Partida Rol por web

- Uf, ha estado cerca...Primera medida: ¿Todos de acuerdo en bloquear la puerta de nuestro "cuartel general"?. Con un poco de suerte tendremos un 78.3% de posibilidades de que nadie se acerque a investigar -apostilló nuestro Sergy

Patxi observa toda la escena del alien algo alucinado y al finalizar se quita la txapela, se rasca la cabeza y vuelve a ponérsela.

Después de escuchar a Sergio coge su piedra y la coloca pegada a la puerta. Después se sienta encima.

-Pero si nadie puede entrar nosotros tampoco podemos salir... ¿No teníamos que entrar en el komuna de las neskas?

- Muy cierto -asiente LeFrik, gratamente sorprendido por los, cuando menos peculiares, procesos de pensamiento de su compañero Patxi-, pero estamos aquí para desarrollar un plan. ¿Alguna idea?

Segundos después, tras un atisbo de lo que parece vacilación, añade: ¿Nos vestimos de mujeres?

La voz vuelve a ser temblorosa y se trasluce el "mono".
-¿Os quedan caramelos o no?
La catatonia se acaba cuando Curt se fija en la bolsa que lleva Sergy en la mano. En un desesperado intento de alimentarse se arroja hacia ella, pero debido a la falta de alimento se derrumba sollozante de nuevo.

-Vestirse de mujer parece un buen plan. Salvo... -miró a Patxi dubitativo- no se si conseguiremos maquillaje suficiente para Patxi.

Miró el pedrusco que sujetaba con una manaza el susodicho y dio un par de pasos atrás para tener algo de perspectiva.

-Aunque a lo mejor si se mete la piedra debajo de la camiseta, pueden parecer un par de... de... ya sabéis, glándulas mamarias -añadió haciendo evidente para todos que su experiencia en ese campo era más bien nula.

-Ah, no. Yo soy muy macho para disfrazarme de mujer.

Dice Paco  exudando virilidad por los cuatro costados.

-Propongo demoler una de estas paredes-Dice señalando a la pared del retrete donde estaba el extraterrestre-Puesto que supuestamente el baño de tias está al otro lado...Aunque quizá con un agujero lo suficientemente pequeño como para que pasemos sin problemas sería suficiente y no haría falta demoler la pared entera...¿Pero entonces para que llevaria yo mis 3 kilitos de c4?

Sergio, compasivo, le tiende la bolsa a Curt.

Unos segundos después, parece recobrar el hilo de la conversación...

- Sí, el plan de abrir un agujero me parece mejor. En la pared, digo.

Patxi está sentado en la piedra cual Pensador de Rodin de 200 kilos.

-Mmmmm... ¿el agujero en la pareta no tiene el mismo problema que entrar por la puerta?

- Muy cierto

Sergy le quita (o así lo intenta) la bolsa de caramelitos a su sufrido y adicto compañero de fatigas.

- ¿Quién se va a vestir de chorba? -dice con retintín, agitando la bolsuela.

La mano de Curt se lanza desesperaadamente hacia la bolsa que escapa de ellas.
¡Hijo de...!
La mano libre avanza con decisión a una zona por debajo de la linea del bañador. Cuando llega y encuentra, suelta toda la rabia de su "mono" en un amistoso apreton.
-Dámelosssssssss...
El esfuerzo parece demasiado para él y casi cae redondo en el suelo.

Joskins observó la maniobra de LeFrik con renovado respeto. ¡Que manera de manejar la situación!

-Sergy tiene razón. Podemos enviar a Curt vestido de nena y que nos despeje el camino. ¡Es perfecto! -se dirigió a la pared que hasta hacía unos segundos iba a ser derribada y plantó el oído a lo indio navajo- No se oye nada, debemos darnos prisa. Venga, Curt. Hay que sacrificarse por el equipo. Y por las... FRESAS.

Veloz como Sonic con un avispero clavado en el culo, Sergio retiró la mano con la bolsa de caramelos del alcance de Curt, haciendo que este cayera a plomo sobre el suelo víctima de un estado de abstinencia de fresa.

Mientras, el resto de compañeros debatían sobre el método mas idoneo para infiltrarse en el lavabo de señoras del espaciopuerto, siendo las opciones consideradas el abrir un agujero del tamaño de la catedral de Burgos en la pared y la posibilidad de infiltrarse travestidos. Tras una primera tanda de opiniones las dos opciones se mantenían muy igualadas.

-Bueno pues... ¿voy a por una maleta? Yo no tengo ropas de neska por aquí...- dice Patxi levantándose de la piedra, sobre la que se había sentado.

Sergio deja hacer a su cultivado (a la par que musculado) colega, no sin sujetar la bolsa de caramelitos fuertemente.

Al no recibir respuesta, Patxi ejecutó su inteligente plan de ir a buscar una maleta con ropas de mujer para colarse dentro del lavabo de señoras. Se levantó de encima de la piedra y tras apartarla a un lado salió al exterior del lavabo,  dejando a los demás escondidos en el lavabo y esperándole.

El espaciopuerto bullía de actividad.

Nada mas salir y cerrar la puerta, el aguérrido vasquito observó a su alrededor. Las cosas seguían en su sitio y no parecía que nadie hubiera llamado a la seguridad del espaciopuerto a causa de la incursión de Paco al interior del lavabo de señoras. La gente y los extraterrestres continuaban con su ir y venir por el lugar, atestado de caras extrañas provenientes de los rincones mas alejados y absurdos de la galaxia. Algo que resultaba de los mas chocante y bizarro para Patxi, quien hasta entonces lo mas alienígena que había visto en su vida era a un hombre de raza negra conseguir el puesto de Lehendakari. Sencillamente era algo a lo que su tradicional personalidad vasca le costaba acostumbrarse, habituado como estaba el a las altas costumbres y vida de las vascongadas.

Un grupito de lo que parecían langostas espaciales paso a su lado articulando extraños chasquidos y dos de las mas pequeñas se le quedaron mirando interrogativamente mientras el resto del grupo avanzaba. Una de las mas grandes se percató y tras regañarles (o eso le pareció a Patxi) les azuzó para que no se separaran del resto del grupo.

Indudablemente Patxi estaba muy lejos de su hogar. Bastante mas de lo que había sido Barnacity.

Sergio se queda allí tranquilito, dedicando el 90% de su atención a proteger la fructósica y azucarada bolsita, y el 10% restante a poner caras delante del espejo e imitar a sus personajes favoritos de Estar Güars.