Partida Rol por web

Alia y Mowar despertaron con un terrible dolor de cabeza. Estaban tendidas en un suelo frío y duro, de piedra... ¿Qué ocurría? Abrieron los ojos lentamente y empezaron a recordar. El viaje, las naves enemigas, el ataque... y luego se habían estrellado.

Se miraron incrédulas. ¡Aún continuaban con vida! Pero no tenían ni idea de dónde estaban, ni de qué había sido de sus maestros y compañeros. Al mirar alrededor, sólo pudieron ver una estrecha habitación de paredes hechas con sillares antiquísimos, cerrada por todas partes e iluminada por una solitaria antorcha. No había respiraderos y el aire estaba viciado. Apenas cabían las dos tendidas en el suelo, y la única salida era una puerta herrumbrosa de metal.

Pudieron ver raíces que provenían del techo, con lo que dedujeron que debían estar bajo tierra. ¿En Kuvoth? No tenían ni una pista de su situación, pero al menos conservaban su equipo y sus sables láser. Quien les hubiera llevado allí no les había quitado nada. El único gran problema era que por primera vez en su vida, estaban completamente solas...

-¿donde estamos?...Mi cabeza....

Cuando abrí los ojos ví unicamente a Alia, la mandalore. Sus anaranjados ojos comenzaban a abrirse y parecía tan confusa cómo yo.

Estabamos bajo tierra...un escalofrío recorrió mi espalda. A mi me gustaban los lagos y el agua....y ahora estaba enterrada. La situación era preocupante y sentía mil pensamientos bullir en mi cabeza.

-¿Quisbe derin?- la pregunté en mi idioma antes de darme cuenta de lo que había hecho- ¿Estás bien? repetí, esta vez en el idioma común.

Me incline sobre ella preocupada y al ver que respiraba normalmente me tranquilicé.

Parece que nos han encerrado. Pero tenemos los sables...¿Porqué? pregunté en voz alta más a mi misma que a la chica. ¿Sería esto algún tipo de prueba? Más preocupada por mi maestra que por mí misma, me senté en el suelo observando la situación y traté de contactar telepáticamente con ella.

Siento un dolor inmenso recorrer todo mi cuerpo, seguramente había caído como peso muerto y afortunadamente solo resulte algo magullada. Ante la pregunta de mi única compañera, que fue lo primero que mire al abrir los ojos, solo asentí con la cabeza ante su pregunta.

Me levando y compruebo el estado de mi cuerpo para  comprobar que no me haya roto nada, pero nada, solamente dolor del impacto.

-El dolor puede ser suprimido con fuerza de voluntad – Me digo a mi misma, mientras compruebo satisfactoriamente que aun tengo mi sable – Al parecer solo estoy con la chica gungan… ¿cual era su nombre?… - Pienso durante unos segundos hasta que recuerdo - ¿Mowar cierto?

Me doy cuenta de que el aire estaba viciado, que habían raíces en el techo, recién ahora me comenzaba a preocupar de la localización, me irritaba pensar en el hecho de que podía estar en un agujero.

-No se exactamente que sucedió, pero no podemos quedarnos en este lugar eternamente – Digo intentando ser paciente, aunque mi personalidad no lo era – Tenemos que averiguar donde estamos.

No podía oírse nada en la habitación en la que Alia y Mowar se encontraban, que no fuera el sonido de las llamas crepitando en los pebeteros. Salvo eso, todo estaba en calma.

Mowar se concentró para tratar de localizar a Imara, su maestra. Si encontraban a sus mentores correrían menos peligro y tal vez se enterasen de qué había ocurrido.

A pesar de que intentó abstraerse cuanto pudo de la situación, Mowar no logró captar la presencia de su maestra en las inmediaciones. Lo achacó a sus nervios... aunque sabía que Imara tenía una gran habilidad para la telepatía, y se la había empezado a transmitir enseguida a su alumna.

Si no podía contactar con ella, lo más probable es que estuviera aún inconsciente o... Mowar prefería no pensar en ello.

Pasa algo malo- me levanté de golpe y miré nerviosa a mi alrededor-No consigo localizar a la maestra Imara. Y siempre lo consigo...su poder facilita mucho las cosas...Tenemos que salir de aquí y encontrar a los demás.

Me acerco a examinar la puerta, esperando encontrar alguna trampa.

No pueden haber dejado una salida tan obvia permitiendonos quedar con el sable...Sería muy facil cortar esta puerta-digo mientras la examino cuidadosamente comprobando además si estaba abierta o no.

Me encojo de hombros ante la afirmación sobre la entrada, recién comenzaba a pensar en eso.

-Pues según lo veo yo hay dos opciones, la primera es que no haya ni una trampa, y nos hayan salvado la vida trayéndonos aquí y la otra… - Trago saliva – La otra es que alguien esta jugando con nosotras al permitirnos tener nuestras armas.

Toco la puerta sin hacer ni la más mínima fuerza para que esta no se abra.

-Aunque también, puede que los otros nos hayan traído hasta aquí… - Digo mirándola – No lo sabremos hasta que abramos esta puerta, ¿Tu que dices? Puedo ir yo al frente si estas nerviosa.

Mowar examinó cuidadosamente las jambas y el dintel de la puerta. A pesar de la escasa luz, comprobó que todo estaba en orden, no pudiendo encontrar indicios de trampas o mecanismos ocultos. Estaba claro que no ocurriría nada si intentaban salir... al menos a este lado de la puerta.

No estoy nerviosa por lo que haya fuera...estoy preocupada por los demás...Salgamos de aqui, será lo mejor. Empujo con fuerza la puerta esperando que se abra. Dudaba que nos hubiesen llevado alli como un favor o por habernos salvado...nos habrían dejado comida o alguna señal. Pero los sables...

Tal vez no sepan lo que son-digo tocando el sable suavemente con la mano

La puerta no se movió ni un centímetro, a pesar de que Mowar la empujó con bastante fuerza. Parecía obvio que no saldrían de allí tan fácilmente.

Ahora no cabía duda alguna de que estaban encerradas en aquél cubículo reducido, en el que apenas cabían las dos. Y sin respiraderos, el oxígeno no duraría siempre...

No. Esto no iba a acabar así. Me había visto rodeada de chicos de mi clase, no sabía si eran de los que me lanzaban miradas burlonas, pero eso no importaba, había sobrevivido al accidente de una nave, estaba bajo tierra y no lograba contactar con mi maestra. El temor de que la hubiese pasado algome nubló por unos instantes el sentido común y solo fuí capaz de avisar a Alia antes de encenderr el sable y tratar de cortar la puerta:

-Atras todo lo que puedas

Sonrió al ver que Mowar quería tomar la iniciativa, para mi eso era buena señal así que me hago a un lado y me pongo detrás de ella para que proceda al corte de la puerta. Por unos instantes me había preocupado por mi maestro, pero la preocupación paso rápido, pues el era un formidable guerrero.

-Además si sabe que estoy preocupada se enfadara – Pienso y sonrió – Siempre dice que no debo preocuparme por los asuntos, sino que debo ocuparme de ellos.

Mientras Alia reflexionaba, Mowar tomó su sable láser y accionó el interruptor de encendido. La hoja verde brotó de su extremo con un zumbido característico, iluminando las paredes de la reducida sala y los rostros de las padawan con un resplandor verdoso. La gungan no tenía mucho espacio para blandirlo, así que directamente dirigió la punta a la puerta para hacer un corte circular por el que poder salir.

Sin embargo, en cuanto la hoja del sable rozó la superficie del metal, hubo un chispazo y el sable se apagó al instante. Mowar retrocedió sobresaltada, mientras la habitación volvía a llenarse de la luz mortecina de las llamas. Alia examinó sorprendida la puerta y comprobó que sólo había un pequeño rasguño ahí donde el sable de Mowar la había tocado.

Me siento a meditar, me había sorprendido que el sable no haya podido atravesar la puerta, por lo que concluí que entonces si sabían quienes éramos, y las debilidades de nuestras armas.

-Mowar, recuerdas lo que dijo la maestra Imara – Abro un ojo y la miro – Dijeron que percibían el lado oscuro… ¿crees que nos han atrapado ellos?

Mi voz no vacilaba, pero estaba ansiosa por saber que sucedía en aquel lugar, lo único que sabia que si entraba alguien a la habitación le daría una buena paliza si intentaba algo raro contra nosotras.

-Después de todo, la puerta esta protegida contra nuestras armas.

Miro seriamente a Alya pensando en su palabras y en lo ocurrido

-Estoy convencida. Si no he conseguido contactar con la maestra antes es por dos motivos...o bien hay alguien impidiendolo o bien...ella...-trago saliva antes de continuar.- Tenemos que salir y encontrarlos.

-Espera-La mirada se me ilumina por un momento mientras busco mi comunicador.-Tratemos de ponernos en contacto con alguno de ellos

Mowar rebuscó en su equipo, con la esperanza de que el pequeño comunicador continuara allí. En efecto, aún lo tenía. Lo activó al instante... pero no recibió ninguna señal. En cambio, lo único que pudo oír fue un murmullo de estática continuo e ininteligible. Alguien estaba interviniendo su canal para que no pudiera comunicarse con nadie.

Por un momento sentí ganas de estrellar el aparato contra el suelo pero logré controlarme y mirando a la mandalore la dije

Alia, examinemos la habitación. Tiene que haber algo que se nos haya escapado. comienzo a examinar meticulosamente la habitación, poniendo especial enfasis en las partes más altas que es donde Alia no puede mirar tan bien como yo mientras voy comentando De todos modos, si no nos han matado tienen que venir a darnos comida o agua. No tendría sentido dejarnos morir de hambre

Reviso el suelo,  palpando con mi mano cada rincón a ver si encuentro algún botón secreto o algo, me sentía cada vez mas inquieta, frustrada al no poder salir de la habitación.

-Si alguien entra se llevara una sorpresita – digo tranquilamente mientras toco mi sable láser – pero coincido contigo, tenemos que salir de este lugar cuanto antes.

Me intrigaban algunas dudas, ¿Qué hacían usuarios del lado oscuro de la fuerza aquí? ¿Venían por la misma información que nosotros? ¿Qué será del resto del grupo? Pero ese no era el momento de responderlas y lo sabia bien, pero de una u otra manera entorpecía mi trabajo.

Tras una infructuosa búsqueda de algún mecanismo, alguna señal o algo que pueda ayudarnos a salir de allí decido tratar de usar alguno de los poderes que mi maestra me enseño. Aunque solía reprenderme cada vez que usaba innecesariamente la fuerza-lo cual ocurría demasiadas veces según ella- Cerré los ojos tratando de concentrarme en lo que estaba pasando o el lo que iba a pasar. No sabía que visiones me invadirían, si serían sobre mí, sobre mis compañeros, los maestros...pero había una posibilidad de que viese algún modo de salir de allí....o de cómo entrarían a por nosotras, en cuyo caso podiamos tener algo de ventaja.

Me alejo un poco de Alia sentandome en el suelo y cerrando los ojos esperando ver algo...