Partida Rol por web

Umber asintió ante la decisión de ir por el túnel propuesto por Pailys. A fin de cuentas ya había expresado que cualquiera le parecía bien.

El túnel les llevó a un callejón sin salida. Uno descartado, penso el caballero. A priorí, después de echar un vistazo más pausado, encontraron un símbolo de un dragón.

Imitando a sus compañeros, Umber hecho mno a la maza. No la descolgó, pero si que la agarró con firmeza por si tenía que hacerla silbar.

-¡Kyra, estás bien! -Exclamé mientras me precipitaba a detener su caída. Cuando pasó el susto, miré denuevo la trampilla- Parece que tiene alguna clase de trampa mágica. Tendremos que descubrir la forma de desactivarla. Una vez que lo hagamos, tal vez funcione el cetro. Por el momento, es un callejón sin salida. Intentemos con el segundo túnel. Tal vez podamos averiguar algo sobre la trampa.

- Parece que tendremos que encontrar otra manera de entrar, mejor explorar todo, seguro que hay algo que nos ayuda.

-Estoy bien -dice Kyra, esta maldita cosa me ha electrocutado

Umber saca su maza por si es necesario, pero sigue a Khala y Qualion que proponen mirar en el otro callejón. El lugar es exactamente igual que el anterior, incluso tiene la misma trampilla con la marca de esmalte azul 

-Parece que sólo nos quedan dos alternativas -observé- Probamos denuevo con el cetro, esperando que no haya otra trampa, o vamos por las escaleras

—Probaré yo— tomé el cetro y lo acerqué al ojo de la cerradura. Quizás hacía falta ser un mago para que la trampa no se activase... O quizás me terminase electrocutando yo también.

Había que probar.

Mercy probó a introducir el cetro, al igual que la vez anterior, encajaba perfectamente, pero una vez más una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo dejándola gravemente herida

- ¡Maldición! - Dijo retirando de aquel lugar a la mujer, Mercy, que acababa de haber sido alcanzada de igual forma que su otro compañero por aquella trampa.

- Ni se os ocurra intentarlo a ninguno de vosotros. Es peligroso. Probemos por otro camino, al suroeste, antes de las escaleras, y si damos con otra cerradura igual propongo no tocarla directamente para evitar más accidentes.

Después de aquello Pailys comprobó si su camarada podía ponerse en pie y trató de reanimarla como podía, acercándole un poco de agua y tratando de espabilarla.

- ¿Y si probamos con unos guantes de cuero que no permitan pasar la corriente?, es una idea quizás así podamos girar por completo la cerradura y descender. ¿Probamos? 

No estaba de buen humor, ¡acababa de electrocutarme! Por suerte, seguía consciente como para regruñir un poco e intentar incorporarme. —No es una trampa para no-magos— confirmé mientras tosía. Dichosa trampa...

La idea de Kyra era, pues, la más acertada. O al menos eso esperaba. —Podría funcionar— pero si no era una trampa corriente, podría ser más de lo mismo. Sin embargo, había que intentarlo. La curiosidad ahora era fuerte en mí por saber qué guardarían con tanto cuidado.

- Lo mismo hace falta otra palanca, y tirar de las dos a la vez, parece un sistema un poco complicado para un lugar como este.

El segundo intento por parte de Mercy tampoco funcionó. Se llevó otra descarga. Si buscaban un voluntario para un tercer intento, mejor que no contasen con Umber.

Que hacer ¿Abogar por la idea de Kyra o seguir mirando la cueva?

-Probemos los otros caminos antes- Sugirió el joven caballero en su tono habitual

-Pues... si recuerdo bien... sólo nos quedan las ecaleras. Vayamos por ahí. Puede que allí encontremos la forma de desactivar las trampas.

Cuando os dais cuenta de que no hay más lugares por allí, bajáis las escaleras, allí os encontráis con dos nuevos caminos, un pasillo y unas escaleras que descienden

Como cuando venían de la planta de arriba, al paladín le parecía la mejor opción explorar los alrededores de aquella planta, antes de bajar nuevamente por otras escaleras.

- Revisemos esta planta antes de bajar, como hemos realizado arriba. Eso si, si vemos otra placa metálica con cerradura, mejor será que la dejemos pasar... - Adelantó.

Mientras avanzaban, Pailys se concentraba para usar sus poderes sagrados. No quería que nadie del grupo fuera sorprendido ni cayera en una trampa que pudieran evitar.

Mientras avanzaban, me puse tras Umber y le di unos toques con el dedo en el hombro. Con su armadura apenas notaría nada, pero mi uña sonó lo suficiente como para llamar su atención.

—Vendría bien que te ofrecieras a sanarnos— miró a Kyra. No sabía cómo se sentía ella, pero yo prefería prevenir ante inminentes batallas.

Ante la propuesta de Pailys asentí. Si había otra cerradura en la que meter el cetro, no me ofrecería voluntaria de nuevo. Procuraba no ser de las que se tropezaban dos veces con la misma piedra.

-Estoy de acuerdo -respondí a Pailys- Sólo espero que hallemos algo interesante allí. Esas trampillas con magia de electricidad están resultando bastante frustrantes.