Partida Rol por web

El capitán del equipo de quidditch de gryffindor, del equipo oficial, claro, da un par de palmadas después de enrollar la lista y guardarla en algún bolsillo de su túnica y os mira con una sonrisa orgullosa y satisfecha en la cara.

¡Bueno, chicos! Creo que es hora de empezar. Veo que no sois demasiados los que al final os habéis atrevido a venir aquí, así que los alumnos de segundo que no pasaron las pruebas para entrar al primer equipo también tendrán la posibilidad de participar.

Hace un gesto con la mano hacia las gradas y 1 chica y 3 chicos más se acercan corriendo atravesando el cesped hasta llegar junto a vosotros. Todos con una sonrisa ilusionada en los labios.

Yo soy Aleix, el capitán del primer equipo y vuestro entrenador y responsable. Su sonrisa se vuelve maléfica unos segundos tras pronunciar la palabra "responsable". Así que si os parece bien, empezamos.

Empieza a caminar hacia una punta del campo esperando a que lo sigáis.

¿Todos sabéis como va ésto del quidditch o hay alguien muggle por aquí?

Pregunta frotándose las manos y sin ningún tipo de rencor o hostilidad en la voz. Le importa bien poco si sois muggles o no... lo único que quiere es que sepáis jugar.

- No soy muggle... pero tampoco es que me hayan dejado practicar mucho en mi casa, la verdad.

Sonrio animada, al oirle hablar. Menos mal, parece que tiene paciencia.

Miro a los demás, a ver qué tal van ellos. Carlos parece que ya no salta al menos.

¿Jugamos? Le digo al capitán mientras me crujo los dedos.

Espero que no falte mucho...

¿Cuanto nos van a hacer esperar?

Dos de los chicos y la chica de segundo se colocan detrás vuestro y escuchan atentamente. Parecen tranquilos y relajados y asienten a cada palabra del capitán. El otro chico con facciones orientales, sin embargo, se mantiene caminando de un lado a otro por detrás vuestro... más que caminando, va dando saltitos de un lado a otro agitando los brazos arriba y abajo, nervioso. En su rostro una sonrisa mientras mira al suelo y hace equilibrismos. Muy bajito empieza a tararear una canción.

...¿Cuaaaaaaaaando empezamos? ¡Quieeeeeeeeeeroooooooooooo jugaaaaaaaaaaaaaaaaaar! Prooooooooonto volaré... ¡Y sieeempreeeeeeeeeee ganareeeeeeeeeeeeeeeeee!...

Aleix, el capitán, parece acostumbrado a tratar con él y apenas le afecta su molesta cantaleta, pero al veros la cara a algunos de vosotros, y sobretodo a alguno de los chicos de segundo, mira de solslayo al moreno y se dirige a él con una media sonrisa en la cara... intentando que no se note que en realidad, todo aquello le hacía gracia.

Christian, por favor...

El chico pega un salto y se pone "firme" con la mano en la frente mirando al horizonte.

- ¡Yes, Sir!

Aleix vuelve a ahogar otra risa, disimulada con un carraspeo.

¿Crees que podrías estarte quieto sólo unos minutos? Mientras os explico las diferencias entre éste equipo de 5 personas y el oficial. Gracias.

El excéntrico Christian hace una mueca de disgusto y se cruza de brazos. Más bien se agarra los brazos para mantenerlos quietos junto al resto de su cuerpo... excepto la punta de su pie derecho, que se mueve arriba y abajo sin poderlo evitar.

Aleix vuelve a prestaros atención.

Bien, cómo habréis imaginado, éste equipo tendrá menos jugadores que el oficial, 5 jugadores en el campo. Y quizá, si lo hacéis bien, alguno más en la reserva. Un equipo normal de quidditch está formado por 3 cazadores, 2 golpeadores, un buscador y un guardián. Vuestro equipo constará de tan solo 2 cazadores, 1 golpeador, 1 buscador y 1 guardián. Los aros y el campo que utilizaréis serán el mismo, y las funciones de cada jugador, también. ¿Entendido? Bien, ahora vuelvo a preguntar. ¿Alguien no sabe cómo se juega al quidditch?

Espera sonriente, examinando vuestros rostros. El chico rubio de los de segundo resopla y se lleva una mala mirada del capitán, haciendo que éste baje la cabeza inmediatamente. ¿Por qué todos lo respetan tanto? ¿Es solo por ser capitán del equipo oficial? ¿O por ser de tercero? ¿O hay algo más? Bueno... vosotros llegaréis a saberlo también.

Yo sí. ¿Empezamos? Digo ya harto de esperar por unas pruebas que se harán eternas...

Sin maś dilación, levanto la mano, hacia el cielo, espero a que me mire el muchacho, y hablo:

-Yo sólo se algunos esbozos, se las pelotas con las que se juega, y el nombre de las posiciones, pero no se muchas tácticas...

Le miro al muchacho, esperando que me dijese que por ahora era suficiente con eso...

Un poco intimidada por estar con alumnos mayores que yo, me quedo callada por un tiempo, luego me animo a decir Realmente yo se bastante poco... ¿Podrias explicarlo desde 0? asi nos ahorramos problemas despues

El rubio de segundo parece impacientarse, aunque esta vez ni resopla ni lo demuestra abiertamente. Aleix en cambio sonríe a Aurora y asiente.

Por supuesto, encanto. Pronuncia la última palabra de un modo casual, dejando claro que no era su intención intimar con nadie. Sólo era amable.

A ver si me sé explicar bien... Cinco jugadores: 2 cazadores, 1 golpeador, 1 buscador y 1 guardián. Tres aros: el central, más elevado, y otro más a cada uno de sus lados. Tres tipos de pelota: bludger, quaffle y snitch. El juego consiste en ver qué equipo consigue más puntos. Los cazadores se encargan de pasarse la quaffle e introducirla en los aros del contrario para conseguir 20 puntos cada vez que lo hagan. Entretanto, la bludger va volando por el campo a toda velocidad, intentando golpear a los jugadores de ambos equipos. Aquí es donde entra el golpeador, que se encarga de golpear esa bludger con un bate para desviarla de cualquiera de los jugadores de su equipo... Y si consigue desviarla a los jugadores del equipo contrario, mejor. Guiña un ojo con picardía después de pronunciar la última frase con un susurro, para asegurarse de que nadie más pueda escucharlo.

Por otro lado, tenemos al guardián... que es el oponente directo de los cazadores, pues se encarga de defender los aros para que la quaffle no entre en ellos. Y finalmente el buscador. El buscador es un jugador encargado de buscar la Snitch dorada. La más pequeña y rápida de las pelotas, que tiene unas pequeñas alas a los lado para poder volar por cualquier rincon del campo. El buscador que encuentre la Snitch, consigue que el partido finalice y 200 puntos para su equipo.

Hace gestos con las manos mientras habla, manteniendo por completo vuestra atención y fijándose en vuestra mirada para ver si alguno se pierde. Al acabar, sus manos están en su cintura y os observa con una sonrisa de orgullo en los labios, satisfecho de haberos explicado la mecánica esencial del juego tan bien como ha podido.

¿Alguna pregunta?

El rubio de segundo está mirando al cielo, con los brazos cruzados, impaciente y aburrido. El tal Christian niega fervientemente con la cabeza, esperando ansioso que empiece la prueba. Y la chica mira al capitán con verdadero asombro y niega con la cabeza, sonriendo, al igual que el otro chico.

No. ¿Empezamos?

Poh... yo aquí todo impaciente y seguro que las pruebas me van fatal...

Si yo tengo una ¿Son una o dos Quaffles?

Ya exasperado, el chico rubio no se puede aguantar las ganas y mirando hacia otro lado, responde a la pregunta antes siquiera de que el capitán pueda hacerlo.

Joder, tía. ¿Tú lo has oído nombrar en algún momento que había dos quaffles? Porque yo he entendido claramente "la quaffle".

Da un par de pasos hacia delante y se planta frente al capitán.

Mira, Aleix... ¿no sería mejor dejar de juguetear y empezar de una vez? ¡Estos niñatos me ponen enfermo! ¿Se presentan a unas pruebas y no prestan atención a lo que dices? ¿Cuando haya que jugar un partido lo harán?

Sin dejar de sonreir, el capitán ignora por completo a Oscar, el chico rubio, y mira a Aurora.

Sólo una quaffle. Siendo cinco personas por equipo, no hacen falta más. Por cierto... ¿no os ha parecido oír un ruido? Como de un moscardón o un mosquito...

Pareciera que por la expresión de su rostro hablara claramente en serio... pero termina opr guiñarle un ojo a la chica de segundo, sabiendo que quizá fuera la única que conociera al rubito chulo. Éste, por su parte, chasquea la lengua y vuelve a apartarse del capitán, cruzándose de brazos, fastidiado.

Oye, Oscar... deja de dar el coñazo y deja terminar al capitán... Si tiene que explicar mil veces las cosas, el sabrá, por algo será capitán, creo yo. Le digo al rubio de segundo claramente fastidiado.

Bueno... ¿alguno tiene una pregunta más o podemos empezar?

Aunque aún asombrada por el comportamiento del chico rubio, asiento con la cabeza a Carlos.

- Cuando querais.

Por mi esta bien. Digo con cierto desagrado.

Da una palmada y se frota las manos, con una sonrisa traviesa en los labios.

Bien, bien... entonces empezamos. Por cierto... Añade mirando a Ita. No te preocupes... aquí las estrategias las desarrollo yo.

Guiña un ojo y se acerca a una de las paredes que da a las gradas. Apoyadas en a pared, junto al cesped, hay un par de escobas y una caja alargada... un cofre de madera. El capitán del equipo carga con todas esas cosas y las lleva de nuevo hacia vosotros.

Pues para empezar, veremos qué tal se os daría hacer de cazador. Ya que sois pares... os pondréis por parejas y volaréis con las escobas hasta aquellos aros. -Señala los tres aros que hay sobre los postes de un lado del campo- Durante el trayecto, quiero que os vayais pasando la quaffle y finalmente encestéis. Debe haber mínimo 2 pases. ¿Entendido?

Os mira a todos un momento y da una de las escobas al tal Oscar y otra a Carlos.

Venga, impacientes... empezáis vosotros. Yo me pondré de guardián.

Coge una tercera escoba y vuela hacia los aros, haciendo un par de filigranas en el aire para calentar.

Oscar sonríe con suficiencia cuando coge la escoba y se acerca al cofre donde están las pelotas guardadas, lo abre y saca la quaffle.

- Te veo arriba.

Le dice a Carlos mientras sube a la escoba y da una patada en el suelo. La escoba sube a una velocidad impresionante, y frena de golpe a una altura de unos 4 metros del suelo. Espera a Carlos para hacer el primer pase. La bola sale en una curva perfecta y para directamente en las manos de Carlos. Ahora le toca a él...

Levanto el vuelo tras escuchar las palabras de Oscar y enfilo hacia donde va a terminar el pase.

Buen pase, Oscar... Digo mientras pillo la pelota dando una voltereta con la escoba y me freno en seco.

Vuela rápido... ¡pase en profundidad!

El rubio coge el pase de Carlos y sin pensarlo dos veces lanza a los aros. Tan precipitadamente que la quaffle rebota en el borde del aro lateral derecho y va a parar a las manos de Carlos, que puede intentarlo si quiere.

¡Mierda!

Susurra para sí mismo el rubio mientras asqueado, baja de nuevo al terreno de juego sin observar el resultado del lanzamiento de Carlos.

Aleix, por otro lado, sonríe divertido y guiña un ojo a Carlos con complicidad. Al instante vuelve a ponerse serio... en guardia encima de su escoba, con los brazos extendidos.