Partida Rol por web

Flogdegnurt dió un respingo al escuchar los gritos que provenían de su espalda. 

¿Y ahora qué...?-Pensó mirando hacia atrás con el rabillo del ojo, para descubrir que varios esclavos venían en su ayuda. La situación parecía complicada. El brinchie recién llegado parecía en peligro de muerte y el ogro grandote parecía que tampoco iba a pasar de esta, pero para el resto podría haber una oportunidad si lograban reagruparse. La llamada de Norm parecía haberle leído sus pensamientos. El goblin no tardó en actuar en consecuencia y retrocedió hasta alcanzar a los esclavos, desde donde disparó una flecha intentando alcanzar a los enemigos. Aún a semejante distancia había posibilidad de herir a alguno de ellos. 

La flecha golpeó contra el escudo de uno de los soldados, donde se quedó clavada sin mayor consecuencia. El goblin se mordió el labio inferior con rabia, hasta que lo hizo sangrar. 

Finalmente Abot logra encontrar un hueco para lanzar el chorro que pasa rozando los codos de Yabiz. La operación es un poco justa y el cono sale algo alto con lo que la mayoría de los soldados logran agacharse para esquivarlo. Sin embargo tanto el oficial como el soldado más adelantado son alcanzados por el chorro, aunque el oficial parece sobrevivir con una fea herida.

Los soldados avanzan cautelosos hacía los exploradores.

Mientras, al mando de un grupo de 4 nuevos soldados y otros 4 ratzin, Braz'is alcanza el lugar de batalla. Escupe al suelo y dice:

- Cobardes. Sabía que no teníais honor ninguno - comenta - Si os queda algo de vergüenza cumplir vuestra palabra y tirar las armas.

Los soldados continuan deplazandose con cuidado, varios de ellos intentando sobrepasar a Varag y Bastia, otros tres cargan centran ellos. Varag frena a dos que golpean con fuerza su escudo de forma que este le alcanza en la cabeza, Bastia no es tan afortunado y recibe un tajo en el hombro.

Braz'is y su oficial avanzan cubriéndose con sus escudos.

Los Ratzin se lanzan a cuatro patas al combate adelantando con facilidad a los soldados.

Dos de ellos atacan a Varag, pero la nueva armadura del guerrero se muestra bastante efectiva. Bastia se encuentra en una situación complicada, rodeado por todos lados, sin embargo se defiende como loco sin dejar que nadie se le acerque.

Uno de los ratzin elude la primera fila de combate y se lanza hacia lo que parece una presa fácil: Abot. Sin embargo el monje esta rápido y para con sus brazales los ataques del demonio.

Norm retrocedió después de dar la orden de que le siguieran. Una retirada táctica permitiría que todos sobrevivieran, hicieran grupo con los esclavos e hicieran un contrataque efectivo...

Y por supuesto, hicieron lo que les dio la gana y se quedaron a defender a Ragnar. Vale que era Ragnar, que no era el ogro ni Yabiz (de los que habían pasado sin problemas) pero esos errores tenían la culpa de la mayor parte de las muertes en batalla. No obedecer a tu oficial hacía que murieras pronto. 

Un ratkin llegó a atacar a Abot, su espada no mordió sangre, Norm dedicó su siguiente flecha al demonio, haciendo que mordiera el polvo. 

Varag aguantó el embiste de los soldados, flexionando las rodillas mientras los golpes aplastaban el escudo contra el. En cuanto notó que el empuje inicial desfalleció, empujó con el escudo, atravesó la garganta de un soldado de un rapido tajo, aplast la cabeza de un demonio rata de una patada y con un movimiento circular cortó en dos a la otra rata, chocando la espada contra la de Bastia, en la misma trayectoria. 

Llevaté a Ragnar! - le dijo, mientras esquivaba un mandoble de otro soldado y daba un golpe en la cara con el pomo a otro.

- Cobardes. Sabía que no teníais honor ninguno - comenta - Si os queda algo de vergüenza cumplir vuestra palabra y tirar las armas.

Nuestra palabra? Cuando dijimos que tirariamos las armas? No deberias haber vuelto. Moriras hoy.

Bastia acabo con la rata a su lado de un certero espadazo pero el humano esquivó su garra con facilidad.

Miró a su alrededor y vio que la situación parecía estar más equilibrada pero que no podría llevarse a Ragnar en ese momento.

¡Llevaoslo! - gritó a sus compañeros sin apartarse de Varag.

¡Llevaoslo! - gritó a sus compañeros sin apartarse de Varag.

Bastia, no hay nadie mas. O te lo llevas o morirá! - le dijo el orco viendo la cantidad de sangre que salia sin prisa pero sin pausa del cuerpo del brinchie caido.  - No te precupes por mi! Vete, insensata!

Bastia miró a Varag y a Ragnar y pugnó internamente si dejar morir al novato para ofrecer su apoyo a al orco o tratar de salvarle.

Decidió que Varag tenía alguna posibilidad mientras que Ragnar dependía de su ayuda por lo que, con las fauces apretadas, asintió y agarró al brinchie con la garra ensangrentada, echando a correr hacia sus compañeros.

Abot esperó a que Bastia alcanzara su posición, ayudando a que se pusiera en el grupo norte. A continuación se inclinó sobre el otro brinchie sacando del bolsillo interior de su capa una caja de madera de considerables dimensiones. Abrió la parte superior y extrajo una redoma. Volvió a cerrar la caja rápidamente y la guardó de nuevo.

- Rayas, esto escuece, pero ¿lo prefieres a la cálida placidez de la muerte? Yo creo que no. Al final le estás cogiendo gusto a esto de ver el túnel de luz. Cuidado que es adictivo y cualquier día no vuelves. 

Abrió la redoma, vertió su contenido en las manos y se las frotó. El líquido era verde y viscoso. A continuación pasó las manos en círculos sobre las heridas de Ragnar, una mano en cada herida. Olía increíblemente mal y el brinchie hizo una mueca de desagrado.

- ¡Eh! ¿Conoces algo que cure y huela bien? Esto huele peor que el sobaco de Varag lleno de sudor de Flog, pero cura de la h***ia. Dentro de un rato me lo agradecerás.

Rápidamente se levantó de nuevo y se limpió las manos en las perneras para volver a ponerse en guardia

Flogdegnurt se sentía frustrado. Sus pequeñas flechas batían contra los escudos de aquellos soldados incapaces de traspasarlos. Sin embargo aún quedaban dos ratas que hostigaban a Varag. Pensó que quizá, con un poco de suerte, podría llevarse al menos a una por delante. 

Disparó dos flechas. 

Venga, campeón, que aún te da tiempo a demostrar de lo que eres capaz... - Bastia hablaba a Ragnar mientras le tendía la garra para ayudarle a levantarse pero miraba a Abot y asentía, agradeciendole su gran ayuda al grupo de Exploradores.

Los esclavos se pusieron en posicion defensiva protegiendo a los Exploradores Grises, mientras esperaban al resto de refuerzos. 

Varag, rodeado de enemigos estaba un poco mas adelantado, intentando ganar un poco mas de tiempo.

Bastia y Varag se retiran tras hacer una masacre entre los imperiales arrastrando a Ragnar.

En cuanto le acercan el brinchie Abot hace sus magia más poderosa para cerrar sus heridas y traerlo de vuelta al combate.

Mientras los primeros esclavos se unen a la batalla, preparados para aguantar la carga. Una nueva ola de esclavos se acerca desde arriba.