Partida Rol por web

La directora que no se había apartado del pie de la cama durante toda la sanación. Respira aliviada y se apoya ligeramente en una mesita.

Creo que lo mejor será que ahora que ya está todo bajo control informemos a los alumnos de lo sucedido. Lo haré esta noche, durante la cena. Espero que con este susto se les quiten las ganas de meterse en el bosque prohibido. Pero no debemos olvidar que esto también ha sido un descuido nuestro. Estos chicos están bajo nuestro cuidado. Bajo mi cuidado.  De momento, duplicaremos la vigilancia. Enviaré ahora mismo una lechuza urgente a los del Consejo, así como también a los padres de estas chicas para mantenerles tranquilos e informados. Si me disculpáis.

La directora sale con tranquilidad pero a paso ligero por la puerta de la enfermería.

Bueno, yo también me voy, que he dejado mi clase a la mitad. Nos vemos luego. Dice con una dulce sonrisa ahora más calmada. Sale por la puerta dirección los invernaderos.

La enfermera asiente, quitándose también los guantes y secándose el sudor de la frente con la manga. Habian sido unos minutos muy tensos.

Así lo haré, profesor González. Ahora por favor... facilitarían mucho el trabajo si despejaran la sala... Yo cuidaré de ella y a cualquier indicio les mandaré avisar enseguida.

Dicho esto, empieza a vendar el cuerpo de Florinda por donde están las gasas, con cuidado pero con firmeza.

La profesora, que seguía cogiendo a Florinda de la mano, se levanta de repente, alterada.

Sí, ¡claro! ¡Mis clases! Va a salir corriendo por la puerta para prepararse la próxima clase, pero antes de llegar a ella se da la vuelta para mirar a la enfermera. Silvia, por favor... avíseme enseguida si pasa algo.

Ahora sí, sale de clase tarareando una cancioncilla...

Mercedes, opino que deberíamos reunir a todos los alumnos al Gran Comedor después de las clases... además habrán llegado ya los nuevos alumnos los cuales deben ser presentados.

Carlos Milán se pone al lado de la directora para salir de la enfermería.

Raquel se situó al lado del profesor Carlos.
Yo también lo creo. Deberíamos avisarlos antes de que al finalizar la clase les de por investigar más en el bosque...

La directora se detiene en la puerta.

Cierto...los nuevos alumnos...Medita unos momentos.Con tanto agetreo se le habían olvidado. Está bien. Que los profesores avisen a los alumnos de la reunión después de esta clase. Los prefectos deben atender a los nuevos alumnos. Nos vemos en un rato.

Dice sonriendo por ultima vez saliendo por la puerta.

Raquel asintió y se deslizó por los pasillo.

El profesor asintió Yo avisaré a Belinda... y también abandonó a los presentes.

Silvia levanta la cabeza después de colocar las vendas sobre el cuerpo de Florinda y fija la mirada en Sara.

¿Sigues aquí? Sonríe con dulzura... Tranquila, ya puedes ir al gran comedor. Intenta no hacer declaraciones hasta que se lleve a cabo la reunión. Dice, mientras con una mano en su espalda la va acercando a la puerta de la enfermería.

Antes de salir de la sala le digo lo siguiente a la enfermera: Muchas gracias por hacer todo esto...  de verdad. Siento todo lo que ha pasado.

Miro a Florinda tumnava aun en la cama... Espero que se recupere pronto

Salgo de la sala y me dirijo de nuevo a la clase que me tocaba, aunque seguramente este apunto de concluir.

De repente el cuerpo de Florinda empieza a tener contracciones, su cuerpo empieza a moverse solo, sus brazos caen por los lados de la cama, sus ojos se abren, aterrados... la infermera acude corriendo a la enferma, intenta pararle la hemorragia de líquido amarillo que empieza a salir nuevamente de su cuello... pero no puede hacer nada...

El movimiento cede, los ojos siguen abiertos pero no miran a ningún lugar... la boca abierta no expresa absolutamente nada, y su pelo yace con desorden encima de su rostro.

Llegas a la enfermería. Todo está en silencio y en calma. La enfermera Sílvia, está sentada en su escritorio haciendo algunos apuntes.

-Buenas tardes, ¿Como esta la chica que fue al bosque?

Mientras observa la sala en busca de la chica.

La enfermera pega un salto.

¡Por dios! Hijo mío..no me des esos sustos. Dice respirando profundamente con una mano en el pecho.

¿Qué chica? ¡Ah! Supongo que te refieres a Sara Carbonés. La chica que iba con...la alumna..fallecida. Dice con tristeza. Pues estará en el baile, supongo. No tenía heridas graves, así que no estuvo mucho tiempo aquí. Se queda un rato pensando y luego cae en algo. ¿Qué haces que no estás en el baile? Le pregunta extrañada.

-Pues que las luces y el ruido me han mareado y por eso e decidido venir.
Dice frotándose las sienes.

La enfermera se le acerca con cara de preocupación.

¿En serio? A ver..ven.. siéntate aquí. Le dice señalándole una cama vacía. Una vez el alumno se ha sentado le examina superficialmente.

Pues no parece que tengas nada...quizá es cansancio. Puedes acostarte aquí un rato y descansar, si quieres. Tómate esto, son vitaminas. Le dice acercándose un bote pequeño, con un color amarillo brillante.

-Ho gracias, si descansare un poco ¿tubo usted la desgracia de atender a la alumna que falleció? Espero que no sea algo común...

Toma una de las vitaminas y se reclina un poco mientras espera la respuesta.

La enfermera pone cara triste mientras te ayuda arropándote.

Pues desgraciadamente sí, soy la única enfermera, e hicimos lo que pudimos... Después intenta poner cara de seguridad. No te preocupes, el colegio es seguro, esto no suele ocurrir, siempre y cuando sigáis las normas.

-Y ¿que tipo de herida tenia, que para una enfermera tan hábil como usted no pudiera curar?. Entienda; que no entiendo. Pues se que muchas heridas se curan bien.

Poniendo carta de curiosidad y sintiéndose mejor.