Partida Rol por web

Aakesh sonrió al escuchar la orden de la capitán

¡Ya era hora!

Apretó los puños cuando el disparo de la Excalibur salió al encuentro de su objetivo, aguantó la respiración cuando cruzó por poco dos de los asteroides que había en su camino, y gritó de júbilo al ver como impactaba.

-¡BUEN DISPARO JANKOWSKY! ¡TRAGAROS ESA CERDOS ROMULANOS!

Siguió sonriendo al ver como la nave romulana chocó contra uno de los asteorides. Nunca se había visto a Aakesh sonreír de esa mirada, y con una mirada mezcla de alegría y odio, dirigida hacia la nave romulana.

Pero había que intentar no sufrir la misma suerte que la nave romulana, y a duras penas le dio tiempo a agarrarse  ante las maniobras de evasión de la Excalibur. Paso a paso se dirigió hacia donde se encontraba Jankowsky.

-Vengo a ayudar en lo que pueda, aunque creo que no le hará mucha falta.

Jankowsky dió un enérgico cabeceo afirmativo al ver que su disparo hería a la nave enemiga. Se asustó al sentir el impacto de la Excalibur contra uno de los errantes pedruscos pero no perdió de vista su panel de control.

-¡Escudos al máximo!- Ejecutó la orden inmediatamente

-¡BUEN DISPARO JANKOWSKY! 

-Gracias señor.- Contestó al primer oficial. - ¡Venga Johny! es tu turno.- El maco confiaba en la habilidad del piloto. Acto seguido comprobó su panel para conocer los daños sufridos por el impacto del asteroide.

La estrategia cambió derepente y fue la NX la que abrió fuego primero, el preciso disparo dio de lleno en la nave romulana entre las continuas maniobras por el campo de asteroides.

Estamos demasiado lejos de la anomalía,
es imposible intentar un escaneo y menos usar el teletransportador. Capita, tenemos que acercarnos más.

Sirril reviso los parámetros de la anomalía a fin de detectar si había habido alguna fluctuación debido al. Impacto en la nave romulana, intentando averiguar si realmente había una conexión activa entre ambos.

Embajadora nota alguna alteración psíquica por el ataque?

La fortuna sonríe a la Excalibur cuando el disparo de las baterías frontales de phasers destruyen la barquilla de babor de la nave enemiga, produciendo una falla en cascada de plasma por toda la nave al punto de deshabilitar momentáneamente el Ave de presa Romulana. La nave lentamente se aleja por la inercia hacia el interior del campo de asteroides, sufriendo otras colisiones menores con rocas de tamaño significativo.

El primer asalto estaba ganado con un oponente fuera de combate. Todo un knockout en regla.

En cambio un grupo de reducidos pedruscos también golpea el casco de la NX, produciendo un sonido de lluvia fuerte cual granizo, pero sin mayores daños que alguna abolladura. El sistema de polarización del casco absorbe el impacto.

Aparte del encuentro con las rocas ahora la Excalibur, luego de realizar arriesgadas maniobras, se encuentra al borde del campo de asteroides, pudiendo decidir por ir hacia la anomalía y entrar a su área de materia oscura o terminar el trabajo con el Ave de presa Romulana que tiene graves problemas luego de perder una barquilla.

Entretanto el análisis del oficial científico demuestra que no existe relación entre la nave derrotada y la anomalía, siendo esta un evento separado de la singularidad espacial. En cambio para saber más sobre el evento la NX deberá acercarse peligrosamente a su nube de materia oscura.

Cita:

Arqueo una ceja al oír a la capitana llamándome John, en lugar del habitual señor Lightman. ¿Será que empiezo a caerle bien? Hago una mueca, aunque siempre es mejor tener a la capitana a favor de uno, tal como las gasta.

Cita:

Los ánimos de Jan siempre serán bien recibidos, y más en estas situaciones tan al límite. Me esmero en realizar un pilotaje suave y firme, evitando las rocas y manteniendo la posición.

-El ave de presa es un problema menos capitana. - Dijo un orgulloso Jankowsky - Por otro lado en análisis de daños indica que los golpes de los asteroides solo han alcanzado a abollar levemente el casco, en cuanto podamos enviaré un grupo de mantenimiento a realizar las reparaciones pertinentes.

Animado por el resultado de sus acciones Jankowsky se mantuvo en su puesto confirmando los daños recibidos y asegurándose de que no hubiera pérdidas de presión en los compartimentos cercanos al golpe.

Aakesh sonrió, tenían la ave de presa a su merced, pero no debían de bajar la guardia, la segunda nave, de la cual no dudaba de su existencia, debía de rondar en las próximidades y aparecería en cualquier momento.

-Capitán, antes de continuar sugiero que acabemos el trabajo, destruyamos a los romulanos. Una nave menos de la que preocuparnos. Si no lo hacemos corremos el peligro de que reparen sus sistemas en cualquier momento y vengan a por nosotros, y conociéndolos esperarán el momento oportuno para atacarnos, a traición y por la espalda. También sugiero buscar a la segunda nave, porque exactamente lo que he dicho respecto a la primera en cuanto tenga la mínima oportunidad.

Vuelvo a concentrarme en el pilotaje de la nave, aunque debo admitir que con la ayuda de la capitana es algo más fácil. Al final parece que esta capitana sí que sabe lo que se hace.

Entre ambos logramos mantener una trayectoria estable, evitando los pedruscos que dan vueltas a nuestro alrededor.

- Vigile los compensadores de inercia, son los que pueden fallar, antes he visto lecturas que no me hacen ni pizca de gracia... !!No!! No toque eso si no quiere que la Excalibur empiece a dar vueltas sobre sí misma. El flujo de plasma fluctúa, tendremos que compensar aumentando la circulación de refrigerante, pero con cuidado que no afecte a los reles de las bobinas de dirección.

Las pantallas mostraron como el ave de presa quedaba inutilizada, los motores dejaron de sostener la nave que calló a la deriva, siendo golpeada por los escollos del cinturón. Si no quedaba totalmente destruida por los faser de la NX, los asteroides no tardarían en dar buena cuenta de ellos.

Mientras los ánimos estaban soliviantados en el puente: el primer oficial y el oficial táctico gritaban como si estuviesen animando algún evento deportivo, la capitana juraba en castellano (que Dameon tenía a bien haber estudiado en la Academia, lo que le llevó a mirar a la superior con un gesto entre divertido y espantado), Lightman parecía de los nervios haciendo driblar la nave en ángulos imposibles para evitar las rocas... McCall daba gracias a los amortiguadores de inercia, estaba convencido de que si no fuese por ellos habría vaciado su estómago unas cuantas veces.

La algarabía era tal que los sensibles oídos del africano empezaron a protestar.

- Juro que ahora mismo soy incapaz de escuchar mi propio cerebro.- dijo sardónicamente, sin dirigirse a nadie en particular.

Siguió haciéndose cargo de los sensores que le había derivado el vulcano, parecía que la anomalía imposibilitaba a Sirril fijar correctamente a los Andorianos que se suponían en ella.

- Si necesita que me haga cargo de más sistemas para concentrarse en fijar a los Aenar, no dude en transmitírmelo.- se dirigió al ocupante del puesto científico, tanto por deseo de ayudar como por buscar algo que lo distrajese de la alborota que reinaba en el puente.

-Capitán, antes de continuar sugiero que acabemos el trabajo, destruyamos a los romulanos. Una nave menos de la que preocuparnos. Si no lo hacemos corremos el peligro de que reparen sus sistemas en cualquier momento y vengan a por nosotros, y conociéndolos esperarán el momento oportuno para atacarnos, a traición y por la espalda. También sugiero buscar a la segunda nave, porque exactamente lo que he dicho respecto a la primera en cuanto tenga la mínima oportunidad.

 - Claro, solo tendríamos que saber donde buscar una nave camuflada. - Resoplé ante la propuesta del primer oficial, sin aportar ninguna opción de como hacerlo, como si fuera algo así de simple. - ¿Esta nave puede hacer un Barrido metafásico?. Eso debería de funcionar, manifestándo como refractando la energía de luz visible de los objetos estelares circundantes muy cerca del contorno de la nave camuflada, apareciendo como un efecto "brillante".

- Nuestra prioridad ahora es rescatar a los andorianos señor Mukherjee- le dijo más seria al primer oficial, debía de hablar con él en cuanto salieran de aquella...- nos encargaremos de los romulanos después.

En aquella ocasión Cristina si que levantó la vista y la centró en Gaheris, ¿Había hablado en chino o tenía algún sentido?

- ¿Señor Sirril?- invocó al vulcano por si aquella aportación de Soong podía dar resultado- ¿Es eso posible?

La Excalibur abandona el campo de asteroides antes de lo previsto gracias a la habilidad de pilotaje y pericia en conjunto de todos en el puente, dejando atrás un enemigo abatido y a la merced del peligro de los pedruscos.

Ahora por delante de la NX un horizonte sin principio ni final se alza, representando el océano de oscuridad para la pequeña embarcación espacial que es la nave de la Flota terrestre. El oleaje de oscuridad golpea con notable facilidad, interrumpiendo definitivamente los sistemas de comunicación y generando desperfectos menores en los sistemas secundarios, pero nada que no se pueda resolver al apretar un botón.

Rodeado de anillos de materia oscura y fuerzas gravimetricas la anomalía se alza en el centro, con su masa similar al de una pequeña luna pero con enorme fuerza de atracción, al punto de alterar el espacio circundante creando un horizonte de sucesos similar al que poseen los agujeros negros.

Lo que no fue una supernova y ahora tampoco es un agujero negro es mucho menos un arma del Imperio Romulano, ni siquiera una superarma. La realidad, pronta a descubrir es totalmente impensada.

Sobre el “horizonte de sucesos” una segunda ave de presa sobrevuela la delgada linea que separa el espacio normal del sub-espacio, dejando el interior de la anomalía que es de completo desconocimiento para los tripulantes de la NX.

La distancia que separa a las naves con respecto al “centro” efímera cuando el espacio circundante se torna irreal, siendo consecuencia y efecto de aquello que yace en el centro de todo, porque su oleaje psíquico transforma todo en ondas de choque que afectan todo lo material.

Y desde el punto infinitesimal de su centro comienza a emerger, y cual leviatan mostrando su poder al Pequod, despliega el horror en todo su esplendor.

Colosales tentáculos, de cientos de metros de largo, preceden al desmedido monstruo con apariencia de calamar. El Kraken espacial irradia luz desde su interior por igual que desiguales perturbaciones en el espacio tiempo, siendo lo único sin cambio una esfera artificial que flota en su interior. La transparencia del monstruo sin igual permite divisar el objeto esférico -quizás con el tamaño de la NX- sin mayores complicaciones, no así el aumento de fallas en los sistemas.

La aparición de la entidad colosal es causante de jaquecas en el oficial científico y en la embajadora de Andoria, siendo los únicos tripulantes con habilidades psíquicas capaces de sentir la terrible emanación.

Entretanto el ave de presa comienza a dar un rodeo sobre el horizonte de sucesos para acortar las distancias y dar pelea al intruso terrestre. En esta ocasión la segunda nave Romulana se encontraba a la espera de visitas...

Ante el comentario de Soong Aakesh arqueó una ceja y le miró fijamente. Comenzaba a comprender porqué resultaba tan simpático de cara al personal de la nave, independientemente de su faceta de polizón.

-Bueno, señor Soong, había pensado para localizar a la segunda nave romulana en poner dos velas negras e invocar a algún espíritu, o incluso rezar a mis dioses hindús, pero teniendo en cuenta que parece ser que los romulanos tienen afectados sus sistemas de ocultación por la anomalía, no creo que suponga ningún problema detectarlos, al no ser que la anomalía también afecte de forma considerable a nuestros sensores.

Al escuchar la orden de la capitán, Aakesh asintió, estuvo a punto de replicar pero se mordió la lengua

Parece mentira que a estas alturas no conozcan a los romulanos. Visnhá, te pido que yo esté equivocado o estaremos muertos.

La Excalibur se dirige hacia la anomalía. Aakesh se queda junto a Jankowsky embobado mirando la pantalla. Incluso los romulanos desaparecen por unos minutos de su mente, pero no por mucho tiempo, en cuanto ven en el visor a la segunda nave romulana, el rostro de Aakesh recupera su seriedad y mira de reojo a la capitán y a Soong

-Bueno, ni brujerías ni búsquedas metafísicas, ahí está la segunda nave, a la vista de todos y......

Las palabras que se disponía a pronunciar se quedan en su garganta. Aakesh mira atónito a la pantalla y lenvanta el brazo señalando

-¿Pero eso....eso....?

No puede pronunciar más. El increíble ser, parecido a cualquier monstruo salido de alguna de las mitologías que le gustaban a leer a Aakesh aparecía delante suya, violando por completo cualquier ley física o de la simple lógica universal. Aakesh no da crédito a lo que tiene delante de sus ojos.

-Recomiendo un escáner de....de...eso y...

De nuevo las palabras de Aakesh se pierden en el aire al percatarse que la nave romulana se dirigía hacia ellos.

¡Lo sabía!

-Capitán, entiendo que hemos de rescatar a los andorianos, pero tenemos a esa segunda nave que viene dispuesta a atacarnos. No podemos lidiar ni con ellos, ni con...."eso", ni rescatar a los andorianos a la vez. Sugiero librarnos de los romulanos y luego intentar el rescate. Si priorizamos el rescate nos atacarán sin remordimientos y será más difícil, o incluso imposible, rescatar a nadie.

- Señor McCall que más podemos hacer para recupere usted la fe

- Ya le razoné que en la lucha entre la fe y los pedruscos espaciales, tienden a ganar los pedruscos, Capitana. Aunque no le negaré que una fiesta con Koeksisters de Cape Flats no estaría nada mal para mejorar mi ánimo.- contestó el oficial de comunicaciones, con una media sonrisa. McCall no esperaba que la capitana estuviese pendiente de sus palabras (de hecho, él mismo no creía haber sido capaz de escucharse a sí mismo), pero siempre tenía preparada una respuesta.- Salir de ésta con los Andorianos a bordo tampoco estaría mal, si bien con que no nos hagan un piercing de lado a lado de la nave me conformo. Después le pondré muchas velas a Santa Peligros y sacrificaré un pollo en su honor, una vez estemos en tierra.- la sonrisa se ensanchó ligeramente: no iba a sacrificar ningún animal a la salud de la capitana ¿O sí?. Pese a todo esto, sus ojos no se apartaron en ningún momento de sus pantallas.

Gracias a eso pudo ver al instante como las bandas de comunicaciones quedaban finalmente en silencio, sin el ominoso ruido de fondo que las había copado hasta el momento. Las mediciones de los sensores se volvieron erráticas, yendo de un extremo a otro del espectro tan rápidamente que Dameon a penas podía seguir los cambios. En el sector de su pantalla que mantenía las visuales de la NX apareció el horizonte de sucesos de la anomalía, junto a la criatura, ente, o lo que fuese que salía de ella, con el repulsivo brillo semitransparente.

- WAT DIE FOK IS DIT?!?!?!?!.- exclamó en un tono agudo, cambiando a uno de sus idiomas maternos sin darse cuenta.- YINTONI LE FUCK?!?!.- repitió en su otro idioma materno, ligeramente más bajo, pero igual de sorprendido.

Lanzó una mirada al resto del puente, buscando confirmación de que lo que recibía de los sensores y las visuales no eran imaginaciones suyas. El rostro sorprendido del Primer Oficial le confirmó que no era un truco de su mente, y compartió con él una mirada desconcertada por un instante, antes de volver a mirar las pantallas. Siguió mirando sobrecogido la criatura tentacular, sin saber muy bien que hacer, hasta que reparó en la pequeña esfera en su interior, en apariencia inalterable. Cuando todo a su alrededor, parecía distorsionado y mutable, sin poder estar seguros de que lo que los sensores les enviaban era real, aquella esfera parecía cabalgar el monstruo de manera imperturbable.

McCall se acercó tanto a la pantalla que casi pegó la nariz contra ella. Abriendo mucho los ojos, se levantó y se dirigió trastabillando al puesto científico, agarró a Sirril por el hombro, sacudiéndolo ligeramente presa de los nervio, y señaló la esfera en la pantalla del vulcano.

- Fok, eso, eso.- exclamó atropelladamente, posando repetidamente el dedo sobre la esfera en la pantalla.- ¿Pueden ser los andorianos? ¿Los siente ahí?¿En esa cosa?.- continuó, inclinándose sobre la pantalla sin dejar de sujetar con la mano engarfiada el hombro del Oficial Científico.- ¿Puede fijarlos?

Cuando parecía que todo estaba marchando medianamente bien, los sensores, las pantallas y todos los instrumentos de localización, visualización y escáneres de la Excalibur notificaron con pasmosa claridad los nuevos frentes que tenían abiertos ante sí. Cristina quedó paralizada unos segundos...

No sólo había hecho aparición la segunda nave romulana con claras intenciones hostiles, sino que además tenía por delante un calamar gigante que tenía toda la pinta de ser el esbirro preferido del Dios primigenio, que según los cálculos de De Alba, se tenía que haber aburrido mucho y estaba tratando de resalcirse haciéndoselas pasar canutas, que tendría que hacer para tenerlo contento ¿Sacrificar a su primero? eso... lo mismo no le resultaba tan complicado...

-Capitán, entiendo que hemos de rescatar a los andorianos, pero tenemos a esa segunda nave que viene dispuesta a atacarnos. No podemos lidiar ni con ellos, ni con...."eso", ni rescatar a los andorianos a la vez. Sugiero librarnos de los romulanos y luego intentar el rescate. Si priorizamos el rescate nos atacarán sin remordimientos y será más difícil, o incluso imposible, rescatar a nadie.

La española reaccionó a las palabras del hindú girándose para mirarlo, su expresión era muy grave... y no era para menos, porque... ¿Quien los iba a rescatar a ellos?

- ¿Y usted piensa que los romulanos son nuestro mayor problema?- tiró de casta para reponerse- ¿Ha visto a nuestro amigo el chipirón? lo mismo ha venido para hacer croquetas de adoradores de Visnhá, pero no se preocupe, lo van a tener complicado- "Por mis huevos que salimos de esta..." expulsó esta frase en español acompañado de otro taco para terminar de reponerse-  Señor Jankowsky, prepare torpedos ¿Tiene a tiro la nave romulana? Apunte a sus armas, señor McCall vaya encendiendo varias velas a Santa Peligros para que Jan tenga la misma puntería que la vez anterior... señor Mukherjee asista en el lanzamiento si es tan amable. Señor Lightman sigo con usted, preparado para maniobras evasivas. Señor Sirril, señora Shirrazz necesito saber YA si tenemos a los andorianos al alcance de nuestros sensores. Señor Soong, ¿alguna otra sugerencia?- añadió con sus sentidos ya puestos en el pilotaje, aquello iba a ser una feria

Aakesh sonrió ante las palabras de la capitán y respondió mientras se ponía junto a Jankoswky

-¡No capitán, los romulanos no son nuestro principal problema, pero sí son los primeros en intentar atacarnos!

Comenzó a operar el monitor

-Señor Jankoswky, cuando usted diga.

Aakesh tenía fija la mirada en las lecturas, intentando centrarse en la nave romulana pero no podía dejar de lado a "eso"

-Capitán, dado que no sabemos de que se trata ese calamar culturista....-no pretendía gastar una broma, pero el comentario le salió de forma inesperada, e interiormente sonrió ante el comentario- sugiero que enviemos una sonda para intentar obtener más lecturas sobre la criatura, así el riesgo para nosotros será menor, al menos por ahora.

-Capitán, dado que no sabemos de que se trata ese calamar culturista....-no pretendía gastar una broma, pero el comentario le salió de forma inesperada, e interiormente sonrió ante el comentario- sugiero que enviemos una sonda para intentar obtener más lecturas sobre la criatura, así el riesgo para nosotros será menor, al menos por ahora.

- Calamar culturista...- dentro de la gravedad que requería la situación, Cristina esbozó una media sonrisa- Hágalo, prepare la sonda y envíela.

Aakesh realizó los preparativos. Pulsó el intercomunicador

-Ingeniería, preparen una sonda, tenemos problemas con las comunicaciones, por lo que tendrá que ir en modo automático. Que se envíe a las siguientes coordenadas, realice un escaneo y vuelva con la información a la Excalibur.

Aakesh envió las coordenadas e información adicional a ingeniería

-Es un enorme pozo gravitatorio con....un calamar gigantesco que asoma a través de él. Téngalo en cuenta a la hora de programar la sonda. ¡Ah!, y hay romulanos cerca.

Espero que el calamar no se enfade por lanzarle una sonda....

Aakesh no quiso pensarlo más, si la criatura reaccionaba mal ante la sonda las consecuencias podían ser nefastas...