Partida Rol por web

Mientras viajaban en el hiperespacio, Anzak se comunicaba con la Firestorm tres veces mínimo al día. Quería estar en contacto con sus copañeros por si ocurría algo, por si encontraban algo y para ayudar a Sean a que aprendiera a pilotar una nave. Tras el incidente de la nave, vio adecuada la idea del propio Sean de enseñarle un par de cosas de pilotaje.

El resto del tiempo lo pasó intentando timar a tanto a los jedis como a Tom, en las partidas que jugaban a sabbac. Lo malo es que no lo consiguió casi nunca, pero tomaba nota de sus fallos e intentaba enmendar sus errores en las siguientes partidas.

Tras casi un mes de viaje, salieron del hiperespacio y llegaron por fin a Coruscant. Como habían acordado en una de sus comunicaciones, la Firestomr se quedaría en órbita pues no tenía permiso para aterrizar, mientras que la Centella, dejaría a los jedis en el lugar donde los recogieron.

Tras atracar la nave en el muelle, Anzak se acercó hasta la rampa para despedirse de ellos.

-Ha sido un placer ser vuestro transporte. Espero que hayáis estado cómodos en mi nave y hayáis disfrutado de la estancia a bordo -dijo estrechando la mano de ambos jedis mientras les sonreía-. Si necesitáis otra vez de nuestros servivios no dudéis en contactar conmigo o con Rick y acudiremos para llevaros donde sea menester.

Tras decir esto los jedis se bajaron. Anzak volvió a la cabina y, con Tom a su lado, iniciaron el despegue para unirse a sus compañeros en la órbita.

Tras dejar a los jedis en Coruscant, la Centella se acopló nuevamente a la Firestorm. Anzak quería saber qué tal estaban sus compañeros y si habían encontrado algo. No había hablado de ésto con ellos durante el viaje hiperespacial pues seguramente los jedis se darían cuenta de lo que hablaban y podrían tomar cartas en el asunto.

Así, cuando se acoplaron, Anzak abrió la compuerta de la nave para entrar en la Firestorm, para una vez dentro, ayudar a buscar lo que fuera menester, cargar en la Centella el cargamento que llevaran los cazarrecompensas y rapiñar cualquier componente que les pudiera ser útil para la Centella (armas, sensores, propulsores...bueno eso después del viaje), antes de venderle la nave a Rick.

-Hola chicos, ¿os habéis peleado mucho o vamos a tener un nuevo componente del grupo en nueve meses? -rió guiñandole el ojo a Red.

-Bueno, a lo que estamos. ¿Habéis encontrado algo? Red ¿has conseguido averiguar de quién era la nave, las rutas que había hecho y sus comunicaciones? Además ¿has sacado una lista de componentes que nos pueden servir para la Centella? -preguntó a sus amigos pasando dentro de la Firestorm.

Sean rió abiertamente ante la confesión de Red y sus preguntas - Lo cierto es que he perdido la cuenta, antes de conocer a Jaleena fui esclavo de placer, así fue como la conocí, y después de ella he tenido encamadas ocasionales entre misiones, y han pasado cinco años de eso. - le guiñó un ojo - No soy precisamente un santo, sencillamente no alardeo de mis conquistas como Anzak ni publico mis planes sexuales delante de todos. Eso si, con mi historia no sé si podría iniciar una relación estable, pero el estilo de vida que llevamos tampoco lo permite.

La miró apreciativamente con una mirada pícara - La única razón por la que no he intentado nada contigo es porque no creo que pudiera dejarlo en "sólo una noche" y eso no sería saludable viviendo en la Centella, menos aún con Anzak y Tom en la escena. - Se encogió de hombros y sonrió - Que quieres que te diga, te he tomado cariño y no quiero que nuestra amistad sufra por un malentendido o por que uno de los dos pase los límites sin que el otro lo busque.

-Ha sido un placer, capitán. Han demostrado una gran profesionalidad y no duden de que volveremos a acudir a ustedes de necesitarlo. El sentimiento es mutuo, si necesitan de nuestra ayuda, por favor, no duden en pedirla. Hasta entonces, que la fuerza les acompañe.

Lo primero que impactó a Anzak cuando entró a la nave fue el olor, no era que fuera insoportable o realmente desagradable, pero era diferente al que había respirado en la Centella y eso se notaba. Lo segundo fue ver a Sean esperandolo del otro lado con cara de pocos amigos.

- Anzak, si quieres conservar la Centella, te apartarás de esa compuerta y nos dejarás pasar. - le hizo una seña a Red para que se adelantara - Lo que no encontramos en esta nave fue una ducha y una cocina, hace veinticinco dias que nos venimos lavando con agua de la canilla y comiendo raciones recalentadas. Si no estoy debajo de un chorro de agua caliente en los próximos quince minutos, y comiendo algo decente en la próxima hora, tendrás un motín entre tus manos. - en este punto la sonrisa de Sean ya había empezado a asomar, no podía mantener la cara de poker por mucho tiempo ante un jugador como Anzak. - Anda, en serio, deja que nos duchemos y luego hablamos de lo que encontramos y del cuarto para el bebé, o los bebés, en mi familia hay varios mellizos. - le palmeó el brazo y aprovechó para pasarlo hacia el carguero pesado, guiñándole un ojo - La Firestorm es tuya para revisarla, aunque honestamente no hay mucho que ver.

El droide estaba bien frito, el disparo de Sean había estropeado parte de la carcasa del controlador, había quemado unas tres barras de energí, dañado los sensores y vete a saber que era el moco verde fundido en la placa el tiro no pudo ser más preciso.

Para poder repararlo requieres de piezas de recambio y algún tiempo de trabajo, al menos las partes fundamentales no están dañadas visto por el lado positivo.

Kewan sonrió a las palabras del capitán, aquella había sido su primera misión tenía un sabor algo agridulce ya que no pudo participar demasiado en todo lo sucedido pero desde luego su visita a aquel planeta no había sido aburrida.

Gracias a todos, espereo que nuestros caminos vuelvan a encontrarse.

Tras aquello descendió junto a su maestro.

Anzak levantó las manos dejó pasar a Red y a Sean para que entraran en la Centella. Al acercase a ellos se les notaba un olor rancio que dejaba intuir lo que el grandullón les había comentado. Sin duda alguna aquella nave no podía compararse a la Centella y debían deshacerse de ella en cuanto pudieran.

Aun así, el contrabandista entró en la misma y buscó lo que pudieran haberse dejado por explorar sus dos compañeros. Pero no había dado un paso cuando Anzak se volvió y miró a los dos.

-No, no,no... nada de bebés a bordo -dijo mirando sobre todo a Red-. Espero que os lo hayáis pasado bien, pero también que hayáis tenido precaución...aunque yo no suelo combinar trabajo y sexo...menos esa vez con aquella twi´lek que me contrató. Bueno y aquella coordinadora de naboo que parecía que me había contratado para otra cosa. Y me acuerdo de... -recordaba Anzak hasta que se dio cuenta de que estaba hablando de más.- Bueno, pues haced lo que queráis, pero no quiero criaturas, ni quiero despistes por temas amorosos.

-Yo mando en esta nave y no tendré piedad en... -iba a terminar esa frase cuando se dio cuenta de que tanto Red como Sean habían desaparecido de su vista y solo estaba Tom delante de él-. No me van a hacer caso, ¿verdad?... no sé ni por qué lo intento.

Tras decir esto se metió en la FireStorm y se puso a buscar lo que ellos tal vez no habían encontrado.

Red miró afectuosamente a Fire y le dio un beso en la mejilla. 

-Estoy como tú...bueno, más o menos. La verdad es que yo tampoco quiero nada serio, nunca lo he buscado. Siempre quiero algo bueno pero sin compromiso, de lo que no me tenga que preocupar ni estar ligada sentimentalmente...por lo menos de momento -dijo mientras lo pensaba y ponía cara de cansancio.

-Además, te veo como un hermano pequeño al que cuidar... o mejor, un hermano mayor, grande, fuerte, protector, pero que soy yo la que se preocupa por las locuras que hace su her-ma-no ma-yor -dijo mientras le pegaba puñetazos en el hombro recordando la ésta última, que era esa nave. Luego se sacudió la mano dolorida. Había que reconocer que Fire estaba hecho una mole de puro músculo.

-Bien, solucionado el asunto del sexo ya me siento más cómoda -dijo abrazando al gigantón-. Ahora solo nos queda solucionar el problema del olor -comentó separándose de su amigo con cara de asco, para luego reírse.

Tras acoplarse las dos naves, se abrieron las compuertas y detrás ya estaba esperando Anzak para que les contara lo que habían encontrado. Pero Fire le cortó acertádamente indicándole que necesitaban una buena ducha, un cambio de ropa y una comida en condiciones.

-No hemos encontrado nada...por no tener, no tiene ni salas. Se ve que es un transporte para llevar mercancías...eso es bueno, pues seguramente le interese más a Rick de esta forma, aunque quizás nos quite algún trabajo. Bueno, solo unos armaritos que no he podido abrir...me faltaban herramientas. Después de la ducha lo vuelvo a intentar -comentó Red encogiéndose de hombros. Y sin más se puso a caminar hacia su habitación, sin contestar a la pregunta de Anzak sobre loq ue habían hecho o dejado de hacer y las precauciones que habían tomado mientras estaban en la Firestorm.

Una vez en la Centella Sean tmó una larga y reparadora ducha, necesaria tanto para él como para sus compañeros de viaje. Agradeció infinitamente la inversión que había hecho Anzak en poner una ducha en cada camarote en lugar de un cuarto de baño común, si hubiera tenido que esperar turno detrás de Red escuchando el agua correr se hubiera vuelto loco.

Cuando salió fue al área común y preparó unos bocadillos de carne especiada y vegetales hidtarados, nada especial dentro de la Centella pero que, tras veinticinco día de comida deshidratada, sería casi como comer en el mejor restaurante de Coruscant. Cuando Red apareció había un plato con bocadillos esperándola mientras Sean terminaba con el último de los suyos con un gesto de satisfacción imbatible. Al lado de los platos habia un par de botellas de cerveza negra

- Estuve pensando en lo que dijiste Red, acerca de las locuras de hermano mayor y tienes toda la razó razón - se paró y se llevó una mano al pecho - Te prometo solémnemente y frente a testigos - dijo señalando a Tom y Anzak - que no volveré a tomar por asalto ninguna otra nave... - le guiñó un ojo - a menos que tenga ducha.

- Anzak ¿Has encontrado algo en esos armarios? estoy tentado de llevarme el soldador de plasma para abrirlos.

Cita:

Tom se encogió de hombros con una mueca que simulaba una sonrisa.

- Solo te hace caso la Centella, y porque mueves los mandos. Dejemos a los chicos que se relajen bajo una ducha y coman algo, ya tendremos tiempo de ver si el amor ha florecido después de este cautiverio impuesto. Aunque no dudo que son buenos profesionales y siempre actuaran como tales.

Dicho esto volvió a su camarote. El paso de los dos Jedis no le había traído ninguna respuesta a sus dudas, si no incluso más preguntas. Algo había aprendido, pero los notó reacios a compartir conocimientos más profundos en el hábito de controlar y manipular la Fuerza. Revolvió entre sus enseres personales, para acabar mirando otra vez el sable láser de su abuelo. Si supiera cómo hacerlo funcionar... pero no había encontrado a nadie que supiera cómo repararlo. Ya ahora los dos únicos que podían haberlo orientado habían abandonado la nave. Tom volvió a guardar el sable, con un suspiro que indicaba que no perdía la esperanza de encontrar a alguien que lo ayudara y guiara en la senda de la Fuerza.

Regresó a la sala donde estaban los demás, Red y Sean terminando su comida y hablando sobre el posible contenido de ciertos armarios de la otra nave.

Después de la reparadora ducha, Red fue directa a la cocina donde Fire le había preparado un bocadillo que saboreó como si fuera el mejor manjar que había probado en bastante tiempo....y así era.

-Gracias, cariño, tus hijos te lo agradecerán -dijo sacando tripa mientras la acariciaba y miraba a Fire amorosamente. Luego miró a Anzak y sonrió divertida.

- Estuve pensando en lo que dijiste Red, acerca de las locuras de hermano mayor y tienes toda la razó razón - se paró y se llevó una mano al pecho - Te prometo solémnemente y frente a testigos - dijo señalando a Tom y Anzak - que no volveré a tomar por asalto ninguna otra nave... - le guiñó un ojo - a menos que tenga ducha.

-Eso espero -dijo mirando a su amigo seriamente-. Tu misión es cuidarnos, no hacer locuras. Eso es cosa de Anzak y de Tom, nosotros somos la parte cuerda del grupo, no necesitamos más gente en su bando -dijo y siguió dándole otro bocado al bocadillo que le supo a gloria.

-¿Qué tal con los jedis? ¿has aprendido algo de ellos? -le preguntó a Tom la mecánico mientras comía tranquila sin que el tiempo le importara. Quería estar tranquila unos minutos, pues sabía que luego estaría otro tanto encerrada en la Firestorm, así que estos minutos en la Centella los quería pasara a gusto y hablando con sus amigos.

Una vez acabado el bocadillo, se fue a la sala de ingeniería y salió con todo tipo de herramientas, incluso con un soplete de plasma como había sugerido Fire.

Una vez en la Firestorm Red miró como Anzak buscaba en cada rincón de la nave por si encontraba algo. -Creo que en la cabina había un hueco que no he logrado ver, que quizás guarde algo en su interior -dijo sonriendo a su amigo, para luego negar con la cabeza-. Fire y yo hemos estado "veintipico" días aquí dentro, ¿crees que no lo hemos mirado todo?...que como puedes ver no hay mucho donde buscar. De hecho solo están estas taquillas que se me han resistido -dijo volviéndose hacia las mismas mirándolas unos segundos-. Pero es hora de que se abran, por las buenas o por la malas. 

-Si me echáis una mano, creo que lo conseguiré sin tener que usar métodos más contundentes -dijo dejando el soplete en el suelo y probando otra vez a ver si lograba abrirlas. Red miró la cerradura y la estudió unos minutos. Quería hacerlo bien, pues era una profesional, aunque sabía que a veces hasta los profesionales tenían problemas y los resolvían como podían....pero profesionalmente.

Mientras manipulaba la cerradura, la medio arkniana, habló al grupo.

-Por cierto, ahora que ya estamos solos, sin los jedis, os quiero decir que ya tengo las comunicaciones, rutas y demás datos de la nave guardados en mi ordenador de muñeca. También he sacado un listado con las características de la Firestorm. Hay varias cosas que podríamos usar para la Centella sin que el valor de la nave disminuyera en su venta. Pues yo creo que lo que tiene valor es que puede cargar muuuuuchas toneladas métricas de mercancía. Lo digo porque de camino a la base de Rick, podría ir desmontando esas cosas y antes de llegar pasarlas a la Centella.

Anzak estaba buscando en la FireStorm cuando se le acercó Red con todo su equipo y le intentó engañar diciendole que había un siti en la cabina que podía haber algo escondido. El contrabandista miró a su amiga sonriéndole y levantó una ceja.

-Recuérdame que no te deje cerrar tratos a ti, solo la parte técnica... mientes fatal -dijo divertido.

Luego siguió a la mecánico hasta las taquillas y ayudó a Red en su labor de abrirlas. Mientras le echaba una mano, escuchó lo que les decía sobre la nave.

-Bien, cuando estemos en el hiperespacio seguimos hablando de quién era la nave y a qué se dedicaba. No quiero demorar la salida, abrimos estas taquillas y salimos pitando a ver a Rick -dijo Anzak pensando en el tiempo que debían invertir y calculando costes-. De todas formas me gusta que sea tan diáfana. Puede cargar una cantidad de toneladas métricas en mercancía que es impresionante. Eso creo que le gustará a Rick... Pero me gusta más la idea de quitarle esas partes que dices que le pueden venir bien a la Centella.

Cita:

Tom negó repetidamente con la cabeza ante la pregunta de la ingeniera de la nave.

- Desgraciadamente no. No sabían nada de mi familia y no eran muy propensos a compartir conocimientos. Supongo que hemos transportado a los Jedis más sosos de la Galaxia.

Acompañó a sus compañeros a revisar los armarios de la otra nave, también sentía curiosidad por si hubiera algún buen tesoro escondido.

- ¿Yo hacer locuras? Bueno, te acepto que a veces muy cuerdo no estoy...

Cuando todos comenzaron a ir hacia la Firestorm Sean se repantigó en el asiento - No pienso meter un pie en esa nave hasta que no sea absolutamente necesario, mientras trasteais prepararé provisiones para el viaje ¿Cuantos días calculas que tendremos que estar nuevamente en esa lata gigante Red?

Sean tenía claro que pasaría al menos una semana en la Firestorm, al menos esta vez se aseguraría de que la comida no fuera un problema y vería si podía hacer algo por el tema de la limpieza.