Partida Rol por web

Tras la siguiente puerta se encontraba una habitación idéntica a la anterior, solo que sin los detalles del bolso, las cajitas o la parte de la cama levantada...sin embargo, Trash oía un sonido, una especie de latido...y una sensación extraña que venía desde el armario el cual parecía mover levemente sus puertas, aunque ninguno de sus compañeros podía ver lo mismo que la joven estaba viendo en aquel momento.

Al entrar a la proxima habitacion note como despues de constatar que no habia nada interesante habia algo extraño en el aparador. Tal vez alguien oculto o era otra cosa.

Con el arma lista para disparar me acerque para abrir la puerta aunque una sensacion extraña de sosobra me invadia. Que demonios me pasaba?

Guardando el vial vacío de la poción en el bolsillo, pasamos a revisar la siguiente habitación. Contando ésta, ya sólo quedaba una más por revisar, dando por finalizada la exploración de éste nivel. Con eso aparte, la estancia parecía idéntica a la anterior pero no por ello me acodé sino que empecé a revisarla a conciencia. Si había encontrado un puñal bajo la almohada, a saber lo que saldría de aquí.

Al abrir el armario, Trash recibió una bofetada de aire en la cara que nadie más pudo percibir, tras eso escuchó como unas voces en susurros y delante de ella en la parte baja del armario aparecieron dos amuletos de ballena, solo ella pudo identificarlos y tomarlos antes de que Thaddeus diera el registro completo de la habitación, registro en el cual no encontró nada de valor o que les fuese necesario, salvo coger alguna tela para taponar heridas futuras, pero eso era algo que ya podía haber hecho rato atrás.

Al ir a la siguiente habitación, vimos que era extacamente igual que la anterior. Me percaté de que Trash actuaba algo extraña tras ir al armario que había en la habitación y abrirla.- ¿Pasa algo, Trash? ¿Ves algo raro?- Pregunté sin dejar de observar el pasillo por si aparecian enemigos al acecho.

Recuperando el enfoque despues de guardos los amuletos escuche a Helga.

- Eh? Huh? No, no, nada, no pasa nada, solo sentí algo extraño, como una presencia pero se desvanecio. Tal vez sea mis nervios, mejor continuamos...

Y me prepare para continuar hacia la primera habitacion del lado derecho tras salir al pasillo. No habia tiempo que perder. 

Al abrir la puerta veís que da a un pequeño rellano alfombrado de tonalidad verde que da a una escalera estrecha de descenso hasta una habitación que parece estar en penumbra, aunque un rayo repentino de la tormenta filtra un poco de luz a través de una ventana tapada y podeís ver algún tipo de cadenas colgando del techo y telas en una especie de tendedero.

Ahogo un poco la sorpresa imaginando atrocidades que se pueden hacer con esas cadenas.

¡Son tan malditos asi?

La iluminacion era muy poco como para poder ver en concreto y aun habia habitaciones que revisar en ese piso pero no podia quedarme tranquila sin saber que habia abajo asi que enfrente la escalera en descenso para bajar lentamente y con cuidado.

Con revolver en mano y asegurandome de que de ser necesario mis compañeros me ayudarian.

-¿Que haran esas cadenas ahi?- me pregunté, pues no era un sitio habitual donde tenerlas. De momento era el momento de explorar la habitación. De momento seguia vigilando, nunca se sabia que podrian hacer. -Aprovechad e investigad. Se os da mejor que a mi.- Con cuidado vigilaba el pasillo.

En su inspección por el lugar Trash descubre que en realidad esto es un taller, las cadenas sirven para hacer girar una especie de grúa que sube a través del agujero desde el sótano la ropa desgastada, por alguna razón en este taller hay grandes cubas de madera con lejía donde parece que las limpia o quitan el color, y luego las ponen a secar en la oscuridad.

Entre los diversos objetos de utilidad encuentras múltiples ganchos de unos 15 centímetros que une las cadenas a la polea, las propias cadenas y rodeado por dos sábanas blancas ya limpiadas, un elixir de Sokolov (recuperador de vida).

El lugar, desde nuestra posición, tenía toda la pinta de sala de torturas o algo muy de ese estilo. Por esa razón me quedé un tanto descolocado cuando, tras bajar junto a Trash, resultó que la sala era una… ¿lavandería? El arquitecto debería de aprender a no diseñar cosas que den tan mal rollo.

“Un… ¿siniestro lavadero…?”, murmuro, ladeando la cabeza mientras veo uno de los muchos ganchos afilados. Más parecía esto un matadero que otra cosa.