Partida Rol por web

SOMBRAS DE LA ÚLTIMA GUERRA 2.0

TERCERA PARTE : EN LAS TIERRAS ENLUTADAS

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24/03/2017, 12:25
Ariete

Ariete agarró la pinza derech... izq... la pinza que miraba al sur. La abrazó cerrando los brazos, y tiró hacia él. La diferencia de tamaño puso a la máquina al borde de su resistencia. Algunos remaches de los brazos del forjado escupieron tornillos por la presión. Y poco a poco, tirando con todas sus fuerzas, obligó al cangrejo a inclinarse hacia un lado, dejando el alto de la zona de caparazón que protegía el cerebro a la altura de Skully McBones.

¡Orgánica! ¡No podré sujetarlo mucho tiempo! ¡AHOOORAAAA...!

- Tiradas (2)
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24/03/2017, 12:33
Daisy Sue Demonfly

Skully se sintió ofendida. Nunca la habían llamado orgánica. Pero en el fondo era consciente de sus orígenes, y sabía que provenía de una criatura orgánica, aunque no le gustase recordarlo. Demonfly colaboró también, llevando a McBones hacia atrás para que cogiese más impulso. Hasta Ch'om ayudó, picoteando la parte trasera del cangrejo, como quién empieza un chiste de "toc-toc, ¿quién es?". Todos estaban ayudando, y todos dependían de la veteranía de Skully McBones.

¡¡¡YIAAAAAAAAAAAAAAAAAAH...!!!

Cuando el polvo levantado se dispersó...

- Tiradas (3)
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24/03/2017, 14:10
Finn Dan Ailell

Ante tanta cosa heroica de sus compañeros, Finn, anonadado, intentó aventar el frasco alquímico que había encontrado.  El cangrejo era grande, ¿verdad?  Sería difícil no atinarle, ¿claro, no?  Aunque rebotara tantito en su caparacho, acabaría rompiéndose el frasco y quemándolo como tatemadito marisco en tendejón de playa, uno esperaría.  

Pero no, aciaga suerte de las Tierras Enlutadas, quien sabe que tenía destinado para esta compañía de aventureros.  Finn solo vió como el frasco rebotó una, dos, veces, y... 

- Tiradas (1)
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24/03/2017, 15:59
Adia Ringëril

     Al contrario de lo que cabía esperar, fue el druida, y no el paladín, quien cayó ante el animal. Por su mente pasó que era lo más lógico que podía pasar, por haber intentado en un principio ponerse a hablar con el cangrejo, pero también era verdad que el enano, terco y duro de mollera, también se había ganado a pulso por su actitud cuando ella había intentado avisar, el acabar siendo comida de crustáceo. Para ser sinceros, la que más estaba aguantando, estoica y dura como la raza de la que provenía su sangre, era Daisy, que justo era la que seguramente había despertado al bicho metiendo la mano, y la maza, allí dónde no debía. Había que pasar por encima de todos esos motivos para pensar en que, merecido o no, cada uno de los que caían ante aquellas pinzas acercaba al molusco un poco más a ella, algo que no podía permitir.

     Así que dio otro pequeño paso hacia delante, balanceando su cuerpo mientras preparaba la cuerda, y disparó dos nuevas flechas en rápida sucesión, atravesando al monstruo por sendas aberturas en su caparazón. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Para una que hago, y salen esos daños. Los dados son nuestro enemigo, y no ese cangrejo xD

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24/03/2017, 16:20
Director

El golpe de Alfrik no encuentra el cuerpo del crustáceo perdiéndose en el aire. Consigue, eso si, moverse rodeando a  la bestia hasta dejarla entre ella y Ariete. De esta forma el forjado encuentra la distracción que , en un principio, iba a darle Powaqqatsi. Su lucero del alba se descarga con fuerza sobre la gruesa cáscara del aberrante animal. En  trayectoria descendiente de su arma incluso una de sus patas  queda parcialmente seccionada. Nuevos chorros de carne líquida y marronosa os bañan a vosotros y a los cadáveres que siembran el suelo. El monstruo se inclina de costado cayendo sobre un grupo de tres de sus patas las cuales se convulsionan espasmódicamente.

De nuevo Ariete ataca aunque, esta vez, sujeta una de las pinzas del crustáceo para que Daisy pueda golpearle. Y así lo hace. Allí donde su maza se hunde con un crujir de placas coriáceas nuevos surtidores de líquido emergen como una fuente. Dos certeras flechas disparadas por Adia alcanzan al monstruo añadiendo mayor sangría a la escena. Finn prepara el frasco de ácido que acaba de encontrar para lanzarlo sobre el crustáceo aprovechando que su exoesqueleto se encuentra abierto y desencajado por numerosas partes. Hasta que se da cuenta. La criatura ha muerto...

El combate ha terminado entre un inmenso charco de maloliente líquido.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ariete y Daisy, no os borréis el último PUNTO DE ACCIÓN que habéis gastado. Ese lo recuperáis.

No hagáis caso de la tirada que he hecho de Powaqqatsi. Me he acordado luego que los forjados no pierden Hp cuando quedan incapacitados.

Haced todos una tirada de AVISTAR ( y decidme quien practica curas, pociones o conjuros, buscar equipo, etc).

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24/03/2017, 17:07
Alfrrik

Maldito crustaceo, estoy hecho pupa. - rezongo al tiempo 1ue m3 dejo caer al suelo.

¿Alguien sabe como reparar el cuerpo de nuestro buen amigo druida? Pues la verdad a mi la ciencia se me da fatal.

Tras recuperar el aliento, me pongo de pie y oteo el horizonte, para luego buscar alguna poción o cualquier otra cosa útil para curar mis heridas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tomo mi tiempo y cojo un 15 en buscar.

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24/03/2017, 18:42
Adia Ringëril

     El crujido de las patas del cangrejo marcó el declive – literal, hacia la derecha parecía ser – de la bestia. Cuando el sonido de su pesado cuerpo al caer acompañó la leve vibración del suelo, y sólo entonces, bajó el arco y relajó los brazos. Había sido un duro combate, y sólo la suerte – la misma que debía acompañar a los héroes en sus historias – había logrado hacerles salir victoriosos. Algo la decía, además, que aquél crustáceo gigante no estaba plenamente recuperado de su indudable lucha contra aquellas avanzadillas que ahora regaban el suelo con su sangre; si hubiese estado del todo bien, no quería imaginarse que habría sido de ellos. 

     Aquél pensamiento, fugaz pero insidioso, la hizo recordar que habían acabado con una amenaza, pero que podía haber muchas otras. Cansada pero infatigable, observó a su alrededor, cielo y tierra, buscando cualquier nuevo peligro que acechara sus vidas...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo voy a ponerme a buscar entre los elfos. Tomaré 20 (con calma) para encontrar todo lo que sea útil, y mientras los registro los iré apilando para hacer una pira. Pero dejó aquí el post por si pasa algo con el avistar no irme de madre. 

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25/03/2017, 09:41
Ariete

El zopilote volaba en círculos sobre sus cabezas, llorando a su compañero caído, o esperando su turno para tratar de encontrar carne bajo la carcasa del druida. Ariete se acercó al cuerpo, y se puso a husmear en la mochila de Powaqqatsi en busca de alguna poción de reparar daños.

Q tenía la teoría de que los Creadores nos habían hecho esencialmente orgánicos. Si nuestras heridas funcionan igual, la varita del marinero debería ayudar...

- Tiradas (2)
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25/03/2017, 09:50
Daisy Sue Demonfly

Tsk. Ariete, vamos a pobrar esa teoría suya. A los orgánicos nos funciona esto...

Demonfly lanzó una poción a Ariete. Hizo un gesto con el sombrero a modo de agradecimiento hacia los forjados, y se acunclilló para limpiarse a la capa de uno de los cadáveres élficos. Como McBones no se separaba de su cintura, el olor de pulpa de cangrejo perseguía a la semiorca incluso hasta después de asearse, así que Daisy Sue frotó su maza contra la pernera de unos pantalones.

Tras eso se puso a buscar un botín entre los cadáveres de las inmediaciones. Como Adia se lo había tomado con tanta calma, le dió tiempo a la cazarrecompensas a adelantársele, y saquear los cuerpos antes.

- Tiradas (2)
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25/03/2017, 10:02
Ariete

Ariete vació la poción de Daisy Sue en la boca de Powaqqatsi. Eso no sirvió para devolverle la consciencia. Miró el texto de la etiqueta...

¿A-war-diente de yer-vas de la Vue-na Ya-ya?

No es que Ariete leyese mal, es que la letra era tosca y llena de faltas de ortografía, como lo que lograría escribir un orco paleto de granja. Sin embargo, el aguardiente de hierbas de la Buena Yaya no hizo ningún efecto en Powaqqatsi, así que Ariete siguió buscando en la mochila de Q.

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25/03/2017, 13:39
Director

 Failin se acerca hacia vosotros y os ayuda a colocar a Powaqqatsi en la carreta hasta que podáis curarle. Su cuerpo parece muerto sin remedio pero Finn os explica que no está muerto sino inerte. Los medios de curación que sirven para los orgánicos son válidos para los forjados pero no son tan eficaces como una poción de reparar daños.

Durante tres horas rebuscáis entre los cuerpos de los caídos. Es un trabajo desagradable y triste ya que entre aquellos objetos que encontráis de valor halláis otros efectos personales con un profundo valor sentimetal; cartas, figuras familiares, anillos de compromiso...toda la tristeza de una guerra ya pasada acude  a vosotros con despiadada fuerza. Pero continuáis vuestro trabajo con silenciosa eficacia. Daisy intenta adelantarse a todo cadáver que se encuentra cerca de Adia con el espíritu de retirar todo lo de valor antes que la elfa. Mientras tanto Adia no parece  prestarle mucha atención y, con no poco esfuerzo, va apilando los cadáveres de los elfos en una pila funeraria. Perdida en sus pensamientos intenta encontrar una explicación a lo ocurrido en este lugar.

Parece evidente que aquí ha tenido lugar una escaramuza reciente entre una partida de guerra de elfos de Valenar y una partida de caza de medianos de Talenta. El motivo de su presencia aquí no parece clara pero , al parecer, mientras ellos luchaban fueron sorprendidos por el cangrejo carroñero. Aunque herido, el monstruo consiguió eliminar a todos ellos; elfos y medianos. Un escalofrío recorre su espalda al pensar que, si no hubiese sido por la presencia de estas dos bandas que a buen seguro debilitaron al gigantesco crustáceo, hubieseis podido morir allí mismo.

Finalmente, un montón de equipo se apila ante vosotros y la carreta de Failin.

Un Talen Kara o cimitarra doble de Valenar.

Un Tangat de Talenta de excelente manufactura.

Una varita.

Una capa decorada con extraños símbolos.

3 botellas que contienen un líquido de color ámbar. Una etiqueta reza: pociones curativas de Guffin.

1 Poción con un  cordel y una etiqueta en la que pone: INVISIBILIDAD. AGITAR ANTES DE BEBER.

Otra botella metálica marcada con un REPARAR DAÑOS LEVES. SÓLO FORJADOS.

Una armadura de placas y malla.

Un medallón que no tardáis en identificar como un símbolo sagrado  de Ferrígneo, de la Hueste Soberana.

3 viales marcados con la palabra ANTÍDOTO

Un vial en el que podéis leer:  ÁCIDO-FUEGO ¡PELIGRO!

Una carta de crédito del Gremio de banqueros de la Casa Kundarak por valor de 400po

Y un montón de 250 pp, 38 po 4 ppt.

Todos estáis de acuerdo en usar una de las pociones en el propio Powaqqatsi. Failin se aproxima a él y vierte en su boca artificial el oleoso líquido que contiene. Pasados escasos diez segundos los dedos del forjado empiezan a moverse en una especie de espasmo rítmico y controlado. Cuando de repente Powaqqatsi abre los ojos. Ch'om, alegre, picotea el cuerpo metálico del forjado y rasca sus ropas con sus garras.

- Arriba, amigo. Imagino que estáis tan locos que querréis seguir adelante- dice Failin mientras ayuda a levantarse al forjado-. De hecho no estamos lejos. Estamos cerca...

 

- Tiradas (2)
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25/03/2017, 14:12
Director

Tras vosotros hay algo en el cielo. Parece un buitre solitario que traza círculos en el cielo.

 

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25/03/2017, 14:46
Alfrrik

Si no les molesta creo que voy a hacer uso de una o dos de estas, después de todo si no lo hago, muy probablemente muera antes de poder serles de utilidad. - digo echando mano de las pociones curativas.

Notas de juego

Si nadie se opone me bebo una de las pociones y según su efecto quizá beba la otra.

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25/03/2017, 15:03
Director

Notas de juego

Podéis vosotros mismos las tiradas de las pociones que os bebáis.

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25/03/2017, 15:30
Alfrrik

Notas de juego

Dados y modificador????

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25/03/2017, 15:33
Powaqqatsi

 

Ahh, la muerte sabe a alcohol.  A aguardiente, de hecho.  

Esa fue la primera reflexión que tuvo al despertar Powaqqatsi, el cual no había estado muerto, por cierto.  Sólo había sido noqueado, deshabilitado.  Nada que lo pusiera al borde de nada.  Pero eso sí, la boca le sabía a aguardiente, a uno muy fuerte, con hierbas.  Como el de la Yaya. 

Lo saboreó con sus papilas gustativas artificiales.  mm, me sabe rica la vida

Miró alrededor, a la actividad de pepena de sus compañeros.  Ayudó silencioso a Aída a apilar los cuerpos de los elfos.  Hizo lo mismo con lo de los halflings de paso.   No lo haría con el resto, eran demasiados, quizá el fuego de la pira se extendería.  Quizá.  Uno nunca sabe que pasa en las Tierras del Duelo. 

Guardó sus recuerdos y reliquias en un morral.  Los entregaría cuando fuera a sus tierras, o viera a un druida de ellas. 

Miró con curiosidad los objetos que encontraron.  Con un gesto pidiendo permiso hacia sus compañeros el druida guardó los antídotos, pociones sobrantes y otras cosas delicadas en su caja porta-viales.   Luego se concentró en identificar precisamente qué era aquella capa decorada con extraños símbolos.  El aprendiz de artífice la sostuvo en sus manos como un sommelier estudiaría una copa de vino.  Hizo luego lo mismo con aquella varita mágica. En un minuto llegó a sus conclusioness, la compartió con sus compañeros, y guardó la capa, dandole la varita a Finn. 

Una vez hecho esto ya se pondría a terminar de curar a todos.  Tenía una infusión preparada con la cuales podría reparar el casco abollado de Ariete y volverlo a dejar brillante como el de un rayocarril que sale de la estación de servicio de Sharn.   Con un par de pergaminos otros que traía y los viales que habían encontrado, podría reparar también los cascotes abollados de Alfrrik y Daisy, y al bello de Ch'om que ya se lo quería comer, pensándolo listo para reciclar.  Como el pobre cangrejo.   Dejaría a todos bien listos para...

el siguiente paso?    Te seguimos Failin. 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Usa su habilidad de artífice para identificar propiedades de objetos mágicos.  Gasta su infusión de reparar forjados para curar a Ariete, y sus pergaminos de curar heridas para Ch'om, Alfrik y Daisy.  Dime para tacharlos de la lista.

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25/03/2017, 16:51
Finn Dan Ailell

Finn tocó una breve pieza con su viola da gama en honor de los caídos mientras Aída y Powaqqatsi terminaban de acomodar sus cuerpos en aquella su pira ceremonial.   Había acabado ya de guardar armas y demás en la carreta de Failin y se hallaba ya listo para continuar.  Estaba extrañamente reflexivo, incluso después de sorber un trago de ese aguardiente que había recuperado tan bien al druida, y de recuperar una pinza del cangrejo como recuerdo y para vender más tarde.

Miraba al horizonte, mirada perdida, encontrada. 

Los muertos de las batallas siempre se quedan así, inclusive en otros lugares de Sharn.  Fantasmas recordándonos de las estupideces de guerras pasadas.  Adviritiéndonos de no volverlas a repetir.  Si tan sólo más los pudieran escuchar. 

Regresó, olvidadizo, al presente, como siempre hacen los humanos.  Y es que Finn era parte humano, inevitable. 

Inevitable.

¿Y bien Failin, ahora por donde? 

Notas de juego

Esa pieza de Jordi Savall me conmovió y no podía dejar de ponerla aquí. 

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26/03/2017, 08:29
Alfrrik

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bebo dos de las tres pociones. Recupero 11 + 6 = 17 P.G.

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26/03/2017, 23:13
Daisy Sue Demonfly

Una última cosa antes de irnos...

Con extrema parsimonia, devolvió el mango de McBones a su lugar bajo el cinto. Con igual lentitud, tomó su arco corto. Los dedos avanzaron despacio hasta coger una flecha de su carcaj, y despacio la asentó en el arco.

Todo lo demás ocurrió deprisa. Daisy Sue alzó el mentón, y también los brazos, apuntando hacia arriba. Su flecha salió disparada hacia el primo de Ch'om que volaba en círculos.

Es solo por si el pajarraco es uno de esos cachibachis violadores que hay en el pecho de los seguidores del Señor de los Filos, pa que no ande a dicir por ahí cosas de nosotros.

No fue el disparo más atinado de la historia. Ni siquiera de la historia reciente. Skully McBones hasta podría hacer chistes con la mala puntería de Daisy Sue Demonfly. De hecho, se le estaba pasando por la cabeza uno en ese mismo instante.

Novata-dijo a Adia-. Guarda tó en la mochila mágica de Howards.

- Tiradas (1)
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27/03/2017, 00:04
Adia Ringëril

   Su mirada perdida, su actitud hosca y lejos de cualquier rastro de alegría. Adia ignoró, por activa y por pasiva, los intentos de la semiorca por saquear los cuerpos de los caídos antes de que ella misma pudiera despojarles de sus pertenencias con más respeto y el honor que se merecían. Por supuesto, también prefirió dejar pasar los gestos de mal gusto de aquella bruta, como el de limpiarse en uno de los cadáveres de su pueblo. No, en lugar de entrar a discusiones sin sentido, peleas que no irían a ningún lado, siguió con su tediosa tarea, apilando cuerpos, llorando en silencio por los caídos, cada vez más y más retraída, mientras que sólo la suave tonada de Finn lograba mantenerla con un pie en la realidad. Fue un largo rato, cansado y triste, pero fue necesario y no se arrepintió en ningún momento. Cuando acabó, agradeció a los demás el haberla ayudado – algunos más que otros –, y se alejó unos pasos, observando, hasta que la música se desvaneció al fin, y con ella muchos recuerdos de su infancia. Antes de que el último de estos desapareciera, cogió uno de los viales de fuego de alquimista que llevaba ella en el cinturón y, tomándose su tiempo y tras una oración a la Corte Eterna, lo lanzó. Las llamas lamieron la carne muerta, y ahí acabó todo. 

   De nuevo en la carreta, observó entonces el tesoro. No prestó atención a casi nada, ni puso objeción alguna a que cada uno cogiera, bebiera y guardara lo que hiciera falta. Sin embargo, la cimitarra doble, de exquisita manufactura élfica, si llamó su atención, y sin pedir permiso, tal vez atraída por el único recuerdo que de aquella masacre quedaba, la cogió para probar su peso y hacer un par de movimientos.

   – ¿Os...? – Daisy, siempre tan suya, habló interrumpiéndola, guardo a Skully, sacó su arco, y disparó al cielo. Tardó unos segundos en comprender lo que hacía, pues casi se había olvidado del buitre, y tampoco la importaba demasiado, pero de todas formas supo en cuanto la flecha salió que jamás daría al pajarraco. Como fuera, carraspeó, y una vez la otra acabó de hablar y dar órdenes con sus ladridos habituales, siguió con su pregunta –. ¿Os importa que me quede esto? – lo cierto es que llevaba más acero encima del que iba a necesitar, pero aquél arma era de su pueblo, y veía bien hacerle un hueco. Además, aparte de su arco, ninguna de sus otras hojas era de tan buena calidad.

   Mientras esperaba una respuesta, que esperaba fuese afirmativa, fue, de todas formas, guardando las cosas que había aún ahí, lista para irse en cuanto estuvieran.