Partida Rol por web

Al fín habían hecho caer al último de los rivales, que sin duda había resultado más dificil de lo que esperaban todos. El humano se acercó al cuerpo del caído, que boqueaba, atragantado en su propia sangre por la última estocada que Kyra le había conseguido encajar. El paladín no reaccionó ante la victoria con la misma garra que lo había hecho durante el combate. Su energía y palabras eran un fin, pero no un objetivo. De estar en otra situación se hubiera planteado curar a aquel desgraciado, quizás para apresarle, educarle y darle una segunda oportunidad. Sus dedos tocaron el vial sanador de su bolsillo, sopesando si merecía la pena. Pero malgastar aquella curación teniendo en cuenta los peligros a los que se enfrentaban él mismo y sus compañeros, ante enemigos mucho más despiadados, no parecía justo ni correcto.

- Que Hieroneus sopese tus faltas y te permita redimir tu alma inmortal por tus errores... -dijo el paladín cerca del rostro de aquel agonizante hombre que había errado miserablemente en su toma de decisiones vitales- En nombre de la luz de su justicia, yo te perdono y te libero para el eterno descanso. -y tras hacer un gesto de bendición, tomó si espada por la cruceta, con el filo hacia abajo y segó del todo la vida del yaciente con un golpe seco, acabando con su agonía y sufrimiento.

Tras esto, limpió su espada de la sangre y adoptó una postura protectora, aun con el escudo en alto, sobre aquellos que aun estaban caídos.

- Comprobad si están estables. Mientras yo vigilaré que no aparezca nadie y nos pille por sorpresa. -dijo refiriendose a Umber y Qualion- Me queda una pócima de emergencía y algún jirón de poder de sanación, pero ved si aun tenemos viales, o si este pobre inféliz... -señaló al hombre que acababa de rematar y dar la extrema unción- ...tiene algo que podamos usar para nuestros caídos. Si no hay opciones, avisadme: no reservaré mis dones ni mi vial de ser necesarios.

Tras la caída del último enemigo, Khala se permitió respirar, no era consciente del tiempo pasado desde que empezaron a pelear, pero estaba agotada, pero aún no tocaba descansar, estaban aquí para investigar, por lo que Khala se puso a rebuscar entre los enemigos, debían de tener pertrechos para estar en esta zona olvidada.

- ¿Estáis todos bien? Esto ha sido duro.- mientras recuperaba el montón de flechas disparadas.

En vistas de que nadie le hizo el menor caso, bufó por lo bajo y volvió sobre sus pasos, abriéndose paso hasta llegar a Umber. No pensaba gastar más pociones de las necesarias, por lo que hizo lo que le parecía más lógico: curar al que curaba. Del resto se encargaría él.

Por fin kyra mató al último esqueleto guerrero y a sus pies estaba Umber inconsciente... La muchacha guardó su espada en su vaina que la tenía posicionada a la espalda. A continuación guardó su escudo que lo colocó en tiras de cuero que llevaba apretado también a la espalda. - Hay material de curandero en el equipo, si alguien tiene pericia en curar que lo intente. Comentó echándose a un lado y dejando que alguien examinara a Umber.

Una vez que se hubo apartado y dejando que Mercy u otro ayudara a Umber comentó señalando hacia el gran edificio. - Hemos encontrado el taller de la casa Cannith es ese gran edificio donde encontré a Khala inconsciente. ¿Khala que te pasó? Preguntó a su compañera... Después otra vez se dirigió a todos: - Los planos que hemos venido a buscar deben de estar allí aunque escondidos. Dejó su argumento al aire mirando a todos esperando posibles respuestas.

¿Khala que te pasó?

- Nada raro, entre en un edificio a observar, vinieron por mi y me dieron muchos golpes hasta que ya no recuerdo nada más. Ahora podemos ver todo sin que nos ataquen.

De a poco, el mundo volvió a aparecer frente a mis ojos

-¿Qué... que pasó? -pregunté, todavía algo confundido por la conmoción, mientras me incorporaba y trataba de comprender lo que se estaba hablando.

-¿Allí está el taller? -dije una vez que pude comprender el reporte de Kyra- Pues sugiero que tomemos un descanso y luego vayamos allá.

Escuché sin demasiado interés lo que iban comentando los demás. Tras la labor curando a Umber, tomé asiento en una de las columnas rotas cuya superficie fuera lo suficientemente pulida como para que resultase cómodo sentarse en ella.

—Iremos a investigarlo tras descansar— mi tono era calmado y frío, pero no daba lugar a disputa. No iba a admitir lo agotada que me sentía, y suponía que no era la única.

- Si, lo mejor será tomar un breve descanso para recuperar el aliento -acordó Pailys, terminada su tarea de rematar al soldado enemigo tras bendecir su alma en busca de un perdón divino que no se había ganado realmente. Luego dirigió su mirada a todos en el grupo- Disfrutad el descanso. Vuestro espíritu ha sido firme y habeís peleado todos muy bien. Desde luego mejor que yo... -añadió, con una sonrisa y un cabeceo de aprobación, sumado a cierto tono de orgullo paternal en sus palabras. Entonces, viendo que algunos de los combatientes estaban mejor de lo que aparentaban, delegó su tarea de vigilar en ellos y tomó el equipo de sanación, para atender a los heridos. Si había que combatir más, al menos que les pillaran con los vendajes limpios.

 - Vale descansad pero no aconsejo hacerlo mucho, solo para recuperar aliento, podremos descansar en el taller. Si aquí ha habido muertos vivientes quiere decir que este suelo está maldito por tanto pueden salir más de esos seres, y hay dos convalecientes en el grupo para poder hacer frente a otra horda de grupo más. Lo mejor será desplazarse al taller tras las curaciones pertinentes a nuestros camaradas sería lo más sensato creo. Comentó a los demás al dar su punto de vista.

Me encogí levemente de hombros, de manera apenas perceptible mientras dirigía mi mirada a Kyra. No le faltaba razón, no era un lugar seguro para quedarse a hacer un pícnic. —Al menos, que los que están inconscientes estén para continuar hasta el taller. No estoy por la labor de arrastrar a nadie.

Viendo lo que le costaba reaccionar, poco me faltaba para darle con el reverso de la mano a Umber para ver si así conseguía que terminara de espabilar.

- Si, sin duda será lo mejor desplazarse hasta el taller y replantearnos cual será nuestro siguiente paso. -acordó el paladín ante la sugerencia de Kyra- Este combate nos ha costado más de lo que debería, y quizás una nueva estrategia sea necesaria para abordar un nuevo asalto. Voy a ocuparme de Qualion.

Entonces el paladín se arrodilló junto al elfo y poniendo sus manos sobre él invocó el poder de su dios. Sus manos se iluminaron con la luz de su fé y aunque poca, le proporcionó al mago la curación que pudo para sanarle.

- Este sitio parece importante para ellos, registremos un poco, puede que encontremos algo interesante y que nos de una pista.

Después de curar a los heridos y descansar un poco, vais al taller del que hablan Kyra y Khala. No sin antes registrar a los dos hombres muertos.

La mujer lleva puesta una cota de mallas, en su brazo aún lleva su escudo pesado de acero con el símbolo de la garra esmeralda, una espada larga está al lado de su cuerpo. En su cinto hay una daga y un saquito con 12 mo y 5 mp. Lleva un vial que no sabéis de que se trata.

El hombre lleva puesta una cota de mallas, un escudo pesado de madera, un mangual, una ballesta ligera, 15 virotes, un cetro solar, documentos acreditativos y un saquito con 5 mo y 6 mp

Este gran edificio, construido con muros de mármol rojo, posee el símbolo de un yunque y un gorgón grabado sobre la piedra angular de su arcada de entrada; el símbolo de la casa Cannith. Aunque las paredes exteriores están intactas, queda poco más del edificio. El techo, las puertas y los pisos superiores han quedado reducidos a cenizas y escombros. Se puede ver luz emanando de su interior.

En su interior, una gran sala de 50' de ancho ha sido limpiada en su mayor parte del vidrio y escombro que habéis visto en el resto de la villa. El suelo emerge de entre el vidrio quebrado, hecho de mármol rojo y decorado con un diseño de bajorrelieve. 

Kyra asiente ante las respuestas de sus compañeros. Es una mujer con facciones duras de baja estatura y robusta. Puede parecer una enana dado el caso, pero sería la más alta del pueblo enano. Ve que aquellos dos muertos fueron antes hombres con sus armaduras y su equipo. Observa que los dos llevan mucho equipo: - Sería un error dejar este equipo aquí. Comentó la guerrera que a continuación vio si estaba en perfecto estado las armaduras y tomó una cota de mallas que se la quitó a la muerta. Se la puso quitando aquellas partes de su armadura anterior que la molestaban. Después cambio su escudo por el escudo pesado de acero con el símbolo de la garra. Tomó también el dinero de la mujer con el saquito y lo guardó en su mochila junto con el vial que lo cubrió para que no se rompiera con su manta, y la daga que se la puso al cinto. También tomó del otro cuerpo del hombre el dinero junto con el saquito, el documento acreditativo, la ballesta y los virotes. - Por favor lo guardo pero si alguien quiere que me lo pida, la otra armadura y armas las dejo aquí veo un impedimento transportarlas pero si alguien puede utilizarlas y les viene mejor...

Kyra después se acercó al edificio viendo que todos podían andar y una vez allí examinó el suelo y las paredes. - Estoy segura que las notas están aquí pero estarán ocultas o en el suelo o en la pared, o en algún otro mobiliario que posea este edificio. Será mejor examinarlo con prontitud, creo que este lugar maldito no nos dará mucho tiempo más. Comentó la guerrera y examinó la estancia viendo posibles sitios ocultos.

Aún conmocionado por las heridas y la cercanía de la muerte, el joven Umber se movió durante un buen rato como una suerte de alma en pena sin apenas hablar ni decir palabra. Únicamente se limitó a usar sus poderes de sanación para ayudar a cuantos le rodeaban y cerrar sus propias heridas. Era consciente de que los dones de su maestro bastaban para volver a poner a todo el grupo en movimiento, pero jamás curaban las heridas del todo. 

Una vez hubieron llegado al taller, asió su escudo y su espada con cierta precaución mientras miraba hacia todas partes en busca de cualquier atisbo de hostilidad.

-Deberíamos darnos prisa.-Dijo rompiendo su largo silencio.-No me gustaría que más de esos seres vinieran a por nosotros... si bien es cierto que este lugar parece algo más fácil de defender. 

Siguiendo los pasos de Kyra en el saqueo, tomé el cetro solar del cuerpo del hombre, lo único que no parecía haber interesado demasiado a la "manos-largas". —Más tarde investigaremos lo que lleva ese vial— indiqué tras un cabeceo.

No estábamos en posición de seguir perdiendo más tiempo y, en vistas que los demás parecían ir espabilando y curándose/nos, era momento de continuar.

En vistas del edificio, o lo que quedaba de él, crucé los brazos con el ceño fruncido. —Aquí hay poco que hacer— o al menos eso era lo que parecía a simple vista. ¿Por qué estaría todo tan destrozado y quién se habría encargado de limpiar el piso? Sin alejarme demasiado del grupo, traté de detectar algún rastro de magia.