Partida Rol por web

tanta prisa, y ahora se entretienen en ver si caigo mejor en este grupo, o mejor me voy con el otro,  cerrando los ojos mientras la puntera de su bota derecha,  golpea el suelo, ansiosa por ponerse en marcha.

Se rasca la cabeza mirando a los demás y luego a Crest.

-Entonces... ¿Nadie va a quedarse aquí? Yo estoy dispuesta a quedarme con el tercer grupo en el Stargate. Pero si al final se decide hacer solo dos grupos, iré por la izquierda, que veo que hay menos gente.

Mientras los demás opinan y deciden, voy comprobando el equipo que este en buenas condiciones mientras me mantengo cerca del pasillo de la izquierda vigilando que nada aparezca de pronto y nos pille por sorpresa.

Estaría bien escuchar, pero al parecer esto es bastante caótico, es que no podemos seguir el orden de mando como siempre, en la base funcionaba muy bien. Pienso para mi.

-A no ser que abandonemos todos la sala dejando los pocos suministros que tenemos, deberíamos dejar a algunos guardándolos o cargar con ellos y partir ya. No me gusta estar tan expuesto y sin saber que nos podemos encontrar, o que nos puede encontrar a nosotros.

Si no había entendido mal la Mayor Miranda Johanson había decidido ir hacia la izquierda,si ese grupo ya tenia quien entendiera el antiguo lo mejor que podía hacer era ir hacia la derecha -Yo iré hacia la derecha,si encontramos algún escrito o una maquina de los antiguos podre ayudar-

Al escuchar las palabras de David mire hacia los suministros y luego al grupo -David tiene razon,cada grupo deberia llevarse papel y lapiz,aparte de apuntar lo que encontremos podremos apuntar por donde vamos,esta nave puede ser gigante y perderse en estos pasillos puede ser bastante facil-

Busco papel y lápiz pues parece ser lo único que funciona en la situación actual y me dirijo al grupo de la derecha que parece que tiene a algunos menos:

- Sobre todo tened cuidado y espero que de ahora en adelante la suerte nos sonría. 

También recojo algunos víveres que puedan sernos útiles antes de unirme a mi grupo.

Nicolais asintió al oir las palabras de la Mayor - gracias por preocuparse, pero si viene conmigo no tengo nada que temer- y escuchó las desiciones de cada uno - Buen Douglas, quedate con Samantha si lo prefieres... pero no me gusta que queden dos solos aqui... señor Joseph, voy a tener que pedirle que se quede con ellos dos por cualquier eventualidad - no le gustaba la idea de que queden dos a solas, no sabía si había un infiltrado, y donde menos lo deseaba era en la puerta del Stargate, si había tres se sentía mas seguro.

-Tienen razón, será dificil medir el tiempo como para volver a encontrarnos, creo que deberemos contar con nuestra propia percepción de la hora, con todos los errores que eso implica- no disponer de coordenadas de tiempo y espacio lo hacía sentir primitivo en medio de esa tecnología - bien, si están listos, partimos.- 

-Prefiero ir a explorar, deberíamos dividir las provisiones y llevar el equipo necesario que podamos cargar por si acaso. Es muy posible que nos encontramos con mas pasillos y dividir mas el grupo puede ser un error si no estamos solos, señor.

Quedarme aquí sin hacer nada, no he sido entrenado para esto. pienso para mi.

Viendo que mis compañeros están consensuando grupos, intento decidirme por uno de los dos, aunque la decisión es clara y concisa.

En un principio habría querido ir con el Teniente, ya que ir con alguien curtido en combate y con un alto rango es un plus de seguridad, liderazgo y moral que no viene mal... pero por otro lado, el grupo de la izquierda es menos numeroso, y lo mejor sería estar en grupos equitativos por si las cosas se tuercen.

— Muy bien, Sr. Hibert: voy con usted.

Sin más dilación, me dirijo a su lado, esperando que nos pongamos en marcha.

Atendí las indicaciones manteniendo los brazos cruzados. Por fin podríamos regresar a la dinámica, lo cual era algo que empezaba a ansiar dadas las circunstancias y, por qué no decirlo, el olor a chamusquina que el cadáver no dejaba de desprender justo delante de nuestras narices me empezaba a revolver el estómago.

— Entendido —me limité a decir frotándome las manos.

El Stargate debía estar bajo vigilancia y Nicolas Hibert acertó al contar conmigo para ello. 

Había permanecido callado en todo momento, desde que se ponían de acuerdo, en ese momento decidí intervenir.

-Se harán tres grupos ni uno más ni uno menos, mi grupo será el que se quede en esta sala por ahora, ya que no la hemos revisado adecuadamente-todos aquellos que quieran ir conmigo, se quedaran aquí-comprobando mi móvil y viendo que no funcionaba, dije::

-No obstante, aunque las linternas no enciendan son objetos de plástico, o metal y pueden ser lanzados, las balas tienen pólvora, que puede ser usada, no solo pensemos en e luso que le dábamos cuando funcionaban-Nuestra prioridad es nuestra vida y luego el Stragate-dije pensando en todo  y poniendo todas las ideas sobre la mesa.

-Puedo añadir, que  no quiero que nadie, valla solo a ningún lugar en caso de investigar siempre iréis en grupo de tres, no os dejéis llevar por la histeria, aquí somos o militares o civiles, pero personas al fin y al cabo.

Mirando a los civiles me dirigí a ellos.

-Yo soy el coronel para ,los militares, si no obedecéis mis órdenes por  ser civiles, y os pasa algo a alguno, no será responsabilidad de ningún mando militar, de hecho, me gustaría que decidierais un porta voz civil-tras esto tome aire y volviendo mirar a todos dije:

-Se aceptan quejas, se aceptan discrepancias, pero no insubordinaciones, tampoco actos de violencia físicos, podemos llevarnos mal si, pero nos tenemos losunos a los otros, si nos fallamos, entonces el Stregate estará en peligro, los grupos los dirigirán, Nicolas Hibert, izquierda, yo en vez de como se dijo me quedare en el stragate, para que me informéis los dos grupos, a mi que estaré en  el medio, por lo que el de la derecha quiero que lo dirija un civil.

Termino de entregar a todos el equipo y me acerco al Sr Hibert. Asiento con la cabeza ante su comentario sobre mi.

El Coronel se incorpora y ya parece recuparado. Y comienza a dar un discurso para dar cohesion al grupo algo muy necesario en estas circunstancias. Aunque cuando dice que quiere que el grupo de la izquierda quiere que lo dirija un civil no puedo evitar poner cara de asombro. 

-Señor con el debido respeto. Pero esta es una operacion militar desde el momento que fuimos atacados y poner a personal civil al mando de un grupo de exploracion con militares es peligroso. Pues los civiles si animo de ofenderles no estan preparados para tomar las decisiones rapidas que puedan requerir la situaciones que encuentren Señor.

Hablo en un tono neutro pero firme. No entiendo la decision del Coronel de poner a un civil al mando de un grupo de exploracion , lograria que los civiles se sintieran mas importantes, pero no creo que a los militares que fueran les hiciciera gracia recibir ordenes de personal no militar. Por no mencionar que tacticamente es un error.

-He de darte la razón en ello, Miranda, y si los civiles no tienen problema sería mejor un militar preparado, quien lo hiciera, mi decisión la tome en base a que los civiles no pensaran que los hacemos de menos, no obstante, si pienso que un militar deba ir al mando-tras mis palabras pensé y dije:

- A sí que el líder del grupo de la derecha al quedarme yo en el medio, será Anais Priston, a no ser que Miranda fueras a la derecha que entonces serías tú.

¿Es que nadie va a darse cuenta del sinsentido que tiene toda esta discusión continua? - Digo sorprendiéndome a mí misma por intervenir de aquella forma, no estoy acostumbrada. - No paramos de cambiar los grupos, las ideas y los planes según los caprichos de los que ostentáis algún tipo de mando. Dejad de pensar con los galones y pensemos con la cabeza de una vez.

Llego incluso a sonrojarme ante la atención que capto al hablar, dirijo mi mirada al Sr Hibert temiendo ver un atisbo de reprobación por su parte e incluso espero que alguno de los militares me mande a callar.

Con el debido respeto, los militares quizás estéis más preparados para coordinar la defensa y la seguridad, pero muchos de los civiles aquí presentes son personas preparadas y adecuadas para tomar decisiones. No nos tratéis como si fuésemos un mero rebaño al que cuidar y vigilar.

Hago un rápido recuento mientras noto como mi corazón se acelera. - Somos diecinueve personas, lo óptimo es que nos dividamos según nuestras capacidades y donde seamos más útiles. Aquí atrás hará falta alguien que entienda de esta tecnología y todos los grupos necesitarán uno o dos militares para asegurar la defensa del mismo. - Respiro hondo. - Los médicos son más útiles en los grupos de exploración de momento. Y perdonad que me meta, pero Sr. Hibert, creo que usted debería quedar en retaguardia para coordinar mejor los planes. Es nuestro líder, necesitamos que nos inspire no que arriesgue su vida.

Ésta puede ser nuestra única vía de escape, deberíamos custodiarla bien. - Digo señalando al Star Gate. - El Sr. Hibert, los científicos Katherine y David, y Joseph como experto en seguridad deberían quedarse en retaguardia. Sarah Bishop y Sabrina Hill podrían ser los militares de retaguardia y yo podría quedarme como correo por si hay que enviar alguna información.

Pienso durante unos instantes más. - El resto en su mayoría son personas de acción, militares y los médicos. Además creo que algunos podéis leer antiguo. Un grupo podría estar formado por el Coronel Alan Crest, el Sargeno Adrian Miller, Anais, Andrew, Robert y la doctora Mila Nobik. Los demás irían en el segundo grupo, creo que así estaría bastante equilibrado... supongo.

Mira a Samantha y asiente con la cabeza.

-A mi me parece buena idea. Al menos así estamos repartidos equitativamente.

Busca un arma y la coge. Aunque no funcione, un buen golpetazo con el arma duele mucho.

-Por mi parte, estoy preparada. -se acerca a Samantha y mira a los demás a ver si también les parece bien la idea.

Yo tengo algo que añadir Samantha, esta bien que te sientas como lo que hagas en tu vida pero tu no eres nadie para decir que órdenes debe cumplir un militar, si bueno... no hago caso a todas las órdenes siempre de mi coronel y va llegar un civil por mas buena que esté la civil a darme órdenes....

Si ya estaba impaciente por empezar,  ahora que una niñata había decidido convertirse en la "salvadora", repartiendo ella los grupos y decidiendo quien irá en cada reparto,  la estaba des esperando.

Busco con la mirada a Nicholas, esperando su respuesta o aprovacion para poder emprender la marcha. Una marcha que no hacia mas que retratarse,  y tal vez dando ventaja a los que les han traído u ocupen el lugar al que han llegado.

Escuchó con atención y aburrimiento como , sobretodo los civiles tomaban las decisiones tácticas de la situación, habría replicado sin dudar pero estando sus superiores presentes no quería una amonestación en aquella situación.

Cuando la señorita Matius creó lo que ella pensaba que era un buen grupo de acción, Sarah comenzó a cabrearse notoriamente, no le gustaba que un civil y menos una estudiante le diera ordenes, por lo que cuando el Sargento Miller la frenó en seco no pudo mas acallar la carcajada que amenazaba con delatar sus pensamientos , aunque aún así se dio la vuelta para sonreír tímidamente  - Así se habla Sargento  - pensó y esperó a que se dieran las ordenes definitivas para comenzar a actuar en consecuencia.

Suspiro al escuchar a Matius hablar.No podia creerlo de donde se habia caido esa chica.  Me acerco hacia ella y me paro enfrente.

- Con el debido respeto Señorita Matius. Los civiles aqui presentes ya pueden ser los mas listos de la tierra en sus campos y eso lo respeto. Pero en refente al campo del combate no son mas que estudiantes. Cuando encontremos un boton que no sepamos que hace os llamaremos, pero por lo demas obedecereis las ordenes sin rechistar. Por que respetar la cadena de mando salva vidas. Y ahora mismo las ordenes las dan el Sr Hibert y el Coronel Crest. Si quiere aconsejar bienvenida puede hacerlo , pero las ordenes las dan ellos y despues de ellos los siguientes en el escalafon. 

Por un momento la vena rebelde y violenta de mi juventud se apodera de mi , respiro tranquilamente. Para serenarme. Y miro al Sr Hibert y al Coronel esperando sus ordenes.

Por un instante me vi con ganas de gritar por el desorden luego me serene y mirando a los civiles les dije a todos:

-Aparte de Ryac no hay ningún muerto, tampoco ningún objeto que pueda ser investigado, en cambio si que hay que evitar ser heridos si que hay que formar estrategia, si que hay que obedecer y cumplir, y eso lo hacemos los militares, aquellos que cuando esto empezó estaban en primera fila, y no con su familia en casa-tras decir esto titubee un segundo recupere aire y dije:

-Esto no es un democracia, puede que vivierais en una en la tierra, aquí, no, aquí hay mandos, si queréis ir por vuestro lado correr, pero no arriesgare un solo soldado por mantener vivo a nadie que no quiera obedecer, es lo que hay, es lo que podéis ver, quejaos si queréis, ya os digo que no os escuchare, si antes de la queja no va un mi teniente coronel antes, y si por vuestra desobediencia muere un solo soldado, correréis esa misma suerte-tras esto mire a mis compañeros

- seguiremos la ultima propuesta de Nicolas, lo seguiré yo también voy a la izquierda aquí se quedaran los tres que se dijo en un principio, solo hare dos cambios, Anais vas con Nicolas, Samanta vienes conmigo, esto solo es por que me a gustado tu rapidez organizativa y me gustaría tenerte en mi grupo, y lo segundo Katherine vas con Nicolas, Miranda, vienes conmigo-tras estos cambios todo estaba en su sitio, iba con mas gente por lo que había mas civiles y necesitaba gente de confianza cerca.

-Nicolas, la mejor de las suertes, cualquier problema intentad avisad a los tres que se quedan aquí para que nos envíen el recado, nosotros actuaremos igual.

Me giro hacia Adrian Miller y le digo:

-Te doy tres opciones ni una mas ni una menos, la primera; vas con Nicolas, le obedeces si o si y el decide si tener en cuenta tu opinión,segunda; te quedas en el stragete al mando de los que os quedéis aquí o tercera; te vienes conmigo donde te tomare en cuenta pero acataras ordenes, aquí no puedo montarte un consejo de guerra, pero la suerte se acaba, y no quiero que nadie muera por que tu suerte se acabe, si obedeces intercederé para tu siguiente ascenso, si por el contrario alguien muere por tu culpa, aun a costa de las repercusiones, pagaras como un civil con tu vida-le sonreí se lo dije en tono afable y amistoso pero también autoritario.