Partida Rol por web

Cuando llegáis al Zoological Gardens, en la 1011 de la Av. West Jackson del distrito de Fort Lewis, hace uno de esos extraños días soleados de primavera en Seattle. El aire es fresco y un sol candoroso y brillante quema reconfortantemente abriéndose paso a través de las pocas nubes de polución industrial del cielo. 
Hay mucha actividad en el zoo pese a ser un día entre semana, aunque no está repleto; parejas de jóvenes deambulan señalando recintos y riéndose, manadas de niños sonrientes traídos de salida escolar saltan y corretean de una exhibición a otra con entusiasmo ante el intento de sus profesores de mantener el orden mientras los grupos de turistas permanecen apiñados alrededor de su guía manipulando sus linguasoft y haciendo fotos a todo lo que se encuentran.

Hay una amplia variedad de animales ordinarios como panteras, elefantes asiáticos, antílopes africanos, cebras, jirafas, leones y tigres; pues se trata de un recinto enorme. Muchos animales se anuncian desde la entrada con paneles informativos generados por RA. 
Pero también hay variedades más extrañas: A lo lejos podéis ver una caballada de pegasos volando bajo techo acristalado en las praderas artificiales de la jungla. Una cosa llamada eykyelebenie al que le han extirpado las glándulas venenosas colgado perezosamente de unas lianas en un hábitat muy húmedo que recrea la jungla, una quitinosa y extraña mantis gigante con el caparazón esmeralda que llega a hacer casi dos metros de altura, y eso solo a un primer vistazo. 
Quizás lo más impresionante sea la joya del zoo, una pareja de fénix en su enorme recinto al aire libre delimitado por barreras sónicas, que dan vueltas el uno alrededor del otro emanando una ardiente estela con su aura de crepitante poder mágico. 

No queréis destacar mucho, y una rápida consulta al mapa interactivo en RA os revela el camino a recorrer para llegar al húmedo y estancado recinto de los basiliscos para encontraros con el agente Seth Dietrich y realizar el jugoso intercambio.

Tras finiquitar sus negocios con Sully y regresar a un lugar privado, BB invocó a un nuevo espíritu guardian que se quedara con ella hasta el próximo atardecer, tiempo suficiente para la reunión en el zoo. En este caso creó a su alrededor un círculo dibujado con el refresco de una lata en el suelo de un callejón. Como foco del ritual de invocación había hecho un muñeco de un guerrero con trozos de alambre y clips; era bastante tosco, pero serviría como foco para centrar sus pensamientos en el tipo de espíritu que necesitaba para protegerle.

Luego una buena siesta le ayudaría a recuperarse del esfuerzo de la invocación, pero antes había que aclarar con el grupo el plan.

- Entonces, iré yo dentro con Julius y el espíritu guardián, aunque tomaré otro aspecto. Imagino que Julius también. A Vargaz puedo volverlo invisible antes de separarnos. Eso debería ayudarle a pasar desapercibido por la alcantarilla. Mientras Glitch se quedará fuera con Jax en la furgo vigilando la Matriz para que no nos pillen en bragas como en la escuela y Jax vigilará alrededor con sus drones. ¿Todo correcto? – resumió lo que habían estado hablando – Joder, empezamos a parecer un equipo de runners de verdad cubriendo todos los ángulos – sonrió al decirlo. Le gustaba sentirse de nuevo parte de un equipo y estaban aprendiendo a compenetrarse muy rápido.

BB accedió al zoo sin ningún arma, más allá de sus habilidades despertadas y el espíritu guardián que la acompañaba invisible. Avanzó por el camino hasta los basiliscos pendiente de cualquier detalle. Se planteó ir por algún camino alternativo, pero enseguida lo descartó al pensar que un equipo de profesionales habrían cubierto todos los caminos posibles que no debían ser tantos. Lo mejor era mantenerse alerta esperando reconocer a Dietrich.

Absorto durante el trayecto me cercioro de que todas nuestras herramientas de trabajo estén ocultas.

100.000 Nuyens. Es demasiado bueno para ser cierto, nada de esto tiene ningún sentido.

-Todo correcto. -Le confirmo a Bethany mientras reviso en el commlink los dispositivos visibles del recinto. -Vargaz, ¿necesitas que te preste un SIN? No pasará un control pero si te ven sin uno tal vez llames demasiado la atención.

Con curiosidad me quedo mirando a Beth al ingerir la dosis.

-¿Esto es para mejorar vuestro rendimiento? Qué forma más curiosa tenéis de instalaros un programa.

Julius y BB entran por los accesos principales seguidos del espíritu Guardián, quien parece tener especial fascinación por contemplar los animales y souvenires coloridos en las tiendas de recuerdos. 

Ambos vais desarmados y no tenéis problemas cuando pasáis por el checkpoint junto a los demás visitantes. Allí os aplican un doble escaneo, primero con un MAD (detector de anomalías magnéticas) y luego un agente militar os sondea con un emisor de ondas milimétricas. 
El pase de un día vale 35 nuyens. Pagáis con vuestros fakeSIN y junto a él recibís un ARO identificativo y una pulsera física con una identificación por radiofrecuencia (RFID) que os permite activar videos y paneles de realidad aumentada en las instalaciones. Por supuesto, no falta un mapa interactivo visible desde vuestro commlink y unos descuentos para el oceanográfico. 

En el mapa podéis ver la monstruosa superficie del parque que cuenta con unas 2.475 ha* y 8 biomas temáticos completos aunque transitables para el público "solo" son 360 ha. Un tren magnético circunnavega la periferia para ir rápidamente de una zona a otra sin perder tiempo, aunque sale a horas muy concretas. Otro ferrocarril de ocio más pequeño tiene recorridos puntuales entre biomas que pese a ser mucho más lento suele estar en continuo movimiento.  

Una vez dentro, varios caminos os conducen a una enorme planicie desde la que se puede ver lejanos bosques tropicales. Hacia la derecha se alza una sabana con varias señales que informan de que, una vez recorrida, aguarda el lago y la zona pantanosa. A la izquierda veis alzarse unas montañas imposibles en la lejanía y varios carteles que dirigen al desierto o a la zona de bosques alpinos. Todo ello salpicado de casetas, puestos de comida, recuerdos y todo tipo de recintos con animales. 

A primera vista, Vargaz siempre está de mal humor. Maldiciendo y protestando por todo y contra todos. En esta ocasión, sin embargo, lleva un buen rato con la boca cerrada, repasando sus armas.

Eso es porque realmente está de mal humor.

-Las alcantarillas. Claro. El puto orko, a las alcantarillas. Y los demás, al zoo, claro.

Valora por un momento la oferta de Glitch. En realidad, él no tiene ni la más remota idea de la calidad de su identidad falsa, pero por lo que pagó por ella supone que puede ser incluso inferior a la que le ofrecen. No va a arriesgarse.

-¿Para qué? Seguro que los tipos remilgados que haya en el control se ceban conmigo de todas formas. Además, alguien tiene que llevar algo de artillería, y no vamos a pasar con ella por la puerta, ¿no?

Se despide con un movimiento de cabeza, enfila su moto hacia la zona, y da un par de vueltas hasta dejarla aparcada legalmente a la menor distancia posible. Inspira hondo, y levanta la tapa de la alcantarilla.

Vargaz desciende por las alcantarillas y, siguiendo el mapa enviado por Glitch, llega al cabo de una larga media hora a la salida que se presupone la correcta, el olor bestial de pelo, humedad y heces no deja duda que por lo menos se encuentra dentro del recinto del zoo. No ha sido muy difícil; durante un tramo el agua subió por encima de la pantorrilla y fue bastante desagradable y, tras eso, una reja trató de impedirle el paso, pero fue arrancada de cuajo y arrojada por ahí ante el imparable avance del orko. 

Desafortunadamente, al salir por la alcantarilla, un grupo de turistas señalan a Vargaz entre risas y exclamaciones de sorpresa y eso llama la atención al  guarida que pasaba por ahí, pues le parece encontrar un orko manipulando sospechosamente la tapa de una alcantarilla. 

El guardia se aproxima poco para comprobar qué ha armado el alboroto y qué está haciendo ese orko con la alcantarilla.
Llevan un uniforme militar completo de color terroso con chaleco blindado y un cinturón con un amplio abanico de instrumentos como un bastón telescópico de defensa, una pistola, esposas... el kit completo. Sin embargo, por encima de todo, destaca un rifle de asalto que por ahora lleva cómodamente cruzado al pecho.

-¡EH! ¡Deje eso por favor! - dice refiriéndose a la alcantarilla. ¿Qué está haciendo ahí?- Mientras se termina de acercar, intenta ver qué hay en la alcantarilla encendiendo una linterna para ver mejor el interior. 

Yendo por el ciberespacio resulta sencillo seguir la ubicación de los guardias, solo tengo que mandar la órden de mostrar en rojo los PANs que llevan un rifle de asalto adscrito. Luego remito esta información a Jax para que pueda tenerlos controlados y sus sondas estén controlando las rutas de patrulla.

Uno se está acercando a la alcantarilla en este momento, espero que Vargaz no esté a punto de sal-...

[Mensaje recibido]

¡Joder!

Con la velocidad del pensamiento me dirijo hasta el avatar virtual de ese guardia.

Esto seria fácil de solucionar si al menos pudiéramos hablar con él, maldito ludita.

Reenvío el mensaje, que aparece en los commlinks de Beth y Julius junto con el ARO indicándoles la ubicación exacta [ALERTA ALCANTARILLA: Vargaz descubierto] 

Frenéticamente empiezo a rastrear los devices del guardia en busca de todos los aparatos de comunicación y de monitorización. Commlinks, radios, biomonitores… Una vez los tengo todos avistados empiezo a marcarlos para poder interceptar a tiempo cualquier señal saliente. También

Tras descansar un buen rato veo como BB se prepara y yo la imito aunque cada uno a su manera.

Es hora de prepararse para un nuevo encuentro, esperemos que esta vez sea el último, nos deshagamos  del maldito comlink y saquemos unos buenos créditos , de lo s que tan necesitado ando. Pienso para mí mientras me preparo para el encuentro.

Una vez realizados todos los preparativos, me regaño a mi mismo por no haber conseguido mejores resultados con mi mis conjuros, y nos ponemos en marcha.

 Cruzamos sin problemas mi falsa identidad pasa sin problema, mis buenos nuyens me costo, estaba disfrutando de la visita cuando nos enteramos que nuestro amigo orco había sido descubierto.

inmediatamente mi entra entra en acción y mando un menaje al comlink de Vargas.

Vargas di que el pase se te ha caído por la alcantarilla y has bajado a recuperarlo pero no lo has encontrado, así se explicara que estés de mierda hasta las rodillas y que no tengas pase y estés hurgando en la alcantarilla, vamos para allá.

Vamos BB hay que evitar que esto se complique. 

Comienzo a andar rápido en la dirección a la posición de Vargas.

-Ehm... jmmm... -balbucea, dudando sobre las posibilidades de arrastrarlo con él a la alcantarilla.

En ese momento suena la señal de commlink.

-Prrdón -indica al guardia, mientras lee el mensaje de Julius.

Guardándose de nuevo el terminal en el bolsillo, señala hacia la alcantarilla.

-El pase... -se encoge de hombros- Nolonkuentro.

El guardia te mira con recelo y te pide que le enseñes los brazos, pero, siendo su hora de comer, no quiere averiguar más en qué andas metido, no fuera el caso que tuviera que detenerte y procesarte. 

-Por favor cierre eso y diríjase a la entrada. Allí le proporcionarán un duplicado del pase- 

Dicho esto sigue en dirección a su zona favorita para el almuerzo. 

Vargaz asiente, nervioso, poniendo su mejor cara de "en realidad soy un buen chico, que solo ha venido a visitar el zoo", y permanece clavado en el sitio mientras el guardia de seguridad se aleja, aparentemente tan poco deseoso como él de meterse en problemas.

Unos segundos después de perderlo de vista, recupera la respiración.

Mira a un lado y a otro.

-¡Estoy dentro! -sonríe- ¡Lo he conseguido!

En esos instantes, poco le importan los evidentes riesgos del asunto que los ha traído hasta aquí. Comienza a caminar, con el pecho henchido de orgullo por su pequeña victoria, como si hubiera sido más mérito suyo que desidia por parte del guardia.

-¡Qué demonios! ¡Vamos a dar una vuelta!

Paseando como un turista más, vuelve a echar mano de su commlink.

-¿Dónde andáis, chicos? -pregunta, deteniéndose a contemplar el majestuoso vuelo de los fénix.

Os reunís todos al poco rato bajo la entrada sud del bioma del bosque tropical. Una jungla húmeda y pegajosa parece abrirse ante vosotros. Si no supierais que debe terminar, no muy lejos, juraríais que os encontráis en las puertas de las amazonas. Solamente los caminos convenientemente despejados y los cristales reforzados con paneles informativos os recuerdan que todo forma parte de un entorno controlado, así como papeleras y algún puesto de venta de comida o baratijas para visitantes. 

No quedan más que unos minutos para las 15:00 cuando llegáis a la jaula de los basiliscos, una especie de iguanas negras y amarillas de dos metros y medio que quedan a vuestra izquierda en un paseo de unos 200 metros de largo. A vuestra derecha hay bancos y un puesto de comida picante con exóticos derivados de soja. Salvo por algunos visitantes que recorren este camino ahora mismo, no debe haber más de unas quince personas paseando. 

Dos cosas llaman la atención del hombre que suponéis que debe de ser indiscutiblemente Seth Dietrich, quien aguarda frente al punto acordado. 

La primera es solamente percibida por Julius y BB, quienes recuerdan haberlo visto antes, siendo arrojado al suelo del Discordia cuando conocisteis al Sr. Johnson por el encargo de Oxycode. Ahora está muy cambiado, su cabello, pese a estar grasiento, ha sido cortado y peinado meticulosamente hacia atrás. Sus ojos quedan ocultos tras unas gafas negras con cristales reflectantes.

La segunda cosa, evidente por todos, es que parece estar más asustado que vosotros con todo este asunto. Un intercambio de 100 mil machacantes preocuparía a cualquiera, pero conforme lo observáis un rato más cada vez estáis más convencidos que más que asustado este tipo está completamente desubicado; mirando con recelo a los lagartos como si fueran a atravesar el cristal reforzado de un momento a otro o sobresaltándose cuando un grupo escolar pasa por su espalda, temiendo que los niños fueran a lanzarse contra él. 

- Si ese es Dietrich yo soy la reina de Inglaterra. – le dijo BB a Julius – Deja que me arriesgue yo sola. Esto apesta a trampa a millas. No merece la pena que nos arriesguemos todos y confío en que Vargaz será capaz de protegerme de cualquier ataque físico y tú de los físicos y los metafísicos – le dijo con un guiño al otro despertado. Aun sabiendo que era ella debía resultar un poco incómodo observar a BB con un aspecto completamente diferente al suyo habitual. Melena roja con rizos, traje de oficina blanco sucio con un maletín negro. Cualquiera imaginaría que era un cargo medio que había venido a desestresarse un poco.

Avanzó moviendo las caderas hasta el supuesto Dietrich observando a su alrededor tanto en este plano como en el astral. No le sorprendería que el tipo de las salchichas de soja fuera el real Agente Dietrich. Se situó a su lado.

- Ya puedes avisar a Seth para que se deje ver y te pague lo que te haya prometido para que te puedas corriendo al Discordia, muchacho. – le dijo con aplomo manteniéndose alerta a la trampa que estaba esperando que se disparse.

Después del contratiempo con el guardia me quedo bastante relajado, es evidente que no están especialmente alerta.

Al final este sitio resultará ser un buen lugar. Es seguro, sí. El único problema es si quiere entregarnos, somos peces en un barril... Bueno, ellos lo son.

Mi avatar se pone unos auriculares que retransmiten el audio captado por el commlink de Beth.

-Oh, ¿no es el señor Dietrich?

Me echo a un lado y dejo actuar a BB, ese movimiento de caderas me despista un poco de mi tarea de estar alerta, pero quien con sangre en las venas no echaría un vistazo a tal maravilla de la naturaleza.

Un segundo después muevo la cabeza barriendo el escenario del intercambio buscando tanto en el físico como en el astral y de paso dejando bien cubierta a BB con la mi defensa mágica.

Los despertados coincidís en percibir la misma aura que emana de su ser. Su esencia irradia claramente un profundo desconcierto y confusión. Está molesto y completamente desubicado. 

En el plano del ciberespacio, Glitch encuentra varios devices ocultos, aunque ninguno parece estar en el maletín.
Seth lleva varios cyberaugmentos como un cerebral booster de nivel 3, hasta 4 datajacks, skilwires de nivel 6, synaptic booster de nivel 2, synthacardium de nivel 3 y hasta un sensor de ultrasonidos, así como muscle augmentation y toner, ambos de nivel 2. 

También lleva ocultas otras cosas como una pistola de gran calibre, modelo Colt Government 2066 y un commlink Transys Avalon; pero lo que más te llama la atención es un device llamado "nanoware suite" del que no conoces nada. 

Definitivamente, no parece reconoceros cuando os acercáis cautelosamente y no es hasta que BB se sitúa a su lado que repara en vosotros.
Veis, en un vistazo fugaz de sus ojos, una mirada muerta, fría y artificial como la de un muñeco. Remotamente, como si hablase contemplando esta escena desde muy lejos, masculla una respuesta.

-¿Seth Dietrich, preguntas?- Durante un momento parece tratar de recordar su supuesto nombre - No tengo ni idea de quién estás hablando- 

BB, al ser la que habló también con él por teléfono, se percata que su voz suena sutilmente diferente de la de entonces, aunque no es fácil de asegurar, puesto que los oídos aún le pitaban tras el estruendo del tiroteo. No es la voz en realidad... sino más bien "el que lleva la voz"; su inflexión. 

- Mi nombre es Armitage- levanta una ceja y de repente parece ponerse más tenso, más apresurado- Pero... tú pareces saber algo- Entonces agarra a BB por las solapas, pero su áspera voz permanece acallada. -¿Quieres decirme lo que está pasando aquí?-

-Tened cuidado, parece peligroso. -Les envío al commlink de mis compañeros.

Escuchando el encuentro mediante los sensores me pongo a ojear los catálogos virtuales de cyberware y nanoelectrónica.

-¿Qué diantre es un nanoware suite?

No encuentras más que artículos científicos y muchos experimentos con nano máquinas aplicadas a todo tipo de funciones que actualmente realizan gran parte de devices o cyberware de clase alpha. La tecnología del nanoware está reservada a grandes megacorporaciones, ensayos militares y proyectos espaciales. Por lo general, no se venden en el mercado común, legal o negro, ya que gran parte de todo lo que existe son prototipos. 

BB te estoy cubriendo, si va a mas lo tumbo. Le mando por el complink.