Partida Rol por web

- "Intentar mantenerles vivos."

Hizo un gesto para que los marines ayudaran en la búsqueda del doctor Labeouf y otro para asegurarse que lo hicieran en silencio.

Los marines estuvieron mirando por toda la sala pero no parecían concentrarse demasiado en su trabajo. Estaban muy pendientes con lo que pasaba y la verdad es que eran muy pocos para poder desplegarse y peinar toda la zona como se esperaría de unos operativos de su nivel.

Los marines parecían demasiado inquietos, sobretodo por sus compañeros que había quedado fuera haciendo de vigilantes y probablemente de cebo. Todos miraban cada poco sus walkie-talkies como si estuvieran esperando algo.

Los demás arqueólogos y traductores se han volcado, tal vez demasiado ruidosamente, en la búsqueda de un posible acceso o un lugar donde esconder un stargate o su marcador.

Alguien comentó:

- "¿Pero aunque que haya otro stargate? ¿podríamos marcar con el del planeta ocupado? ¡Pensaba que eso no era posible."

Los marines tuvieron que volver a llamar la atención para clamar el barullo que organizaron los ayudantes.

Tras varios minutos revisando toda la sala palmo a palmo casi todos parecían bastante desanimados y asustados por saber que pasaba fuera.

Entonces el Dr. Derrie se acercó al Dr. Labeouf y casi en un tímido susurro le dijo:

- "Me temo que en esta sala no encontraremos más que piedras y esa estela con relieves..."

Brian miraba los relieves intentando buscar algo que le indicase cual era el orden con los que debería tocarlos.

Recordó las explicaciones que le habían hecho en la base sobre el funcionamiento del dispositivo de llamada del Stargate, aquello no se parecía ni de lejos a lo que le habían explicado.

-"Esto no es un dispositivo de llamada para la puerta" - Masculló - "...tiene que ser otra maldita cosa."

Miró a su alrededor buscando a alguien que pudiese ayudarle y al único que encontró digno de toda su confianza fue al joven, inexperto pero inteligente y despierto de su ayudante, Jhonathan.

-"Johnny..." - susurro al oído de su ayudante - "... debemos buscar 'un orden' a estos relieves, creo que podrían ser la clave para algo, quizás sea la clave para una puerta secreta o para hundir esta sala. Creo también que "ese orden" tiene que ser algo semántico..."

Se queda pensativo.

-"Estamos traduciendo mal el texto...quizás..."

Resonaban en su cabeza las palabras de los relieves,Titanes,uno de ellos "el único",vino aqui "entrada o portal", Dioses olímpicos "señores del sistema", eliminarlo "matar o erradicar", enterraron "ocultar o meter dentro".

Su cara se iluminó y masculló en voz baja...

-"Esta es la entrada donde el último Titán enterró "algo" para erradicar a los Señores del Sistema....o quizás sea otra la combinación, pero va tomando forma"

El joven seguía pensando mirando a la pared no quería seguir el ejemplo del doctor Derrie y complicar más las cosas por no meditar con cuidado las acciones. No tenía pensado tocar nada hasta al menos tener una teoría muy sólida o no tener otra salida, por ahora su principal cometido era pensar sin meter ruido que pudiera llamar la atención de los invasores.

- "¿Y sí lo estamos complicando demasiado? ¿Y si es algo tan sencillo como girar un candelabro?"

El chico miró a su tutor y maestro como deseando que eso le ayudara.

- "Al fin y al cabo probablemente este texto, o estaba muy alto o simplemente era algo sagrado y no se esperaba que nadie interactuara con él."

Brian miro a Johnathan y sonrió, era algo que se le había pasado por la cabeza muchas veces pero que había descartado por resultar demasiado sencillo, pero él sabía que a veces intentaba complicarse demasiado la vida y darle demasiadas vueltas a las cosas.

-"Tienes razón Johnny, pero habrá que encontrar el candelabro que abra ésto..."

A Brian le parecía extraño que aunque el texto estuviese en lo alto una única combinación consiguiese accionar el texto, pero ya estaba decidido y no tenían nada que perder.

-"No creo que haya contramedidas, ni trampas ni nada parecido, así que... probemos"

Miró a Itchkovich sonriendo socarronamente, subió los hombros y decidido se acercó a accionar la primera palabra del texto.

Cuando el doctor Labeouf va a pulsa el primer símbolo el doctor Leit coge su mano.

- "¿Qué hace, idiota?"

De un tirón se la aparta de la parece y se enfrenta a él aprovechando su ventajosa altura.

- "¡No puede ir apretándolo los símbolos así sin lógica ninguna! ¡Cualquier arqueólogo lo sabe!" - Mira de reojo a su colega francés mientras todo el mundo en la cueva le mira a él por alzar demasiado la voz.

- "¡Cualquiera con dos dedos de frente y por lo que ha traducido se imaginaría que es el último símbolo que es el que habla de las armas enterradas!"

Sin más se dispone a pulsarlo si nadie se lo impide, para ello se acerca a la pared.

Era lo que el profesor esperaba, que el francés o el israelita le dijesen algo, pero no suponía que fuese tan fácil conseguir un conejillo de indias.

El profesor se aparta y le invita a pulsar la tecla.

-"Si lo sabe desde hace tanto tiempo no se ha que ha esperado para pulsarla, me hubiese ahorrado mucho tiempo de estudio y de estrujarme los sesos..."

Se aparta un poco de la pared y habla en voz baja con los brazos en cruz echándose hacia atrás.

-"Apártense por favor, quizás el Dr.Leit muera de una forma horrible y no querrán que la sangre les salpique..."

Se dirige a Johnathan socarronamente en voz alta.

-"Menos mal que ha venido el Dr. Leit que es tan listo...sino que seria de nosotros..."

Leit se vuelve a Labeouf dubitativo. Ya no parece tan seguro de lo que va a hacer.

- "¿Me está vacilando, doctor?" - La forma en que pronuncia la última palabra es casi despectiva y amenazante.

- "¿Acaso tiene una idea mejor o creé que apretándolos todos al tun-tún conseguirá algo aparte de asegurar nuestra muerte?"

El arqueólogo israelita se encara al lingüista canadiense y parece más que dispuesto a atacarle físicamente.

Viniendo desde el fondo de la sala y ya alertado por la voz del doctor Leit el marine al cargo del grupo se interpone entre ambos científicos.

- "¿Está loco Leit?" - Su volumen de voz es bastante bajo pero es bastante contundente. - "¡Los tenemos casi encima y usted casi se está asegurando de que nos descubran!"

Tras conseguir apartarlos un par de metros y esperar a que se calmen los ánimos el marine se queda allí, aunque parece dispuesto a volver a la entrada en cuanto las cosas vuelvan a su cauce.

- "Hagan lo que quiera. Pero háganlo en silencio."

Brian mira al arqueólogo israeli y esboza una sonrisa socarrona.

- "¿Al tun-tún?, ¿cómo sabe usted lo si lo que pretendía hacer no está estudiado y sigue el patrón lógico que se necesita para conseguir algo con este texto?..."

Lo aparta con cuidado y se escabulle por un lateral hacia el texto mientras continua hablando mirando de reojo al marine.

- "...y si me hace el favor, apártese o haré que lo aparten..."

Se gira con mirada amenazante.

- "¡Ah!, si usted encuentra algo que consiga sacarnos de aquí le estaré muy agradecido, mientras todos esperamos su hallazgo déjeme a mí controlar los resultados del mío como me plazca..."

Brian espera un rato todavía desconcentrado por la trifulca con el arqueólogo israelita y espera un rato intentando callarse y que su corazón vuelva a su latido y ritmo normal.

Se concentra cierra los ojos y suspira.

Vuelve a mirar la inscripción intentando buscar algo que le llame la atención o algo que se le escape.

- "..."

El grupo de los invasores pasaron con sus equipos voladores por encima de los grupos ocultos sin detectar ni si quiera el rastro dejado a posta en la arena. Parecía que habían perdido el rastro de los refugiados, tal vez confiaban demasiado en su superioridad teniendo en cuenta la facilidad con la que habían vencido sus defensas.

Los vehículos flotantes siguieron avanzando mientras se aproximaban los infantes en la lejanía.

A Charles ya le picaba todo el cuerpo tras varias horas enterrado en la arena, estaba empezando a plantearse salir y enfrentarse a todo el ejército enemigo pese a las pocas posibilidades de éxito, pero al menos así acabaría con su suplicio.

Pudo ver desde su posición enterrado en la duna que la infantería (casi medio centenar de hombres vestidos con armaduras metálicas) se acercaban a menos de cien metros. Sabía que las posibilidades de que encontraran el rastro al pasar por encima eran muy altas. Pero su tarea era hacer de distracción y ganar tiempo, así que decidió no lanzarse todavía y destruir su tapadera.

Si tenían suerte a lo mejor no los detectaban.

El grupo de infantería con sus pesadas armaduras brillando al sol con un aspecto impecable, aunque el calor era insoportable. No estaba pensado su equipamiento para largas caminatas en el desierto pero los guerreros aguantaban estoicos la tortura que suponía.

Uno de los cabeza de formación hizo un gesto extraño y todos se detuvieron. Dos hombres salieron de la formación uno por cada lado y se reunieron con él y una de las plataformas volantes detuvo su avance y tras un giro que la dejó estacionaria fue avanzando lentamente a su posición.

Estaba claro que habían visto algo en el suelo. En pocos minutos la formación se rompió con el fin de cubrir más terreno mientras dos hileras de 10 hombres seguían el rastro en ambos sentidos...

Se queda como en trance y rápidamente se lanza contra los símbolos diciendo:

-"Los Dioses lo enterraron aquí, en esta casa..."

Y pulsa sucesivamente los relieves que representan esa palabra (Dioses olímpicos, enterrar, casa o iglú)

Y espera a ver que pasa...

Cuando el doctor Labeouf comenzó presionando el primer signo el suelo comenzó a temblar. El doctor no pareció ni darse cuenta y se desplazo medio paso para pulsar el siguiente signo casi al final del texto. Johnathan tenía la sensación de que el texto bajaba y el techo se acercaba.

Cuando el jefe de traducción pulsó el segundo símbolo no transcurrieron ni unos segundos que se hizo notable el efecto. Toda la caverna que hasta ese momento parecía en un movimiento ascendente comenzó a temblar y vibrar. Algunos cascotes comenzaron a caer y algunos gritos se oyeron en el silencio absoluto que reinaba hasta ese momento.

El doctor Labeouf seguía concentrado y no parecía ni enterarse de los trozos de roca que caían a su alrededor y que el texto sobre el que trabajaba se movía hacía el suelo (lo que por otro lado le ayudó en su tarea). Sin pararse a pensarlo pulsó el tercer símbolo y cuando parecía que no podía empeorar todo, se abrió el suelo bajo sus pies haciéndole caer un par de metros...

Johnny vió su oportunidad y las escaleras abajo del todo (donde antes debía estar el suelo) y no tardó ni un segundo en gritar...

- "¡Por aquí! ¡Parece una salida!"

Cuando se introdujo por el túnel el resto de la gruta seguía desmoronándose a su alrededor.

Brian estaba nervioso no podía esperar mucho más y la solución estaba delante de sus ojos.

Concentrado pulsó la primera palabra, de repente escuchó un rumor.

-"Funciona..."

Seguidamente pulsó la segunda, un rumor aún más fuerte, parecía que todo se movía, escuchó algunas voces detrás de él pero no había acabado y pulsó la tercera...

-"Eureka"

Una puerta se abrió bajo sus pies y cayó, parecía que se alejaba, se quedó helado.

Un segundo después vio como Johnathan se metía por el hueco y algunos marines y científicos también, sacó fuerzas y se levantó a ayudar a los heridos.

Y sintió como detrás de él todo se desmoronaba.

-"¿Qué ha pasado allí arriba?"- le pregunta a su ayudante asustado.

El desconcierto tras el derrumbe y la rápida huida ha dejado al grupo no solo herido y magullado sino desorientado. No tienen ni idea de la situación en el exterior y el marine Edwards al mando del grupo prohibió enérgicamente (más con los gestos y el tono que con el volumen casi susurrante de su voz) que contactara por radio con el cabo y los demás que estaban fuera. Hicieron varios intentos por el sistema sin ruido, que envía una ligera señal de estática y visual pero no obtuvieron respuesta. El ruido producido al venirse la gruta abajo no les dejó saber si los habían detectado o si había habido algún tipo de combate en el exterior.

Se hallaban sumidos en la más profunda oscuridad, algunos no podían evitar toser y estornudar debido al polvo en suspensión que invadía el lugar donde se habían refugiado. Cuando tras unos minutos parecía claro que estaba en el interior de algún paso subterráneo, Edwards mandó encender unas barritas fosforescentes para revisar el entorno y luego permitió encender las pocas linternas que les quedaban.

Se encontraban en una especie de pasillo de unos dos metros a tres metros de ancho y algo más de alto, las escaleras apenas eran visibles debido a los cascotes y la nube de polvo. El suelo estaba lleno de piedras, polvo y las huellas de las botas de los que estaban allí. Incluso había algunas manchas de sangre.

El grupo se había repartido y los heridos se apoyaban en la pared quitándose del medio y dejando que los marines y algunos de sus compañeros los atendieran. Las linternas por el momento estaban ocupadas en la atención a los que requerían de primeros auxilios y en revisar el material que les quedaba en las mochilas así que apenas se veía a 10 metros de distancia. Los más separados del grupo eran el doctor Labeouf y su ayudante.

Labeouf se limpiaba el traje de polvo mientras observaba el túnel en el que se encontraban.

Miró a su ayudante que estaba igual de desconcertado que él y, un poco a lo lejos, vio a los marines que encendían alguna que otra linterna. Brian buscó en su bolsillo la suya pero no la encontró.

Observó el túnel y sólo vio oscuridad, cogió a Johnathan por el brazo y se dirigió hacía donde estaban los marines.

-"Vamos a ver como están los demás..."

Mientras caminaba seguía observando el túnel, no era un túnel excavado en la roca, ni tampoco natural parecía tallado en roca viva y esa tecnología no correspondía con la datación de los restos que habían descubierto en la superficie. El túnel estaba construido por seres más avanzados.

Mientras se acercaba vio a los numerosos heridos de diversa consideración y se sintió culpable durante un segundo.

-"Era la única salida...o ésto o morir a manos de los invasores"

Se agachó a ayudar a un científico y continuó ayudando en lo que bien pudo.

Edwards era el centro neurálgico de toda la bulliciosa actividad del pequeño grupo congregado en el pasillo, más entre sombras que otra cosa. Se oían unos pequeños gemidos quejumbrosos pero nadie se atrevía a expresar nada en voz alta, de vez en cuando los marines se reunían y se separaban con un saludo, pero intentando no perturbar la paz.

Cuando todo el mundo parecía ocupado Edwards para por un momento y tras mirar su walkie-talkie buscó con la mirada a su alrededor y se acercó al doctor Labeouf, con su linternita colgada de su gorra para iluminar lo que veía.

Su aspecto era serio y pese ir cubierto de polvo tenía un aspecto imponente y bastante intimidante. En su recorrido fue revisando el estado de los heridos y aprobando con la vista la labor de sus hombres. Sin duda la ligera mejora en la proporción marines-científicos les había dado un pequeño respiro.