Partida Rol por web

El arqueologo ya habia vivido mas de una experiencia parecida, fue parte del SG4 y el SG5. Y en ambos casos los integrantes no estaban por la labor de reformar el grupo.
Entendia bien por lo que estaban pasando, y tenia la certeza de que durante los proximos minutos se sucederian un millar de comentarios y malas caras.

Miro fijamente a la Doctora Weir. Habia trabajado con ella en la tierra, y sabia que era una pionera y que su vision de las cosas a veces tardaba en cristalizar, pero que rara vez se equivocaba. Y se veia una clara resulucion en su rostro. Si bien se la notaba preparandose para lo que se le venia encima.

Por su parte no tenia nada que añadir. Lo querian asignar a este grupo, y para el era lo mismo este que otro. Puede que algunos consideraran que este grupo era lo mejor de lo mejor. No iva a discutirlo, puesto que no estaba en su mano discutirlo, y no ganaba nada con ello.
 

Lo mas seguro es que esto desembocaria en alguna mision rutinaria para que nos amoldemos los unos a los otros. Y que de la cual no sacariamos nada en claro.

Parecia que la tormenta solo habia empezado.
Asi que se reclino hacia atras y cruzo los brazos.
Fijo la mirada en Sheppard, que tenia tan pocas ganas de esto como los demas. Pero que no tenia mas remedio por su rango en la ciudad que hacer lo que tenia que hacer.
Ironica la vida del soldado al fin y al cabo.
Solo tenia la vaga esperanza de que las palabras de O'nneil sobre el fueran verdad.

John sonríe gratamente satisfecho por la reacción enérgica y animada de Mars, aunque como ya esperaba con sus compañeros la reacción no es ni remotamente parecida.

Elisabeth se dispone a responder a Rodney con su característica calma y tranquilidad, pero John extiende la palma de su mano indicándole que se detenga, al parecer quiere encargarse del asunto y de las dudas que van surgiendo así que la doctora se limita a levantar las manos y esperar. Por el momento.

-Teyla, el equipo no se disuelve, vosotros seguís en él y además ahora tendréis dos miembros más para ayudaros... El único que se marcha soy yo, y mantenemos la esperanza de que sólo sea algo temporal hasta que todas las unidades SGA estén completamente organizadas y amoldadas a sus nuevas misiones- mira de reojo a Ronon, arqueando visiblemente la ceja antes de volver su vista hacia Rodney.
-Sabes tan bien cómo yo que Ronon hará lo que sea necesario para protegeros tanto a ti como a Teyla, y espero que a Zac y Bret también cuando os conozcáis mejor. Sabe lo que tiene que hacer y que si le dais una orden será por su bien, así que ese será el menor de vuestros problemas- desenreda sus brazos para apoyar las manos en sus costados.

-Vamos, cualquiera diría que me vais a echar de menos, no me necesitáis en el equipo para llevar a cabo la tarea y seguiremos viéndonos por la ciudad- sonríe amigablemente a sus compañeros, con esa capacidad innata de restar importancia a las cosas que en realidad sí la tienen.

Elisabeth mira exhaustivamente a los miembros de la expedición sentados a su izquierda hasta que John parece haber finalizado con lo que tenía que decir y asiente.
Él vuelve a tomar asiento junto a ella recostándose cómodamente en la silla y girándola un poco para ver la pantalla detrás de ellos.

-Seréis enviados a M4P-678, un planeta habitable pero frío que se encontraba en la base de datos de los Antiguos. Ellos lo llamaban Aodarin. Ya hemos enviado una sonda MALP y no correréis riesgo alguno con su atmósfera, además hemos podido distinguir algunas cosas muy interesantes cerca del propio Stargate- enciende el amplio televisor de plasma, mostrando según parece las imágenes captadas por la cámara de la sonda.

El Stargate parece estar rodeado de unas enormes rocas colocadas de forma vertical, con otras horizontales uniéndolas.
Recuerda sin duda a la formación irlandesa del Stonehenge, pero su composición es más precisa y todas las rocas tienen inscripciones en el propio lenguaje de los Antiguos.

-Sin duda alguien ha tenido que construir eso. Queremos averiguar si dicha civilización ha evolucionado y lo que pone en las inscripciones. Todavía no estamos seguros de si lo habrán tallado los propios habitantes o los Antiguos en un pasado muy lejano- detiene la imagen del vídeo y vuelve a entrelazar las manos, mirando ambas manos por si surge alguna pregunta o duda al respecto.

¿Quién es Bob Marley? - preguntó Ronon arqueando una ceja y sonriendo maliciosamente ante la reacción de Rodney.

¿Temporal? Aquello no le gustaba nada, igualmente. Se enfrentaban contra los Wraith, no contra un enemigo cualquiera, y John había demostrado ser un buen líder para comandar aquel equipo. Todo lo contrario que aquel niño, el cual dudaba de que ni siquiera pudiese disparar ante una situación de batalla real.

Ronon prestó atención a las explicaciones de Weir, aunque un montón de ruinas no despertaron demasiado su interés.

Esperaba que aquello realmente fuese temporal...

El linguista se hizo para adelante, y observo con atencion las imagenes de la pantalla.

Durante un segundo dio la impresion de que estaba a punto de decir algo. Pero termino por recostarse otra vez sobre la silla y esperar el resto de las instrucciones.
Volvia a estar en la zona de Campo.

Tras la contestación tanto de Elisabeth como de John, Teyla bajó la mirada un momento y volvió a apoyar la espalda en su asiento. Escuchó sin emitir juicio alguno las instrucciones cruzando sus manos frente a ella y evitando que las emociones aflorasen a su rostro.

Ante la respuesta de John y la pregunta de Ronon, me siento levemente incomodo y prefiero dejar el reclamo que estaba haciendo hace unos minutos.

¿La sonda ha rastreado algún signo de energía?

Hago la pregunta mientras levanto mi ordenador de mano para tomar unos apuntes, nunca se sabe cuándo se van a necesitar.

Disculpa, ¿Qué sabemos de la concentración de rayos ultravioleta?, aun tengo secuelas del viaje a P3M736… tengo piel delicada.

Hago la última pregunta mostrando un rostro de total incomprensión ante mis necesidades básicas. 

Iba mirando las reacciones y comentarios del equipo, pensaban que iba a sustituir al coronel y estaba claro que tenian lazos bastante fuertes como era de esperar, me iba a costar integrarme en el equipo mas que nada porque tenia bien presente que ellos me lo harian pasar mal, me movi incomodo en el asiento y cuando jhon explico la situacion asenti con la cabeza.

- chicos, no tengo ninguna intención de separaros del coronel, y como el bien ha dejado claro le vereis por la base, tampoco quiero que penseis que vengo a sustituirle, solo quiero hacer bien mi trabajo salir a explorar el universo y traeros a casa sanos y salvos y sin un solo arañazo es mi unica misión.- dije para que quedara claro

Cuando jhon explico que Ronnon iba a hacer lo necesario para protegernos le mire escrutando cada centimetro de su cara, notaba que me miraba de vez en cuando juzgandome, si queria entrar en el equipo tendria que jugar bien mis cartas con el.

Cuando Elisabeth tomo la situación yo deje de lado ya los pensamientos negativos y me centre por completo en recoger toda la información que ella estaba dando, frunci el ceño y observe la pantalla con detenimiento, buscaba señales que indicaran que alli habia habido alguna pelea pero lo unico que se veian era unas simples piedras con unos garabatos ilegibles, claramente trabajo para cientificos.

Me quede esperando a que contestaran la pregunta de McCay, de la energia sin duda era interesante y cuando hizo el comentario de la piel inevitablemente solte una pequeña carcajada aunque enseguida me di cuenta de que estaba de mas.

-Perdonad!- dije con sobriedad aunque enseguida añadi- veo que no hay signos de peleas por la zona, la Malp no puede avanzar un poco mas? para asegurarnos de que no hay ningun artefacto que nos indique que saltaremos por los aires nada mas llegar?- ligeramente preocupado.

-Ningún signo de energía lo suficientemente amplio para ser detectado por la MALP, pero quizá encontréis algo de menor radio cuando estéis allí... De todos modos ya habéis visto las rocas, dudo que encontréis a un pueblo muy avanzado allí, pero de todos modos nunca está de más poder comerciar comida y medicamentos para entablar relaciones diplomáticas- mira a todos, dejando claro con ese mensaje que la misión debería ser de lo más fácil y rutinaria. Entablar contacto con los aldeanos para establecer relaciones comerciales e investigar las inscripciones.

-No hay nada peligroso ni perjudicial en la atmósfera Rodney, de hecho está más limpia que la de nuestro propio planeta así que no tienes que preocuparte por eso- sonríe al científico y después escucha la explicación de Mars con atención y seriedad, asintiendo y mostrando su conformidad antes de responderle.
-Hemos hecho que avance un poco más allá, pero sólo hay campo, montañas y rocas. El territorio es demasiado inestable para que la MALP pueda desenvolverse pero no hay nada alrededor de lo que preocuparse... sólo el frío, tendréis que abrigaros un poco- abre entonces el portátil que tiene frente a ella y suspira levemente -En marcha pues, buena suerte- os hace un gesto con la cabeza invitándoos a levantaros mientras las puertas se abren automáticamente.

-Ronon, tú quédate un momento, tengo que hablar contigo...- mira al satedano un instante y después vuelve a centrarse en el ordenador hasta que todo el grupo haya salido.

Vais saliendo de la sala de conferencias, unos más rápido que otros, pero finalmente sólo quedan en su interior Ronon y Elisabeth, tras lo cuál las puertas vuelven a cerrarse con lentitud.
John mira algo extrañado ese hecho, pero enseguida se gira hacia el resto con una sonrisa de ánimo.

-En media hora os quiero a todos delante del Stargate con todo el equipo y lo que necesitéis encima, así que en marcha... Vamos, vamos- da un par de palmadas sonoras para incitar a los recién llegados, aunque probablemente el único que vaya a darse verdadera prisa sea Mars.
John espera un instante por si alguno de los presentes quiere hacerle más preguntas, empezando a caminar con paso ligero hacia los Vestuarios más cercanos.

Bret se queda unos segundos y le pregunta abiertamente al T.Cor.

¿Cree realmente que es la mejor manera de incluir a los nuevos en el equipo?

Da la impresion de que lo pregunta como si existiera otra alternativa.
Sabe que no la hay, pero no esta de mas hacerla.

Teyla se levanta discretamente y tras lanzarle una significativa mirada a Sheppard se marcha.

Ronon se volvió a remover en la silla mientras el resto salía de la sala y les siguió con la mirada. Su cara casi era la de un niño al que no le dejan salir a jugar.

De hecho aquella misión no parecía nada del otro mundo, pero seguro que lo que tendría que hablar con Elisabeth no sería nada bueno. Se lo olía.

Cuando todo el mundo hubo salido volvió a fijar su mirada en ella.

- ¿Y bien? - instó a Weir.

Las tres puertas de la sala empiezan a cerrarse de manera automática cuando el resto del grupo ya se encuentra en el exterior, tras lo cuál Elisabeth vuelve a bajar la cubierta de su ordenador y te mira pacientemente.
-Sé que no te gusta esta situación, que una de las razones por las que aceptaste todo esto es que confías en John... Pero espero que des la oportunidad a los recién llegados de demostrarte que también valen la pena- se levanta de la silla y suspira, apoyándose en el borde de la mesa en una actitud más desenfadada y cercana.

-En realidad no es eso lo que tengo que decirte. El SG4 ha vuelto hace unas horas de M67-987. El sitio había sido arrasado por los Wraith según parece... no había señales de vida en la ciudad derruida que encontraron, sin embargo en las afueras dieron un par de supervivientes. Uno de ellos murió antes de poder llegar, el otro está en la enfermería y Carson afirma que tiene un tatuaje muy similar al tuyo...- señala el lado de tu cuello donde el tatuaje llevado a cabo en Sateda indicaba tu rango militar.
-He pensado que quizá querrías pasarte por allí... por si acaso- apoya las manos en la mesa y los mueve ligeramente mientras te observa inquisitivamente, como si quisiera analizar cualquiera de tus reacciones. En realidad es algo que se le suele dar muy bien.

Gradualmente todos llegáis ante la plataforma que conduce al Stargate, los últimos por, contradictorio que parezca, resultan ser John y Zac, los militares.
Todos os habéis vestidos con jerseys de manga larga e incluso guantes, el chaleco multibolsillos donde meter cualquier cosa, los ordenadores y las armas.
Probablemente a Zac le llama un poco la atención darse cuenta de que los dos doctores también llevan colgando de su respectivo arnés unos P90, sin embargo para el resto es de lo más normal.

Elisabeth sale un momento de la Sala de Conferencias y se encarga de dar la orden de llamada, por lo que los símbolos de las constelaciones del Stargate empiezan a iluminarse hasta completar la secuencia y obtener el horizonte resultante que la mayoría tantas veces habéis cruzado.

-Buen viaje y suerte... Mantendremos comunicaciones cada 5 horas- se despide escuetamente Elisabeth desde el piso de arriba y sin pensárselo demasiado John toma la iniciativa de cruzar.

- Si, claro - respondió Ronon con un suspiro, como si no quedase más remedio y siguió escuchando las explicaciones de Weir, hasta que el comentario sobre el tatuaje llamó su atención. Su rostro se volvió serio de repente e incluso se levantó de la silla.

- ¿Un satedano? ¿Militar? - inquirió mostrando cierta alteración que casi superaba los límites del simple interés.

Cita:

Elisabeth no había tenido tiempo de acabar la última frase cuando Ronon ya había salido corriendo de la sala con un escueto "Disculpa". Su destino estaba claro...

Las últimas semanas han resultado algo caóticas.
Cuando al fin conseguiste graduarte en la academia militar con suficientes buenos resultados fuiste designado a Afganistán, y te costó más de un año conseguir algo mínimamente útil que te guiara hasta el supuesto destino de tu hermano.
Tras conseguir algunos contactos y a base de mucha insistencia, conseguiste ser trasladado firmando un buen número de papeles acerca de la confidencialidad de la misión, lo que no podías haber imaginado nunca es lo que la base subterránea de la montaña Cheyenne escondía: el Comando Stargate.

Has pasado dos semanas de instrucción allí junto con otros cadetes y soldados, algunos de los cuáles no fueron aceptados.
Te han informado de la situación en Atlantis y de las acciones que se llevan a cabo allí, incluso viajasteis un par de veces a través del Stargate a otros planetas de la Vía Láctea para empezar a acostumbraros a los viajes por agujeros de gusano... Y ahora, al fin, acabas de cruzar nuevamente el Stargate, pero esta vez incluyendo el octavo chevron que os ha llevado hasta la galaxia Pegasus a ti y a 5 militares más junto con un par de científicos.

Todo el grupo aparece en la amplia sala de control de la ciudad, para ser exactos en el piso inferior.
La mayoría miran a su alrededor asombrados, sin dar apenas crédito a lo que ven sus ojos. La construcción es imponente y muy diferente de las que estáis acostumbrados a ver en la Tierra, aunque los más versados en misiones SG no parecen tan impresionados.

Elisabeth Weir desciende las escaleras principales para recibiros, es una de las pocas que conoces de "oído" puesto que os informaron de que está al mando.
-Bienvenidos a todos a Atlantis- os sonríe amigablemente y os mira uno por uno sin poder evitar arquear un poco una de sus cejas al verte.
-Vuestras habitaciones ya están listas y podéis acomodaros en ellas cuando queráis. Tendréis dos días para habituaros a la ciudad antes de ser designados a alguno de los grupos... Os recomiendo que paseéis mucho para conocer la estructura y como funciona esto- empieza a andar con paso decidido y ligero, así que cogéis vuestro equipaje y la seguís sin dejar de toparos con más soldados y gente que camina de un lado a otro sin parar.
Hay más gente de la que cabría esperar en una "ciudad perdida".

-Os recomiendo que aprovechéis algún rato libre para pasaros por la enfermería y someteros al tratamiento genético ATA del doctor Beckett si os interesa. No acarrea riesgos pero no obligaremos a nadie a llevarlo a cabo- tras varios giros por pasillos largos, Elisabeth os va señalando a cada uno vuestra correspondiente habitación.
Incluso el sistema para abrir las puertas resulta bastante sorprendente...

Cuando atraviesa el Stargate ya arquea mucho las cejas impresionado con toda la instalacion, mirando alrededor incluso dando una vuelta sobre si mismo -vaya, vaya, vaya.....- asintiendo, "está claro que esta base es mucho más seria" hasta que ya ve a Elisabeth, que inmediatamente se pone mas serio y erguido, queriendo dar una impresión seria.

Cuando nos da la bienvenida me quedo mirandola y asiento con la cabeza en forma de agradecimiento, y de reojo también voy mirando como va observando a mis compañeros y la facción que pone después de observarlos uno a uno. Cuando llega a mi y arquea la ceja se me ensancha la sonrisa inevitablemente pero rápidamente me pongo serio otra vez "apuesto a que ya me ha visto antes".

Cuando ya comienza a andar cojo mi bolsa rapidamente poniendome de los primeros y observando atentamente las instalaciones y la gente que va pasando por los lados, esquivando de vez en cuando para no chocarme con ninguno de ellos hasta que llega a las habitaciones que me quedo mirando como abre la puerta.

-Vaya, todas las puertas se abren así o solo las de las habitaciones?- girandome para ella y luego repasando mentalmente como lo había hecho. Personalmente, esperaba no tener que quedarme en el pasillo por no acordarme del método que había empleado.

Una vez dentro dejo la bolsa en el suelo y vuelvo a salir antes de que Weir se vaya.

-Espera, has dicho que pasaramos por la enfermeria.. por donde se va? prefiero ir ahora y no dejarme cosas para despues...- sonriendole levemente mientras me iba arremangando la chaqueta, me estaba entrando un calor por el nerviosismo que me producía estar ahí, y sólo de pensar todo lo que tenía que ver aun, era mejor dejar todo listo desde un principio para poder adaptarme mejor.