Partida Rol por web

Perkins y Aileen vieron como Kepaar y la doctora salían de la enfermería y se reunían con ellos en el pasillo, acompañados de los dos oficiales de seguridad que custodiaban la puerta.

Era una situación incómoda y extraña para todos.

Bueno y... ¿alguien sabe de qué va todo esto? -preguntó Perkins a todos, aunque muy especialmente a la doctora, dado que ella había venido con aquella mujer desde el hangar -. ¿Quién es esa mujer, doctora?

Liam era muy simple. Consideraba a la gente buena o mala según sus actitudes morales y comportamientos, y aquella mujer no le había dado buenas vibraciones desde que la había visto. No obstante, a pesar de todo ello, no solía apresurarse a juzgar antes de conocer y prefería mantener una actitud abierta.

Pero lo que la capitana estaba haciendo tampoco estaba nada claro.

Lena, visiblemente incómoda por haber tenido que abandonar la enfermería, miró a Perkins cuando este se dirigió a ella.

- Supuestamente es la alférez Halskin... pero no estoy muy segura, detecté algo anómalo en el escaner, no contagioso ni peligroso... pero digno de ser analizado- le dijo manteniendo la calma y su expresión neutra para no inquietar a los presentes- en todo caso parece ser que la la capitana Greystone y ella necesitan hablar y que se conocen- se encogió de hombros- me gustaría poder dar más respuesta, pero me temo que para eso deberemos esperar a nuestra capitán.

Estaba destinada en Kointinar al cargo de las excavaciones arqueológicas. Hubo un incidente y fuimos capturados. Lo que paso después es una larga história.

Dijo Kepaar dejando ver que no le hacía especial ilusión recordar lo que había sucedido en los últimos días.

Sea o no la alferez que conocí vi como lanzaba los misiles sobre el palacio principal del planeta acabando con su tirano.

Las palabras del embajador hicieron que Lena se parase a meditar, por un lado no le gustaba nada que la alférez no fuese humano... o al menos del todo ni que hubiera tanto secretismo, pero si lo que decía Keepar era cierto y los había ayudado, no era enemiga... aún así, seguía sin gustarle.

- Señor Landor ¿La alferez se comportó de manera distinta a lo que pasó después del incidente y su captura?- indagó bastante interesada en aquella historia- No me gusta hacer pasar un mal rato a mis pacientes, pero a veces es necesario contar lo que ha pasado, puede ayudar a superar los estados shock o al menos ofrecer las respuestas para encontrar soluciones- no iba a forzarlo, pero tenía que intentar saber que había pasado.

Apenas acababa de conocer a la alferez cuando todo sucedido, por lo que no podria asegurar si es la misma persona o no... no obstante, se lo que hablé con la alferez Innara por lo que si realmente no es quien dice ser la ausencia de esos recuerdos deberían delatarla. Por otro lado he de constatar que no ha hecho nada en contra de los intereses de la federación al menos a mis ojos.

Lo cierto es que a mí solo me parece una mujer desconfiada. Sin duda, se dedicará a hacer el trabajo sucio en nombre de la Federación. Supongo que mientras que no haga algo en contra nuestra, la capitana la dejará estar -comenté, encogiéndome de hombros. 

Después miré al resto.

Si me perdonan, regresaré a ingeniería a comprobar cómo marchan las cosas. 

Me giré y me dirigí hacia ingeniería. Ya había visto que Zoe estaba bien, así que solo me quedaba ver si me necesitaban y después, descansar un poco. Por mis cuentas, me parecía que ya hacía tiempo que había sobrepasado las horas que debía trabajar.

Shev había seguido el intercambio sobre la alférez sin dar señales de cómo se sentía al respecto, y al final simplemente entró en Enfermería y cerró la puerta, tras haber pasado su umbral, detrás de él.

No quiso interrumpir a la capitana, pero sí quería hablar sin demora con el teniente Vrako.

“Espero que comprenda”, dijo Shev murmurando discretamente a Vrako fuera del alcance de los oídos de los demás en el pasillo, “que cuando le insto acompañarme a la sala de tácticas, no se trata de una invitación, sino de una orden. Y de órdenes ya ha incumplido demasiadas, teniente. Si incumpla esta, le haré trasladar de inmediato al las celdas, y de ahí no se moverá, se lo prometo.”

El tono de Shev quedó sencillo y objetivo como siempre. No había la más mínima duda que llevaría su anuncio a cabo sin pestañear.

No me gustaba nada lo que acaba de ver ahí dentro y menos aún que el tipo azul me sacase de allí de aquella manera. ¿Estaba ciego o qué? Retiré con firmeza mi hombro, para que dejase de sobarlo de aquella manera, mientras que mantenía mis costillas bien sujetas con la otra mano. Mientras me doliesen, no me dolía la cabeza... o eso creía, pero el primer oficial me empezó a levantar dolor de sesera cuando comenzó a susurrarme de aquella manera. De un respingo, me alejé de su lado y miré a los presentes, entre los cuales se encontraba el alferez Perkins.

- Que sea la última vez que me amenza así, sin fundamentos, señor. - Le dije con tono desafiante. - Y más aún con lo que está ocurriendo ahí dentro ahora mismo. - Señalé hacia la puerta de la enfermería con mi dedo índice. - Puesto que, salvo que esté compinchado con ella, ahí tiene a una mujer desquiciada incluso con el juicio nublado, que acaba de sacar un arma para hacernos salir de la enfermería, gritando como una loca y manteniendo como rehén a la doctora. Y es que dudo mucho que la Flota Estelar permita que un oficial, me da igual cual, apunte a otro con un arma y le trate así, máximo cuando con una simple orden se hubiese cumplido aquello.

» Si quiere hablar conmigo y darme órdenes, tendrá que esperar a que me den el alta. Mientras, seguiré con las instrucciones de quien manda sobre mí: la doctora Connor, que está ahora mismo secuestrada por esa desquiciada y si me hubiese dejado hablar y actuar, a lo mejor ahora ella estaba aquí fuera con nosotros y no allí dentro con esa mujer y el pháser en su mano. - Le expliqué con calma al ciego del primer oficial, preguntándome quien fue el tuerto que le puso en aquel puesto. - Y si no hace algo sobre lo que está pasando ahí dentro, entenderé que quien les estoy entorpeciendo en los planes que tengan, donde se amenaza a tripulantes verbalmente y con armas, como se toman rehenes, soy yo y como amenaza que soy, se que tratarán de quitarme del medio. ¿Una celda, como dice, señor? Adelante. Hágalo. Y dese prisa, puesto que cuando termine de guardar reposo en mi cabina, me pondré a escribir mi informe para la Flota Estelar, donde dejaré bien claro muchos puntos donde pocos se atreverán a alzar la voz, como el motivo por el cual la lanzadera con su tripulación voló en mil pedazos junto a la mía o este mismo suceso en la enfermería, el cual espero que solvente pronto.

» Y haga el favor de no volver a tocarme. En mi raza dos hombres ajenos a la familia solo se tocan por un motivo y usted no es mi tipo. - Dicho esto, me di la vuelta, guiñé un ojo a Perkins y me largué de allí, de visible mal humor y realmente dolido y molesto por saber que no podía hacer nada por ayudar a la doctora. No en mi estado y con aquel insensato y poco empático gigante azúl allí molestando.

Liam observó la escena, no alarmado, sino divertido. El Teniente Vrako... pues era el Teniente Vrako, en su pura esencia. No permitía que nadie le dijese lo que tenía que hacer y las amenazas no iban con él. Y así fue como le respondió a Shev, más allá del protocolo de la Flota, pero fiel a su estilo.

Cuando le guiñó el ojo antes de irse, Liam no pudo hacer menos que reprimir una sonrisa y asentir muy ligeramente con la cabeza. Respetaba su estilo. No era el que él hubiese escogido, pero sin duda alguna, Vrako on the rocks era peculiar en todo.

Cuando empezó a alejarse, Liam se acercó a Shev. Había aprendido ese tipo de cosas observando a otros médicos, incluida la doctora.

-Señor, le aconsejo que ahora mismo ni siquiera se moleste. Lo más importante en estos momentos es la nave, ¿no? Todo lo relacionado con la disciplina... pues puede dejarse para después, cuando los ánimos estén más descansados.

Halskim salió al pasillo, encontrándose con una buena cantidad de rostros curiosos que esperaban para recibir respuestas. El señor Perkins, Kepaar Landor, el primer oficial y el oficial táctico, parecían observarla como si su llegada fuese a significar un cambio significativo en lo que estaba sucediendo.

Eso no iba a ocurrir.

-Lamento que se hayan visto obligados a esperar aquí por mi causa, pero la capitana consideró que nuestra conversación no era apta para todos los oídos, dicho lo cual, me alegra encontrarme en esta nave. Tengo instrucciones de presentarme en el puente, así que discúlpenme.

“La disciplina es siempre la prioridad. Sin disciplina, la nave se derrumba. Sin respetar la jerarquía, nos movemos como animales a les que se ha cortado la cabeza”, responde Shev algo secamente a Perkins, para luego entrar en Enfermería.

Mira brevemente a Halskim, pero por lo demás, ahora tiene que cerrar otro asunto – y cerrarlo definitivamente.

Jor salió también rumbo al Puente.  Iba saludando a la gente mientras pasaba.  Prueba de que la Federación era una civilización superior era que toda la gente se veía saludable, contenta, productiva e interesada.

Al ver que la enfermería empezaba a "vaciarse", Liam asintió con la cabeza a modo de saludo y se dirigió al interior. La alférez Zoe seguía necesitando estar controlada.