Partida Rol por web

Está bien. Colaboraremos, siempre y cuando sepa a quien pretendéis matar. Habéis nombrado a una mujer. Estoy aquí porque esta secta me encargó salvar a una pobre muchacha que no tiene culpa de nada y cuando la he traido mi impresión no ha sido nada positivo, tengo la impresión de que la he sacado del río para meterla en un pozo. Ahora mismo me siento en la obligación de salvarle la vida a la muchacha, así que si pretendéis eliminar a esta secta de la faz de la tierra podéis contar conmigo, pero no atentaré contra la vida de una inocente.

Bit se aleja de la columna que le mantiene oculto acercándose a sus compañeros.
No se que piensan hacer, pero esos dementes están en pleno ritual. En verdad creen que no podemos con ellos? Todas esas vírgenes no son problema seguramente.

¿Virgenes? Mira otra vez.... me parece que de eso queda poco aqui. Mi objetivo es Perla, la zorra con corona.- digo señalandola con todo descaro.- No me importa sacar de aqui a una mocosa o quemar el templo despues pero Perla es mia.

Perla debe haber asesinado al rey, o quizas solo robó esa corona. En cualquier caso, debe ser un hueso duro de roer, incluso para una perra de tu talle.
Bit da una mirada hacia el lugar del ritual, al sacerdote, a la otra mujer...
Ademas, no está sola en éste momento.

Bit vuelve a tensar entonces el arco, apuntando al sacerdote de Derketo.
Si vamos a atacarlos, mejor ahora que está entretenido con el ritual... susurra.

Lo intento, nosotros estabamos alli, es artera y uso negras poderes para herirle de grabedad. Ya casi la tenia cuando me echo veneno a la cara, casi me mata otra vez de no ser por Eban...-Aprieto los dientes de nuevo.- Aun asi no se si el rey estara ahora muerto, quedo muy mal pero Perla va a morir hoy.

Publius mira a los intrusos en el palacio. Saca su espada y se dispone en pose agresiva.

Es la tercera y última vez que os lo pregunto. He dejado bien clara mis intenciones, pero sigo desconociendo las vuestras. En caso de que tratéis de matar a la muchacha que me dispongo a salvar, tendréis que pasar por encima de mi cadáver.

Levanta su arma.

¡ERES IDIOTA O SOLO FALTO DE INTELIGENCIA!.-Le grito a mi compatriota.- Yo quiero matar a PERLA, que es esa zorra tatuada con corona, solo a ella. A mi tu amiguita me importa una mierda, si quieres que te ayude a salvarme me parece bien. Mato a esta y luego te ayudo pero ¿Que parte no entiendes?

Publius mira a la bárbara.

Entonces si que podéis contar con mi colaboración. Hasta ahora sólo me habíais explicado que vuestro interés era una mujer.

Publius se acerca al grupo para unirse a ellos.

Venid por este pasillo de aquí.-Dice señalando al pasillo por el que ha venido él mismo.-Va a dar a la parte trasera del lugar en donde se plantean hacer la ceremonia. Allí estará la mujer que buscáis y la que pretendo salvar. Si me ayudáis a salvar a la joven chica que piensan sacrificar os serviré la cabeza de la reina en una bandeja.

Reina? Que reina?

La bárbara acaba de nombrar a Hura, una mujer con corona. ¿A quién os referís entonces?

Destrozar su ceremonia es algo que me motivaba bastante.- ¡Entonces vamos! Me va a encantar ve su cara cuando saquemos a la ofrenda de su altar. Cuenta con mi ayuda, hermano barbaro. Ahora si nos vamos entendiendo.- digo dando un palmada en su espalda. La matare despues, primero quiero ver como todo por lo que a luchado se va por la letrina.

-Ella no es una reina, solo la reina de las zorras traidoras, su corona la robo despues de herir al verdadero rey de muerte. Es una mujer peligrosa, lucha bien con la espada pero tambien usa magia y trucos sucios. Tener cuidado con ella.

Por lo que me decís yo también deseo acabar con la misma mujer. Contad con mi espada.

Publius se une al grupo y les indica por donde pueden ir a la parte trasera de la zona de rituales.

El ritual continuaba su curso, mientras algunos de vosotros permanecían absortos, y los otros discutiendo. Pero algo ha llamado la atención del sumo sacerdote. Publius, el enorme cimmerio, después de coger el dinero que lleva en una bolsa, ha decidido abandonar el templo, haciendo caso omiso a la propuesta de unirse al ritual.

Eso le ha puesto alerta, y sin duda, los murmullos coronados por el grito de Hundra, han acabado por delataros.

El sumo sacerdote detiene la oración un segundo. Susurra algo a Perla y continúa leyendo el pergamino, cada vez le añade mas énfasis.

Perla se adelanta unos pasos y hace una señal a bailarinas con el cetro que lleva.
Las bailarinas dejan de bailar y se giran hacia vosotros, aunque no os ven, forma una cadena dándose la mano unas a otras, que hace de muralla humana, interponiéndose entre vosotros y el estanque donde se encuentran los tres personajes principales del ritual.

Aunque podríais rodearlas, tardaríais bastante.

-Os esperábamos hace mucho, casi os perdéis la llegada de la diosa. Haced el favor de salir de vuestro escondite.

Perla levanta a la chica estigia y la pone frente a ella. La chica se mantiene de pie por ella misma y parece tranquila.

Qué significará eso?
-Mnyang'anyi... Mnyang'anyi...Que signifiará?
Sea como sea, no puedo continuar aquí.

Anhknut sale de su escondite lentamente, caminando con calma hasta ponerse frente a las confesoras.

-Saludos, Urkenethets.
Amigos, dejaros ver, os dice a vosotros hace rato que saben que estamos aquí y quienes somos. Me equivoco?

Recorres un largo pasillo franqueado a ambos lados por columnas gruesas llenas de grabados estigios.
Al final del pasillo, llegas a una sala mas amplia, con un fuerte olor a incienso y otras especies que humean en el aire que jamás habías olido.

En el centro hay un pequeño estaque, de dos metros de diámetro y apenas unos palmos de profundidad, donde flotan hojas y plantas acuáticas sobre el agua que mana de una fuente cercana.

A su alrededor hay dos docenas de bellas mujeres, esparcidas por toda la sala. Están todas desnudas, adornando únicamente su cuerpo con flores y dibujos de hena. Unas están arrodilladas, cantando la melodía que armoniza y marca los tiempos de las acciones de las demás, inclinándose y alzando los brazos mientras cantan. Otras bailan desnudas en corro alrededor del estanque.
En el suelo, muchos grabados y dibujos conforman un símbolo arcano, inscrito en una estrella de cinco puntas, con su centro en el estanque. En cada una de las cinco puntas hay sendos montones de cojines, donde varias chicas se encuentran en éxtasis formando cinco pequeñas orgías desenfrenadas. Hay algunos hombres con ellas, que parecen disfrutar enormemente con el ritual, pero dan todo el aspecto de estar drogados.

Junto a la fuente que llena el estanque se encuentra Urkenethets, quien te entregó la misión de rescatar a la chica, y ha su lado hay otra mujer pero No se parece a las otras chicas, está vestida con finas ropas de seda, con muchos tatuajes, es morena y te jugarías un dedo de la mano a que es de Zíngara.

Urkenethets tiene un antiguo pergamino sobre un atril de madera, y la mujer a pesar de la poca ropa lleva muchas joyas encima.

Así es. Disculpad a Urkenethets, no puede hablaros ahora.

El sacerdote sigue con su oración.

Las visiones de este día nos anunciaban a dos bárbaros, un hombre y una mujer. Pero siempre pensé que el hombre sería Moghcorb

Sea como sea somos nosotros los que estamos aquí.
Habéis montado una invocación, sin duda, muy elaborada, pero no podemos dejaros continuar.
La tierra no es un lugar para dioses, quien sabe lo que podría pasar? Y si la invocación saliera mal?
Debéis deteneros, o lo haremos nosotros.

Perla parece hacer caso omiso, y Urkenethets continúa con su conjuración. Qué hacéis?

 Thristan abria paso a travez de los corredores de aquel Templo, no habia rastros de aquel barbaro pero de apoco podia escuchar musica como tambien, otros ruidos sugerentes que jamas penso escuchar en un lugar asi. Pero pronto el rubio pudo ver el origen de aquellos sonidos, era un espectaculo unico y en cierta forma inquietante.

De todas formas y a pesar de que no comprendia muy bien que pasaba, veia a esa mujer de temperamento peculiar y a otros mas que no parecian formar parte de aquello. Aun asi habian la situacion no parecia ser muy buena y en vez de mostrarse, se detuvo para permanecer anonimo al igual que obligaba a su compañero hacerlo.

Espera

Le susurraba antes de mirar de nuevo sintiendose extrañado, a pesar de que no comprendia que pasaba, hubieron dos palabras que el pudo comprender a pesar de que la lengua, era algo que no recordaba conocer y eso, lo confundia mas aun. Pêro pronto Thristan sacudia su cabeza para centrarse, primero debia prestar atencion y estar listo para actuar, luego veria de resolver los otros misterios.