Partida Rol por web

El colgante vibra alertando del peligro cuando una nueva flecha aterriza muy cerca de donde te encuentras. La vida de Rayo se apaga, aunque el Ánima puede sanar el cuerpo, entender la anatomía del animal no es fácil. Expulsas la flecha y empiezas a cerrar la piel, pero los daños internos son muy graves y su solución es compleja. 

- Voy a buscar a quien sea que esté haciendo esto - la voz de Diavorai resuena en tu mente cargada de tensión.  

El colgante vibra de nuevo. 

De acuerdo pero ten cuidado por favor, al mínimo riesgo que veas ponte a resguardo. Le dije a Diavorai mentalmente. Fallé estrepitosamente en salvar a Rayo y eso fue algo que produjo que algo se resquebrajase dentro de mí, no había sido capaz de cuidar de él y ahora sólo me quedaba salvar mi propia vida. Si aquel relámpago había impactado sobre el pobre Rayo, el próximo no debía de estar muy lejos de impactar sobre mí.

Por lo que rápidamente me aparté del camino y me resguardé entre los árboles, observé a mi alrededor intentando detectar la procedencia de aquellos ataques.

Una segunda flecha se clava bastante hondo en el tronco del árbol que tienes más cerca. Ha volado de nuevo por encima de la empalizada.

- He visto de dónde venía más o menos, pero no veo a nadie. Hay muchos árboles. Voy a acercarme más.

Te das cuenta de que muchos ojos te observan en el pueblo. Pero no parecen preocupados por tu bienestar. De hecho, aunque está lejos, te parece que Vidar (o Canar) está sonriendo.

La sonrisa de los gemelos hace que un escalofrío recorra mi columna vertebral, sin esperar más voy hacia el lugar del que provienen las flechas, me protejo utilizando una barrera de aire temporal sobre mí para evitar que ninguna flecha impacte sobre mi cuerpo y me dirijo a Diavorai - Da la vuelta, ponte a resguardo, voy a ver quien está detrás de esto, no salgas hasta que te lo diga por favor, no me puedo permitir perderte..