Partida Rol por web

Escena de Foon Xao - Delenias 

Siete aprendices afrontan el mayor desafío de su vida: rescatar la armadura de Argos de Navío robada a Eleas, Caballero de Plata. El Cosmos del maestro mantiene al ladrón encerrado en el Santuario, pero se debilita momento a momento. Cuál es el propósito de Altieon, el Guerrero Rojo? Qué sacrificios esperan a los aprendices de Atenea?

Hoy presentamos: Aullido de Caza, la Última Lágrima

Un increible resplandor llenó el lugar y se expandió hasta los límites de la consciencia. Foon Xao abrió los ojos en la oscuridad, sintiendo solamente un enorme cuerpo escamado a su alrededor. El cuerpo lo protegía, como un cálido escudo.

En la oscuridad se levantó, perdiendo el contacto con el cuerpo cálido... y una pequeña luminosidad le permitió apenas ver un suelo de piedra, viejo, roto y sucio.

Un bulto dos metros más allá emitió un quejido... Foon Xao se dirigió allí a gran velocidad.

Delenias giró hasta quedar tendido sobre su espalda, suspirando. Sus ojos se abrieron lentamente. 

 Aun estoy aturdido por la experiencia pasada, el recuerdo del ardiente cosmos con el que pareci entrar en comunión permanece fresco en mi mente, aunque la experiencia ya empieza a difuminarse en mi memoria

Así algo distraido voy a donde yace Delenias, escuchar su suspiro me alivia, todo fue muy confuso y aunque libere el enorme cosmos de mi último ataque contra mis enemigos me preocupaba haber perdido el control hiriendo a Delenias

-¿estas herido?¿necesitas ayuda para ponerte en pie?-

Mientras hablo busco heridas en su cuerpo, algo dificil con la poca luz que tenemos aquí

El rubio chico despierta, abrazando un cuerpo pequeño que ya no está entre sus brazos. 

 -Qué.. ¿Qué ha pasado?

Aturdido, Delenias abrió los ojos con cuidado. Recordaba haber saltado en pos de un niño.. y luego todo se volvía confuso. Algo había aparecido, un ser del que sólo habían oído hablar los cuentos. Pero como su madre le solía decir, siempre hay una verdad oculta detrás de toda historia.

Movió los brazos a los lados, intentando buscar al niño que recordaba haber atrapado, pero no había nada. Terminó de despertarse y observó a su alrededor. El cambio del escenario le desconcertó, pero le preocupaba más dónde podría encontrarse el chaval.

-Foon Xao, ¿qué es este sitio?- Seguía mirando a su alrededor, buscando donde estaba claro que no había nadie. Si no estaba allí, lo primero sería salir.

Ambos miraron a su alrededor, confusos.

La oscuridad apenas retrocedía a su alrededor... y cuando hubieron concentrado su vista, sus Cosmos pulsaron a tono con una hendidura vertical... que pronto dió paso a un perfil inconfundible.

Se observaron en silencio... no parecía haber otra opción que transpasar la puerta y, sin embargo, el Cosmos que ella emana es tan terrible...

Sus pasos los guían al portal, que atraviesan en silencio, esperando que sea la salida de cualquiera sea la dimensión a la que Andrómeca los halla lanzado.

Del otro lado, un viento terrible los azota. El resplandor los ciega momentáneamente; cuando los ojos se acostumbran el paisaje es extraño por completo.

Un gran lago oscuro de aguas imposiblemente quietas se encuentra frente a ellos. El aire no parece aire, y el cielo es rojo como la sangre, monótono. Pueden sentir como sus energías menguan lentamente, como si fueran absorbidas por un poder extraño...

 -No lo se Delenias, pero tenemos que continuar-

Ayudo a Delenias a levantarse y luego cruzamos la puerta, no parece haber ninguna otra opción

Al otro lado el paisaje es terrible, un presentimiento funesto me sobrecoge al contemplarlo, y puedo sentir como si el mismo aire absorbiese mis fuerzas alimentándose de mi cosmos como un monstruo ávido

-hemos de encontrar lo que buscamos y partir de aquí cuanto antes, este lugar esta maldito-

 ¿Qué hacer cuando sólo hay un camino ante ti? Avanzar.

Delenias avanzó con determinación, siguiendo las palabras de su compañero. Tenían una misión, y no cesarían en su empeño, por muchas adversidades que se les presentaran.

-Qué lugar tan extraño.

Parecía increíble haber llegado a un sitio de esas características, después de haber atravesado la puerta de Andrómaca. Pero aún más difícil de creer, era la extraña sensación de estar perdiendo la energía constantemente.

Lo mejor será salir de aquí cuanto antes.

-¿Cómo hacemos para avanzar?

"si el aire tiene este efecto, ¿que nos harían esas negras aguas?" pienso con un escalofrío. De todos modos camino hasta la orilla del lago, teniendo buen cuidado de dejar un par de metros entre mis pies y esa oscura masa

-ha de haber por aquí algun camino, o alguna pista del ladrón. Busquemos un poco-

Ambos aprendices caminan por la orilla, pero cada paso les parece de plomo. Los pies se levantan, apenas, arrastrando las suelas. Pueden ver a los colores del entorno difuminarse ante ellos, lentamente, como si algo les robara la vida...

Un destello dorado ilumina el horizonte. Levantan la cabeza, para ver frente a ellos a una figura real, ataviada en una de las máximas armaduras de Atenea: un Manto Dorado. Y una persona de largos y blancos cabellos, rodeado de un aura imponente. Su cercanía en cierto modo les reconforta, les devuelve parte de la vitalidad perdida.

- Alto! Yo, Jhure de Cáncer, sagrado protector de este lugar, exijo saber como dos personas, simples humanos, son tan estúpidos como para adentrarse en el Yomotsu!

La llegada del desconocido me alivia y alienta, aunque sus palabras son preocupantes, no es como si nuestra actual situación no lo fuera ya bastante

-¿Yomotsu? somos aprendices del maestro Eleas y perseguimos al ladrón de su armadura, Altieon el rojo, pero estamos dentro del navio de Argos que ha levantado Eleas, se supone que nada ni nadie puede penetrarlo ni salir de el-

Sin embargo es evidente que no estamos en el mismo sitio que antes, y ya la presencia de esas sirenas es dificil de explicar, evidentemente este asunto es mas complejo de lo esperado

 El avance de los dos jóvenes no daba resultado, ya que paso a paso les costaba más avanzar. Quedaba claro que pronto tendrían que desistir.

Pero antes de pensar en abandonar, un caballero apareció ante ellos. El cosmos del hombre asombró a Delenias, quien sólo había visto poder igual en Soterio.

Esperó a que Foon Xao terminase de hablar, para hacer una aclaración.

-Señor, llegamos aquí a través de una puerta que Andrómaca nos permitió pasar. Alcanzamos un lugar donde tres caballeros se enfrentaban a sirenas. Después, misteriosamente, aparecimos allí detrás - señaló el lugar del que venían - y vinimos andando hasta aquí. Nuestra intención es perseguir al ladrón que menciona mi compañero.

- Ahh... dijo el hombre, como si las palabras de Delenias explicaran todo.

Se acercó a ellos, extendió las manos y su Cosmos dorado se expandió hasta cubrirlos como una manta. La sensación de pesadez desapareció casi totalmente, aunque algo parecido a una picazón se podía sentir aún en la piel.

- Han penetrado en el Reino de los Muertos, a través de la Puerta de Andrómaca. Tiene sentido, dice sonriendo y despeinando a Foon Xao con una mano en gesto amigable. Es por ello que los veo... como espectros. Ni del todo aquí, ni del todo allí. El Viaje del Argos! Viejo Eleas, es una técnica que no ha usado en al menos 100 años! 

Sus carcajadas fueron fuertes, resonando en el tétrico ambiente. De alguna forma han escapado, a través de la prueba de Andrómaca. Y no es cosa fácil; esa puerta es muchas veces la que determina que hombres fuertes, valerosos, leales, no puedan llegar a ser Caballeros. Pero si ella los ha considerado dignos, entonces... 

Sus ojos se abrieron mientras sonreía. Los aprendices notaron también que su presencia era etérea, casi como si desapareciera de a ratos. Entonces, creo que han pasado por una prueba de fuego. Sus Cosmos son fuertes, pero no lo suficiente para resistir las fuerzas del Inframundo. Debo sacarlos de aquí... y creo que conozco la forma adecuada de hacerlo. 

Sin más, les hizo señas para que lo siguieran por la orilla. 

Mientras seguimos a Jhure de cancer voy pensando en todo lo que nos ha dicho, Andromaca nos ha enviado al inframundo, ¿porque?, no creo que Alteion haya huido con la armadura de Argos por aquí

Aun dudando le pregunto -señor, tenemos la misión de detener a Alteion el rojo antes de que huya con la armadura de Argos Navis, ¿el ha pasado por aquí?-

 Hemos llegado al Inframundo a través de la puerta de Andrómaca... ¿Se refería a esto cuando nos dijo que habríamos de enfrentarnos a nuestros temores?

Delenias siguió al caballero, caminando a su ritmo. El tiempo iba en su contra, pero eso debería de saberlo. 

Conoce la técnica de Eleas, y sabrá cómo funciona. Entonces, ¿podrá ayudarnos?

-¿Podrías entrar a través del Inframundo en la técnica de Eleas?

El caballero dorado aún siguió caminando con gran velocidad, mientras los aprendices apuraban el paso para seguirlo, subiendo y bajando entre rocas y tierra suelta, esforzándose para no separarse del Cosmos protector de Jhure.

- Hahahaha! Sonrió mientras miró a los aprendices por sobre el hombro. No, no puedo atravesar el velo impuesto. De hecho, nosotros mismos no estamos en este mismo plano ahora... ustedes solo están tocando el Inframundo, gracias a la técnica de Eleas; no hubieran resistido toda su fuerza. No aún, y tal vez, nunca. 

Dió un golpe en el hombro de Foon Xao. Pero no se desanimen! Nadie ha pasado por aquí, nadie al menos que yo haya sentido. Pero no se preocupen, tengo algo para ustedes... 

Llegaron a dos columnas de piedra, aparentemente en el medio de la nada. A un gesto del Santo de Cáncer, el espacio entre las columnas brilló tenuemente. De rodillas, les indicó, su expresión seria momentaneamente.
 

Aun sigo meditando el significado de estar en el inframundo, aunque solo sea tocandolo, cuando llegamos a esas dos columnas y Jhure nos pide que nos arrodillemos cosa que hago de inmediato

"¿estará por aquí mi abuelo?" el pensamiento pasa de repente por mi cabeza y he de hacer un esfuerzo para no mirar a nuestro alrededor, lo cierto es que no hemos visto ningún espiritu que yo sepa, así que o no estamos en el sitio correcto o no puedo verlos

"me habría gustado hablar con el" siento de nuevo la pena por esa perdida que ya debería haber quedado atrás mientras mis rodillas tocan el aspero suelo del inframundo

 La idea de estar en un lugar y, a la vez no estar, era demasiado complicada para que Delenias pudiese comprenderla, pero no le preocupaba. Estaba hablando con uno de los caballeros más poderosos, sino el más, y la alegría que sentía sólo era levemente enturbiada por el deseo de detener al ladrón.

Sin decir nada, se arrodilló ante lo que señalaba el caballero, esperando para oír sus palabras.

Con ambos de rodillas, el Caballero Dorado colocó sus manos en los hombros de ambos. La sensación, cálida pero al mismo tiempo ardiente, desató escalofríos en los pequeños cuerpos de los aprendices. No podían contemplar con palabras la complejidad de semejante sentimiento.

- Sus nombres, pidió con voz firme Jhure. Ambos contestaron, y él prosiguió. Es costumbre desde la anterior guerra santa que, un Caballero Dorado, a quienes se les considera capitanes por encima de toda la jerarquía del Santuario, puede ante una muestra de valentía, de fé en la Diosa, de arrojo... y también de fuerza, nombrar a simples aspirantes en Caballeros. Para ello, este aprendiz debe haber pasado por una prueba de fuego.

Su voz, dura, de repente toma un tono jocoso. Y podemos decir que Andrómaca les mostró eso, verdad? Hahahaha! 

- Ehem, volvió al tono serio. Con mi autoridad, Jhure de Cáncer, Guardian del Portal de los Muertos, los nombro dignos de ser Caballeros de Atenea. Así lo digo, y así los marco con mi Cosmos. Un universo de estrellas parece estallar dentro de los dos aprendices, llevando energías renovadas a cada uno. Como tales, ahora no solo los incentiva su propia lealtad a Eleas en cumplir su misión, sino también el mandato de un Caballero Dorado, que no puede ser desoido. Pero... aún hay un paso que deben dar, uno más, para ser caballeros.

Los levanta con una mano firme, los encara hacia el espacio entre ambas columnas, y los arroja dentro con un estallido de su propio Cosmos. Allí... lo descubrirán.