Partida Rol por web

No creí que Marcus aceptarse me ayuda con tanta facilidad ni que se alegrase de verme de aquella manera. Le hubiera estrechado entre mis brazos pero nos hubiese resultado tremendamente doloroso a ambos. Lo mejor que podía hacer era llevarle a descansar y ver que podíamos curar en la nave. Además, teníamos que hablar... yo le había dicho lo que sentía por él, a modo de despedida... y él dijo algo que se entrecortó y no pude escuchar.

Entrábamos por la puerta de mi cabina cuando el piloto nos dio alcance con el botiquín. - ¿Teníamos botiquín? ¡¿Desde cuándo!? - Pero no dije nada al respecto. Tan solo me puse colorada al darme cuenta de que Sucram estaba sobre la cama y que Hobo lo había visto. Le mire fugazmente y el sullustiano no mostró gesto alguno de sorpresa o incluso risa, cuando yo me sentía ridícula en aquel momento. Retire un poco al enorme peluche de dos metros de largo, quizás más... mientras ayudaba a Marcus a sentarse en la cama. Mi preocupación ese acrecentaba con cada uno de sus lamentos.

- Vamos retiremos eso a ver que tienes. - Le dije con ternura en mi voz, instándole a quitarse la parte superior de la ropa, ayudándole con mi brazo derecho como podía. Hacía tanto tiempo que no veía un torso desnudo, su torso desnudo, que no pude evitar morderme el labio inferior a pesar del dolor y de la situación en la que nos encontrábamos. Hobo le examinó brevemente y vendó sus costillas con cuidado, mientras que yo ayudaba como podía.

Después de comprobar que lo peor que tenía Marcus eran las costillas rotas llegó mi turno. Me quite la cazadora y no me quedo más remedio que quitarme también la camiseta. Marcus ya me había visto otras veces y no se iba a escandalizar y dudaba mucho que el cuerpo de una humana atrajera la más mínima mirada del piloto. Menos aún que le excitase lo más mínimo. De ser así, seguro que se lo veríamos en la cara y me cubriría de nuevo. Así que no puse pegas en el momento en el cual Hobo me dió aquella crema en el hombro...

No sabía que me había hecho en el hombro pero tenía un aspecto bastante feo, inflamado y algo amoratado. Pero los moratones poco importaban puesto que, como descubriría después, los tendría por casi todo el cuerpo. - Gracias Hobo. Creo que con unos analgésicos, hielo y tiritas podremos seguir nosotros. Ve a ver cómo están los demás ¿quieres? - Necesitaba a la nave pero más aún a la tripulación sana y entera.

- Y ahora tu... deberías recostarte un poco... - Le dije a mi ex cambiando el tono de mi voz al dirigirme a él. - Iré a por hielo y algo para lavarnos las heridas... antes de que se infecten. - A parte de moratones, al menos yo tenía algunos raspones y Marcus... se había dado un buen golpe. Seguramente estaba peor de lo que aparentaba... Un barreño con agua, jabón y esponja, sería lo ideal para aquello.

Kath probó a ponerse en pie, tal y como la twi'lek le había dicho, descubriendo que le dolía menos de lo que esperaba. No le había parecido que hubiese hecho algo del otro mundo salvo colocar su mano sobre sus costillas y poco más, pero como fuese, se sentía mejor, mucho mejor.

-Gracias. No sé lo que has hecho, pero solo me duele un poco. A lo mejor no era tan grave como creía. Cuando llamé, parecía que me iba a romper en mil trozos.

Entonces, una vez recuperada, miró a su alrededor y cayó en la cuenta de que tendrían mucho qué hacer. Habían aterrizado, pero en qué condiciones.

-¿Cómo están los demás? ¿Y la nave?

Cuando llegábamos al camarote de Yakoo y entramos pude ver el enorme peluche de nuevo y otra sonrisa se abrió paso en mi rostro marcado por el dolor, de nuevo aquellos agradables recuerdos volvían a mi cabeza incluso ahora saturados por los aguijonazos contínuos de mis costillas, Yakoo me ayudó a retirarme la camisa con el mayor de los cuidados y aunque el dolor era intenso volver a sentir aquellos cuidado de su parte era muy agradable y realmente ahora me daba cuenta de que lo echaba muchos de menos-Ouch...gracias..-contesté con un gesto ligeramente exagerado de dolor, mientras la ayudaba en lo que podía para facilitarle el trabajo, depojándome al fin de la ropa.

No se me escapó aquel detalle de morderse el labio, algo que sabía que me gustaba mucho...sabía que era involuntario, pero no por eso dejaba de gustarme..Un par de cicatrices marcaban mi pecho, viejas heridas, cada una con su historia y todas bastante rocambolescas pero que sin duda me habían dado nuevas lecciones de vida. En ese momento apareció el piloto con el botiquín, joder, creía que no teníamos, pero parecia ser que sí aunque desconocía si el material que contenía estaría apolillado y saldría cualquier bicharraco de de allí. Me aparté ligeramente de por precaución no me saltase algo a la cara, pero por suerte todo era normal y ningún bicho se me pegó a la cara para sorverme la salgre-Buen trabajo Hobo, solo por ésto te invitaré a un vaso de leche de Bantha en la próxima cantina-comencé a reir aunque volvió a cortarse de golpe por el dolor, momento en el que el feo y bajito piloto, ayudado por Yakoo me vendaron las costillas y cuando acabaron conmigo mi expareja se retiro la ropa superior dejando ver la ropa interior un sujetador más bonito de lo que esperaba ¿cuándo se lo había comprado? no lo había visto antes...aunque también es verdad que se habría comprado nuevas prendas desde la última vez que la ví semidesnuda y...desnuda del todo.

Aún con todo aquello rondando mi cabeza no pude evitar mirarla, aquel cuerpo escultural volvía a regalarme la vista y no podía apartar mi mirada de ella, aunque solo me limité a mirarla con una pequeña sonrisa y centrarme en su hombro-Vaya, parece bastante tocado...¿te duele mucho?-pregunté mirando aquella castigada articulación mientras el piloto le aplicada aquella crema-Gracias amigo, sino te importa, echa un ojo al resto, la nave puede esperar un poco más primero es asegurarse de que todos estemos vivos-comenté al piloto mientras Yakoo me recomendaba recostarme en la cama-Lo que tú digas, es tu cama, así que aquí me quedo-comenté con una sonrisa divertida aunque dolorida mientras me desplazaba hasta recostarme como ella decía.

Miro a uno, miro a otra, miro a uno, miro al peluche, miro el botiquín... veo que estoy en un camarote y se están despelotando...

"-Emm.. lo mismo sobro por unos minutos"

-Vale, os dejo el botiquín para que terminéis de "curaros entre vosotros", yo voy a revisar los sistemas de la nave

... Y a bandono la estancia, cerrando la puerta tras de mí; no se si hay algún cartel de "do not disturb" a mano, o al menos no lo veo, así que, yo a lo mío... de momento ya me han prometido un aumento, un copazo... cuando hayamos salido es esta, si salimos, como sigan prometiéndome cosas a este ritmo... me jubilo directamente

Llego a donde están Kath y Ree; aparentemente, ambas están bien, así que... bueno, manos a la obra...

- Los tortolitos parece que están bien, les he dejado a solas para que hablen de sus cosas mientras se terminan de remendar entre ellos; en un rato estarán en condiciones -pienso en unas cuantas variables... como la ropa interior que llevaba Yakoo, las magulladuras costillares de Marcus, el tiempo que parece que pueden estar sin discutir...- Cosa de 15 minutos o así, no más...  (iba a decir 30, pero ya sería pasarse... que se busquen un hotel)

- Si estáis bien, voy a lanzar unos diagnósticos para hacernos una idea de los daños que hemos sufrido; si necesitáis ayuda, estaré en la cabina

... Y hale, a lo mío.. dejo atrás a dos mozas magulladas... ¿estaré tonto?...

Solo cuando intento moverlo. Respondí a la pregunta de Marcus cuando Hobo ya nos había dejado. Comenzaba a pensar que era una suerte el tenerle con nosotros en la Lightsaber.

Me quedé sentada en la cama junto a Marcus. Deseaba tanto abrazarle y decirle que me alegraba de que siguiese vivo...- Tengo analgésicos por aquí.- Dije abriendo uno de los paneles y sacando unas pastillas para chupar. Eran lo mejor pues se deshacían en la boca y no tenías que estar con líos de beber nada o atragantarte con ellas. Le di una a Marcus y me tomé yo otra dejando la caja junto a la cama. Luego saqué un panuelo y le até ambos extremos para colgarlo en mi cuello a continuación, colocando el brazo en cabestrillo. Al momento sentí una enorme alivio al no notar el peso del brazo en el hombro.

- Iré a por algo para limpiarnos. - Le dije con una pequeña sonrisa. - No te muevas, Sucram cuidara de ti. -

No tardé en volver con un cacharro con agua y jabón y un trapo limpio para usarlo con aquella agua sobre nuestras heridas. Volví a sentarme junto a Marcus en la cama y le mire con ternura.

Jamás habíamos vivido algo así, nunca le había visto tan mal y eso hacía que todos mis sentimientos hacia él reflotasen, quedando atrás aquel odio y resentimiento que sentía por él hasta hacía pocos minutos. Mojé el trapo en el agua y me iré a Marcus a los ojos. No me podía creer que aún le amase después de todo aquello y que se lo confesarse antes de "morir". Luego aplique el trapo mojado en la frente de mi ex donde tenía algo de sangre. - A ver que tienes ahí abajo. - Le dije limpiando con suavidad la zona.- No te quejes que no es más que una pequeña brecha. Un poco de... Mmmm ... no sé que tendremos en el botiquín que no esté caducado... - Miré un momento a aquel maletín antes de mirar a Marcus de nuevo. Sentí que mis lágrimas volvían a brotar en mis ojos y que mi pulso se aceleraba. - Pasé tanto miedo, Marcus. Creí que no volvería a verte... Vivo. - Le dije dejando el cacharro con agua a mis pies para luego hacer aquello que tanto deseaba. Con cuidado de no lastimarlo más me recosté sobre él y le abracé como pude. - Me alegro tanto de que estés vivo. -Le dije entre sollozos. - No sé que hubiese hecho si tú... Si tú... - No aguanté más y rompí a llorar sobre su torso.

Al ver que Kath estaba bien, sonreí sin poder evitarlo.

-La nave está dañada, pero entera, y su tripulación se está lamiendo las heridas. 

Miré a Kath y decidí que debía centrarme en el trabajo. No tenía tiempo para ir más allá. No debía, si quería que las cosas se hicieran como era debido.

-Voy a ver en dónde nos encontramos exactamente.

Saltaban chispas por todas partes, pero eso no me impidió recoger un pequeño terminal antes de salir al exterior. Cuando la puerta se abrió y la compuerta empezó a descender, me golpeó un viento abrasador. Esperé a que la plataforma estuviese entonces completamente extendida y bajé a tierra.

Definitivamente, no estábamos donde debíamos. La terminal confirmó que las coordenadas estaban a un par de jornadas de viaje, andando, hacia el este. Íbamos a pasarlo mal, pero era nuestra única opción. Solo ellos podrían ayudarnos a reparar la nave para salir de aquí y sin duda, tendrían interés en hacerlo si querían la mercancía.

Así que a pesar de todo, lo único que necesitábamos era determinación... y mucha agua.

A pesar de no tener boca y labios donde se percibía al instante la felicidad o la risa, Kath había aprendido a expresarse mediante las demás facciones de su rostro y sobre todo había aprendido a sonreir con sus bellos ojos. Así,  cuando Ree le sonrió después de preocuparse por ella, le devolvió la sonrisa. Era algo inusual, pues Kath siempre estaba centrada en su trabajo y la interacción social la dejaba en segundo plano, pero con sus nuevos compañeros y, más concretamente,  con la twi'lek, Kath se sentía de otra manera,  más personal, más sentida, más cercana.

Tras recoger sus herramientas, se acercó adonde eztaba Ree. Ante ellas se abría un enorme desierto.  Si los cálculos estaban bien, habían aterrizado a dos jornadas de su destino. Eso estaba cerca, pero bastante lejos si se trataba de un desierto...máxime cuando no sabían los peligros que podía ofrecerles aquel planeta. 

-Supongo que no tenemos ningún transporte auxiliar para viajar por el planeta, tipo speeder o motojet...eea demasiado bonito -comentó Kath mirando el infinito de arena y dunas.- Será mejor que le eche un vistazo a la computadora para ver primero qué daños tiene y, por ende, qué se puede reparar y qué hay que comprar -comentó negando con la cabeza-,  y segundo, qué nos podemos encontrar en este desierto...animales, accidentes geograficos, amigos, enemigos... Y ya de paso calcular la mejor ruta para llegar a la ciudad más cercana.

Las manos de la Khil no paraban de teclear buscando todo aquello que pudiera serles útil antes de salir dela nave. 

Seguí con la mirada a Yakoo su comportamiento había cambiado radicalmente y no podía evitar recordar aquellas palabras que me dijo justo antes de estrellarnos ¿realmente eran ciertas o simplemente se dejó llevar por el momento y no lo sentía? no apartaba aquella pregunta de mi cabeza por mucho que lo intentase, pero aun así mantuve mi amable sonrisa mientras chupaba aquella pastilla analgésica con parsimonia.

-Gracias, has hecho bien en guardar estas pastillas, nunca reparamos en lo útil que pueden ser, desde luego no estaba en los planes estrellarnos, pero al menos estamos vivos..-contesté endulzando aún más la mirada. A continuación se marchó unos segundos por agua y jabón para limpiarme las heridas y su comentario sobr el peluche me hizo sonreir-Oh si, el nunca te desprecia ni te decepciona ni te saca de quicio ¿verdad?-pregunté entristeciendo el gesto ligeramente mientras acariciaba el peluche con mimo.

Cuando volvió y comenzó a retirar los restos de sangre de mi cabeza no pude evitar poner un gesto de dolor-¡Ouch!-me quejé dando un respingo-perdona, sé que lo haces con mucho cuidado-me disculpé mientras ella hacía su trabajo de enfermería a la vez que yo intentaba no moverme. Entonces de improviso se lanzó sobre mí y me abrazó con fuerza para luego comenzar a llorar. Yo por un momento me quedé congelado, pero luego la abracé con cariño, oliendo su perfume mientras sonreía-Yo también he tenido miedo Yakoo, aún después de todo lo que nos decimos y nos hacemos...si desaperecieses de mi vida..no sé que haría..-me confesé por primera vez en mucho tiempo ante ella mientras le besaba la cabeza con mimo.

Una vez más seguro de que no había daños estructurales, que la intregridad del casco se había salvado, y de que la tripulación "estaba bien" ... me acerco a Kath y Ree, que andan oteando el mundo exterior...

... desierto... si, un puto desierto... y menos mal, porque la arena absorvió la energía del impacto a tierra; llegamos a dar con un planeta rocoso, y estarían despegando nuestros restos con una espátula... En fín, a pasar página...

Respondiendo a Kath, antes de que se vuelva a revisar los sistemas le comento:

-No, me temo que no tenemos vehículo terrestre auxiliar, o al menos, no lo he visto, aunque hay un montón de mierda en alguno de los espacios de carga, pero se notaría, porque esos chismes son voluminosos

Acercándome más a Ree, al calorcito del sol del desierto, miro con ella las dunas...

-Si... o llamamos para que venga alguien, y a saber quien viene, o salimos a buscar ayuda por nuestra cuenta, y eso significa, agua, algo para defendernos del sol, y quizá prepararnos para una caminata nocturna, mejor que ir cuando el calor es más duro. No estoy muy familiarizado con tu raza... ¿se os da bien vivir en el desierto?, a la mía fatal, somos más de ir por la sombra.

... charleta insulsa, pues lo que estoy haciendo es mirarle discretamente las tetas, por si hay que poner alguna tirita, no se sea mal pensado

-Tendremos que esperar a que la capitán salga del cubil, y vemos como nos organizamos, pero va a ser duro.... Iré con Kath a ayudarla a inventariar lo que necesitaremos para que la nave funcione mínimamente...

Kath estaba todavía torpe y la nave no estaba en la mejor de las condiciones. Quizás por ese motivo, en cuanto empezó a teclear en la computadora, saltaron una buena cantidad de chispas y la nave se quedó... completamente apagada. 

Se había producido alguna interferencia con el sistema eléctrico que había provocado que toda la nave se quedase a oscuras y sin energía.

Evidentemente, algo no estaba bien y quedarse allí dentro no iba a servir para mucho.

Por algún extraño motivo, de repente se fue toda la energía en toda la nave, apagándose las luces y quedandoos completamente a oscuras.

Kath no tardó en unirse a mí en la rampa. Con una terminal en su mano, empezó a teclear en busca de más información, mientras Hobo descendía y se colocaba también a mi lado.

El lugar no era precisamente para irse de vacaciones, aunque los ojos de Hobo parecían haberse tomado unas.

-Hobo, si quieres mirarme las tetas no tienes más que pedirlo -le dije, girándome hacia él y abriéndome la chaqueta para que las viese al natural durante un segundo, antes de volver a ocultarlas -. Pero lo siento, me temo que no podrás hacer nada más. Se mira pero no se toca. Tú no, al menos.

Sonriendo, miré de reojo a Kath y me centré en lo importante.

-Mi raza puede adaptarse cualquier cosa, pero nuestro planeta de origen es desértico, así que no tengo ningún problema. Sobreviviriremos. Pero cuanto más tiempo esperemos peor, porque nuestra cantidad de agua será limitada. Si gastamos toda la que tenemos, la nave podría no tener suficiente para refrigerar y no sabemos si podremos encontrar más.

... momento de silencio... no pestañeo... no me muevo... no respiro (no puedo hacer dos cosas a la vez, y mi función primaria está en ciertos temas ante mis narices, si tuviese)...

-Ah!, vale, gracias, ya si eso te lo pido de nuevo....

... joer, que marrón, que me ha pillado... pero bueno, una alegría al día por lo menos, y una buena alegría... uf... que peligro tiene esta moza... Hobo, tranki, que está fuera de tu alcance; conténtate con eso, que es más de lo que habrías podido esperar... y CÉNTRATE, demonios!... Emm... ¿si en otro moment ose lo pido, repetiría? ... gran duda... bueno, ya probaremos suerte más adelante, aunque sea ver pero no tocar... uf... que alegría, por el Creador...

En fín, centrémonos... Saltan chispas (del teclado que está operando Kath)... y las luces, las pocas que estaban operativas, se van al garete...

-Ups... malo... pero peor hubiera sido que pasase en el espacio -intentando relativizar el problema-

Y me vuelvo corriendo al interior de la nave; por un momento pienso en los que están en el camarote.... lo mismo no se han dado cuenta de que no hay luz... porque solo están las del sistema de emergencia, y esas no valen ni para acertar en el truñatorio. Me dirijo a uno de los paneles, de los que controlan físicamente la convergencia de los flujos de energía de los generadores principal y auxiliares, para proveer a la nave entera.

... Tiene punta de estar un poco frito, con un componente humeando; por fortuna, hay de repuesto en el mismo panel, y solo tengo que reemplazarlo, pulsar un botón físico... y parece que la energía vuelve a fluir...

-Kath!, vamos a hacer todos los diagnósticos que podamos antes de que esto casque de nuevo... a ver si hacemos una lista de cosas que necesitamos; a bote pronto, creo que el circuito de control del generador principal está frito... estamos tirando de los auxiliares.

Realmente, lo mío no es la mecánica profunda, que no me pidan meterme a fondo en el motor o simimlar, pero sí que alcanzo a hacer un mantenimiento de nivel I y II, que más o menos es lo que necesitas para reiniciar sistemas y hacer derivaciones como esta, y para saber lo que no funciona...

"-...¿Enseñará Kath también las tetas?"

... Profundos pensamientos se cruzan por mi mente...

Las manos mágicas de Hobo, al menos en lo que se refiere a la mecánica (XD) consiguen reestablecer la corriente y la energía regresa a la nave, junto con la luz. Como has dicho, el generador principal necesita algunos repuestos, al igual que el hiperimpulsor y los propulsores.

Seguramente, los mismos que tienen que recibir la mercancía os los den, porque sin ellos, no tenéis nada que hacer. 

De todas maneras, repararlos llevará varias horas con todos los componentes, así que tampoco resultará nada sencillo. Mientas tanto, el generador auxiliar no es eterno. Cuanto más tiempo esté funcionando, mayor será la probabilidad de que caiga también.

Nada de velas. Tras unos momentos de oscuridad, regresa la energía a la nave.

Los hullepi de Kath (apendices que le salen en la boca en vez de labios a modo de tentaculos) se movieron un poco cuando Ree enseño sus pechos a Hobo. La khil captó la mirada de la twi'lek y de haber sido humana se hubiera ru orizado un poco, en cambio, varios de sus hullepis se volvieron a mover traicinoando la falsa parsimonia de Kath.

Qué me pasa, no puede ser que esta mujer me desconcentre. He tenido cerca a muchas feminas tanvoluptuosas y sensuales como ella, incluso me he duchado con ellas, me han dado masajes y...¡que demonios! he practicado sexo con muchas de ellas, pero no me he sentido así con ninguna. ¿Podría ser la edad?, ¿ o será la cercanía y empatía que desborda Ree a su alrededor lo que me hace que me atraiga como una dro.... ¡Espera! ¡¡¿He pensado, siquiera sugerido, que me atrae?!!... Señorita Thulu vayase buscando un buen psicólogo para que analice este desequilibrio. 

Alejando ese pensamiento de su cabeza, la khil siguió a Hobo y cuando éste restauró los sistemas, intentó de nuevo teclear en la cosola para hacer un diagnóstico de la nave¹ y luego para buscar información² de dónde se encontraban y los peligros a los que podían enfrentarse en aquel desierto.

Mientras tecleaba vio como Hobo miraba de reajo sus pechos. La escena anterior combinada con el cambio de temperatura del exterior más caluroso al interior, había hecho que se le notara los pezones de sus turgentes y bien perfilados pechos. La khil, ni se inmuto y solo le bastó una frase para dejar clara la situación.  

-Ni lo sueñes. Tú acentrate en tu trabajo. 

Luego siguió a lo suyo.

Recuperada ya del duro aterrizaje, pero confusa con sus propios sentimientos, los dedos de la khil se movieron con habilidad por el teclado hasta encontrar lo que buscaba. El diagnóstico de la nave confirmaba lo que habían visto antes. Hiperimpulsor, propulsores, escudos y generador principal dañados.

No se trataba de desperfectos importantes, pero necesitaban repuestos que no tenían. En cualquier astropuerto habría, seguramente, pero ahora no estaban en "cualquier astropuerto" sino en un planeta de m... es decir, donde hacía mucho sol.

El planeta era conocido por sus tormentas de arena y escasos núcleos de población. Existía un grupo de nativos llamados los grn'jan que excavaban túneles en el subsuelo en donde habitaban, aprovechaban las raíces de la escasa vegetación y no solían visitar el exterior. 

La ciudad más cercana, Bengoorta, estaba bastante más lejos que las coordenadas a las que debían ir.