Partida Rol por web

Miercoles 27 de Junio del año 2012 de la era de Dick.

10:15 pm

El sol se despidió de la ciudad con las últimas luces del día, dejando paso a la noche cargada de nubes tóxicas emanadas por las factorías de Trucutru Biolabs. Mientras, la ciudad de Zevilla, encendía el alumbrado tan característico de las ciudades de la era moderna, convirtiendo el lugar en una fiesta de colorines de todos los tipos que rivalizaba con el aspecto de la discoteca de Fiebre del Sábado Noche.

El aire se cargó de los sonidos nocturnos de la ciudad y siete narizones Barnacitenses procedieron a ejecutar un plan que les llevaría a hacerse con los preciados objetos que andaban buscando. Las cartas del enemigo ya estaban sobre la mesa (bueno, reálmente, estaban en La Cartuja) y lo único que les quedaba era mostrar las suyas (bueno, mejor no, que se las roban).

Así que cuando todo estuvo dispuesto, el equipo de rebeldes descendió por uno de tantos agujeros del alcantarillado de la ciudad, y comenzaron de esta manera con...

¡EL ASALTO A LA CARTUJA!

-Joé, este camino cansa. ¿Por qué no habremos cogido un taxi?

Curt se secaba el sudor de la frente con cara de estar pasándolo realmente mal. A pesar de ser extremeño (o algo así, ya que era medio sueco) el calor de la noche zevillana era un horror para él. Parecía que nadie podría sobrevivir al mismo.

Se quitó la gabardina y se la colgó del brazo. Suerte que su camisa ocultaba el kevlar, que si no hasta el último fanhunter de la ciudad sabría quienes eran.

Da gracias a que por lo menos ya es de noche... así no hace tanto calor...-le respondió a Curt mientras andaba junto a su compañera Alma.

La verdad es que la noticia de que anocheciera era muy buena para Lorena. Nunca había soportado el calor, era como una caída desde el puente de Khaza-Dûm luchando contra un Balrog para ella.

El Señor Hez iba delante guiando al grupo por las alcantarillas. Estaba muy emocionado, era su primer asalto como miembro de la Resistencia y encima en una misión de crucial importancia... se sentía un poco como Chuck Norris en una de sus películas de Desapareciendo en Combate donde el Heroe se enfrentaba a multitud de vietnamitas, dictadores birmanos y chinos medio calvos con bigotes que hacían de malos en todas las pelis.

Cogió un poco de mierda con sus dedos y se la pasó por debajo de los ojos para hacerse dos marcas como hacían los comandos para el camuflaje, lo malo es que su diarrea permanente que brotaba de su cuerpo tapó la marca enseguida. Sentía que debía decir unas palabras, un pequeño discurso para subir la moral de sus compañeros en este momento tan decisivo.

- Compañeggos, esto seggá una auténtica pggueba pagga nosotggos. Nada compaggado con lo que hemos hecho hasta ahogga peggo algo me dice que estaggemos a la altugga de las ciggcustancias. No debemos fallagg, las caggtas han de segg nuestggas y... ¡UII UN CHORONGUILLO! - dice el excremental que estira rápidamente la mano para hacerse con el suculento manjar y empezar a mordisquearlo como si fuese una delicatessen.

Al "finalizar" el discurso del Señor Hez, y mientras el mismo degustaba un no-queramos-saber-qué, Alma estiró ambos brazos haciendo la señal de la victoria para ayudar al discurso dando ánimos. Luego comenzó a aplaudir, aunque no muy fuerte porque el eco del alcantarillado era considerable y gritó entusiasmada y con la moral hasta el techo:
- ¡¡PO-DE-MOS!!
Cuando se quiso dar cuenta ya llevaba con ambas manos lejos de sus fosas nasales demasiado tiempo y le vino una arcada de agárrate y no te menees y echó tal cual el último cacho de tortilla que había comido.
Menos mal que no he echado nada más... pensó la maña mientras colocaba sus manos de donde nunca las debió mover.

Despues de ponerse fino a base de jamón del bueno, como el resto de compañeros, Patxi se preparó para abordar la situación con un grito de guerra y un buen salto, en la mejor de las tradiciones vascas*:

-¡IIiiieeeeuuuUUPP! gritó cuando bajó a los túneles del alcantarillado de un salto, haciendo vibrar con un estruendo todo el subterraneo al caer con todo su peso, más el de la piedra de las narices Bueno pues gente, yastamos pala faena. A ver paonde se tira ahora, que tengo ganas de repartir unos cuantos soplamocos.

Y diciendo esto se puso en camino, siguiendo a Sergy, quién guiaba al grupo utilizando su asombrosa memoria de científico, para recordar el camino marcado en la maqueta que encontraron en la heladería de la Torre del Oro.

Sergio continuaba con la labor de recordar cual era el camino a seguir entre todos aquellos túneles, bifurcaciones, giros, retúneles y calabozos varios sin poder evitar sudar exagerádamente, en parte por el calor, pero aún más parte tenía la idea de quedar bien delante de las mujeres, con las posibles consecuencias que ello podía tener.

No me puedo creer que esto esté pasando, yo Sergy, estoy guiando al grupo ante las puertas del imperio de De Merde y si consigo llevarles hasta el objetivo de la misión, quedaré como un campeón delante de todos... incluso de las buenorras del grupo... pensaba nerviosamente a medida que caminaba guiándose por lo que recordaba de la maqueta No te dejes aturullar ahora por los olores y los nervios Sergy... piensa Sergy, piensa...*

Cuatro túneles más adelante, según se salía del decimoquinto a la izquierda y tomándo luego el ramal de la derecha, según el GPS del DJ, llegaron a lo que parecía el final del camino. El lugar en el que se encontraban estaba completamente inundado, el pasillo por el que habían caminado terminaba en un pequeño embalse de aguas fecales con menos densidad de detritus que las anteriores que habían visto por el camino y al frente, se dejaba ver un pequeño trozo de lo que parecía un túnel que había sido sepultado por el agua.

-Hemos llegado dijo Sergy A partir de aquí, toca darse el chapuzón. Hay que ponerse los trajes de buceo que nos encontramos en la heladería y continuar buceando hasta La Cartuja.

Aunque las cacas andantes como yo tendemos a flotagg, cggeo que podgge buceagg un ggato - dice el Señor Hez mientras empieza a colocarse el sofisticado traje de buceo. Si la cosa se ponía difícil, siempre podía volverse etéreo pero quería experimentar lo que era moverse por los desagües entre un montón de aguas fecales, como cuando aún se estaba formando en las tuberías del edificio de la Resistencia.

Alma empezó a quitarse algo de ropa para enfundarse en el traje de buceo, metiendo lo que se había quitado por dentro del mismo para que no se le mojase su querida y favoritísima ropa de rockera de guerra.
De espaldas al resto de compañeros comenzó a ponerse el ajustado traje, pasándolas algo canutas sobre todo para subir la cemallera a la altura del pecho, finalmente pidiendo ayuda a su inseparable compi, logró quedar embutida en el mismo y poniéndose las gafas para ello, empezó a meterse en el ¿agua?

Lorena se apartó junto a Alma del grupo, yendo a una zona donde tuvieran más intimidad. Allí, se quitó la coraza y el vestido, ya que le molestaban a la hora de ponerse el traje de buceo. Tras ponerselo como es debido, con algunas dificultades en cierta zona, dado que era una chica de mucha "pechonalidad", se colocó por encima el vestido y la coraza.

Tras ello, volvió a reunirse con el grupo y miró la especie de gelatina pestilente en la que tendrían que bucear.

Oh, yeah, me encanta... nunca pensé en que fuera cierto eso de que mi madre me "mandaba a la mierda"...-pensaba mientras miraba el líquido (que no sabía si podía llamarse agua) y se tapaba la nariz.

-Ala pues, amos a darnos el chapusón en la ría dijo Patxi, soltando la piedra y procediendo a colocarse su respectivo traje de buceo. Cuando terminó, volvía a tener el mismo aspecto ridículo que la anterior vez, con varias lorzas de carne saliendo por el apretado traje y caminando igual que el Pingüino Karateka gracias a las aletas Cawenzotz! Si paresco un extrarretrete desos, menos mal que los del txoko no se van a enterar, que si no se me reían más que cuando en el Batzoki me confundí de vaso, y bebí mosto en lugar de vino blanco.

Patxi se palpaba el cuerpo con sus enormes manos y cuando llegó a la entrepierna, pellizo el traje y lo estiro un poco hacia abajo

-Encima me tira de la sisa que da gusto oyes, a ver si luego voy a tener algún problema aquí abajo...

Alma se miró de arriba a abajo lo que la cabeza y las tetas le permitían ver y se quedó pensando que no debía verse tan mal, quizá sería un buen traje para pasar desapercibida en la oscuridad...
- ¿Qué tal de chechi estoy? - le preguntó a Lorena que ahora estaba a su lado y ambas miraban con temeridad el líquido asqueroso por el que debían bucear...
Seguro que al Señor Hez le va a encantar pegarse un chapuzón aquí... pensó la tetona intentando sacarle el lado positivo a todo eso, si es que lo tenía.

Sergy también se puso a la tarea mientras miraba al gigante vasco y lo escuchaba quejarse, le costó menos entrar en el traje, pero dada su prominente barriga fruto de la ingesta de innumerable comida basura, (alimento base en la nutrición de cualquier Friky) también tuvo alguna que otra dificultad.

Cuando hubo terminado se palpó todo el cuerpo comprobando si todo estaba en orden y se giró para preguntar al resto de rebeldes si ya estaban listos, para proceder a revisar las bombonas antes de la inmersión. Fue justo en el momento en el que Alma y Lorena aparecían en el túnel con el ceñido traje de inmersión puesto, marcando curvas y sugerentes formas de la anatomía femenina.

Para cuando Alma terminaba de formular su pregunta a Lorena, Sergy ya se había desmayado y pegado un rijostio contra el suelo, de los de grabar en video y mandar a la tele.

-Mecagüen la leche neskas, que no haseis más que darle disgustos a este pobre hombre, como los que me llevo yo cada ves que veo jugar al atleti Patxi se acercó a Sergy diciendo esto y lo levantó agarrándolo del pecho, para proceder a zarandearlo como una vulgar coctelera ¡Despierta txo! ¡Que no estamos como para andar siesteando por ahí!

El resto de rebeldes vieron una manchurrón de colores moverse velozmente en la mano de Patxi y cuando esta se detuvo, Sergy volvió a aparecer agarrado por la misma, con los ojos girando en espirales, pero con la conciencia recuperada.

Patxi lo dejó otra vez en el suelo y Sergy procedió a comprobar las bombonas de todos, dándoles el ok con la mano.

Entonces es la hogga de daggse el chapuzón - dice el Señor Hez mirando a todos, sobre todo a las mujeres. No es que el Señor Hez fuese un experto en la anatomía humana y sin duda algún día esperaría encontrar a una Señora Hez con la que tener zurullitos que correteasen y pringasen todo a su alrededor, pero no supo contestar a la muchacha, pues el excremental prefería a las mujeres algo más chorreantes y marrones. Cierto era que desde que habían entrado en las alcantarillas y se habían pringado, las encontraba algo más atractivas pero no despertaban su libido.

Poco a poco, tras el visto bueno de Sergi, el golem de mierda procedió a zambullirse.

Cuando Alma vio que el pobre Sergy otra vez sucumbía a los encantos de ella y Lorena instintivamente intentó tapar su cuerpo neoprenado, pero ya fue tarde y el gafitas había caído desmayado al suelo.
Tras la reprimenda de Patxi Alma se sintió mal. ¿Qué culpa tenían ellas de tener esos cuerpazos? pensó tristemente.

Cuando vió al Señor Hez dispuesto a zambullirse cuanto antes, al cual se le veía que se lo estaba pasando como un enano... o como un enano marrón, Alma se adelantó y tras el OK de un Sergy ya recuperado se metió en el ¿líquido? de aspecto poco saludable.

Lorena miró sorprendida como Sergy se desmayaba. Tras escuchar lo que dijo Patxi y ver el gesto de su compañera, se dirigió a su oído-No te sientas así mujer, que no hemos hecho nada. Además, estas cosas hay que tomarselas a risilla-le susurró a Alma mientras le guiñaba un ojo y le sonreía.

Tras eso, se acercó de nuevo al pestilente líquido y cuando se percató de que el Señor Hez se preparaba para zambullirse y Alma ya lo había hecho, se separó un poco del borde.

Esto...-dijo dirigiendose a todos los miembros del grupo en general-Aparte de oler fatal... en ese agua no habrá bichos, ¿verdad?-diciendo esto, se alejó un poco más del borde, recordando el asco que le tenía a esos pequeños seres llamados insectos...

Uno a uno, todos los rebeldes se fueron metiendo dentro de aquel potaje de garbanzos digeridos (bueno y de alubias, ensaladas y toda la variedad de comidas que comían los zevillanos) y cuando se acercaron al pequeño hueco del túnel sumergido que asomaba por encima de las densas y muy consistentes aguas fecales, Sergy encendió una de las linternas sumergibles y les habló:

-Bueno damas y caballeros, ha llegado el momento de la inmersión. Dijo No tengo claro cuanto tardaremos en llegar a nuestro objetivo, pero es vital que no nos perdamos. Enceded vuestras linternas, el agua está muy asquerosa y más sucia que los pantanos de Dagobah, así que será difícil vernos ahí abajo, tendremos que guiarnos por el resplandor de las luces, recordad: es muy importante que no nos perdamos o quizás no encontremos la salida y se nos acabe el oxígeno de las bombonas. A bueno, eso y que procureis no tragar agüilla... eso también es importante Miro al Señor Hez Bueno, usted puede hacerlo, que seguramente le sentará bien para el cutis. Nos vemos al otro lado.

Y dicho aquello con una formalidad que parecía sacada de Misión Imposible, se colocó la boquilla de respiración y se sumergió.