Partida Rol por web

Mowar miró a la twi´lek con expresión de asombro. Las noticias que les estaba dando la niña eran asombrosas y desesperanzadoras.

-¿Te secuestro del Templo? ¿Cómo po...Cómo es posible? Sin lugar a dudas aquel ser era muy poderoso, Extremadamente poderoso. O eso o la niña mentía. En cualquier caso debían salir de allí cuanto antes. Será mejor que nos demos prisa... tenemos que avisar al templo ¿Y si hay un espía dentro?

Es el único modo de que entre un sith a secuestrar a alguien

El joven Arion caminaba con paso más o menos firme, manteniendose al tanto de la conversación que tenía lugar a sus espaldas, mientras su cabeza no cesaba de darle vueltas a todo lo que estaba sucediendo.

"Es muy extraño... Una aprendiz jedi secuestrada en el propio Templo... Y no solo eso... Mis compañeros estan... distintos, raros... Es cosa de este lugar... Yo tambien estoy actuando de forma extraña... El codigo Jedi expone claramente que un caballero jedi no desoirá la llamada de auxilio de alguien en apuros... Pero tampoco se debe actuar de forma impulsiva o irreflexiva..."

De nuevo, sus pasos le llevaron al pasillo por donde habían accedido a la sala sulfurosa... Arion se detuvo, sopesando la situación.

"Bueno... De nuevo estamos aqui. Tenemos que tomar una decisión... De nuevo..." Con una sonrisa, el padawan humano se volvió hacia sus compañeros. "Theen, tus sentidos nos han guiado hasta Kin. Eres más sensible a la Fuerza que nosostros y creo que puedes guiarnos por este laberinto. "

Theen se sintió perturbado ante el reconocimiento de aquel padawan, no era común que le reconocieran y le ira demasiado incomodo sentir la mirada fija de todos en él. –No soy un guía, no conozco este lugar- dijo tratando de escapar de la responsabilidad y el hecho de tener a todos siempre con la vista fija en él.
Theen tenía nuevas sospechas sobre lo que allí sucedía, lo había percibido o más precisamente se había dado cuenta de ello. Las cosas podrían no ser del todo como parecían. Pero, en quien podría confiar?, y mas importante aun, como liberarse del yugo que los envolvía, la fuerza era un arma que probablemente seria usada en su contra. Theen debía ser prudente.

La duda que Mowar acababa de lanzar al aire hizo que Kin' se quedara un poco abatida. Tal vez la gungan tenía razón, y había alguien en el Templo que no era de confianza... o quizá simplemente su memoria había sido modificada, o algo peor...

- Oh, no... -musitó la niña.

Luego recordó la pregunta de Nop, mientras Arion y Theen dialogaban sobre quién debería guiar al grupo. La twi'lek miró al zabrak algo confusa, pero luego pareció acordarse de algo relevante.

- Recuerdo algo... -dijo despacio-. Cuando aquél hombre me llevó a esa sala de la lava... yo estaba como medio dormida... pero dijo algo. Dijo... "ya nos veremos arriba cuando lo tengas más claro". Y luego se echó a reír y me dejó allí.

Tal vez no fuera nada, ¿pero quién podía saber si quizá el Sith había pensado que Kin' estaba inconsciente y no le había escuchado?

- Estupendo. - asintió el pequeño zabrak quitándose el sudor de su frente con el reverso de la sucia y rasgada túnica.

Su mente empezaba a maquinar con la nueva pista proporcionada, pues aquello debía significar que el templo estaba dividido en niveles y con toda seguridad se encontraban en uno de los más bajos.

No quiso parecer descortés, por lo que Nop se acercó hasta Kin'Tarin y, posando su mano suavemente sobre su hombro y dibujando una medio sonrisa, le dijo: - Gracias por tu esfuerzo.

Luego se dirigió al resto, y suponiendo que Theen no iba a proponer el camino a seguir pese a sus especiales dotes cognitivas, quiso poner el marcha la "expedición".

- Arion, si ya estás mejor deberíamos ponernos en marcha. - luego se dirigió a Mowar - Esas respuestas no las hallaremos aquí mientras nuestros cuerpos y mentes se derriten por el calor de la lava. - dijo haciendo mención a las irónicas cuestiones formuladas por la gungan.

Por eso- urgió la gungan mirando a su alrededor y moviendo nerviosa las orejas arriba y abajo-Debemos darnos prisa y salir de aquí.

Mowar alzó la cabeza y levantó as orejas todo lo que pudo con la esperanza de sentir una corriente de aire u oir algún sonido que la indicase la dirección que podían tomar. De todos modos estaba claro que tenían que ir hacia arriba.

Arriba...¡¡El pozo!!- una idea apareció en la mente de la jovencisima padawan. El pozo por el que habían tratado de subir... Alia y ella habían estado mirando hacia arriba durante mucho tiempo, cuando subieron. No era sensato volver a intentarlo de nuevo pero esforzandose un poco quizas pudiese recordar cuantos niveles más había, teniendo en cuenta la altura del mismo.

El pequeño Anx se mantuvo a la espera, sabia bien que era necesario que se involucrara mas en las decisiones, que sus opiniones podrían tener mucha importancia y sin embargo le causaba miedo la reacción de los demás, quizá lo mejor seria mantenerse al margen. Así sumido en sus miedos Theen se limito a esperar a que sus compañeros hicieran algo, podría emitir su opinión cuando considerase que era imposible no hacerlo, o al menos eso creía.

Arion, en cuclillas, acariciaba distraidamente el rugoso suelo del pasillo, mientras giraba la cabeza alternativamente a derecha o izquierda con expresión concentrada.

Escuchaba con atención lo que sus compañeros planteaba, asintiendo imperceptiblemente en algunas ocasiones o negando apenas en otras...

"Estamos de nuevo en una encrucijada y tenemos que tomar una decisión... Pero con tantos estimulos externos es imposible hallar un estado de meditación adecuado... La historia de Kin´es extraña y preocupante... ¿Secuestradores en el Templo de la Orden? Parece improbable... Pero nada de lo que esta pasando tiene excesivo sentido... Bien, tendra que bastar por ahora"

El aprendiz se llevó los dedos hasta la nariz y aspiró. Despues probó la punta de los dedos con mucho cuidad, de escupir despues. Cuando se levanto y se giró hacia sus compañeros, sonreia con calma...

"No tengo idea de donde estamos" La sonrisa de Arion no descendió un apice, mientras continuaba... "Pero sí se con quien estoy... Somos 7 aprendices jedi... Un viejo no va a asustarnos... Y nuestros maestros están aqui." Cruzó los brazos al pecho, antes de terminar "Prudencia, vigilancia, determinación... No van a derrotarnos... No sucumbiremos al miedo" La sonrisa se desvaneció en el acto y el padawan humano se serenó, volviendo a ser el padawan centrado de costumbre...

"Creo que debemos avanzar por este pasillo..." Arion alzó la mano para señalar el tramo de pasillo que no habian explorado... "Pero es algo que tenemos que decidir entre todos"

El pequeño zabrak asintió gravemente con un gesto determinante. Había estado sopesando las posibilidades que se les planteaba y pensaba que las opciones eras mínimas.

- Yo también creo que es la mejor opción. - reafirmó Nop.

Miró al resto de sus compañeros, incluido el anx, que seguía desviando la mirada, y esperó a que dieran su opinión.

El padawan humano esperó en la encrucijada a que sus compañeros le alcanzasen y caminó junto a ellos, una vez decidierón que camino tomar. Avanzaba junto a la pared de su derecha, con paso calmado y actitud alerta ante posibles amenazas, aunque mantenía su sable de luz colgado de su cinturón. El ritmico golpeteo contra sus cintura le recordó algo y giró la cabeza para mirar a la twi´lek de piel encarnada, concretamente a su espada láser de entrenamiento... Se retrasó lo justo como para ponerse a la altura de su pequeña nueva compañera...
-"Tambíen nos hemos encontrado con un muchacho maleducado y agresivo, ¿te suena de algo? ¿Tal vez pudiste oir su voz hablando con el anciano que mencionabas? Creemos que puede ser su... aprendiz, por así llamarle... y tiene aspecto de ser peligroso, ¿verdad?" Arion formuló esa última pregunta para el resto de sus compañeros.

Kin' no parecía saber de quién hablaba Arion, pero en cuanto mencionó al aprendiz sith, la tez de la pequeña twi'lek pasó del rojo a un color rosa oscuro. El joven lo interpretó como que se había puesto pálida.

- ¿Hay... hay otro más...? -preguntó con voz trémula la pequeña-. Oh, no...

Se notaba que estaba cada vez más asustada, aunque también era obvio que no quería dejarlo traslucir. Era una Jedi, después de todo. Pero no se le daba muy bien disimular.

Como nadie rebatió las opiniones sobre qué ruta tomar, el grupo enfiló por el pasillo desconocido. Estaba iluminado por un par de antorchas que le daban un aspecto tan tétrico como el resto del complejo. No tuvieron que andar mucho hasta llegar a una puerta metálica tras la que se oía un extraño rumor, como si hubiese algún tipo de maquinaria dentro. Estaba cerrada.

A pocos pasos, siguiendo el pasillo, podían ver otra puerta grande, de doble hoja metálica. También estaba cerrada, pero distinguían luz por debajo, como si la sala que hubiera al otro lado estuviera mejor iluminada que el pasillo en el que se encontraban.

En ese momento, oyeron un rumor de estática y la voz del hombre que les había recluido volvió a reverberar en el corredor.

- ¡Vaya, vaya! -graznó, con su voz distorsionada por la comunicación-. Veo que habéis hecho una nueva amiguita... Y habéis confiado muy pronto en ella, qué tierno. Los Jedi sois tan confiados...

Se rió con ganas, y luego hubo un ruido desagradable, como si sorbiera por la nariz con fuerza.

- Bien... sólo quería deciros que ya ha pasado una hora. Yo si fuera vosotros... empezaría a darme un poco de prisa.

Una nueva carcajada y la comunicación se cortó.

Mowar trató de ignorar la voz del anciano que les incitaba a la desconfianza. Tenían que confiar en sus sentidos y ella no había captado nada maligno en su pequeña compañera.

Para un jedi, y para un ser racional, es más vergonzoso desconfiar que ser engañado-murmuró recordando las enseñanzas de su maestra. Recordarla la hizo sentirse ligeramente nostálgica pero a la vez la dió fuerzas para continuar. La gungan  se acercó a la puerta que tenía la luz encendida y levantó las orejas tratando de captar algún sonido.

No oigo nada-dijo finalmente

Theen escucho con mucha atención las palabras de aquel hombre; le era claro que todo era un juego pero aun no le era claro el porque? y el quien?, aunque quizá “el quien?” era algo que no le interesaba conocer, amenos que una de sus ideas fuera correcta.
El Anx no tenia mucho interés en seguir aquel juego, sin embargo ya había optado antes por quedarse estático y sabia que no era un forma de quitarle el control de la situación a su captor; por tanto opto por seguir al grupo y dejarse hacer, ya actuaría según lo que sucediera.
Así, escuchando las palabras de Mowar, el pequeño Theen muy pensativo se limito a responder –No estoy seguro, es muy poco probable que las cosas no te hagan contradecirte como Jedi si ese es uno de tus principios-.

El cuerpo del pequeño Nop se tensó cuando la fúnebre voz del Sith sonó a través de los pasadizos; tanto que, instintivamente y con velocidad inusitada, llegó a agarrar su espada láser aunque no llegara a desenfundarla. Cuando al fin la voz se extinguió entre gorgoteos y risas trémulas, Nop se tranquilizó y escuchó los comentarios de sus compañeros padawan. - No vamos a desconfiar de nadie solo porque lo diga un Sith. - opinó Nop observando a la twi'lek. Luego se dirigió hacia la puerta doble en la que Mowar se encontraba y, titubeante, buscó con la mirada algún panel de control de apertura de la compuerta. - Debe haber algo por aquí que la haga abrir...

Tras la puerta cerrada no se podía oír nada. Si había algo o alguien esperando al otro lado, desde luego era muy silencioso. ¿Quizá fuera una trampa? La verdad era que la luz que entraba por debajo era tentadora... pero tampoco podían fiarse demasiado teniendo en cuenta donde estaban.

Los sonidos mecánicos de la otra sala subieron un momento de intensidad, y por debajo de la hoja metálica de la puerta pudieron ver un resplandor azul que duró sólo un segundo y luego se apagó. Había algo funcionando dentro.

Si querían continuar, tenían que buscar alguna manera de abrir las puertas. Tal vez funcionaran como las anteriores, pues tenían exactamente el mismo aspecto.

Había seguido en silencio al grupo, prefería no hablar a hacer comentarios que no valiesen la pena, después de todo, si demuestro desconfiar en mis aliados, estaría siendo tan vil como aquel anciano que nos tiene prisioneros en este juego del gato y el ratón. 

-Chicos - Digo finalmente - Intentare abrir la puerta, de cualquier forma, si lo logro, prepárense para lo que sea, ya no hay tiempo para volver atrás. 

Imito el gesto que uso Mowar para liberarnos cuando estuvimos cautivas en la celda, de todas maneras no sabía si funcionaba o no, pero si eso no funcionaba, forzaría mas tarde la puerta con la espada laser, me concentro y dejo que la fuerza fluya en mi, para intentar abrir la puerta. 

Alia hizo un leve gesto recurriendo a la Fuerza, al tiempo que trataba de dominar su frustración. La puerta se abrió con suavidad, cada una de las hojas metálicas hacia un lado.

Lo que mostró el vano fue una estancia grande, cúbica, bastante bien iluminada por cuatro pebeteros. En la esquina de enfrente a la izquierda pudieron ver una escalera de peldaños grandes, que subía hacia lo que sin duda era el nivel superior, pero no podían distinguir su final, pues quedaba oculto por la pared de piedra.

No se veía a nadie, ni se oía ningun ruido que no fuera el suave crepitar de las llamas.