Partida Rol por web

Sombi ni poyah

Boah, Bautisoh y Entierroh (Escena 4)

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11/04/2015, 02:56
Director

Los almacenes suelen tener un despachito prefabricado donde se guardan todos los papeles, inventarios y demás. Aquel era tan de andar por casa que solo tenía un armario cerrado con un candado y una mesa para escribir con un taburete y un flexo. El candado saltó sin problema y dentró encontraron, entre otras cosas, el inventario. También un número de enero de 2004 de Interviu, aunque sin el famoso calendario conmemorativo "diez años de chica interviu", cuyas gachises decoraban la nave colgadas en varias paredes.

Como solían aquellas naves cerradas a cal y canto, no había zetas ni rastro de que nunca los hubiere. La gente al llegar el apocalipsis no iba a currar a una nave industrial, sobre todo cuando estaban pendientes de que no les faltara de comer y que los apollardados no les comieran a ellos o a su familia. Seguro que en Alemania muchos murieron currando, sin ser militares ni nada de eso, fieles a su estilo de mente cuadriculada y persona productiva.

Localizaron lo necesario sin mucho esfuerzo, por que a diferencia de otros inventarios, allí las cosas no venían por siglas o números de catalogación, si no que además incluían el nombre del producto. Un inventario de andar por casa que les solucionó mucho la papeleta.

En la calle sonaron un par de cuchilladas de hacha y podón suizo dando en cráneo. Chas, chas. El par de apollardados de la calle, que se habían acercado a curiosear, eran ya historia. Paco levantó el dedo como diciendo "no problema". Que equipo tenían ya, cago en todo. Eran unos maestros en lo suyo.

Notas de juego

Si, es de día. Dentro está un poquito más oscuro por que en Jaén capital ya no hay suministro eléctrico. Pero con la puerta abierta se puede ver.

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11/04/2015, 12:38
Kimberly María Sánchez Gutiérrez
Sólo para el director

Se cagó en la puta monja chivata, se ve que eso del secreto de confesión se lo pasaban por el forro del coño, por pasarse algo en su necesidad. Como la doctora Barbi le dijera que no podían operar a su yaya, l'espichaba pronto, qu'estaba mu mala. Así que tras ver que trasteaba con su sangre, a saber pa qué, la siguió. Y allí le soltó el bombazo a la Kimberly, o más bien el bombo, hay que jodése.

-¿Qué dices de madre?- le soltó to borde. Claro que no le bajaba, pero con la cantidad de sangre que le sacaban cada dos por tres, bastante que tenía pa pasar el día, como pa desperdiciarla bajándole el tomate. -No, no, no, eso tié qu'estar mal...- si con el Paco usaban la jodía gomita... Menos aquella vez del apollardao... Si era de esa vez el Paco tenía puntería pa to. A la Kimberly casi le dio un chungazo de pensarlo. Una criatura, apaga y vámonos. -Amos a operáme y luego veremos de guachuzos...

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11/04/2015, 12:57
Jose Luis Carmona "El cagaprisas"

Hojeó el Interviú hasta detenerse en alguna foto de interés. ...peaso guarra... Pasó unos segundos mirando a una morenaza, como si tuviera la cabeza en otra parte. Luego despertó.

-¿Tú quiere éhto, Zeky? Si no, pal chino, que le guhtan ehtas cosa.

...¿que habrá pasao con el Primera Línea que le comprahte al Tortu, Selui?... No se preguntó qué habría sido del Tortu. Eso estaba claro. Cogió el inventario, salió del despacho y agitó los papeles avisando.

-¡Vale, aquí tenemo el listao! Vamo a vé loh palé.

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11/04/2015, 13:59
Jose Luis Carmona "El cagaprisas"
Sólo para el director

Fláhbah.

Nueve días después de la muerte de Toñi, tras un día de curro, Jose Luis se encontraba escondido en su refugio, su antigua casa, su Fortaleza de la Soledad. El silencio allí siempre era absoluto, pero sabiéndola muerta, era incluso más rotundo, como si se hubiera extinguido un eco. Tirado en su cama, mirando al techo. Todo olía a ella. Y eso no le gustaba. Había algo en su duelo que le era extraño. Y no fue hasta ese momento que tuvo una epifanía: había sentido rencor, ira, vergüenza, culpa... pero no había llorado de verdad a la Toñi. No encontraba auténtica pena dentro. Se incorporó asustado como quien despierta de una pesadilla, y se sintió alarmado, como si la estuviera traicionando. Pero también increiblemente ligero.

Después de un rato estaba ante la puerta de la casa de Naty.

-Naty... ehtoy hasta la polla. Me dao cuenta de una cosa: la Toñi se metió el jarmazo cuando yo ya no podía máh. Yo no sabía que no podía máh pero así era. Taba hasta la pollah de dihcutí, de exigensia, de pollada y chumináh... y tamién cansao de evitarla. No me daba cuenta pero durante año mehcaqueao de ehtar en casa solo por no aguantarla. A sabé cuanta hora he pasao de bá en bá con amigote solo por no ir pa casa. Y yo quiero pasá hora de bá en bá con amigote por guhto, no pa ehcaquearme de la Toñi ni de nandie. Y lah hora que pasao tamién contigo. Tú me sentaba bien. Ya me dao cuenta, te tenío en la cabeza to ehte tiempo y era porque con quien quiero ehtá éh contigo.

Tomó un respiro. Le cabalgaba la patata.

-En verdá noh conosemo poco pero yo siento como que te conoco de puta madre. Confío en ti plenamente, Naty, no sé porqué. Confío del tóh. Tú me dise quehta preñá. Vale. Me dise que éh mío. Vale. Dise que tiene tenelo. Vale. Ehtoy dihpuesto a ayudarte como tú quiera. Lo caga farta. ¿Quiere un padre pa tu hijo? Aquí lo tiene. ¿Quiere que me quitenmedio? Lo que tú diga. ¿Quiere venirte a mi casa? La puerta tá abierta y te doy la llave. Lo que tú quiera. Joselui Carmona tá dihpuesto a tó, pim pam. Cuidaré de ti y del niño sea como sea... lo que tú diga. Dejemo el pasao atrá loh doh. Naty... por tuh muertoh, dame un beso de loh que tú sabe porque ya no maguanto...

 

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11/04/2015, 15:14
Mari Cruz Castaño Hita

El tiempo pasó volando. El trabajo no asustaba a Mari Cruz, hubo mucho. Eran un experimento, el lugar en el que se centraban las miradas de todo un país, lo que suponía la autoexigencia de la perfección, al menos por parte de los gobernantes de Baños, el resto… lo hacían por sí mismos, sus miras no iban más allá de los suyos y cuanto abarcaban sus ojos. Curioso lo rápido que el ser humano se olvida del resto del mundo y retorna a la tribu, hay una memoria ancestral en todos nosotros que, cuando todo lo demás desaparece, se activa como las luces de emergencia durante un apagón. Interesante la naturaleza humana.

Regresaron las largas charlas sobre estas y otras cuestiones profundas entre el tito y la teniente y quien quisiera apuntarse, a veces sor Virtudes, las doctora y su novio, Paqui… la radio no paraba, el bar era un éxito, el somatén estaba inmerso en una actividad frenética de aprovisionamiento, la escuela empezó a funcionar, las instalaciones se mejoraban y ampliaban… y la vida seguía su curso. Increible.
La actividad recordó a Mari Cruz un libro que le regaló a su sobrinillo, grande, lleno de dibujos de como era un castillo por dentro, con personajillos haciendo sus trabajos y datos curiosos, por lo visto era de un ilustrador que se dedicaba a hacer libros del interior de cosas históricas, barcos, ciudades y tal (El hombre se frotaría las manos en Baños). En una salida al pueblo lo encontró en la biblioteca y se lo llevó para la escuela, subieron un montón más, la lectura se convirtió en un modo de matar el tiempo muy popular.
Vílchez se acabó saliendo con la suya y logró meter su sofá-cama en el cuarto que compartía con la granaína, junto con otras comodidades, como hacían todos, pero ese sofá hizo de ese rincón algo muy especial.
Baños funcionaba y prometió a don Faustino que seguiría haciéndolo en su ausencia. Don Faustino marchaba para hacer cosas aún más grandes pero no dejó de estar presente, tan solo que ahora lo hacía a través del teléfono (las líneas fijas seguían funcionando y Baños estaba en contacto directo con Segovia).
Mari Cruz observaba, todo a su alrededor, el paisaje, las personas, los momentos… podía apreciar como la gente crecía en una dimensión no tangible, lentamente, como esos vídeos de flores que se abren, por gestos, palabras, momentos… a Vílchez el ascenso le sentó de maravilla “Y parecía tonto cuando llegó…” recordaba ese día en que apareció con el petate y cara de despistado, la semana que le dio hasta que aprendió donde estaban las cosas y como le gustaba el café, la noche del estallido… “míralo ahora…”, tenía un estilo un poco gamberro de trabajar pero… funcionaba y se hacía entender. Más listo que el hambre, así la había conquistado. Lamentaba que no pudiera acompañarle en sus cada vez más numerosos viajes pero lo compensaban a cada regreso, en el sofá, o en el despacho, o en la ducha... testimonio de esa buena sintonía eran la curación del brazo de la teniente y un moderado aumento de peso. Su madre se moría de envidia, el chaval había obrado el milagro de que su hija no le hiciera ascos a la comida, tampoco es que se atiborrara, seguía siendo una milindris...

Curiosamente, los zombis eran el menor de sus problemas, se les venía encima un invierno que prometía ser particularmente crudo y la amenaza de las bandas de exconvictos estaba ahí. Conforme las hordas eran eliminadas estos ganaban libertad de movimiento y no precisamente para coger margaritas… por eso se estaban pertrechando con armas convencionales. Por lo demás solo quedaba esperar la resolución de la enfermedad de doña Fulgencia, no hubo más contagios gracias a Dios y por fin habían llegado los cirujanos de apoyo.

Mari Cruz se cuadró he hizo las presentaciones protocolarias de costumbre, Vílchez le acompañaba –Bienvenidos a Baños- “La Vin compae como está el Ruiz este… que buen sándwich me hacía con este y con Cazorla”, que tuviera novio no quería decir que fuera ciega y era imposible no ver semejante monumento, iba a ser una revolución entre las féminas del castillo –es un placer recibirles, les esperábamos como agua de mayo- les dio la mano “Mmmm… manos fuertes…” últimamente tenía las hormonas revolucionadas ¿sería el otoño? Ya se sabe, la época de la berrea y esas cosas de la naturaleza para tener crías en verano. –Acompañenme, les mostraré sus habitaciones- estas eran las mismas que en su día dispusieron para el general García, en el complejo donde vivían Mari Cruz y Don Faustino y tenían las oficinas -espero que dentro del trabajo que podamos darles se sientan cómodos ¿Desean tomar un descanso o un refrigerio? Cuando gusten les presentare a la doctora y que ella les enseñe el centro médico- 

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11/04/2015, 15:34
Er Zeky

Miré un poco perplejo al Cagaprisas. La verdad es que me esperaba algún comentario sobre las gachís de la revista. Uno de esos comentarios de entendimiento femenino del Cagaprisas, sobre chochos y cosas asín. Pero lejos de eso, aparte de ojear las páginas con aire ausente, no dice más.

- ¿Yo pa que quiero ehto? Pal chino, lase mah farta - sentencio. No era menester revista guarras, no te digo que en otro tiempo...Y que bien sabío era que el chino estaba hasta el cipote de su mujer. Le haría mas falta una revista de tetas y culos.

Acabo saliendo de mi cavilaciones, y le sigo de vuelta para fuera. Localizao el material, solo quedaba ponerse manos a la obra y acabar con esto cuanto antes.

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11/04/2015, 18:04
Director

Cargaron el material, profesionales, como solían. Echaron un poco más de rato por que no había toro mecánico en aquel almacén, solo unas paletizadoras de mano, y había que estar operándolas durante más rato. Les dieron las 2 y media y comenzaban a tener hambre del copón.

Así que cargados los vehículos, cerraron la verja del lugar para tener mejor defensa, sacaron los bocatas y las latas de refresco, y comenzaron a hincar el diente, pensando en su próximo objetivo. Tenían la furgo cargada y un tercio del camión. Si el próximo sitio a visitar tenía tanto material como aquel, triunfarían volviendo antes a casa.

El Zeky comía su bocata de tortilla (hecha con sus propios huevos), con un sonido entrañable atrajo su mirada por encima de la valla. Un grupito de gatetes pequeños caminaban por la calle, acompañados a cierta distancia por su madre. Eran super monos, justo lo que necesitaba. Además, de una de las mejores razas de gato casero, el gato romano, que era muy limpio y solía ser cariñoso.

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11/04/2015, 18:16
Director

Los doctores dejaron sus petates y pidieron que a los médicos de la intervención les sirvieran un tentempié. Querían ponerse al tajo cuanto antes, por que venían bastante descansados de un viaje no muy largo, apenas una hora en avión, y la intervención de la abuela iba a ser larga.

La doctora Barbi mandó a la Kimberly a darse una ducha allí mismo, en el hospital. Luego tenía que empelotarse, como su abuela, y meterse en la camilla. La cubrieron con aquella especie de manta térmica que iba por trozos, para que no pasara frío, con la zona de la barriga descubierta, que era donde iban a operar. Las sedaron a ambas y entraron en un sueño plácido y profundo.

Los doctores se pusieron la ropa de faena y dejaron preparado todo lo necesario para la intervención. El pueblo estaba expectante. La señora Fulgencia era una intervención y no querían que nada malo fuera a pasarle.

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11/04/2015, 18:20
Jose Luis Carmona "El cagaprisas"

-¡Cuchi! ¡Unoh gaticoh! -dijo con la boca llena de bocata salpicando migajas-. Llevo tiempo pensando en llevarle al Deibi un cachorrico, un perrete o gatico... pero no había tenío oportunidá. Loh gatoh ademá noh vendrían bien pa lah ratah. Ratah no falta ni en el fin del mundo.

Se levantó despacio pa no asustar a los bichos.

-Misi misi misiii... misi misi misiii...

 

 

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11/04/2015, 18:30
Dr. Antonio Vargas

Al doctor le pusieron la mascarilla las monjas al final. Lo primero era lo primero. Había que acceder a los órganos y controlar la hemorragia mediante métodos de hemostasia avanzados, para que las pérdidas fueran mínimas y permitieran operar. Estaba preparado el receptáculo donde el trozo de hígado a donar iba a aguardar hasta que se lo implantaran a la abuela.

-Buenas tardes -dijo, hablando para la grabadora- Soy el doctor Vargas y vamos a proceder a un injerto o trasplante parcial hepático. La paciente, doña Fulgencia, es una anciana de 70 años, grupo sanguíneo A+, que presenta una cirrosis degenerativa agravada por una hepatitis de tipo A en fase final de tratamiento. La donante es su nieta, Kimberly Maria, de 20 años, mismo grupo sanguíneo, hígado totalmente sano. Me asiste la doctora Fresser y un equipo de enfermeros.

Tomó el escalpelo y lo apoyó en el vientre de la Kim, por la parte ya tocando a las costillas.

-Procedo a la incisión inicial.

En un momento, la tenían abierta de par en par. Le fueron colocando los hemostatos para controlar que no sangrara por vasos principales. El tío tenía el truco pillado, pero iba despacito.

-Bien. Accedida a la cavidad ventral, procedemos a aislar el hígado del riego sanguíneo para proceder a su extracción. Doctora, su turno.

- Tiradas (1)
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11/04/2015, 18:26
Er Zeky

Aquello vino como una sorpresa. Yo a mi bocata, con mas hambre que un desgraciao...Y mira que llevaba tiempo pensando en llevarle algo a la Yaiza, y mira por donde. Estos eran bien bonicos, ¿que no?

- Illo, yo pregunté hase meseh por uno pa la Yaisa tamién...- me levanto con cautela- Con comía, Selui...Yo le doy un troso de mi bocadillo, que tendrán hambre. - no salgo de allí sin asegurarme de que está aquello limpio de apollardaos. Después, despacico pa ya, a ver si poniendome una mijitah de bocata en la mano, los gatetes vienen. ¿La comía siempre era buen cebo, no?

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11/04/2015, 18:34
Director

Notas de juego

Hacedme una tirada de inteligencia para capturar gatetes xD

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11/04/2015, 18:35
Dra. María Castillo Fresser

La Barbi hizo bien su trabajo. Le cerró el riego para poderle extraer aquel trozo de hígado, cosa que hicieron acto seguido, aunque con cuidado. Controlaron después la lógica hemorragia y prepararon el órgano para el trasplante.

-Procedo a regular la hemostasia final de la paciente para poder coserla de nuevo.

En total, dos horas de intervención a la Kimberly, que quedó de nuevo cerradita, limpita y fuera de peligro, con el organismo funcionando normalmente y sin hemorragias internas. Ya tenían hecha la mitad de la operación, pero era la mitad más fácil y menos peligrosa. Ahora tocaba la abuela.

- Tiradas (1)
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11/04/2015, 18:36
Jose Luis Carmona "El cagaprisas"

-Mi bocata éh de sardinilla con tomate. Pa elegí tienen. Fumanchú, cuidao, eh? Quehtoh gato no son pa comérselo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado Inteligencia sencilla, no doble.

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11/04/2015, 18:37
Er Zeky
- Tiradas (1)

Notas de juego

Boh, estamos jodios.

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11/04/2015, 18:39
Director

La escena tenía su gracia, la verdad fuera dicha. Dos tíos como dos piedras megalíticas intentando atraer a unos gatetes para capturarlos en presencia de su madre. La escena hasta tenía su reparo moral. Pero la mayoría de los abraza árboles o animalistas de las ciudades estaban muertos o caminaban arrastrando los pies. La gente de los pueblos, siempre más en contacto con la auténtica naturaleza de las cosas, pasaba bastante de aquellas chorreces.

Para el Cagaprisas fue bastante fácil. Las sardinas molaban más a los gatetes, y uno se le acercó casi a comer de su mano. Cuando era pequeño su tía tenía gatos, y sabía como se les debía coger, por el pellejo de la nuca, al igual que su madre. Madre que comenzó a maullar un poco preocupada por lo que pudiera pasar a su pequeño, pero más concentrada en comerse los trozos de sardina como si no hubiera un mañana.

El Zeky tuvo por ello más problemas. Se concentró en un gatete en concreto, separado del grupo, que parecía que quería jugar con él. Los maullidos de la madre le asustaron un poco, y se debatía entre alejarse y oler la loncha de chorizo que llevaba en su mano. Fue así como llegó a la esquina de la calle del polígono con la siguiente. No había zetas, y se perdió un momento de la vista de los demás.

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11/04/2015, 18:45
Director

Finalmente, el pequeño gatete se dió la vuelta, sintiéndose lejos de la camada. Olió el chorizo y comenzó a masticarlo. Entonces el Zeky lo cogió y tuvo entre sus brazos, dejando que comiera. Aquel gatete era bastante pequeño, recién destetado, y era muy confiado y cariñoso. Era mejor criarlos así de pequeños, por que se acostumbraban a los humanos de la familia, que reemplazaban el rol de su madre.

Entonces vió algo raro, que no cuadraba con el resto de la calle. Al fondo, había un vehículo blindado del ejército, de espaldas a él. Tenía una ametralladora en la parte de arriba y una especie de periscopio o visor. Estaba apagado, bastante lleno de mierda, con un aspecto dejado. Y la calle estaba absolutamente silenciosa, sin que se escuchara nada.

No había más vehículos militares, y los coches aparcados cerca de él no parecían guardar relación con el vehículo, por que eran de aquellos que parecía que llevaban la hostia de tiempo aparcados, cogiendo polvo.

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11/04/2015, 18:55
Jose Luis Carmona "El cagaprisas"

-Animalico... misi misi misi, misi misi misi -con una mano les ofrecía sardinas y con la otra acariciaba la cabeza a la gata intentando ser delicao. En la mano le cabían tres cabezas de gato. Vio de reojo alejarse al Zeky-. ¡Chavá, no taleje muncho eh?!

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11/04/2015, 19:01
Dr. Antonio Vargas

-Bien -dijo, tomando de nuevo el escalpelo, debidamente esterilizado- Procedo a la primera incisión en la receptora doña Fulgencia y acceso a la cavidad ventral.

En unos minutos, la tuvieron también abierta como un cochino. Examinó el hígado ahora con sus propios ojos.

-El hígado presenta un estado de cirrosis bastante avanzado, lo que sin duda dificultará la recuperación. Procedo a la primera fase de la intervención, aislar del riego la zona para facilitar la posterior unión de vasos capilares.

Echó sus otras dos buenas horas en aquello, teniendo que comenzar con la transfusión a su abuela, para evitar que bajaran los niveles de hierro. Afortunadamente, había sangre de sobra.

-Bien, doctora, vamos a proceder ahora a la remoción de la zona más afectada por la cirrosis y su reemplazo por el órgano del donante, fase crítica de ésta intervención.

- Tiradas (1)
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11/04/2015, 19:08
Dra. María Castillo Fresser

La doctora Barbi se mantuvo a la altura. Retiraron el trozo de hígado de su abuela, dejando pinzados los vasos sanguíneos que debían coserse con los del órgano a trasplantar. Ganaron un poco de tiempo al reloj, retirando ese trozo de hígado en una hora justa.

-Bien, ahora vamos con la ingeniería -dijo.

Luego se dió cuenta de que no estaba hablando muy profesional.

-Es decir, al trasplante del órgano y su estabilización.

- Tiradas (1)