Partida Rol por web

Se sintió reconfortado cuando oyó que Hope mencionaba a T'arall, después de todo la Klingon seguía trabajando y ayudándoles, aparentemente, sin dar problemas. Pensó si al final los que se habían opuesto a su juramento acabarían disculpándose aunque no era algo que le quitará el sueño, lo había hecho porque consideró que era lo mejor y punto.

Se lamentó por no haberse podido despedir de Clementine y pronto deseó volver a tener un momento con ella.

Cuando entró Lighman lo saludó con la cabeza, su joven amigo piloto todavía le guardaba rencor por su acuerdo de sangre con la Klingon pero tenía esperanzas en que recapacitar, por su parte Jankowsky le seguía teniendo el mismo aprecio.
Se puso en pie no sin soltar algún quejido como los que soltaría un anciano reumático, y se acercó al primer oficial:

-Si me necesitan para algo, estoy un poco mejor y no me vendría mal hacer algo.- aún le llevaría un tiempo ser el de antes pero la buena mano de Clementine y las horas de sueño habían obrado maravillas en su salud.

El sonido de la megafonía sirvio de despertador para James, aun tardo unos segundos más de lo normal debido al sueño profundo en el que se había sumido en las últimas horas.

Al incorporarse James aún pudo constatar un ligero dolor en el hombro, pero sin duda se encontraba muy recuperado teniendo en cuenta en el estado general de las horas anteriores.

Se incorporó en su camarote calzandose el maltrecho uniforme una vez más observando el tiempo que había pasado, tras unos minutos salió nuevamente del camarote abandonando esa zona de la nave a fin de ver la situación actual.

Con prisa y sin mirar a nadie, acudí al baño. - Creí que no llegaba... - Pensé cuando por fin pude aliviar mi vejiga. Tras esto, aún pasé un rato allí, aseándome un poco y viendo como me gustaba aquel nuevo look. Salí de allí y sentí mis tripas rugir. - ¿Dónde puedo conseguir algo de...? - Entonces ví el procesador de alimentos o lo que parecía serlo.

Me acerqué a él con curiosidad y me llevó algo de tiempo familiarizarme con él, pero por fin comía algo decente y esperaba que nutritivo al tiempo. No desayuné, deboré aquellas tortitas con ese sucedaneo de café o lo que fuese que me hubiese servido. - Un laboratorio y sería feliz... - Dije en voz alta a nadie, olvidándome por un momento de todo y de todos. Había descansado bien después de mucho tiempo, había tenido una comida decente y... añoraba el tiempo que pasaba encerrado haciendo mis investigaciones sin ser molestado, creando mis artilugios... Suspiré y la imagen de de Alba vino a mi cabeza. Eso me hizo recordar algo. Me giré hacia los presentes.

- ¿El señor Newton de que va? - Pregunté con aquella sutileza que me caracterizaba. - Le veo obsesionado con la capitán. Depués del número en la enfermería, ya quiso volver a las mismas en esta nave. No se a que juega, ni quien se cree que es, pero deberían pararle los pies. Si la capitán quiere contarles lo que la pasa, es cosa de ella. Pero que alguien ajeno quiera controlarla, espiarla y contar luego lo que quiera... eso, señores, no es correcto y no se debería permitir.

Tras la conversación con Hope, Aakesh se aseó y se fue a dormir. Tras un sueño reparador el mensaje de Gilbert le despertó  Desayuno rápidamente y procedía a salir del camarote cuando las palabras de Daniel le hicieron detenerse.

-Tranquilo Daniel, Newton, como todos, se preocupa por la capitán. Voy al centro de comando, estaré allí por si me necesitan. 

-Vamos a realizar un intercambio de las bases de datos de ambas naves para una mejor coordinación. También vamos a proceder a recuperar los cristales de dilitio, aunque antes haremos unas pruebas. Es posible que podamos conseguir que ambas naves puedan desplazarse a gran velocidad de forma conjunta. De momento prosigan con las reparaciones, descansen lo que puedan y ante cualquier duda o problema, no duden en avisarme. Nosotros vamos a aprovechar para descansar, que falta nos hace.

Entendido Comandante, o Capitán, como sea… - se disculpa, conteniendo la risa por el despiste – Dormiremos un poco más para estar al cien por ciento mañana por la mañana cuando realicen la prueba del motor de la Discovery. Esa información nos acaba de llegar por la IA recién al cruzar las bases de datos. Podríamos ayudar con nuestro escudo deflector para contener y unificar la masa de desplazamientos de ambas naves en caso de poder viajar. Estaremos en contacto señor. Buenas noches. - cierra la comunicación Ramsey.

En ese punto Hope tiene razón. La D5 posee avanzados escudos deflectores que funcionan de forma independiente al motor de curvatura y que permite desviar las partículas y micrometeoritos ademas de generar un campo de energía que sirve para proteger la nave.

- Un laboratorio y sería feliz... -

Desde luego el único que responde a las palabras perdidas de Daniel es la IA, tal vez el inefable oyente que no pierde pisada a los intrincados balbuceos del científico.

- Profesor Winwood, siga atentamente las luces del suelo por favor. Las luces lo llevarán al laboratorio. - indica Gabriel.

Jankowsky ignoró a Daniel, no quizo echar leña al fuego con contra Newton, tampoco sabía exactamente que había ocurrido en la nave aunque tenía claro que si la capitana estaba implicada ella sola sabría defenderse (sobradamente). Por ello no contestó al científico solo le hizo un gesto cuando la IA le indicó el camino al laboratorio, dándole a entender que era mejor que continuara su trabajo.

El descanso hizo que se sintiera mejor y tenía ganas de ser útil aunque el primer oficial Aakesh se retiró antes de que pudiera ofrecer su ayuda. Se quedó sentado en su cama pensativo, como oficial táctico quizá debería ayudar con ese escudo deflector. Se puso en pié y salió hacia el centro de comando, aunque sus heridas aún no le daban total libertad de movimientos podía andar sin demasiada dificultad. Se despidió con un ademán de los demás -Voy al centro de comando, a ver si hay algo que pueda hacer.-

Johnny saludó a los que habían en el camarote, y buscó un sitio donde poder descansar unas horas. Un sueño reparador era justamente lo que necesitaba para relajarse y volver a estar en plena forma.

Miró con cierta melancolía a Jan. Notaba aun cierta fricción y pensó que la próxima vez que se vieran hablaría con él. No era bueno que en un espacio tan reducido hubiera esa desconfianza. Se necesitaban los unos a los otros y era buena saber que podías contar con todos y cada uno de tus compañeros.

Pero poco más pudo pensar, inmediatamente se quedó dormido profundamente.

Las palabras del hindú no me sirvieron para nada y nadie más parecía querer mojarse al respecto. Por eso me gustaban tanto las piedras, no te fallaban. - Sabía que los consejos de la IA no servirían para nada. - Pensé con amargor sabiendo que sin Cristina, estaba más solo y perdido que nunca.

Entonces Gabriel me habló, mostrandome el camino a seguir para aquel lugar que ansiaba visitar y donde permanecer recluido y aislado de los demás. Tentador. Estaría lejos de la mirada enfermiza de Newton y de esa sensación de decepción que me generaban las personas en tantas y repetidas ocasiones. - No, Gabriel. Aún no iré al laboratorio. - Le dije a la IA. - Alguien verdaderamente importante para mí, me necesita a su lado y no voy a dejarla hasta que no sepa que está bien.

Me levanté del asiento y dejé la bandeja con los restos del desayuno en su sitio, destinado para encargase de la limpieza y reciclaje. Fuí nuevamente al baño, para lavarme un poco antes de pedirle a la IA que me indicase el camino a la enfermería. De Alba me necesitaba. Así me lo hizo saber y no la iba a dejar de lado ni permitir que la convirtiesen en un conejillo de indias. Con esta idea, salí de los camarotes, siguiendo las luces que Gabriel me había puesto para guiarme.

Cristina de Alba ingresa al módulo habitacional donde Clementine tomaba su tiempo de descanso y se preparaba para probar algo de la máquina expendedora de alimentos y bebidas calientes. En la mesa desayunador una tableta contenía los últimos titulares de la semana fatídica de la Tierra, cuando la escalada nuclear estaba por explotar.

Cristina llega en silla de ruedas, empujada por el robot asistente Gabriel 1.0.