupo rojo, grupo gris, entrad a saludar a nuestras amigas.

De las paredes a derecha e izquierda del trono empiezan a salir soldados sin parar, pero estos no parecen tan fragiles como los otros. Mucho mas corpulentos, casi tan altos como el general pero mas robustos, con unas armaduras grises que no parecen tan fragiles y unos cañones triples que resultarian bastante mas dificiles de detener que un disparo normal.

Kael, que hasta ahora se mostraba bastante tranquila, se altera visiblemente cuando los soldados empiezan a aparecer. Apunta la palma de su mano hacia los tres soldados a los que os enfrentabais, haciendo que salgan despedidos hacia atras.

Anen Sei! Debemos salir de aqui inmediatamente! Y no me repliques en esto, es una orden. Retirada!

Tu maestra espera a que salgas primero, haciendo de escudo ante los posibles disparos. El general, al oir esas palabras empieza a dar ordenes a los soldados, que preparan sus armas para disparar.

Por suerte, el camino por el que entrasteis sigue sin tener demasiada afluencia, tan vez un par de soldados rasos que no supondrian mucho problema.

Pero Maestra... aún podemos...

Al girarme y ver la cara de enfado y preocupación de mi Maestra ni siquiera termino la frase y me lanzo a la carrera.

Atravieso el pasillo a toda velocidad pero sin dejar atrás a mi Maestra.

Maestra debe haber algún vehículo que nos pudiera servir, sígueme yo piloto.

Correis hacia la salida con los guardias pisandoos los talones. Rayos laser pasan continuamente por vuestro lado, alguno demasiado cerca para tu gusto. Kael corre unos pasos por detras tuya mientras se coge el hombro herido. Os cruzais con varios soldados rasos, aunque vais demasiado rapido para que tengan tiempo a reaccionar.

Espero que tengas razon, como no haya ningun vehiculo lo vamos a tener mal. No has reconocido a esos soldados? Los llaman "los matajedis", sin contar que el general parece ser un hueso duro de roer.

Acabais por salir a la calle, donde los guardias de la puerta intentan deteneros, pero con un par de cortes dejan de molestar. En la entrada os encontrais con un par de speeders que tomais prestados.

Maestra, agárrese el viaje va a ser movidito... rogamos a los pasajeros que se abstengan de sacar pies y brazos de la atracción mientras esta esté en marcha, tengan cuidado con los disparos y los obstáculos del camino... si no quedan satisfechos les devolvemos su dinero.

Subo al speeder y lo pongo en marcha conduciendo a toda velocidad hacia la ciudad.

Te diriges junto a Kael hacia el pueblo a toda prisa, aunque los matajedis os pisan los talones con sus mochilas propulsoras, disparando sin descanso. Tu maestra va deteniendo los disparos que podrian alcanzaros, intentando a su vez evitar que muera ningun inocente por el camino. Llegais a la ciudad, donde empiezas a hacer maniobras evasivas entre las calles esperando poder despistar a vuestros perseguidores. Al cabo de un rato lo consigues, escondiendoos en un pequeño callejon.

Los soldados pasan a pocos metros de vosotras sin percatarse de vuestra presencia. Cuando ya estan lo sufocientemente lejos, Kael te da una palmadita en la espalda.

Bien hecho, joven padawan, pensaba que no saldriamos de esta. Debemos volver a la nave en cuanto podamos e ir a Coruscant a informar al consejo de las operaciones del Sol Negro, y de paso avisar de que hay que tomarse en serio al general Rieek'All, me parece que no sera la ultima vez que le veamos.

Podríamos haberlo detenido, no era tan bueno luchando e incluso sin nuestros poderes mi habilidad con el sable de luz es superior Maestra.

Pongo en marcha el speeder de nuevo y me pongo en marcha hacia la nave.

Kael escucha tus palabras y niega con la cabeza.

Tal vez el no fuera el mejor luchador que puede existir, pero tiene un ejercito a sus ordenes y con eso no podemos nosotras dos solas. Ademas, solo veniamos a por informacion y con eso solo nos iremos.

Al cabo de un rato en speeder llegais a la fabrica donde hablasteis por primera vez con el dug, aunque ahora franquean la entrada varios de los matajedis, entonces recuerdas las palabras del general, si se entero de vuestra presencia por el dug, era logico que estuvieran aqui y tal vez la nave tambien tenga vigilancia.

Vaya! Parece que nos va a costar mas de lo planeado, tal vez si volvemos a la cantina podamos encontrar otro transporte.

El dug nos traicionó, la nave debe estar intervenida maestra.

Pongo rumbo de vuelta a la cantina.

¿Nos podremos fiar de la gente de esta zona?