Partida Rol por web

Ya deshaciendo la postura que había adoptado al apoyar su espalda y cruzar las piernas, Erika decide esta vez acercarse un poco más al Vulcano apoyando los antebrazos sobre la mesa mientras mantiene perpetua su mirada en Sirril.

De esta forma puede apreciar cada vestigio de expresión en el rostro del Vulcano, como si se tratase de una obra maestra que imposible de observarla a través del tacto ante el riesgo de estropearla, elige el aspecto visual siendo aquel sentido el que más agudizado la Comodoro tenía. 

Admirada por las palabras que decoran el silencio y ese detalle de molestia, deja escapar un suspiro mientras regresa a Sirril en busca de más. - No desconfío de ud,  Oficial. A su vez noto que el ser una copia le da el rédito de carecer un poco de razón, al parecer las emociones confluyen en ud más de lo que imagina. Dado que desde un primer momento solo he pedido una explicación sobre los sucesos y no estoy haciendo un juicio de valor. -  se aclara desde aquella cercanía, cautivada en parte por el tinte desafiante del vulcano, agradeciendo en parte haber tenido la posibilidad de encontrarse con él. Quizás, lamentando las circunstancias porque sería la primera en caer a su magnética personalidad muy lógica y racional. Una de la cual los seres humanos, carecen desproporcionadamente.

- No debe preocuparse por mi, ni por mi curiosa necesidad de indagar tan profundo me lo permita. Las pruebas son los informes de sus propios compañeros,  justamente ellas me llevaron a tenerlo en este momento sentado frente a mi. No es personal, ya debería saberlo. -  asevera aún reflejando determinación mientras un suspiro deja escapar de sus labios. - Repito la pregunta, sé que le gusta obviar pero no es algo impropio de su raza ocultar la verdad. ¿No?  ¿Quién más está al tanto de lo sucedido con ud en la Pirámide?  Es decir...  ¿Quién de la Tripulación sabe que ud es un clon de Sirril? - pregunta ya relajando la postura, volviendo a estar sentada como al principio cruzando las piernas mientras la espalda se apoya sobre la silla. 

Aakesh escuchó pacientemente la respuesta de la capitán. Se había adelantado a ella no por ser el primero, sino para zanjar cuanto antes este asunto y dejarla libre de toda culpa. La disputa entre ambos ocurrió con él al mando y en el momento del traspaso del mismo, y Aakesh entendía que era a él a quien había que pedirle cuentas, a nadie más. Pero su jugada no funcionó

Era de esperar conociéndola, pero tenía que intentarlo. Creo que tendré una nueva marca en las afrentas que le he haya podido ocasionar

-Capitán, permítame un recordatorio. Tuve que recluirla porque era un elemento impredecible al proceder de una nave enemiga de origen desconocido, en este caso temporal. No sabía si estaba o no bajo su control. Tal vez mis modos no fueron los más correctos, pero estábamos en una situación de crisis, no había tiempo de camadería o buenos modales y tuve que mostrarme enérgico. Y, con todos los respetos, entendí perfectamente que mi actitud, en ese momento y las que vinieron después, fueron tomadas por usted como un ataque, y creo recordar que me disculpé por ello, pero dadas las circunstancias tuve que actuar en consencuencia.

-Al poco bajé a enfermería y pudimos hablar. Usted me transmitió la información pertinente y yo le puse al tanto de lo que había pasado, pasando por alto las normas básicas de seguridad. No dejaba de ser un elemento inestable y potencialmente peligroso, pero aún así hice caso de lo que me dijo y yo le transmití información, dejando de lado la seguridad de la nave y la tripulación.

Calló unos segundos y prosiguió mirando a la capitán

-Capitán, entiendo que no le gustasen mis formas, pero....que ese sea el motivo principal de nuestras disputas.....En fin, le vuelvo a pedir disculpas si mis modales no fueron los más adecuados.

Sube escudos que ahora te vendrá una buena aldanada

-No quiero estar peleado con usted, al contrario, hasta ese punto de inflexión, creo que a pesar de nuestras diferencias había un buen entendimiento y coordinación entre ambos. Comprendo, y más tras la charla en su camarote, que será difícil que volvamos a esa situación, mi traslado está en suspenso y lo queramos o no tenemos que trabajar juntos. Y salvo que la Flota dictamine otra cosa, es lo que tendremos que hacer. Podemos seguir en guerra o intentar llevarnos bien y al menos firmar una tregua temporal, por el bien de la nave y de la misión.

En ese momento Aakesh fue consciente de la comodoro. En el último tramo de su réplica la había ignorado por completo relajándose. Volvió a ponerse firme y a mirar al frente.

Sirril ni si quiera pestañeo cuando la oficial se acerco amenazando su zona de confort, la oficial había cometido el el error de tomarse aquella pastilla delante del vulcano, lo cual sin duda contradecía sus propias palabras.

Al menos comodoro mi raza no acostumbra a mentir, si se fiera de mí no habría tomado esa pastilla, la razón de que este aquí no es más que el fruto de las conjeturas y sensaciones de unos oficiales sobrepasados por la situación. Oficiales que a diferencia de mi, fueron expuestos y manipulados por un ente. Dígame hechos comodoro, sin ficciones ni conjeturas de oficiales mentalmente comprometidos o afectados por la situación, ni tan si quiera ha sido capaz de nombrarme uno solo.

El vulcano era hábil en palabras, con una mente despierta que no se dejaba inmutar.

No he dicho que sea un clon comodoro, he dicho que las leyes de la probabilidad y la lógica concluyen que es la hipótesis más plausible. Respecto al conocimiento de esta situación, por mi parte tan solo la capitán y la doctora Walker, puede que la oficial de comunicaciones llegará a sus propias conclusiones ya que es la única que estuvo allí.

Ya sentada en aquel lugar escucha con atención al Primer Oficial ofreciendo una explicación que en parte no le sorprende pero sabe que eso en vez de salvar puede enterrar más de lo que parece.  Ante ello simplemente Erika suspiró y le dedicó una mirada al hindú, esperando en parte que sea consciente de todo. 

Luego fue De Alba quien prosiguió con las explicaciones, ella fue ligeramente más incisiva, pero no por ello cuanto menos realista. Se percibía a simple vista el fuerte carácter de la Capitán, algo que en parte la hacía estar al mando de la Excalibur pero justamente, era esa flaqueza la que permitía en los oficiales la insubordinacion. 

Ya la Comodoro suspirando, en parte porque comprendía el motivo de los Altos Cargos al enviarla a ella, debido a que se mostraban como dos niños que tras haberla liado ahora eran conscientes del grave error.  No obstante, tras haber escuchado a su amigo nuevamente, sellando sus labios para dedicarse a escuchar, decide intervenir de una buena vez. 

- Dejan en claro los motivos por los cuales sucedió lo que sucedió, pero si eran capaces de resolver esto solos con unos días sin verse, no era necesario elevar un informe a la Flota solo por dejarse llevar. Espero que sean conscientes de que este error, impulsivo en todo su haber, alertó a los Altos Cargos y no sólo están disgustados por el proceder de ambos, sino que se cuestiona su desempeño dentro de la Excalibur. - afirma en un tono determinante, diciendo prácticamente cual era la situación real de ambos oficiales ante la flota.

- Puedo comprender sus razones, pero por culpa de las decisiones inconscientes esto llegó demasiado lejos. Al menos como consejo, antes de redactar un informe, arreglen sus dramas internos de la misma forma en la que ahora lo hacen, dentro de un espacio cerrado y sin la flota respirando en la nuca porque así como el Primer Oficial desafío a la Capitán con total osadía, ud De Alba, se lo permitió y ambas sabemos que todos los antecedentes de insubordinacion, como así también de desacato han sido por su transigencia. Debe imponer respeto o tomar medidas, así evitamos las sanciones que ahora mismo lamentaran. - asevera con total tranquilidad, teniendo en cuenta lo que le ordenaron de mas arriba y ese halo de condescendencia que portaba Erika. No quería ser ni un juez,  ni verdugo,  pero al menos darles a entender que en la Flota el libre albedrío lejos está de instaurarse. 

- La sanción correspondiente y que me ha sido ordenada por parte de los Almirantes, es que tras haber escuchado todo ambos deben darme el nombre de dos oficiales que recibirán la sanción que debería ejecutarse sobre uds. De no ofrecer lo que pido, les llegará un comunicado y posiblemente les cueste cumplir sus servicios en Excalibur con tanta facilidad. Ya no servirán los apellidos, el dinero o una buena trayectoria dentro de la flota. - termina por decir tras dejar otro suspiro en el aire y esperar sus respuestas. 

De Alba aguantó el discurso con tranquilidad, tanto el de Muk como el de la comodoro. Era increíble lo mucho que le molestaba la testarudez de su primero, especialmente porque el inicio de aquella discusión había ocurrido porque la capitán pretendió dar un toque de atención hacia sus oficiales para frenar la oleada de insubordinaciones que ocurrieron en la Excalibur bajo su mando.

-Comodoro, sólo voy a añadir una cosa más. Mi única intención desde el inicio de la discusión entre el señor Mukherjee y yo, fue que no llegara a más. Por ese motivo lo cité a mi camarote, para tener una charla privada y evitar que el resto de oficiales presentes en el puente vieran como su capitán y su subcomandante discutían por que se habían tenido que tomar decisiones rápidas en base a los acontecimientos... Dado que no conseguimos entendernos tenía la intención de dejarlo estar pero se insistió en pedir este juicio- la idea no había sido suya y debía dejarlo claro, estaba dispuesta a asumir toda su culpa pero aquella situación no la había generado ellaPor otro lado... no me gustaría que nadie pagase por mi falta de inoperancia, especialmente sin saber que tipo de castigo debería de pagar.No estaba dispuesta a dar ningún nombre sin saber al menos cual era la condena

Aakesh escuchó el veridicto de la comodoro con el semblante serio. Una gota de sudor asomó en su frente y se deslizó lentamente. Asintió ante el mismo, miró a la capitán y luego a la comodoro.

-Con todos los respetos comodoro, ya intentamos solucionar esto privadamente y lo único que conseguimos fue empeorar las cosas. No puedo negar que fuimos incapaces de solucionarlo de manera amistosa, por lo que es comprensible que el Alto Mando considere nuestro comportamiento....infantil.

Miró al frente de nuevo, suspiró hondo y siguió hablando.

-Acato su juicio y sentencia, pero que conste que no veo justo que dos oficiales que no tienen nada que ver con....nuestras discrepancias, tengan que cargar con nuestra culpa. Por tal motivo, si he de dar un nombre....será el mío.

Al menos existía un vestigio de esperanza o eso era lo que pensó Erika al escuchar sus respuestas, aquel acto de valor al menos para la Comodoro significó mucho y pese a que los Altos Cargos pasan literalmente de estas actitudes, no lo fue así para ella. Dentro de la flota existía el compañerismo al margen de toda discrepancia y el solo hecho de ver como asumen la responsabilidad poniendo en juego su propia carrera, la enorgulleció. 

No obstante, debía continuar con lo ordenado y mantenerse indemne a nivel personal con estas cuestiones. - Comprendo Capitán que la situación se le fue de las manos, como tantos sucesos transcurridos con los tripulantes de la Excalibur. Por citar uno, el enfrentamiento entre Ollander y Ligthman por una oficial de la enfermería, algo que no sólo carece de una irresponsabilidad inaudita haberlo permitido, sino que esas libertades querida Capitán no deben darse porque luego nos encontramos con un Primer Oficial que es capaz de enfrentarla y la lista sigue. - afirma al dedicarle una mirada neutra a De Alba, sin reflejar repudio alguno ni nada similar. Erika se mantenía muy centrada en su rol como Comodoro. 

- Pero si valoro esta actitud, de no exponer a otro oficial por sus propios errores. Al margen de que la exigencia viene de arriba y no mía, por lo tanto si no hay cambio alguno pondré sus nombres en el informe a presentar y se les enviará un comunicado para asistir al juicio. De momento, pese a la urgencia de que la Excalibur despegue, quedará en el muelle hasta que se resuelva la situación con uds. La cuestión es muy seria, no se puede pasar por alto. -  se explica al mantener el rictus natural, esta vez esperando reacciones o respuestas acorde a lo dictaminado. Ya después tocaría la segunda parte de este interrogatorio, al parecer Erika tenía para largo con la Capitán y el Primer Oficial. 

Aún manteniendo una actitud que rozaba entre la fascinación y la determinación, mediante una lucha entre su rol como Comodoro en contraposición con la psicóloga que dentro llevaba, decide afilar más su atención y escuchar tranquila. Al margen de que la actitud por parte del Vulcano era curiosa en todo su haber, no podía evitar aquel resonar de las palabras expresadas y como desde la lógica el oficial se defendía con valor. 

- Solo cuento con informes y a ud es a quien le pido explicaciones, repito: esto no es un juicio de valor. -  replica al dedicarle una mirada más profunda, pero sin reflejar incomodidad al entusiasmarle la personalidad de Sirril. - Pero si le preocupa el motivo por el cual he tomado esta pastilla, pensaría que no ha analizado todo desde un nivel más profundo. A diferencia de ud, soy una humana y las emociones pueden jugar en contra por más control inmaculado que tenga dentro de un interrogatorio. Mi profesionalismo ante esto es legítimo, no solo por la verdad que me respalda sino por los métodos que utilizo para obtener respuestas ante una habilidosa mente como la suya. No es por desconfianza, simplemente como he dicho, busco respuestas a cuestiones que alertaron a los Altos Cargos y siendo el Primer Oficial el que alertó sobre ello en primera instancia, es lógico que exijan un interrogatorio con ud. -  explica naturalmente sin sentirse cohibida por la presencia o actitud del Vulcano. 

- Puede cuestionar lo que le parezca, incluso a modo de defensa, pero tenga en cuenta que al estar su nombre y un claro informe donde se dice que no se puede confiar directamente en ud, lo mínimo que puedo hacer es darle el beneficio de la duda. No estoy para juzgarlo, sino para entender todo desde su lado. - termina por decir tras beber un sorbo de agua, pendiente del Vulcano y esta álgida conversación. Posiblemente volviéndose a lamentar el solo hecho de haberlo conocido en estas circunstancias y no fuera de un interrogatorio. 

Así que había sido el primer oficial el que había instigado aquellas dudas pensó Sirril para sí. Las tornas habían cambiado y en aquel momento parecía que la comodoro era la que se defendía ante las observaciones del vulcano y la que proporcionaba información sin darse cuenta. La oficial estaba desarmada y Sirril lo sabía, pero su semblante permanecía impasible de igual forma.

Comprendo su trabajo comodoro, pero toda su investigación se basa en meras conjeturas e informes de oficiales cuyas mentes estuvieron sometidas a un gran estrés por decirlo de una manera suave. Esos mismos oficiales, los cuales basados en esas mismas conjeturas me pusieron vigilancia, una vigilancia que intento matarme y por poco lo consigue.

Aquel suceso fue especialmente desagradable, quizá Sirril pudo evitar que el ente tomará el puente si no hubiera sido por aquel altercado... estaba sobre la pista y le privaron de verse cara a cara con el alienígena cuando se encontraba a sus puertas.

Cristina sostuvo la mirada de la comodoro con suma tranquilidad... parecía que el yoga ¡Funcionaba! y eso, a pesar de todo lo que les había soltado a ambos. El caso es que parecía que aquella mujer se iba a convertir en su peor pesadilla ¡Cómo si no tuviera suficiente con el hindú adorador de Bollywood! y que su carrera, con todo el esfuerzo que le había supuesto, tanto personal como físico, se iba a ir al traste por culpa del primer oficial... Si fuera una niña hubiera terminado por hacer una mueca y señalar con el dedo acusador y cara de fastidio al que tenía al lado, al tiempo que diría "¡Pero si ha sido este! ¡Que es un bocas!"

Sin embargo, era la capitana de la Excalibur y en cierta medida la pelirroja llevaba razón, tenía que haber encarcelado a Muk a la más mínima, así como a Lightman y a Ollander... no obstante, ella tampoco podía controlar a todo el mundo, de eso se enteró bastante después.

- Comprendo, por ello asumo por completo las consecuencias de mis actos- respondió manteniendo la serenidad, no estaba dispuesta a dejar que ningún sentimiento ni resentimiento... en especial hacia Mukherjee saliera a flote- aunque debo puntializar algo... he permanecido ignorante de lo que ocurría entre el timonel, mi ingeniero jefe y la señora Blake gran parte del tiempo, hay cosas que no tengo forma de controlar- se sinceró... al fin y al cabo era humana- pero lo tendré muy en cuenta- "Sí vuelvo a asumir el mando, va a haber muchas cosas que van a cambiar a bordo..."

De Alba, consciente de que aquello iba para largo se permitió apoyarse un poco más en el respaldo... probablemente el siguiente ataque sería más duro... la capitana trató de relajarse pensando en que a unas malas podría volver a casa... con las orejas gachas y derrotada, teniendo que hacerse cargo de los asuntos familiares, que era peor que enfrentar a un ejército romulano, pero al menos podría seguir adelante e inventarse otra cosa para cabrear un poco a su padre. Tan negativas eran sus perspectivas que hasta se puso a hacer un pequeño análisis de las opciones que tendrían fuera de la flota... todas una porquería, según su criterio... Resumen, estaba muy jodida, pero el yoga ¡Seguía funcionando!

Aakesh permaneció en silencio y asintió ante las palabras de la capitán

-Al igual que la capitán, ignoraba que hubiese algún tipo de relación extraprofesional más allá de la amistad entre algunos miembros de la tripulación. Como comprenderá no podemos vigilar a toda la tripulación para comprobar que no mantienen una relación más allá de la meramente profesional o de compañerismo entre miembros de una misma nave.

Calló unos segundos antes de proseguir

-Comodoro, con todos los respetos. Por sus palabras el veredicto procede del Alto Mando. Me parece no solo inapropiado, sino fuera de lugar que el Alto Mando haya querido que inculpáramos a dos oficiales para que cumpliesen nuestro castigo. Viola las normas más básicas de la Flota Estelar. Quisiera que constase en acta o formalizar una queja al respecto, si la normativa me lo permite. ¡Está fuera de lugar!

De nuevo calló, respiró hondo y prosiguió

-Por favor Comodoro, si nos quieren castigar, que lo hagan, no podemos evitar eso, pero que al menos nos den una oportunidad. Somos una tripulación que, aunque hayamos servido en otras naves, muchos de nosotros nos hemos encontrado en nuevos puestos y con nuevas funciones por primera vez, además en una situación de crisis. Aún así, hemos conseguido regresar vivos de una misión que se complicó de manera insospechada.

Calló de nuevo

-A pesar de nuestros defectos, conflictos, descoordinación.... superamos a tres enemigos muy superiores a nosotros, la nave del futuro, la civilización de B Sygnus 104 y el ente que controló a la primera oficial de la Valiant, pagando eso sí un alto precio, precio que por mucha coordinación y por muy bien que nos llevásemos, o con más experiencia, no hubiese sido mucho menor.

Miró a la comodoro

-Por favor, si nos han de castigar que sea más adelante, los romulanos no esperan y sería un golpe muy duro para la tripulación que la capitán y yo, pero especialmente la capitán, fuésemos castigados o apartados de la Excalibur. Si quieren castiganos que lo hagan, pero no ahora, aplacen la decisión al igual que han aplazado otras cosas, que el Alto Mando nos conceda una oportunidad para arreglar las cosas.

Miró a la capitán

-Estoy seguro que la capitán y yo seremos capaces de solucionar nuestras diferencias, o al menos poder servir juntos a bordo. Como dice el Alto Mando, nos hemos comportado como niños, y mirándolo con perspectiva es así, por nuestra forma de ser, carácter, formación.... -Se adelantó a la comodoro- Denos la oportunidad para que ambos maduremos como oficiales de una nave estelar y podamos solucionar nuestras diferencias, y si no lo conseguimos, que al menos no nos impidan cumplir nuestras funciones como oficiales de la Excalibur. Creo que somos capaces de eso y más, aunque ahora no lo veamos.

Aakesh volvió a su posición, miró a la capitán asintiendo con la cabeza y volvió a mirar al frente

El yoga, de momento estaba funcionando... tan sólo tenía que imaginarse así misma realizando uno de los ejercicios, el de mirar al sol o el del buda y respirar para mantener la calma, pero escuchando los disursos de Mukherjee... no sabía cuanto tiempo sería capaz de controlarse sin que su sangre española hiciera de las suyas.

Al igual que la capitán, ignoraba que hubiese algún tipo de relación extraprofesional más allá de la amistad entre algunos miembros de la tripulación. Como comprenderá no podemos vigilar a toda la tripulación para comprobar que no mantienen una relación más allá de la meramente profesional o de compañerismo entre miembros de una misma nave.

¡Mal empezamos... No hace falta que me defienda, ya lo he hecho yo sóla! Cristi... postura del guerrero, respira... bien, tu sigue así.

Muk continuó hablando...

-Comodoro, con todos los respetos. Por sus palabras el veredicto procede del Alto Mando. Me parece no solo inapropiado, sino fuera de lugar que el Alto Mando haya querido que inculpáramos a dos oficiales para que cumpliesen nuestro castigo. Viola las normas más básicas de la Flota Estelar. Quisiera que constase en acta o formalizar una queja al respecto, si la normativa me lo permite. ¡Está fuera de lugar!

¿Pero este tío que se ha fumado? ahora a ver que postura de yoga adoptas... la de la garza, la del buda... ¡MIERDA! ¡lo que quiero es estrangularlo!

Pensó Cristina en un vano intento por evitar un movimiento de la ceja izquierda, la ceja que se le movía de manera involuntaria cuando se empezaba a cabrear... de momento se había movido, lo malo era que se enarcara completamente, porque después vendrían otras reacciones...

-Por favor Comodoro, si nos quieren castigar, que lo hagan, no podemos evitar eso, pero que al menos nos den una oportunidad. Somos una tripulación que, aunque hayamos servido en otras naves, muchos de nosotros nos hemos encontrado en nuevos puestos y con nuevas funciones por primera vez, además en una situación de crisis. Aún así, hemos conseguido regresar vivos de una misión que se complicó de manera insospechada.

-A pesar de nuestros defectos, conflictos, descoordinación.... superamos a tres enemigos muy superiores a nosotros, la nave del futuro, la civilización de B Sygnus 104 y el ente que controló a la primera oficial de la Valiant, pagando eso sí un alto precio, precio que por mucha coordinación y por muy bien que nos llevásemos, o con más experiencia, no hubiese sido mucho menor.

¿Por qué tiene la manía de repetir las cosas una y otra vez? Eso YA lo saben perfectamente, y es precisamente el motivo principal porque ninguno de los dos nos encontramos en prisión, ¡Nos están dando una oportunidad!

-Por favor, si nos han de castigar que sea más adelante, los romulanos no esperan y sería un golpe muy duro para la tripulación que la capitán y yo, pero especialmente la capitán, fuésemos castigados o apartados de la Excalibur. Si quieren castiganos que lo hagan, pero no ahora, aplacen la decisión al igual que han aplazado otras cosas, que el Alto Mando nos conceda una oportunidad para arreglar las cosas.

Postura de saludo al sol... mierda, mierda... ¿Pero por qué tiene esa insufrible manía de decir lo que sus superiores tienen que hacer?

-Estoy seguro que la capitán y yo seremos capaces de solucionar nuestras diferencias, o al menos poder servir juntos a bordo. Como dice el Alto Mando, nos hemos comportado como niños, y mirándolo con perspectiva es así, por nuestra forma de ser, carácter, formación.... -Se adelantó a la comodoro- Denos la oportunidad para que ambos maduremos como oficiales de una nave estelar y podamos solucionar nuestras diferencias, y si no lo conseguimos, que al menos no nos impidan cumplir nuestras funciones como oficiales de la Excalibur. Creo que somos capaces de eso y más, aunque ahora no lo veamos.

¡A tomar por culo el Yoga!

¡La ceja izquierda de Cristina se enarcó completamente al tiempo que miraba a los ojos de Muk, la bestia española había despertado!

- ¡Es suficiente señor Mukherjee!- explotó Cristina hasta el moño de los discursos de su primero- con cada palabra que usted está añadiendo no hace más que complicar la situación de ambos y endurecer la postura de la Flota. A veces no se si mi inglés es lo suficientemente bueno como para hacerme entender por usted- tras soltar toda aquella parrafada de golpe y con un tono más elevado de lo normal como signo de que la capitana se había estado mordiendo la lengua durante demasiado tiempo, De Alba tomó aire... tratando de volver sin éxito al Yoga y miró a la comodoro- Señora Schmidt, ruego que me disculpe, pero he de decir algo a mi primer oficial- le dijo en tono neutro, respetaba lo que la comodoro representaba y la regañina no iba para ella, sino para su tripulante. Volviéndose nuevamente hacia el hindú lo miró con el fuego que le caracterizaba- Esto es muy sencillo señor Mukherjee, usted es miembro de la Flota Estelar, ni más ni menos que primer oficial de la Excalibur y como oficial superior debe usted de acatar una serie de normas entre ellas, la de obdecer las ordenes directas de sus superiores, incluida YO- remarcó- todo esto se podía haber evitado si usted en vez de contradecirme se hubiese limitado a aparcar sus reivindicaciones para cuando fuese oportuno. Tiene usted el insufrible defecto de decir lo que sus oficiales superiores tienen que hacer y si eso es algo que usted no puede controlar le aconsejo que se busque otro trabajo. Yo he decidido dedicar mi vida a la Flota y eso es lo que estoy haciendo y lo que haré. Ambos nos hemos equivocado y ambos vamos a recibir nuestro castigo, nos han pedido que demos dos nombres de oficiales para que reciban nuestro apercibimiento y eso es lo que hemos hecho. Además ambos vamos a llevarnos bien a partir de ahora, eso es algo que queda al margen de toda duda ¿verdad?- sonrió de manera peligrosa- No es necesario añadir nada más y ahora, haga el favor de guardar silencio y dejar que la comodoro prosiga- le advirtió muy molesta a punto de estrangularlo si osaba rebatirla. Bastante había aguantado ya.

- Se agradece. -  respondió Erika a la Capitán por el comentario sobre el dilema amoroso entre los tres ofciales, ya sonriendo ligeramente al ver que las cosas iban tomando su curso y con suerte, la sanción pueda ser algo leve para los dos. No le gustaba a la Comodoro obrar desde su cargo como una tirana, comprendía a los oficiales y era muy consciente de las cosas que estaban en juego. Por suerte todo se iba encauzando poco a poco, hasta que su amigo habló. 

En ese momento y sin poder evitarlo, la expresión de Erika cambia por completo a medida que Aakesh ofrecía su defensa cuestionando a la Flota mientras le ordena con total libertad lo que debe hacer. Pasando por alto a la Capitán, a la Comodoro y a los Altos Cargos, poniendo en evidencia todo lo cuestionado ahora en cuestión de segundos. Aquello podía ser tomado como desacato y en parte Erika, agradecía profundamente el solo hecho de haber apagado las cámaras, pero no quita que algún Almirante detrás del vidrio observe todo comiendo palomitas. 

No obstante, ya endureciendo su expresión observa que De Alba reacciona y en parte se alivia por ello, mostrándose como la Capitán que debe ser. No sólo porque pone en su lugar al Primer Oficial, sino que le plantea la situación desde la coherencia que se dicta. - Hay esperanza con ella... -  pensó al contemplar la escena, a los dos oficiales y tras meditar profundamente, rompe el silencio. 

- Oficial Mukherjee, cuestionar a tus superiores no solo es desacato en toda regla sino que el castigo puede ser severo. De esta forma evidencia que la rebeldía surge de ud y la Capitán ha tenido que lidiar con alguien que no sabe respetar su rol dentro de la Excalibur. Algo que pudo haber sido de ejemplo para el resto de la Tripulación, generando desorden, insubordinación... -  comienza a explicar manteniendo una calma que ya se perdía un poco, ella no podía salvar a su amigo de esta si solo se ponía la soga al cuello. Erika lamentaba en parte tener que ponerse en la situación de recalcar cuestiones que no benefician al hindú. 

- Además la promesa que expone no tapa el sol con la mano, Oficial. No cuando su conducta es la misma, no cuando está exigiendo, cuestionando y lo peor, ordenando a sus superiores que hacer. Ud responde a ellos, hay una cadena de mando, si desafía a la Capitán, me cuestiona a mi que soy la Comodoro... ¿Qué hará con el Almirante? ¿Le dirá que viola las normas básicas de la flota y le exigirá ud que las cumpla? Puedo asegurarle que no será tan contemplativo como De Alba, ni tan paciente como yo. Por su bien, el de la Tripulación de Excalibur, aprenda de esto y responda a sus superiores desde la humildad de un Oficial. De esta forma, quienes sigan por debajo lo respetarán tanto como lo haga ud con los que estén por encima suyo. - asevera con total claridad, siendo consciente de que los Almirantes no serán piadosos ante estas situaciones. La Comodoro apela a la reflexión y espera que su amigo sea consciente de la magnitud de todo esto. 

Atenta a las palabras del Vulcano, Erika siente que al darle un solo nombre la situación va aligerándose un poco. No percibía alguna molestia en Sirril y posiblemente ella se preguntaba en su fuero interno, que sucederá cuando todos estén en la Excalibur luego de los Interrogatorios donde la realidad expresada a través de informes, solo generan más dudas que certezas. 

- Lo dicho, solo he solicitado su versión de los hechos y cada implicado pasará por este proceso en pos de enlazar todo. Oficial Sirril, debe comprender que ante una situación en donde se cuestiona su proceder, no solo se analiza en profundidad la parte que lo incriminó, sino también a ud por ser el implicado. Todas las versiones son válidas desde el razonamiento, uno que conoce bastante bien. No hay veredicto, simplemente interés por conocer la verdad. - responde en un tono sereno, aclarando ese punto con la intención de reflejar equidad en su proceder. 

- Aún así, manteniendo el mismo hilo... ¿Podría decirme que sabe sobre el Capitán de la Nave enemiga? Me interesa conocer su opinión al respecto. - pregunta al dedicarle una mirada, ya un poco más relajada como si no se hubiese inmutado en el ligero cambio de la conversación. 

Aakesh aguantó estoicamente las palabras de la capitán, en parte no le sorpredieron, y aguantó con la mirada cada palabra suya y reproche. Después hizo lo mismo con la comodoro.

No han entendido nada, debo explicarme muy mal o en klingon

-Con todos los respetos para ambas, soy oficial de la Flota Estelar, de la Excalibur, por el momento, y precisamente una de mis funciones es aportar otro punto de vista u otras opciones a mi oficial superior. También, como miembro de la Flota, y al igual que otros de menor o mayor rango, puedo expresar mi disconformidad y realizar una queja sobre la forma de actuar o si el procedimiento es inadecuado. En este caso, el Alto Mando ha pretendido como castigo que tanto la capitán como yo le cargásemos el muerto a otro oficial, que asumiesen nuestras culpas sin que ellos hubiesen tenido nada que ver. Afortunadamente la capitán como yo no hemos eludido la responsabilidad pero...¿y si lo hubiésemos hecho? ¿La Flota lo habría permitido?, ¿ustedes dos? -miro a la capitán y a la comodoro- Lo siento, no puedo por menos que expresar una queja al respecto, estoy en mi derecho y si luego, el almirantazgo quiere tomar medidas disciplinarias porque no le gusta que sus oficiales se quejen, que lo hagan. 

-Además, si hubiésemos imputado a dos oficiales por nuestras faltas, esos mismos oficiales podrían argumentar que la Flota nos daba un trato de favor, con lo cual, si ya era un castigo ilegal de por sí, tendríamos un problema mucho mayor que el que tenemos ahora y que no sólo afectaría al Alto Mando, sino a nosotros dos.

Calló unos segundos

Visnhú, dame paciencia

-Eso por un lado, respecto a lo siguiente, no estoy exigiendo nada, y mucho menos al Alto Mando, solo realizo una petición al Alto Mando, petición que estoy en mi derecho de realizar como oficial de la Flota Estelar, y es que la medida disciplinaria que nos puedan aplicar, sea cual sea, se aplace hasta que cumplamos nuestra misión en la Excalibur, que nos concendan una nueva oportunidad a todos. A título personal no eludo mi responsabilidad, ni pretendo evitar el castigo, sólo que nos concendan algo de tiempo. Y esta petición se la expreso a usted comodoro porque es usted la encargada de evaluar y enjuiciar nuestro comportamiento.

Calló de nuevo

-Formular una queja porque considero que se está realizando algo mal, saltándose las normas de la Flota, las mismas normas por la que se nos enjuicia, porque se considera que nosotros no las hemos cumplido, o formular una petición para que el castigo que se nos vaya aplicar se aplace no es una exigencia ni una imposición a nadie.

La oficial seguía perdiendo terreno, utilizando un tono cada vez más conciliador y menos agresivo.

Respecto al capitán de la nave enemiga no puedo revelarle ninguna información, ya que los contactos se establecieron cuando yo me encontraba en el planeta y no tuve constancia de estas comunicaciones durante la misión.

Dicho aquello, el vulcano fijo la mirada en Erika aun más si era posible, como si después de tener contra las cuerdas a la oficial se dispusiera a hacer un jaque mate.

Como le he dicho comprendo su trabajo, como comprendo que se ve incapaz de rebatir los hechos que le he expuesto, no por falta de habilidad por su parte, sino porque tan solo dispone como base, algún informe lleno de pobres conjeturas y ni un hecho tangible realizado por algún oficial del que muy probablemente le suscite más dudas que yo mismo.

Son muchos los sucesos acontecidos en la nave de los que seguro estará al corriente, sin duda el secuestro de la capitana y los continuos encontronazos con el primer oficial estarán sobre su mesa. Pero comodoro, como verá en mi informe no hay ninguna referencia a ello en mi informe porque en mi informe no hay conjeturas, tan solo hechos demostrables. En los hechos que viví y conozco puedo decirle, y se lo digo desde una mente ajena a sentimientos humanos como el rencor o la compasión, que la capitán permaneció fiel a la misión, su nave y sus hombres en todo momento, a pesar de todas las dificultades y de ser secuestrada por el enemigo no tengo ninguna prueba ni indicio de lo contrario.

- ¡Suficiente! ¡Alto! – ordenó una voz por el altoparlante que comunica a aquellos que se encuentran en la sala conjunta, ubicada detrás del vidrio espejado. La orden fue un cubo de agua fría para los presentes, especialmente para aquellos que conocen al dueño de aquella voz gruesa y de gran notoriedad.

Cristina y los demás claramente oyeron abrirse la puerta de la habitación de al lado, especialmente la puerta que comunica al pasillo.

Un instante después la puerta de la sala de interrogación se abre con fuerza, casi golpeando la pared en el brusco movimiento. Y quien entra no es nada más ni nada menos que el almirante Daniel Leonard, el máximo responsable que podrían hallar en la Tierra. Eso, por supuesto, nadie lo sabía.

- ¡Comodoro! – ladró con energía – Usted viene conmigo- ordenó algo más tranquilo.

Y no fue hasta que Erika salió al pasillo que Daniel se dirigió a los oficiales de la Excalibur. – Ustedes aguardaran aquí, pero antes quiero sus galones. Es una orden directa. – dijo fieramente al extender su mano con la intención de que Cristina y Mukherjee obedezcan.

Aakesh saltó al escuchar la voz, le había pillado totalmente por sorpresa

Mierda...

Cuando entró el almirante Leonard, Aakesh se puso firme. Escuchó la orden directa del almirante, y con cara de resignación se quitó los galones y se los entregó al almirante

-Aqui tiene señor

Ya sin galones, Aakesh volvió a ponerse firme, pero había cambiado, se sentía desnudo, incompleto y allí permaneció esperando a que el almirante se pronunciase

Ahora esto si que pinta mal...

Cristina no podía creerlo, el hindú hablaba y hablaba y no dejaría nunca de hacerlo, por culpa de su condenada manía de quedarse por encima de todo el mundo, exponer sus condenados principios y sobretodo por su orgullo, que de eso estaba sobraso... estaba allí, no podía haber mayor humillación para De Alba que tener que responder de aquella manera ante los altos cargos... pero no fue hasta que apareció aquel almirante y ordenó a la comodoro que se retirase, cuando constató que todo lo que había hecho, todo lo que había sufrido para llegar a ser capitán, se había ido literalmente a la mierda por el odioso señor Mukherjee... sí odioso, puesto que odio era lo único que podía sentir por él, un odio tan profundo como la tristeza que le invadió cuando se quitó los galones y se los tendió al almirante, sin pronunciar palabra, sin desviar la mirada, sin una mueca, sintiendo como el vacío y el vértigo se apoderaban de ella.

Sin decir una sola palabra, Erika mantuvo su rictus indemne ante la presencia abrumadora del Almirante. No obstante, reflejando preocupación en cada expresión de su rostro, se retiró de allí sin decir palabra alguna, tal vez pensando alguna manera de convencer a su superior de un castigo mínimo para ambos oficiales. 

De momento obedece sin chistar y tras salir definitivamente de aquel lugar, le dedica una mirada a su amigo que decía mucho. - Lo siento. -  manifestando en el brillo de su mirada la consternación por lo sucedido, cuando las oportunidades se barajaron sobre la mesa y solo la Capitán fue capaz de captarlo. 

Ya fuera de aquella sala, apoya la espalda en la pared meditabunda. Algo tenía que hacer para cambiar el eje de las cosas, no sería fácil.