Partida Rol por web

La cabaña está en un estado lamentable. Avanzas a su interior con Fae. La madera cruje y algunas partes parecen podridas, hay muebles viejos y una cama, aunque no hay ni rastro de tela o algo en lo que relajar la espalda, solo madera. Tendrás que limpiar un poco y encontrar algo para la cama. Podrías restaurar un poco el lugar, pero solo necesitarás una habitación. No hay nada de valor, parece que el lugar ha sido saqueado hace tiempo y lo que queda son muebles en mal estado.

Repeles el polvo de una zona y colocas a Fae. Le entregas parte de tu Ánima para que continúe sanándola y te pones manos a la obra. Un minuto más tarde un ave grande aterriza entrando por el hueco del techo, trae unos cuantos peces clavados entre las garras. Ya tenéis comida.

Todo estaba peor de lo que me esperaba. Mucho polvo y mucha pudedumbre. Mientras depósito a Fae en la cama pienso que nada escapa a los estragos del tiempo, miro un momento mis manos viejas y cansadas, simplemente sustentadas por la magia... pensamiento que me hace estremecer durante unos pocos segundos. No me tengo tiempo para reflexiones filosóficas. Le entrego un poco de anima a la chica, de esta manera se irá recuperando de manera lenta, pero segura. 

Le contemplo durante unos instantes, no quiero ahora ponerme a pensar, a reflexionar, pero no puedo evitarlo cuando le miro. Me retarigo a los hechos más importantes de mi vida: al primer momento que tengo memoria; mi unión con Diavorai... Mi primer amor( al menor que yo recuerde), mis días de aprendiz, mis intentos de recuperar mi pasado o de evitar el peligro mientras intentaba poner en marcha mi gran plan... Suspiro pobre chica... Pienso para mí, todos hemos tenido un comienzo difícil en esto de la magi, pero ella. Solo espero que todo este esfuerzo de sus frutos. Apartó mi mirada, parece ser, que hoy, no podré descansar agusto.

Noto cómo se acerca la presencia de Diavorai. Mientras me crujo los dedos y el cuello, ya es hora de usar un poco de mi arte. Espero no estar algo oxidado. Ciertos los ojos y concentro mi anima, visualizo la forma de dos platos blancos. Me acuclilló mientras noto el sonido de mis huesos candados y tocando el suelo creo los dos platos. Abro los ojos y recibo a mi familiar. Con una sonrisa cojo los peces. Uno lo depositó de manera solitaria en el plato de mi izquierda mientras los otros dos los pongo juntos en el de mi derecha. Sonrío a Diavorai mientras digo Gracias, has hecho un gran trabajo hoy. Ya puedes descansar. Pero antes de irte a dormir, dime cómo te gustaría el pescado. Espero a su respuesta antes de ponerme a cocinar.

- Puedo comérmelo al fuego o crudo, me gustará en cualquier caso - Diavorai reduce su tamaño al devolver el Ánima -. Si quieres puedo vigilar durante la noche. No hay problema.

Tienes que pensar en las protecciones que vas a necesitar durante la noche. Diavorai alerta durante la noche puede ayudar, pero también estará menos descansado al día siguiente.

Aparto un pescado  y uso un poco de magia para calentarse lo un poco. Caliento después los otros dos pescados, que están en el otro plato. No te preocupes. Hablo mientras cojo el plato de los dos pescados y lo llevó a la cama de Fae. Esta noche vigilaré yo, el anima me sostendrá despierto, tengo mucho en que pensar y además hoy te mereces un buen descanso. Ya mañana organizaremos las guardias. Pero por ahora descansa. Cuando estoy al lado de la cama, me agacho y le acercó el plato de comida a la chica. Le susurró unas palabras Fae, Fae, ¿tienes hambre? No creo que tenga pero que no se diga que no lo intento... Mientras le ofrezco la comida pienso en las posibles defensas que necesitaré. Sonrío durante un breve instante y pienso para mi Sí, juguemos al busca minas...

Fae se ha quedado dormida y no te responde. Prefieres dejarla descansar. En cualquier caso, con el Ánima tardará mucho más en tener hambre.

Diavorai permanece semidormido junto a Fae.

Acabo de comer un pescado y el otro se lo doy a Diavorai. Una vez acabamos, deshago los platos y siento como recuperó el anima. Les dejo dormir y me dirijo a la puerta, o lo que antes se podía denominar como una puerta. Noto como la madera cruje a mi alrededor, gracias al anima que usó en mi cuerpo puedo escuchar sonidos lejanos. Durante unos instantes me quedo contemplando el bosque, los paisajes nocturnos siempre me han impresionado. Escucho el sonido de los animales que salen de caza, el ruido de los insectos y si me concentro llego a alcanzar a por el sonido que hacen los árboles al respirar. El paisaje me embriaga, pero no tengo tiempo que perder contemplando el escenario, me despierto de mi ensoñacion, durante toda mi vida ya he visto muchos de estos paisajes y tengo planeado seguir contemplándolos durante unos años más...

Todo mago que se precie tiene un domino relativamente extenso sobre las cuatro escuelas básicas, yo no soy menos. Cada escuela tiene un dominio, controlar uno de estos dominios da un poder enorme a un mago, pero lo que realmente hace poderoso a un hechicero e interesante el oficio de la magia es cuando se combinan las distintas escuelas para obtener resultados realmente maravillosos. Hay muchas formas de hacer minas, muchas posibles combinaciones, pero el método que fundamentalmente se usa es usando la escuela del aliento y de la seda. Me agacho y toco el suelo y le doy una conciencia; siempre me he preguntado qué pasaría si le doy una conciencia a algún animal... Uso también la escuela de la seda, para crear un vínculo con ese trocito de suelo y yo. Este vínculo no es estrictamente necesario,pero de esta manera tengo un mayor control... También este vínculo me es de cierta manera incomodo, es similar al lazo que tengo con mi familiar, algo que considero personal y privado. Estas uniones las considero como especies de "infedilidades", sé que no es racional, pero es lo que pienso, dicho esto, tengo que usar todas las erramientas que tenga a mano. Una vez creada la consciencia y el vínculo le transmitó las órdenes de manera mental Bien, tu única misión es explotar, esto lo harás cuando alguien te toque. Es ese instante yo te transmitiré anima en forma de fuego y tu harás ¡BUMM! Tú avísame cuando alguien te toque y ya decidiré...

Me escondo, pero me sitúo relativamente cerca de la entrada, lo suficientemente lejos para no sufrí daños por la explosión pero lo suficientemente cerca para poder escuchar las afueras de la cabaña. Espero a la mañana.

Puedes oír a alguien acercarse caminando. Su paso no es rápido - Buenas noches maestro -. Una voz que reconoces enseguida surca la noche. Norman fue tu primer aprendiz, fue alguien muy importante para ti, y pese a que os separasteis cuando éste decidió seguir su propio camino, os habéis ido encontrando en el camino a lo largo de los siglos. - ¿Podemos hablar? - te molesta que de todos los que podrían haber llegado, él sea el primero. Pero por otro lado te alegras de verlo.

Escucho pasos y me sorprendo por unos instantes, me pongo en alerta, parece ser que nos han encontrado. Escucho la voz de mi primer aprendiz doble de sorpresas pienso para mí. Así que tenias que ser tu el primero... Hablo con voz tranquila vaya, vaya, vaya si es el Pequeño Norman ¡Cuánto tiempo! Hago una pequeña pausa, veo su aspecto desaliñado, está viejo y su ropa roía, eso me molesta en parte no se cuida el chaval. Por supuesto que podemos hablar, hace una noche preciosa; se me ocurren una gran variedad de temas, por ejemplo, tu aspecto. Pareces más un ermitaño que tiene una bellota como cerebro  que un mago . Creo recordar hago una pausa dramática me rasco la barba, que una de las primeras cosas que te enseñe es la importancia del aspecto ¿ Tú te imaginas un rey dirigiéndose a su pueblo sin una corona más grande que su cabeza? O ¿ un sacerdote sin su túnica? O ¿ un bárbaro sin un hacha bien afilada? Lo que le digo es en tono de reprimenda, no puedo evitar sacar mi vena de maestro y tú me vienes de esta manera, con la ropa raída. 

Mientras le digo eso, le hablo atra vez de mi vínculo con Diavorai Despierta, despierta ¿Te acuerdas del pequeño Norman?

- No cambiarás nunca, amigo - responde con una sonrisa que parece triste. La conversación se detiene en silencio unos segundos.

El susurro de Diavorai llega a tu mente - Lo oigo, y normalmente me alegraría, pero hoy no. ¿Qué quieres que haga? Sabes que viene a por nosotros, como todos los demás. Puede que ya los haya avisado y estén de camino - Diavorai despega para reconocer el terreno.

- ¿Qué ha pasado Aleister? - Norman te mira fijamente con un aire enervado - Esto no es propio de ti. Es casi imposible que salves a la chica. Y si no lo consigues van a hacer falta muchos de nosotros y mucho tiempo para detenerla. ¿Cuánta gente va a sufrir hasta que lo consigamos? Se que solo es una niña, pero ha tenido mala suerte. Deja que me encargue de ella y lo solucionemos todo. Cuando la esperanza es mínima deberíamos preocuparnos por el bien común. Eso es lo correcto. - se cruza de brazos mientras observa la cabaña hecha trizas - ¿Está ahí dentro, no?

Primero de todo me dirijo mentalmente a Diavorai toma una forma pequeña e intenta pasar desadvertido, busca otras posibles entradas, no veo a su familiar y eso me preocupa. Si no lo encuentras... Bueno a lo mejor pongamos en marcha algo que he estado pensando, en estos momentos difíciles debemos de innovar. Una pena que le primero deba ser el muchacho, espero no llegar a la violencia...

Ahora me dirijo a contestar a lo que una vez fue mi aprendiz no cambiaras nunca, MAESTRO ejem, ejem. Resaltó la palabra maestro; puede ser que sea casi un hijo para mí, pero estoy chapado a la antigua, mi maestro me enseñó  según el viejo método de enseñanza y eso ni el tiempo había conseguido hacer mella. Norman, Norman, Norman; siempre he dicho que tu mayor defecto es tu falta de miras, tu escasa imaginación... ( esto no era del todo real) Me callo durante unos instantes ¿Acaso ya no confías en tu viejo maestro? ¿Crees que solo soy un viejo senil. Que debería estar en alguña cabaña que está en medió destruida en un bosque perdido mientras me chupo el dedo? Me vuelvo a callar y reflexionó sobre lo que he dicho bueno a lo mejor esta última descripción no se va tanto de mi situación actual... Divago demasiado Muchacho, ¿Acaso crees que no conozco los riesgos, Acaso piensas que el gran Aleister no tiene un plan? La muchacha, está completamente bajo mi control, ocúpate de decírselo al resto de nuestros colegas.  Resaltó "nuestros colegas" Además, en el improbable caso que se me fuera de control, solo sería necesario "fuerza bruta". Y ya se lo que estás pensando, que sin Gaia, estoy con un pequeño problema de suministros, pero dentro de poco mi situación se verá mejorada. Es más, chico, ¿Porque no te unes a mi? Lo digo con una sonrisa, aunque me esconda la penumbra.

Cuando acabó la conversación hablo mentalmente a Diavorai ¿ crees que habría alguna forma de usar nuestro vínculo para que atraves de ti pueda lanzar hecizos? En el peor de los casos, nos tendríamos que enfrentar a él, los dioses no quieran, pero en esa situación, te podrías acercar sigilosa mete a él, con alguna forma diminuta y cuando te acercaras lo suficiente ¡BUUMM! Espero que no haga falta...

Con ánima puedo crear los hechizos que me pidas. - Diavorai no está acostumbrado a crear hechizos, pero puede servir para un apuro.

- Lo siento maestro - dice mientras niega ante tu propuesta. Te lanza algo que reconoces y atrapas al vuelo. Es un anillo que le regalaste hace años. - He podido encontrarte con esto. Por la amistad que nos une, me marcharé ahora, pero mañana al amanecer volveré con todos los que estén cerca, y espero que te hayas marchado o entrado en razón. - Norman se da la vuelta tras estas últimas palabras, y comienza el camino de regreso.

Agarro el anillo, lo aprieto con fuera. La rabia me puede, en otras épocas le habría vaporizado por lo que ha hecho. Pero me controlo, la rabia no es contra él. La impotencia también me puede, todo se derrumba ante mí. Hay un pensamiento que se ha colado por mi pensamiento, debería pedirle que se quedara; que me diera un tiempo de prórroga. Que nos juntásemos al lado de un fuego y charláramos recordando los viejos tiempos, ya habría tiempo de ser enemigos. Pero no; no me atrevo. Le veo cómo se adentra en el bosque. Suspiro. Cierro los ojos y masajes mis sienes. Hago que vuelva a mí el anima de la mina. Me dirijo a donde está dormida fae mientras simplemente le digo a Diavorai, con un tono triste; abatido Busca alguna semilla o algo parecido ... Por favor a pesar que hablo por nuestro vínculo mental, se puede notar como si me "rompiera la voz".

Diavorai alza el vuelo en la noche. Apenas se ven estrellas por la copa de los árboles y Diavorai vuela durante unos minutos en los que permanecéis en silencio. - No se qué va a ocurrir aunque lo consigamos... No creo que simplemente nos vaya a aceptar a nosotros o a Fae... ¿Crees que nos dejarán en paz entonces? ¿Que viviremos al margen de Gaia? - sientes como Diavorai ha encontrado ya lo que buscaba y comienza el viaje de regreso.

Cojo suavemente a Fae intentando que no se despierte, me dirijo a la salida, estoy notablemente incomodo. Salgo a fuera y le dejó un momento en el suelo, a un lado. En el suelo que está justo delante de la entrada hago un pequeño agujero. Cuando escucho la voz de Diavorai, levanto la cabeza contemplando el cielo nocturno. Le respondo a través de nuestro vínculo Si te soy sincero, no lo sé... Su prioridad es la chica, a lo mejor nos dejan en paz un tiempo, pero lo que ocurrirá después... Eso ya es otra cosa.  Suspiro un momento Viejo amigo, durante todas nuestras aventuras, lo he decidido todo yo, que caminos escoger, que trabajaos aceptar, etc. Pero ahora... Miro a Fae Ahora estoy confuso, ya no sé lo que está bien y lo que está mal. La chica está sufriendo, pero es un primer paso... Para algo mejor... Si eso es posible... Digo en voz baja, como si estuviera avergonzado de este pensamiento. Ya no volveremos a Gaia,  en ese sentido ya no hay vuelta atrás. Tengo una idea en mente, que si llegara a funcionar nos aseguraría nuestra independencia y a lo mejor la del resto de magos y bueno ya nadie dependería de Gaia... Por unos instantes me he olvidado de todo el dolor que tenía, pero ahora regresa con toda su fuerza. Pero Fae... La hemos arrastrado a esto... Es una carga ahora, pero tengo fe en que se recupere, en poderle enseñar los caminos de la magia y ante todo; crear un precedente... Pero por desgracia, a pesar de lo que digan, la fe no es suficiente para mover montañas... Y es posible que ocurra lo peor. Por eso te pregunto a tí, compañero ¿ Crees que deberíamos dejarla a su suerte y huir para poder vivir en paz? O ¿ Deberíamos llevarla con nosotros ? Al fin y al cabo, es nuestra responsabilidad.