Partida Rol por web

Nellen abre fuego con su bláster sobre el droide de la pasarela, provocando un daño letal. Krewst realiza dos disparos seguidos sobre sus dos objetivos, pero falla ambos, y recibe daño de uno de los ágiles droides.
Desde luego parecen bien coordinados, quizá hasta demasiado para ser unidades independientes.
La togruta vuelve a disparar de seguido sobre los otros dos objetivos cerca de los cajones. Ambos fallan y Nellen recibe un disparo en el hombro al asomarse.

Los cuatro droides restantes reaccionan a la vez, disparando en vuestra dirección con un fuego demasiado disperso para darle a nada, mientras se dirigen hacia la espesura. Después de atravesar la maleza parecen desaparecer.

—¡¿Qué ha sido eso?! ¡Ughgrrrrrrr! —Krewst se incorpora con una clara herida de láser sobre el pecho, que ha conseguido destrozarle esa parte de la armadura—.

El sathari no parece haberse movido de su sitio. La mezcla del colocón con el miedo no le ha dejado reaccionar.

Agradeció el gesto de agua y comida y expresó su agradecimiento por el buen trato, a partir de ese punto de inflexión comenzaba el verdadero problema y razón por la que habían llegado a ese planeta, los droídes.

Una vez en el linde del bosque sintió un gran pesar por la destrucción causada, sin un propósito noble, con desdén por la vida pero tuvo que hacer a un lado sus pensamientos y observar lo mejor posible aquella situación, ver por donde podían continuar.

Seguía absorto en sus pensamientos cuando notó una alteración en la fuerza, agarró del hombro a su compañero y le hizo un gesto con el dedo índice para que guardase silencio pues debía concentrarse, se acuclilló cerrando los ojos y trató de discernir que ocurre.

Esta gente podía parecer salvaje en apariencia y por todo su ambiente tribal, pero sin dudas demostraban ser mas civilizados que muchos que Vikar había conocido. -Ha sido un gusto señor Marnus, su pericia nos fue vital en el relacionamiento con los Sathari. - Le pasó la mano en forma de puño como saludo. - Digale al rey que la república hará sus mejores esfuerzos. -

Asentió con un gesto al Jedi mientras se colocaba el casco de la armadura. - Bien, Altra... esperemos salir bien de esta. - dejó salir un suspiro y casi como para si mismo soltó - Por la República -.

Cuando llegaron al claro, sintió una molestia. Solo 2 droides en un montículo y nada de cobertura pasada esta línea de árboles. - Tengo un mal presentimiento sobre esto... -. Lugo observó a los Sathari - Dónde empieza ese campo que mata a lo que lo toca? -

Los sathari, que mantienen la distancia con el límite de la jungla, no esperaban que ningún extranjero se les dirijiese de manera directa. No entienden una palabra de lo que dice Vikar, y el primero de ellos se limita a hacer gestos indicando que continuéis.
A ojos del comando no parece existir ningún campo de fuerza desplegado en la línea de árboles, a menos que sea lo bastante alto o sus postes transparentes como para camuflarse de manera tan perfecta.

Altra hace un esfuerzo para captar la influencia de la Fuerza y su mensaje, pero al final tan solo parece ser parte del influjo vital del planeta.

La pareja de droides continua su guardia en silencio. Pero lo que no es para nada silencioso es el otro grupo de droides que vienen desde el sur, vuestra retaguardia.
Los sathari se ponen en alerta y se escabullen de inmediato entre la maleza.

*En qué momento se pusieron detrás nuestro?* Pensó mientras hacía señas a Altra para que ambos pudieran esconderse en la maleza. Iba a buscar un buen lugar para no ser visto y poder calcular el número de enemigos antes de hacer cualquier cosa, después de todo... esto era un reconocimiento, no otra cosa.

Nellen intento disparar la primera vez, pero parecía que su gatillo había perdido fuerza. --

--Pero ¿Que cojones? –- miro otra vez la cámara de gas, ¿La había apretado mal? Volvió a apretar el mecanismo, y dio dos tiros fallidos sorprendentemente con demasiada fuerza, incluso que el láser le quemaba el dedo ejecutor. El arma sobrecalentada se le escurrió de su mano y cuando se fue a agachar, un dolor le atravesó el hombro, como si un rayo le hubiera alcanzado, tirándola al suelo, observo de donde procedía el dolor, la sangre brotaba de la herida de manera lenta. Nellen había observado demasiadas heridas y por la forma en la que su liquido vital se derramaba no era mortal. Fue Kwerts quien hablaba desde el otro lado del claro de que la amenaza ya había pasado.

—¡¿Qué ha sido eso?! ¡Ughgrrrrrrr! — Formulo el piloto de la nave casi vacía.

—¿Estas bien?—Dijo Nellen reincorporándose con una mano taponando la herida, observo que la armadura de su compañero esta dividida en dos, podrían haberle matado y el tiro estaba en la zona del pecho. Se le cruzo la idea de que si la especie de Kwerts tendría el corazón o corazones en el mismo sitio que los Togruta. La togruta miro todos las cajas abiertas —Busquemos algo para curarnos

—¿Que cojones estaban buscando? ¿Quien sabía que estabamos ahí?—Nellen estaba rabiosa, no solo la había herido sino que a su compañero también, y dos de sus neuronas conectaron.—Quizás fuera el maldito Shatari que les habían vendido…—No desecho la idea, pero tenía que encontrar quien había sido sin embargo la rabia se había apoderado de ella.

Vikar puede observar de primeras solo a los dos droides apostados junto al montículo. Teniendo en cuenta la oscuridad, no es posible saber si son exactamente lo que parecen, pero uno posee una estructura base de droide camionero y el otro parece ser una unidad IG. Sin embargo, las forma de las luces que se proyectan desde sus cabezas, no parecen coincidir con la de sus modelos; aunque desde tan lejos es difícil asegurar nada.

Krewst se acerca a la nave con pecho, abdomen y su garra izquierda completamente manchadas de un rojo muy intenso.

—Grrrrrrr... sean quienes sean se van a acordar de mí por haberme jodido la nave... —Intenta mantenerse en pie, usando su francotirador como muleta improvisada. Una vez llega a la rampa de la nave, se sienta y saca un par de dosis de analgésicos. Si te acercas, te ofrece una, pero si no la coges se inyecta las dos en un brazo.

Echando un vistazo por encima, parece no faltar prácticamente nada. Si vinieron aquí a algo, lo más probable es que fuera solo a fisgonear, y quizá volver más tarde a saquearlo todo.

Los nervios te sobrecogen, pero tu fino oído y el silencio de la jungla te ayudan a distinguir los pasos del sathari, que ha tenido la genial idea de intentar tirar de la bolsa de droga y llevársela. En cuanto te gires verás una garra a punto de agarrar la bolsa, y unos ojos que han pasado de negro absoluto a enrojecerse por completo.

Buscó esconderse entre la maleza y emular a su compañero al ver que se trataban solo de dos droides , de haber sido más o quizá otros modelos hubiera apostado por huir de la zona.

Ya no solo importaba el hecho de que venían del mismo lugar por donde habían pasado ellos: venían desde detrás suyo. importaba el si serían descubiertos o si pasaban de largo y podrían que camino tomaban y si así se revelaba algun sistema de defensa que se les hubiera escapado.

El grupo de droides que se os acerca por detrás os pasan a buen ritmo. De cerca, podéis observar que se tratan de cuatro unidades de modelos distintos, rehechos con distintas piezas: un modelo de piloto de transportes con extremidades de una unidad de HK; otro, un droide de protocolo con un inserto de ametralladora rotatoria láser por brazo, etc. Todos corren en dirección a los otros dos droides del montículo, que en cuanto perciben movimiento encienden sus linternas integradas de largo alcance. Van demasiado rápido como para percatarse de vuestra presencia.

Por otro lado, no parecen atravesar ningún campo de fuerza. Simplemente cruzan la linde del bosque sin resistencia, hasta llegar al montículo.

Vikar por su parte, puede captar una señal muy clara en cuanto los droides se acercan a su posición, a través de su comunicador de largo alcance. Dicha señal de radio se filtra por todos los canales, aunque está en un lenguaje encriptado que se parece mucho al binario, pero en lugar de sonido procesado se trata de ondas más amplias y graves.

Una vez llegan al montículo bajan sin detenerse por alguna parte, como si ese montón de tierra y arcilla fuese el sobrante de una construcción subterránea, y la marca de una entrada a ese complejo. Los otros dos droides se ponen a posición de batalla y se mantienen alerta con sus lintermas encendidas, inspeccionando sus alrededores, pero sin mostrarse abiertamente hostiles contra nada en concreto.

Nellen.

Ver la imagen de su compañero ensangrentado, le hace darse cuenta de que su compañero ha estado mas cerca de la muerte que ella, la culpabilidad le llena su corazón.

-- No parecía el típico comando. Están demasiados coordinados...-Avanza a la rampa de contacto donde el herido q reposa para tomarse la medicina. Sin embargo, sus monstral parecen captar un peligro a su espalda, ¡ menos de un metro! Le grita su instinto.

Se gira, agarrando con la mano buena la muñeca del ser hostil. Cuando sus ojos pueden ver qué es el hostil, se da cuenta que es "su amigo emplumado"

Su corazón bombea rabia y frustración junto la adrenalina del combate fallido y el dolor del laser en su hombro, sus dedos húmedos debido al derrame del liquido vital aprieta su arma.

Nellen había intentado ser mala pero no había funcionado y buena con el, encontrandose el mismo resultado había intentado razonar, complacerle a cambio que él soltara algo de sus contactos y ¿Que había conseguido? Que hirieron a su piloto, un balazo para ella y de propina, acabar en un puto planeta donde sus monstral no perciben mas que fauna y flora, donde no había echo ninguna transacción, donde no había avanzado nada de nada, y su imperio seguía pidiendo dinero.

Miro aquellos ojos enrojecidos, y la mujer de piel bermellón sonrío sádicamente. No tendría mucha fuerza y su arma que ahora su función mas útil era un pisapapeles, sin embargo alzo la mano herida golpeando con la culata el pico del alien drogadicto. "¡Joder, si!" -Pensó.
Por fin algo que la liberaba un poco. No sabia si la sangre que salio era de ella o de él pero no dudo en alentarle otro golpe, en el mismo sitio,a pesar del dolor. Haciendo retroceder a la criatura, si su DH-17 funcionara le hubiera dejado como un queso.
Nellen se sentía como una mierda, pero la adrenalina no la dejaba hundirse, si hubiera sabido lo que iba a pasar hubiera torturado al porg asqueroso desde un principio, quizás hubiera muerto, quizás no hubieran cerrado el pacto. ¿Pero no era el mismo resultado que tenía ahora? Al menos, no estaría herida.

Volvío a levantar la mano herida...

El sathari acaba en el suelo con el pico aparentemente intacto, aunque Nellen podría jurar haber escuchado un buen crujido tras el segundo golpe. Aún se mueve, y conserva la consciencia lo suficiente como para cubrirse mientras lloriquea con un tono agudo.

Krewst ve la escena desde la nave, se sobresalta ligeramente y pilla el arma por si la cosa se pone fea, pero tras ver que lo tumbas se recuesta en la rampa y trata de descansar hasta que te acerques.

La noche se hace cada vez más fría.

Estaba muy preocupado por no ser descubierto por esos droides injertados, parecían juguetes de chapucero... pero un chapucero preparado para la batalla. Estaba muy preocupado por ellos, si, tanto que no vió que los droides cruzaron sin problemas el supuesto "campo de protección.

Hasta que esa señal de largo alcance aparece y ahí se dió cuenta! Pasaron como si nada y esa señal debe ser la clave, si podía desencriptarla tal vez tenían una oportunidad de acercarse a investigar un poco mas. Comenzó el proceso de desencriptación, no parecía ser algo muy complicado pero nada era seguro.

Mientras tanto hizo unas señas a Altra. Señas que hablaban sobre el monticulo y como los droides se metieron bajo tierra. Tal vez pudiera escanear el suelo en busca de construcciones subterráneas.

Vikar consigue con éxito desencriptar la señal, que a la hora de reproducirse aparecería una secuencia numérica más legible con un mensaje claro:

EMERGENCIA -- NIVEL 2 -- GRUPO PEQUEÑO -- ORGÁNICOS -- NO NATIVOS -- SUR -- EXPLANADA -- UNIDAD 3801 -- ESTADO -- DAÑADA -- SOLICITUD -- ENTRADA EN BASE -- SOLICITUD -- ÓRDENES DE REPRESALIA -- SOLICITUD -- APOYO EN NÚMEROS

El comando tiene a su disposición un escaner de estructuras en su aparato de muñeca. Le permitiría ver el diseño de lo que fuera que hubiese ahí abajo, siempre que fuera metálico. Al realizar el barrido, no hay estructura metálica alguna ahí abajo; solo una miríada de droides, compuestos y descompuestos, fluyendo por lo que se puede intuir que son unas galerías excavadas en la tierra y la arcilla, hasta tocar piedra. Para su sorpresa, también capta formaciones de acero, níquel y otros materiales no solo en frente (los dos droides del montículo), sino encima, en lo alto de los árboles. El número total de droides en este área no parece bajar de 60.