Partida Rol por web

Mirando con asombro a los lados y el paisaje casi le pasa por alto la figura del fondo.

-Hola ¿hay alguien?

Mi mirada se endurece un poco al oir a Ramiro.
-Huffelpuf.- solo sale de mis labios.

-No; me llamo Ramiro. ¿Y tú?

Observa detenidamente a Josu. mientras observa el paisaje

-Josu.- digo mirandole, esperando a ver que hace...-Mierda, me hubiera gustado estar solo. Si no se va, me tendré que ir yo.- pienso mientras escondo un poco el libro para que no lo vea.

-Un placer.

Mira un poco a Josu y continua hacia el espectáculo que tiene delante.

No se; si podre tener esa tranquila inspección del terreno.

Se dirige a la zona donde pueda tener una mejor vista mientras mira de reojo a Josu

-Ramiro, cuando veas a Carlos. Le dices que por su seguridad no se acerque a las chicas de Slytherin, yo no seré tan considerado como Andrés.-

-Pienso que las chicas de Slytherin son suficientemente mayores para defenderse sólitas. Y que no tengo plumas como una lechuza para llevar mensajes. Pero es bueno saber que sois una casa tan protectora; si tengo problemas, ya se a quien llamar.

Mientras e pasea tranquilo por el jardín mirando a su alrededor.

-Y no te preocupes que el tiempo pone a todos en su lugar.
¿No fue por aquí donde ocurrió el incidente de la fallecida?

Se fija en la zona tratando de memorizarla y examinarla al detalle.

-No, fue en el bosque prohibido.- contesto a Ramiro, luego me voy al jardín de poniente al funeral.

Viendo la hora me dirijo al jardin de poniente.

Llegas al jardín de tramontana. No hay nadie.

Raúl va paseando lentamente, ensimismado y pensando en sus cosas. Decide acercarse al precipicio para observar el paisaje, aunque le de respeto. Una vez cerca, aunque no lo suficiente para sentirse incómodo, decide sentarse en el suelo. Respira hondo y se tumba en el húmedo suelo. Seguro que su túnica terminará empapada, y las negras nubes que pueblan el cielo, amenazantes de lluvia, terminarán de rematar el trabajo. Aunque no le importa.

Necesita aislarse de todo unos instantes...

Sin ganas de hacer nada, Raúl sigue contemplando el cielo sin verlo, tumbado en el frío suelo. Pero algo le hace levantarse. No sabe que es, quizás el hecho de volver todo a la normalidad, la tranquilidad del paisaje o cualquier otra cosa. El caso es que se siente un poco mejor.

Algo nostálgico, y con la túnica un poco embarrada, Raúl se vuelve paseando, lentamente, pensando en la compañera que nunca conoció. También recuerda la carta que envió hace poco a sus padres, no les mencionó nada sobre el funeral, aunque lo hizo por no preocuparles.