Partida Rol por web

El sith se lanza sobre el trío de aprendices blandiendo su sable láser, pero entre los tres consiguen repelerlo.

En ese momento por donde habían escapado Daesha y Lekar, regresan. Lekar sigue en un estado más que peligroso.

Lekar quedate aquí, en tu estado no puedes luchar. - Dijo la Twilek mientras la miraba. Daesha no sabía que hacer, se habían ido en busca de una forma de bajar pero ni la misma Lekar podía guiarla y estaban en contratiempo... la Twilek tenía miedo de que la última posibilidad que le quedaba era morir luchando.

Daesha salió al ataque y blandió su sable laser para atacar al Sith que se lanzó hacia sus compañeros

Daesha tenía razón. No podía luchar pero podía intentar molestar al sith. Como decía su maestro una pulga no puede dañar al tren, pero puede llenar de ronchas al maquinista. Llevandose la masno al costado extendió la otra y trato de arrebatarle el sable con un golpe de fuerza, pero la gungan estaba tan debil que a duras penas consiguió alzar el brazo

Desde luego, hoy es el mundo al reves

No pensaba dejar que aquel Sith estupido matara a ninguno de mis compañeros pasara lo que pasara, me quede mirandolo espeando el momento adecuado en cuanto iniciara su ataque contr alguien le atacaria.

Lekar parecía estar muy malherida. Y ahora pensé que las cosas irían a peor cuanto más esperásemos. Podrían acudir más sith y entonces sí que estaríamos perdidos. Así pues, siguiendo a Ben-ju me dispuse a atacar con todo lo que tenía.

La primera en volver  atacar es Bislara, pero sus golpes son detenidos con facilidad por el sith, al igual que los siguientes de Ben-ju y de Ruka.

Pero de pronto un sable le atraviesa el pecho.

Daesha lo extrae con rapidez, ha conseguido alcanzarlo.

Jadeaba. Entre los nervios y los movimientos me estaba empezando a quedar sin aliento. Gracias a Daesha estábamos un paso más cerca de nuestro objetivo.

- ¡Bien hecho Daesha! ¿Qué pasa con los maestros?

Estan aqui debajo-gimió Lekar...pero no hay forma de llegar. Ahora estamos en la planta baja.

La gungan estaba todo lo palido que puede estar un ser de color arcilla y con un esfuerzo se levantó y dijo. No se que está pasando pero solo se me ocurré una idea. Lekar desenvaino el sable y trato de clavarlo en el suelo. Si no está hueco ya no se que puede pasar.

Apago el sable laser al ver como mi compañera acaba con aquel Sith, no tardarian mucho en llegar mas pero de momento tendriamos un respiro, notaba el cansancio y sabia que a todos nos faltarian fuerzas si seguian llegando.

- Es un buen plan- dije mirando como clavaba su espada laser en el suelo.

Daesha miró con desprecio el rostro del sith cuando murió siendo atravesado y se dirigió hacia el resto de sus compañeros. Lekar se le ocurrió una idea, crear ellos mismos una entrada al piso de abajo por lo que sacó el sable e hizo lo mismo