Partida Rol por web

No pude evitar arquear una ceja y mirarle de soslayo por su comentario, cada vez me caía peor y lo peor es que creo que le importaba bien poco. No pude evitar gruñir de nuevo a lo que dijo.

-Yo también preferiría otra compañía, hasta las ratas rabiosas son más simpáticas- le solté sin mucho tacto y me asomé a mirar qué dibujaba, entrecerrando los ojos. No había visto algo así en al vida. -¿Y cómo encuentro esas cosas? ¿Dónde están?

-Vaya, me parece que vamos a tardar en tener nuestras herramientas... Que lastima.- dije algo decepcionada. Reconozco que la misión era seria, y hasta peligrosa... Pero el hecho de enfundar un arma de metal contra un adversario, jugandonos la vida... Era algo que siempre me atraia. Pero de momento, quedaba esperar. -¿Hay alguna habitación mas del cuartel que debamos visitar? Lo digo para hacer tiempo.-

Al escuchar que ese tal Christopher no estaba, miré a mi alrededor para encontrar los sillones donde habíamos estado sentados antes y una vez los localicé, sin decir palabra alguna fui a sentarme, saqué los informes que nos dejó Add para colocarlos sobre la mesa para coger el que estuviera encima del pequeño montón de informes y empezar a leer lo que había descubierto este grupo acerca de la gente que nos había tendido esta trampa.

-Es posible... dijo riéndose ...¿fuerón ellas quienes te enseñaron a comportarte así?... dejó el dibujo acercándotelo con la mano para que lo tuvieras ...existe un artefacto que sirve para localizarlos pero necesitaré algunas cosas para tenerlo listo hasta entonces trataré de tenerte informada, los incautos las compras como piezas de colección y los...bueno...los incautos de menos nivel al encontrarlas costruyen algo así como un altar para colocarlas.

El camarero rie levemente...-Eso depende de la perspectiva y la perspectiva puede cambiar con un buen trago o incluso...unos cuantos...si os sirve...aunque si quieren andar por la bodega, el embarcadero o cualquier otra parte pues libres son esto antes era un destilería y fábrica de toneles lo único que falta es uno de esos guías haciendo la visita.

Deduje, por lo que mencionó el tabernero, que no había mucho mas que ver en el cuartel. Fue entonces cuando vi a Robert sacar los informes de nuestros objetivos. No sería mala idea echarles un vistazo. Antes de ir a por el monton, pregunté a RRobert.-¿Me permites coger uno?.- Asi le echaba un vistazo, y haciamos tiempo hasta ver a Chris.

Al confirmarse mis sospechas de que no había nada más que ver por ahí, por lo que una vez me acomodé en el sillón, cogí un informe y empecé a leer. Al momento se me acercó Helga preguntando si podía coger uno "Por supuesto" me limité a responder sin levantar la mirada del documento que estaba leyendo en ese momento.

Evité gruñir para darle la razón ante su respuesta poco ingeniosa. -De donde vengo no es importante comportarte de forma correcta...- miré con dureza a aquel hombre, esperando que me diera la información que había pedido. -¿Un artefacto para localizarlos? ¿Has visto alguna runa recientemente? O cerca, quiero ver cómo son...- porque el que me lo contara estaba muy bien, pero quería ver una y saber si realmente valían para algo.

-Trataré de bucar algo...o quizás una réplica, he visto bastantes runas pasar cerca de mí pero nunca tuve una en propiedad... dijo Benedict lamentándose levemente de no haberse hecho con ellas ...bueno en cualquier caso, tú no vienes de ninguna parte en particular cuando acabemos incluso notarás que tu acento es mejor.

-¿Acento?- me volví a mirar cómo insistía con sus cosas, la mierda de la educación y mis modales. ¿Qué importaba eso ahora? Como si fuera a sobrevivir los suficiente como para que eso importara. -Eso no es importante ahora, las runas sí- insistí. -¿Cuándo fue la última vez que viste una de esas cosas y dónde?

-En el Gross point un barco de carga que estaba bajo el mando del actual Lord Protector lo tenían como una especie de medalla para protgerse de las tormentas ya sabes que la gente tiene muchas supersticiones... Benedict entonces dió un suspiro largo ...me he pasado un poco contigo antes...lo reconozco...

-Ya un poco...- dije ante lo de que se había pasado, con escepticismo. -Para querer enseñarme modales no es que tú seas un ejemplo de decoro y todas esas mierdas...- suspiré y negué. -¿Dónde está el barco? ¿Crees que podría robar la runa? ¿De noche quizás?- le miré, esperando más pistas. Lanzarme a robar algo vigilado sería como un suicidio y tan loca no estaba tras librarme de las garras de la muerte.

-Shhh...admito mi error pero cuidado con esas palabras, señorita... al hablarle del barco te miró de manera sarcástica ...en el puerto logicamente donde va a estar un barco sino en cuanto a lo de robar....lo primero es que las damas no roban...y lo segundo es que vas con lo puesto no conseguirías ni llegar al puerto.

Barbara: Bruja de edad indefinida pues es capaz de alterar su físico, principalmente emplea sus poderes con sacrifico...su localización más habitual suele hallarse en la vieja mansión donde habitan las brujas remontando la zona superior del rio, debido al inconveniente de su identificación de edad tampoco hemos podido determinar mucho, no obstante las chicas que toma para convertirlas en brujas suelen tener el patrón común de ser chicas de familias minimamente pudientes y no muy mayores.

El mil caras: No sabemos absolutamente nada de él, no tiene familia, ni rastro, es capaz de alterar toda su ropa y físico sobre todo facial para no ser detectado por lo cual es un enemigo terrible.

George: Es un hombre que roza la cuarentena se convirtió en jefe del servicio de espías sin más logros que infiltracciones entre las clases obreras para denunciar sindicatos y revoluciones, alto, de cabellos oscuros y constitución fuerte, fumador habitual de puros. Su casa es una edificación de tres plantas muy cercana al palacio en la zona noble en el número 8 del barrio.

Madame Coisec: Se trata de una mujer de unos 35 años con múltiples matrimonios a la espalda pero todos ellos finalizados con el resultado de un marido muerto, es una belleza de cuerpo esbelto, ojos claros, pelo de ebano y largas y bellas uñas que ha amasado una fortuna en casas y patrimonio de cada marido.

Shucster: Uno de los cuatro generales del imperio, hombre de estatura media de cabellera oscura y cana a la vez con profundos ojos oscuros, no es un general especificamente estratégico pero si es él que más tropas tiene a su mando de los cuatro generales por supuesto en sus planes siempre estaría la ambición de dominar todo el ejerctio vive en el palacio y es buen combatiente con la espada de una mano y también fue entrenado con pistolas.

Michael Gordon: Empresario de unos 50 años, casado por tercera vez con una mujer a la que ignora completamente, es un tiburón de negocios que ha absorbido a la competencia cercana siempre con tretas y sabotaje habita en la zona media de la ciudad donde ha unido varias casas para cosntruirse su propio palacete en la ciudad.

No supe qué decirle cuando dijo que las damas no robaban, yo estaba lejos de ser una dama y vivía de robar. Opté por callarme la boca un poco en ese momento.

-¿Qué le pasa a mi ropa para ir al puerto?- me miré lo que llevo puesto, mis ropas de siempre. Era lo perfecto para esconderse en las sombras, que no me mirara nadie, siempre lo había sido. Los mendigos pasaban desapercibidos, nadie quería mirar directamente a la realidad, a la escoria de las calles.

Benedict reía un poco por tu ignorancia aunque Trash no entendiese que es por eso...-Me refería a estar desarmada y sin equipo...tu ropa... Benedict te miró de arriba a abajo analizando tu ropa ...esta bien para pasar desapercibida, supongo...