Partida Rol por web

-¡Suelta esa cabeza, chico! -Dice Fergus tras echarle una ojeada a Buzz. Curiosamente llega a pronunciar bien cuando se altera. -Dasela a Burwell y yo soltaré a ésta traidora. ¡Je!

Mientras, la gabardina de estilo retro que se ha calzado para "su campaña personal" se agita con sus torpes movimientos.

- ¿No me fío de ti, gordo! ¡Suéltala primero! ¿Y quién es ese "Buwüerll"? -Mientras dice ésto Basilea Douris se acerca para recojer el tarro y Madok hacer un gesto amenazante, como para tirarlo al suelo. -¿Eres tú?

La chica, ya recuperada de la sacudida de Fergus, el cual, a pesar de su aspecto, posée un gran fuerza y la sujeta con una presión de acero, se hiergue ligeramente y grita pronunciando un dulce acento extranjero:-¡Seréis idiotas los dos! ¡¿NO os dáis cuenta de que todo esto va a volar por los aires?! ¡Suéltame de una vez y yo misma te daré esa maldita cabeza!

Tiene razon la chica. Esto esta por volar por los aires, mas vale que aceleremos el intercambio. 

Estamos en superioridad Fergus. El resto de nuestra tripulacion esta afuera, a salvo, luego de poner una mina de fusion adherida a tu fea nave. Si no haces acatas nuestras "sugerencias" no tendras tiempo para desactivarla antes de que todo esto estalle en mil pedazos.

Dame a la chica, y cuando llegue a salvo al otro lado, recogeras esa fea cabeza.

Madok adopta una postura de gran consternación, como si no supiese que hacer, y no parece fiarse en lo más mínimo del zorro de Fergus. Pero... ¿Acaso puede fiarse? La cabeza parlante que lleva en brazos es su única protección y en cuanto la suelte podrán acribillarle sin mayores preocupaciones.

-¡A recojer el campamento! ¡Todo el mundo a sus puestos! -Le grita Douris a sus hombres, que recojen a su compañera herida y se disponen a entrar en su nave. Entre ellos ves al tipo alto y moreno, Mohamed Al Raschild, el gigantesco guardaespaldas personal de Fergus, que lejos de obedecer a la lider de los piratas, se coloca detrás de su "amo y señor".

El loro que revolotea por ahí se posa en su hombro y ésta se acerca a Madok con su revolver de cañon largo enfundado.

-Grrññeeee... ¿Gñee? ¡Explosión, explosión!

-¡Ya lo has oído, chico, no tenemos todo el dia!

-Esto... esto es muy raro. -Dice Madok, dando un paso atrás. -Malditito Fergus.

Fergus mira la alarma, luego a Madok y luego la alarma de nuevo. La luz roja se refleja en sus ojos y se muestra preocupado.

-¡Maldita sea, nisiquiera estamos seguros de que eso fuese lo que veníamos a buscar! -Tras empujar a Aramova hacia adelante, la cual cae al suelo, Fergus saca de su gabardina una enorme y pesada pistola de cañon largo plateado.

-¡No volverás a casa, chico.

-¡Mierda! -Es todo lo que puede decir Madok cuando salta a un lado esquivando por poco el tiro, que impacta en la pared soltando chispas.
Al saltar se le escapa de las manos la cabeza parlante y ésta vuela por el aire descontroladamente dentro de su delicado recipiente.
Casi al mismo tiempo el Loro de Basilea aletea en su hombro y se lanza hacia la cabeza, atrapándola en el último momento, y, tras remontar el vuelo, dejándola caer en las manos de su ama.

Basilea sale corriendo con el premio en las manos, y todos se ponen en marcha para regresar a su nave y largarse. De pronto la sala se llena de movimiento, suben a sus dos heridos y recojen las armas de los Biosoldados. ¡No hay tiempo!

-¡Tu te vieeenes conmigo! -Dice Fergus intentando volver a atrapar a la rehén que acababa de soltar y que intenta salir corriendo desesperadamente después de apenas haber tenido tiempo a levantarse. -¡Seriíia una pena que tu belleza se desperdiciaaase en forma de basura espacial!

-¡Nos atacan! -Grita alguien desde el Nautillae. Basilea pasa junto a Fergus portando la cabeza parlante y del lado de la fragata pirata empieza a sonar el murmullo constante de unos motores magnéticos calentándose.

El cuadro es desalentador, el puente de mando del tren espacial está destrozado, lleno de agujeros de bala, fragmentos de goma aislante solidificada, trozos de biosoldados y sangre de las viíctimas. Hay zonas enegrecidas por el fuego de las explosiones y la luz roja de la emergencia lo ilumina todo incitando a la inmediatez y recordando el peligro inminente.

Fergus pretende agarrar de nuevo a la rehen, pero ésta consigue zafarse, huir corriendo y avanzado a trompicones por el estrecho campo de batalla. Uno de sus zapatos a perdido un tacon, el otro está medio desprendido y tiene la ropa (un traje negro de estilo ejecutivo) gastada y arrugada.

-Vamos a morir todos. -Murmura Jenks mientras Fergus se mete en la fragata y la enorme compuerta se cierra herméticamente. Es inútil, irrelevante correr o quedarse en el sitio, no os dará tiempo a llegar a las cápsulas salvavidas y la explosión es inminente. Al otro lado de la habitación Madok os grita algo, pero la insistente IA no se calla en sus advertencias y no le oís.

A tu lado, Jenks, parece apunto de llorar. Nunca ha sido un tipo con caracter y ahora, en el último momento de vuestras vidas te parece que es el peor compañero que se pueda desear para morir dignamente.

Sientes un crujido y miras de nuevo a Madok, os hace señas para que vayais, el muy loco no parece muy preocupado. La ejecutiva llega a su lado y la coje de la mano, se vuelve, y repite las señas con mucha insistencia.

Es extraño, es muy extraño. Llevas a la capitana Morgan en brazos, su pecho aún sube y baja, y dirías que está recuperando la consciencia. Jenks, que te sigue como un perro perdido, parece preocupado y ya suelta algunas lágrimas, gimoteando.
De esta guisa empezáis a moveros hacia Madok que, ahora que te fijas tiene la cara manchada de sangre y sonrríe como un bobalicón.

Es extraño, es muy extraño. Todo eso te resulta odioso, rodeado de humanos que han provocado una situación imposible, ¡totalmente imposible!
Pero de pronto el rotro de Madok, al que miras con el ceño frunzido mientras subes las escaleras de la trincher, se torna en preocupación. -¡Los cañones, tio!

Algo se resquebraja detrás vuestro y Jenks, que se gira antes que tu, no duda en adelantarte corriendo. Allá, al fondo, a tu espalda, en lo que debería ser el ventanal de proa, se derumban trozos de goma blanca dejando al aire los cuatro cañoes del costado del Nautillae que se despliegan y apuntan desde sus domos estancos.
La goma silante se agrita en todas direcciones, tienen los motores encendidos, van a disparar los cañones y en un momento todo el puente de mando estará despresurizado. En la esquina del ventanal se termina de romper un fragmento y se abre una pequeña vía hacia el espacio exterior. Acompañado de un silvido, el aire empieza a salir a presión, los cañones se preparan. -¡Corred!

Todo sucede muy rápido, recibes una descarga de adrenalina del cerebro y corres entre los escombros con desesperación. ¡Hay que escapar del peligro más inmediato, aunque sea por orgullo a la vida!
Cada vez maś cerca, mas a cubierto, en el pasillo central del Chamaleon, Madok tira de la ejecutiva y salen corriendo, Jenks les adelanta en un sprint final. ¿Pero cómo se puede escapar a la fuerza de unos cañones navales?

Las cargas explosivas estallan destrás tuyo justo cuando atraviesas el umbral de la escotilla blindada y te ves lanzado hacia adelante por una fuerza asombrosa, todo se llena de ruido y dejas de ver y oír. Los sensores mecánicos de tu computadora cerebral se quedan en blanco y por un instante te crees ciego. Pero de pronto te estrellas contra el suelo y empiezas a girar dando vueltas de campana. Ya no tienes a la mujer en brazos, no sabes donde ha ido a parar.

Aún lo sientes todo apagado por unos segundos, pero tras reiniciar el sistema tu casco se abre y empiezas a ver borroso y a escuchar un fuerte zumbido. Justo después recuperas la sensación de equilibrio y descubres que estás tumbado boca arriba y que lo que ves es el techo del pasillo central, ancho y gloriosamente presurizado.

Escuchas a Nakon por los altavoces del casco.

-Escuchame Buzz, vuestra mejor oportunidad es huir con el Nautillae. Se que esa nave estará repleta de enemigos, pero al menos también son enemigos de nuestros enemigos y querran salir con vida de allí. Si se te ocurre una idea mejor, o alguna manera de salir de esa sala al exterior ¡dinoslo! y te recogeremos con la Sombra, pero por el amor de dios ¡Si quiereis cobrar la nomina de este mes, salid de ahí vivos!

Buzz, escucha a Nakon. Bueno, al menos parece que estoy vivo! Chequea rapidamente todos sus sensores y reles psiquicos para comprobar si esta entero y en listo para seguir. Capitan! que bueno escucharlo! Espere un segundo... Se levanta tambaleante, mira a su alrededor, intentando encontrar a Madox y los demas. Creo que estoy en el pasillo central de la Chameleon.

Tal vez pueda colarme por algun lugar, pero no creo que sea buena medida ir con la nautillae, prefiero ir en La sombra mil veces a tomar ese galeon pirata.

Buzz busca a la capitana, a ver si sigue viva, tal vez sea util para salir de esta prision.

Te sientas sobre el suelo. No estás muerto, eso es un echo constatable por el profundo dolor de cabeza que sientes y por el cansancio de los brazos. Puede que ese dios humano sea todopoderoso, pero seguro que es incapaz de reproducir semenjate dolor de cabeza en su infierno para pecadores.

Pero durante un momento te olvidas de las matracas que te agitan los sesos y miras a tu alrrededor. Destrás vuestro hay una pared densísima de materiales fundidos y apelmazados. La explosión os ha salvado por un pelo de la descompresión, y la descompresión os ha salvado por un peño de la explosión. ¡Que afortunado! Os habéis encontrado justo en un punto en que las fuerzas se han contrrestado sin causaros daño. Ahora, el pasillo-tronco central del Chamaleon aprece seguro salvo por la alarma roja sobre vuestras cabezas. VAis a morir en cuestion de segundos.

La capitana Morgan ya está consicente y se se sienta en el suelo igual que tú, confundida. Tansolo ha salido desspedida unos metros más allá.
A tu lado, la ejecutiva que parecía conocer a Madok está de pie y mira éste último intrigada. Madok se apoya contra la pared y parece haber vomitado.

De Jenks no ves ni rastro.
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Pasan unos segundos, la situación sigue casi igual salvo por que el zumbido en tus auriculares desaparece casi del todo. Te has comunicado con el capitán, pero no contesta. Compruebas, algo más lúcido, las vías del comunicador. No funciona, quizás se haya visto afectado por la explosión, notas que el visor que mejora tu vista también ha sido dañado, con lo que de vez en cuando aparece durante un instante un punto negro ante tus ojos; o aveces la silueta de algún objeto se recorta contra el fondo y mires a donde mires esa mancha permanece durante unos segundos...

Buzz mira a Madok, por el momento no parece que pueda ayudar mucho. Busca a la capitana, que está cerca de él. El punto que se forma enfrente suyo le es bastante molesto y debe mirar un poco de costado para poder ver sin que esa mancha estorbe. Si no fuera por su vision natural tan corta, se quitaria los lentes amplificadores para poder ver sin molestias. Tendra que adaptarse a esta imagen, funcionara mientras no tenga que leer nada importante.

Se acerca a gatas, a la capitana. Una vez a su lado, y cuando está seguro que la mujer puede oirlo, le dice: Se encuentra bien? Mi nombre es Buzz y le acabo de salvar la vida, aunque hace unos momentos tambien casi se la quite. Sé que es la capitana de esta nave, y si quiere salvar su trasero, tendra que ayudarme diciendonos como salir de aqui... y cuanto antes, mejor.

Morgan te mira confusa y se tapa como puede con los girones de su traje espacial. Aún así, recatada y vencida, se nota al aire marcial y práctico de un soldado de la armada republicana. Ves en su palido y delgado hombro el tatuaje de la infantería de marina. -¿Un Cerdo de Shaigón? -Dice. -¡Me ha salvado un Cerdo de Shaigón! Vaya, nunca había visto uno en la vida real, debes de ser raro entre los de tu especie... ¡Que humano! -Echa la cabeza hacia atrás y escupe a un lado un diente y sangre. Tiene la voz ronca.

Parece sorprendida de que puedas hablar mejor que un orangután en busca de platanos, pero ya estás acostumbrado a ese trato. Aquellos urbanitas terranos que solo reciben noticias veladas sobre cómo son los Garromeanos. Allá en la tierra os llaman hombres cerdo y creen herróneamente que poseeis un intelecto inferior y un violento salvajismo instintivo.
Las razones por las que te uniste a la hermandad de la acción recíproca vuelven a tu memoria y te haces cargo de lo cínico de la situación. TU le has SALVADO la vida.

Mientras ella habla pones en escucha el enlace de comunicaciones. Hablan y se dirigen a ti, pero no parece que reciban tus respuestas.

- Lilian, mueve la nave, no la dejes en el mismo lugar en el que desapareció, pueden intentar alcanzaros disparando al lugar donde os han visto desaparecer, y id desviando potencia a los motores, tendremos que salir pitando de aquí.

-¡Buzz! ¡Madok! ¿Estais ahi? ¡Contestad maldita sea!

-Lilian, Alfie, ¿Habeis recibido alguna comunicación de Buzz y Madok en La Sombra?

—No — respondió Alfie.

-Jejejejejejejeje. -Madok empieza a reirse con nerviosismo, como lo haría un loco. La alarma aún resuenta por los pasillos del Chamaleon, gritando insistentemente. -Peligro inminente- -Evacuación inmediata- -Imposibilidad de recuperar el control- -Se recomienda el abandono de la nave inmediato-

El informático se hierge y se da la vuelta, le sangra la nariz y al pasarse la mano por la cara se mancha la mejilla y la frente de sangre. Tiene la mirada perdida, una sonrrisilla bobalicona en la boca y parece mareado, se tambalea.

-¿Madok? -Dice la ejecutiva, se acerca a él y le ayuda a sostenerse.