Le devolví el saludo a su vez y activé el mío propio, para ponerme en guardia y observarle atentamente, evaluando sus movimientos. Esta sería una buena manera de juzgar su carácter, al poder analizar su estilo de esgrima...
Los duelos de entrenamiento no son combates reales, son como danzas, que buscar mejorar el control y la destreza, tratando de aproximarse lo más cerca del adversario sin herirle. En un suplemento de D20, llamado el Poder de los Jedi, viene explicado mejor...
Prefiero que las sesiones sean solo narradas, si te parece bien, ya que en ningún momento buscamos descuartizarnos el uno al otro ;P . Basicamente, lo que hacemos es "danzar". ¿Me explico?.
Será como desees.
Aunque ese estilo de entrenamiento no es el único. Considera que el sable de luz de entrenamiento existe justamente porque a veces la única forma de mejorar es desafiarse. Además la Orden siempre mantiene el conocimiento de sus mejores duelista pues es los desafíos y combates son muy comunes, sobre todo entre los más jóvenes.
Uis, gracias Roogbor, la verdad es que me apetecía algo que echarme a las tripas, le hace un guiño, como andan los demás, sigue buscando protagonismo ese aprendiz, mientras saborea un pedazo de comida añade con la boca llena, es que a ratos es cansino, por muy jedi que quiera ser ha de madurar mucho, y traga acompañado de un trago de agua.
Voy a repasar otra vez los datos, así ocupo la mente en algo.
Balael parecía tener hambre de verdad, era curioso como algo tan pequeño podía comer tanto. Por lo visto todo marchaba bien y por sus palabras el novato Jedi no es que le hubiera caído muy bien, por mi parte lo más molesto era que hablaban mucho, pero no parecían mala gente, salvo la pelirroja.
Brruheaaagh-Preeeaaa-Jiuoaaaa-Mauui. Le digo a Balael mientras parece que vuelve a mirar los números. No había que ser alguien listo para darse cuenta.
Va el tema es que hablan demasiado. Lo unico me parece que algo peligroso nos espera, una colonia barrida no puede ser nada bueno. Ah por cierto el armamento de la nave esta bien como los motores.
Ya, pero somos Padawanes, no vamos a ir en serio a lo bestia ;P
Narra primero un duelo y luego yo haré otro, ¿te parece?.
La verdad es que prefiero dejártelo a ti. Narra como gustes.
Es que yo solo me parece un poco impersonal, además, se supone que vamos a pasar entrenando 6 días, no vendrá mal que cada uno aporte alguna idea sobre que hacemos durante ese tiempo... Por ejemplo, a mí solo se me ocurre entrenar con el sable de luz, mover objetos con la mente y meditar. Seguro que a ti se te ocurren otras cosas aportar... Además, que un doble post me parece una cafrada ;P
Hoy había sido un día intenso, quizás demasiado... El cansancio se apoderaba de mi alentado por el silencio del espacio exterior, había muchas cosas en las que pensar pero era conveniente descansar mientras pudieramos. Una vez estuvieramos en la colonia las cosas podian ponerse dificiles y era grato poder descansar sin tener un blaster bajo la almohada...
El duelo es como una danza, que fluye como el agua, de igual forma que La Fuerza fluye a través de nosotros. Nos movemos en perfecta armonía, sin buscar herirnos, haciendo que cada uno tengas que esforzarse lo mejor posible en evitar herir a su contrincante de duelo. La primera sesión, que dura horas, aunque para nosotros parecen durar solo unos minutos, es pura poesía en movimiento...
Parece que todo esta bien, dejaré que el driode controle, el rubo esta ya establecido, cualquier cambio o irregularidad que me sea informada, dicho esto, se adentra en las entrañas de la nave, y observa a los pasajeros, parece que los dos padawans se han ausentado.
Se sienta en una de las sillas de la mesa y hojea una revista de naves, en la sección de gangas le parece interesar alguna de las que lee, y suspira entendiendo que de momento es solo un sueño poder pagar los creditos suficientes como para hacerse con una.
/a la zona común.
Pese a su falsa humildad, D'Angbar oculta un feo secreto, un defecto de carácter y es su orgullo por sus habilidades.
En sus manos el sable de luz parece moverse de forma torpe y titubeante, pero eso es sólo una fachada, un engaño. Siempre parece estar enmedio, estorbando el ataque enemigo, y cuando tiene que cortar, lo hace con la precisión de un hacha de verdugo cayendo sobre un tocón. Y con la misma potencia.
Todo parece ir bien, ninguna alerta, sin duda esta siendo un trayecto tranquilo, apenas parecía haber tránsito y poco a poco cada uno se dedicaron a sus cosas y quehaceres haciendo de esta nave un lugar sereno e incluso a ratos algo soso.
-¿Alguien quiere jugar una partida de cartas? dijo en voz alta alzando una baraja que tenía a mano. conocen algún juego, algo ágil para mantenernos despiertos.
Bloqueé su último ataque, mientras le comenté, ceñudo:
- Cálmate, solo estamos entrenando, no soy tú enemigo...
Solo faltaba que nos hiriéramos en una sesión de entrenamiento cuyo objetivo es no herir a su compañero...
- Creo que será mejor pasar a mover objetos con la mente, ¿no crees?.
Una vez más, mis sospechas sobre el comportamiento de D'Angbar vuelven a tomar forma. Su estilo de lucha dice mucho de él, demasiado, y temo lo que esta misión puede acarrear al grupo si finalmente mis temores se cumplen... Deberé de tenerle muy vigilado, por el bien de todos. Lo que faltaba, como si no tuviéramos ya bastantes problemas...
Los días transcurren en calma mientras cada uno de los tripulantes de la nave intenta utilizar su tiempo de la mejor manera posible mientras la nave atraviesa la galaxia surcando el hiperespacio a una velocidad impresionante.
Durante estos días poco se ve del par de Padawans, que parecen estar entrenando en solitario en una de las bahías de carga. Balael juega a las cartas con quien quiera hacerlo, quien generalmente no es otro que su fiel compañero Roogbor. Sake y Nina no son tipos muy habladores y parecen concentrarse más en su equipo y preparación que en compartir con el resto de los pasajeros. Haka pasa muchas horas al día en su camarote encerrado, excepto en los momentos en que comparte con el resto.
Las comidas, donde todos se sientan y comparten, tienen pequeñas conversaciones casuales aunque de vez en cuando se deja entrever un poco de atmósfera tirante, pero pronto es ignorado por todos, mientras intentan aprender a convivir en paz y enfocados en la misión que les une.
Doren reapareció poco después y pasó por alto todo el incidente del primer día. Luego demostró ser un tipo bien sociable y muy dispuesto a jugar una partida de cartas con cualquiera que tenga ganas. Siempre dispuesto a la risa fácil y a ayudar en lo que pueda, la sombra de su amenaza como cambiaformas pronto se disipó bajo la realidad de una personalidad que invita a tenerle como aliado y amigo.
Los días pasaron así y antes de que lo notase, la nave salió del Hiperespacio.
Escena cerrada.