Partida Rol por web

El mayor problema no era la herida, si no quién la había ocasionado. En el bosque prohibido hay criaturas muy malignas que no tienen piedad. Y lo siento, pero no puedo decirte nada más. Le dice cogiéndo la botellita vacía con las vitaminas y volviendo a su escritorio.

Descansa. Le aconseja de espaldas.

-Gracias, pero creo que mejor vuelvo, no quisiera perderme algo importante.

Se levanta despacio y sale.

Acompañados de algunos de los prefectos y los alumnos de otros cursos que se encontraban junto a vosotros, llegáis a la enfermería.

La enfermera se lleva las manos a la cabeza al veros y empieza a distribuiros en las camillas para haceros una revisión a cada uno. Os pregunta qué os duele, qué os pasa y qué recordáis... Aunque también os advierte que los profesores querrán volver a interrogaros...

Cuando intentáis recordar, os pasa lo mismo que antes. No recordáis nada más que los rostros de aquellos desconocidos y luego... dolor.

¿Qué hacemos aquí? ¿Estamos enfemos? Es extraño el tratamiento que tenemos... y más extraño como los profesores no se han enterado de nuestra llegada... ¿Qué estarán tramando?

Estoy bien, enfermera. Le digo a la señora que me atiende con una sonrisa. Sólo un poco desmemoriado... No creo que sea para tanto.

En ese momento, la enfermera nos dice que nos querrán interrogar los profesores.

¿Y que demonios les voy a decir? ¿Qué no me acuerdo de nada?

Llegamos a la enfermería y la mujer nos empieza a atender... observa nuestras ropas y las heridas, que aunque superficiales, prefiere curar individualmente.

Suspiro levemente mientras me siento en una de las camillas.

Ahora que me doy cuenta... me siento cansada. ¿Le habrán dicho a mi padre que he aparecido?

Nico llega a paso tranquilo. Hey enfermitos. Saluda otra vez a sus compañeros y se sienta en una de las camillas.

Por mucho que nos preguntéis si no nos acordamos...Pues no nos acordamos.

Ya estaba cansado de todo el paripe ,estaban bien y lo único que necesitaba era descansar un poco.

Andrés entra a la enfermería a regañadientes... ¿Qué se había creído esa tia? ¿No enseñaban educación a los magos o qué? Niega con la cabeza mientras se sienta en una camilla, quedándose quieto para no incordiar el trabajo de la enfermera pero sin apartar la mirada de Anaïs.

¿Puede darle un antiinflamatorio a Anaïs? Le pregunta a la enfermera cuando pasa por su lado. Luego sonríe a la chica de medio lado para añadir...

Sería una lástima que se hinchara tu cara bonita. Le guiña un ojo a la morena.

La directora entra en la enfermería seguida de Carlos Milán y Clara Fresno.

La mayor bruja española que se conoce actualmente luce unas visibles ojeras bajo los ojos y parece bastante desmejorada, como si no hubiera comido en días. Pero aunque las facciones de su rostro son más visibles, su expresión se dulcifica mostrando un gran alivio al veros a todos sanos y salvos.

Los profesores, que se quedan un paso detrás de ella, os miran a todos, sobretodo a los miembros de cada una de sus casas. Fresno se lleva una blanca y delgada mano a la garganta, ahogando un pequeño grito de alivio mientras que Milán sólo sonríe de medio lado imperceptiblemente durante unos segundos.

Vuestra mirada vuelve a dirigirse a la directora cuando empieza a hablar.

Gracias a Merlín que estáis todos bien. La enfermera ya me ha informado de que la única secuela que tenéis es cierta amnesia y algunos rasguños. Ante todo quiero pediros disculpas por la experiencia que hayáis podido pasar... El colegio... no. Yo me responsabilizo de vuestra seguridad y os aseguro que algo así no volverá a pasar y encontraremos a los culpables de todo esto.

Y para ello, es necesario que me respondáis a ciertas preguntas uno a uno. Os pido que no os forcéis demasiado pero es importante cada detalle que podáis recordar. Gracias de antemano. Ahora por favor, si podéis colocaros en fila e ir pasando de uno en uno tras éste diván insonorizado...

Dicho esto la directora desaparece tras una de las cortinas que individualiza una de las camillas. Los profesores, que harán de testigos del interrogatorio, la siguen al interior y la enfermera os va haciendo pasar uno a uno.

Al pasar al interior de la poca intimidad que pueden ofrecer las cortinas, puedes ver a la directora sentada en un taburete de madera finamente tallado junto a la camilla. Te hace un gesto con la cabeza para que te tumbes en ella.

Bien... Carlos. Gryffindor. Como ya he dicho antes, necesitamos cualquier tipo de información, por pequeña e innecesaria que te parezca, para intentar llegar al fondo de este asunto. Como comprenderás, es de vital importancia para la seguridad del castillo que algo así no vuelva a repetirse.

Por eso quiero preguntarte... ¿Puedes explicarnos qué es lo que recuerdas? Una sensación, un sonido, una imagen... cualquier cosa nos ayudará.

Mientras habla, clavando su mirada en tus pupilas, en una mesita a juego con el taburete y junto a éste, una pluma empieza a deslizarse sobre un pergamino.

Al pasar al interior de la poca intimidad que pueden ofrecer las cortinas, puedes ver a la directora sentada en un taburete de madera finamente tallado junto a la camilla. Te hace un gesto con la cabeza para que te tumbes en ella.

Bien... Nicolás. Slytherin, todo un Nogueira. Como ya he dicho antes, necesitamos cualquier tipo de información, por pequeña e innecesaria que te parezca, para intentar llegar al fondo de este asunto. Como comprenderás, es de vital importancia para la seguridad del castillo y de todos sus estudiantes, que algo así no vuelva a repetirse.

Vuestros compañeros nos han contado que os fuisteis por voluntad propia. Y en especial tú, que te negaste en un principio por una de tus... compañeras. Por eso creemos que si estuvísteis hechizados, quizá tú mostrases algo de resistencia al conjuro en un principio... ¿Puedes explicarnos qué es lo que recuerdas? Una sensación, un sonido, una imagen... cualquier cosa nos ayudará.

Mientras habla, clavando su mirada en tus pupilas, en una mesita a juego con el taburete y junto a éste, una pluma empieza a deslizarse sobre un pergamino.

Al pasar al interior de la poca intimidad que pueden ofrecer las cortinas, puedes ver a la directora sentada en un taburete de madera finamente tallado junto a la camilla. Te hace un gesto con la cabeza para que te tumbes en ella.

Bien... Anaïs. Slytherin... toda una Espriu. Como ya he dicho antes, necesitamos cualquier tipo de información, por pequeña e innecesaria que te parezca, para intentar llegar al fondo de este asunto. Como comprenderás, es de vital importancia para la seguridad del castillo que algo así no vuelva a repetirse.

Tus compañeros nos han comentado que atacaste a Aurora Castelló, una chica de Gryffindor, con un Sectumsempra. Suponemos que estabas bajo un conjuro, por eso quiero preguntarte... ¿Puedes explicarnos qué es lo que recuerdas? Una sensación, un sonido, una imagen... cualquier cosa nos ayudará.

Mientras habla, clavando su mirada en tus pupilas, en una mesita a juego con el taburete y junto a éste, una pluma empieza a deslizarse sobre un pergamino.

Al pasar al interior de la poca intimidad que pueden ofrecer las cortinas, puedes ver a la directora sentada en un taburete de madera finamente tallado junto a la camilla. Te hace un gesto con la cabeza para que te tumbes en ella.

Bien... Andrés. Slytherin. Como ya he dicho antes, necesitamos cualquier tipo de información, por pequeña e innecesaria que te parezca, para intentar llegar al fondo de este asunto. Como comprenderás, es de vital importancia para la seguridad del castillo que algo así no vuelva a repetirse.

Por eso quiero preguntarte... ¿Puedes explicarnos qué es lo que recuerdas? Una sensación, un sonido, una imagen... cualquier cosa nos ayudará.

Mientras habla, clavando su mirada en tus pupilas, en una mesita a juego con el taburete y junto a éste, una pluma empieza a deslizarse sobre un pergamino.

Ah... mis recuerdos... ¿pero que demonios voy a decirle si no me acuerdo absolutamente de nada?

A ver... Directora... empecemos desde el principio. Le digo mientras me siento en la cama.

Bien, desde el principio, hasta que se te parta la cabeza.

Yo estaba con Zaida de Slytherin en el Jardín, charlando amigablemente, tirándonos piedrecejas y cosas por el estilo, cuando de repente, un bicho que para mí, a decir verdad, me parecía un rinoceronte, pero después me han dicho que era otra cosa, nos empezó a perseguir a ambos. En la carrera, nos encontramos con Nico de Slytherin, mi compañero aquí presente y con Daniela de mi misma casa.

Recuerdo muy bien al bicho "te toco con el cuerno te exploco en mil pedazos".

Al ver lo que sucedía, pues, decidimos hacer lo que grandes magos han hecho durante toda su vida... correr. Corrimos por nuestras vidas y... ¿hacia donde podíamos correr para que la bestia no nos haga picadillo de mago? Pues al Bosque Prohibido.

Vas bien, Carlos, muy bíen. La cabeza sigue sin dolerte.

Después...

Me cojo la cabeza con ambas manos cuando intento recordar que es lo que ha pasado después.

¡Mierda! Después de eso no recuerdo más nada... lo último que recuerdo es entrar al bosque con los chicos...

Me quedo mirando la directora... bajo la mirada hasta el suelo.

- Yo... solo recuerdo el momento en que entramos en aquel pasillo aquel y... estábamos caminando tranquilamente y... no lo sé. Lo de la fiesta y los erumpent... sí que lo recuerdo... - me paso la mano por la cara - No recuerdo absolutamente nada... solo tengo algunos flashs de estar corriendo escapando de algo pero... no lo sé...

Intentaba hacerme la fuerte, me gustaba hacerme la fuerte, pero... joder, era distinto cuando realmente no recordabas nada. Pero eso no quiere decir que me arrepienta de haberle hecho un sectusempre a la zorra de Aurora. Se lo merecía seguro.

Y al llegar aquí, la chica esta de Gryffindor ha venido y me ha abofeteado... de verdad, si me lo hubiera dicho con tranquilidad me hubiera disculpado. ¿Pero cómo voy a disculparme así si ni siquiera ella lo ha hecho?

Me habría disculpado por simple formalidad, no por nada más, ahora, que la jodan y le duela.

Ya hemos dicho que no nos acordamos porque siguen intentandolo...

Nada de acuerdo con el procedimiento a seguir por parte de la directora, llega hasta donde esta se encontraba.

Fuerza una sonrisa al encontrarse con su mirada y se tumba en la camilla como le indica.

Al escuchar lo que se suponía que había hecho entrecierra los ojos intentando recordar,pero el dolor vuelve a su cabeza y rápidamente se lleva la mano a la frente.

Ah...Siento no serle de ayuda.Se incorpora en la camilla,para sentarse. Pero no logro recordar nada y cada vez que lo intento me produce un gran dolor.

La directora se despide de vosotros agradeciéndoos vuestra ayuda y cooperación y os deja marchar.

Bien... creo que es hora de que vuelvas con tus compañeros a clase. Si no recuerdo mál te tocaba... Herbología, en el invernadero. Tus compañeros deben estar al salir... espero que no te entretengas demasiado. Y por favor... pídeles los apuntes a ellos o a la profesora. No me gustaría que perdieras algo de teoría importante para los examenes.

Hace una pequeña pausa y sonríe cálidamente a pesar de las ojeras y lo débil y exhausta que parece.

Gracias por todo.

Dicho esto, se levanta y sale de la enfermería.

Asiente a las palabras de directora y de un salto se incorpora. De nada, como ya he dicho antes, siento no poder ayudarles.

Sin mas dilaciones sale de la enfermeria.Una vez fuera deja de sonreir,mostrando su desagrado.

Como pueden llegar a ser tan pesados.Me dare prisa,seguro que me esta esperando... Espero que no se le haya acoplado ningun moscon.