Partida Rol por web

- Buenos días, SG-4. - El general permanecía en pie, a la cabeza de la mesa, mientras esperaba a que los integrantes del equipo pasaran y ocupasen sus asiento. Sólo una vez se hubieron acercado, Hammond tomó asiento y abrió una carpeta idéntica a la que descansaba sobre la mesa, frente a los asientos dispuestos para Aldo, Alan, Fern y Tara. En su interior, varias fotografías de baja resolución mostraban un prado con una masa boscosa al fondo y la presencia de un DHD y varias hojas con información transcrita y datos técnicos sobre el planeta que habrían de visitar. - Mayor Davidson, el objetivo de su equipo será reconocer P4A-282 y determinar qué es lo que mantiene a los goa'uld a raya en ese planeta. Según lo que nos ha contado Teal'c, del SG-1, en su día, ese mundo era dominio de Morrigan, un Señor del Sistema de segunda fila que no se esforzó mucho en recuperarlo. Por lo que sabemos sobre los goa'uld, para alguien de su categoria, esa acción demostraría debilidad y, aun asi, no hizo nada. Teal'c ha afirmado que, desde entonces, otros Señores del Sistema han intentado ocupar P4A-282, sin éxito; actualmente, sin ser un planeta prohibido, los goa'uld aconsejan a sus jaffas en contra de visitarlo. - Hammond se detuvo un momento y examinó las reacciones del equipo. A pesar del entrenamiento de las últimas semanas, nada les podía preparar realmente para lo que fuera que les esperaba ahí fuera. Al general aun le pesaba la pérdida de los anteriores soldados que integraban el equipo. - Si lo que sea que defiende ese planeta no supone una amenaza para su gente, mayor Davidson, trate de obtener una muestra para su estudio aquí o, de ser imposible, haga lo que esté en su mano para estudiarlo sobre el terreno. No es preciso que le diga lo necesario o interesante que puede resultarnos si podemos utilizarlo en la defensa de la Tierra contra los goa'uld. ¿Alguna pregunta? - Hammond se reclinó sobre la silla mientras cerraba la carpeta.

-Y tan buenos señor. Respondió al segundo Alan sin poder evitar mostrar sus dientes blancos como perlas en una amplia sonrisa.

La semana de reacondicionamiento a la vida militar y a la base había sido fácil, pero las dos semanas de estudio de la documentación del programa SG se le habían hecho especialmente duras. Tener al fin la oportunidad de cruzar el Stargate sin duda haría que el esfuerzo hubiese merecido la pena.

​-¿Que sabemos de esa Morrigan? Preguntó tras escuchar la explicación del general. Puede que esa Goa'uld ya no dominase P4A-282 pero si encontraban algún asentamiento quizás la información podría ser útil.

Fern entró de último a la oficina, pues se había retrasado repasando en su mente el protocolo de viaje a través del Stargate. Lo había memorizado sin ningún problema; pero aún así no dejaba de darle vueltas para, llegado el momento, no desencajar o realizar alguna novatada que pudiera convertirse en el chiste que le persiguiera de por vida. Ya había conseguido sobrevivir a las tres semanas de entrenamiento sin perder ningún dedo y esperaba por lo menos sobrevivir a su primer viaje.

-Buenos días, señor. Respondió casi sin despegar los labios y se encogió dentro del asiento.

El General Hammond le parecía una persona fuerte e inalcanzable, aunque no había cruzado muchas palabras con él fuera de las presentaciones oficiales. Le inspiraba respeto, pero con un poco de temor. Había escuchado historias sobre la rectitud, la soberbia y la intransigencia de muchos oficiales de alto rango, y sinceramente le preocupaba que la agenda militar interfiriera en algún punto, de manera crítica, con la científica. De cierta manera Fern sabía que eso ocurriría, no una, sino muchas veces en los días por venir, pero prefería no pensar en ello.

Cuando el General terminó de presentar la misión y preguntó si tenían dudas, Fern todavía estaba procesando los detalles de la carpeta en sus manos. Normalmente hubiera intentado no destacar, pero se encontraba tan absorto leyendo que ante la pregunta de Alan, respondió sin levantar la vista:

-Morrigan es una diosa celta... ¿No es así Aldo?

Al terminar de hablar se percató que lo había hecho en voz alta y al levantar la vista se encontró todos los ojos fijos en él. Se encogió aún más dentro del asiento y mirando fijamente a Aldo volvió a preguntar, esta vez con un tono casi apagado:

-¿No es así?

Buenos días, señor -Respondo afablemente ocupando uno de los asientos cuando el general nos da permiso para ello. En cualquier otra situación me habría cuadrado ante un oficial superior y le habría saludado militarmente nada más entrar, pero desistí de hacerlo a la semana de estar por aquí y comprobar que el obligado saludo militar es algo casi testimonial en el comando Stargate.

Supongo que la relajación de las formas castrenses es inevitable en una base en la que la interacción con civiles poco habituados a estas normas es constante. No es algo que me moleste, casi lo prefiero así, en las fuerzas aéreas las formas también tienden a ser mucho más relajadas que en resto del ejército, pues casi todos somos oficiales y pasamos bastante del tema. Pero sí que me sorprende esa relajación de las formas en Whiteface, pues el ejército de tierra en general y los rangers en particular si tienen fama de tener una disciplina bastante férrea en ese sentido.  ¿Qué ha sido del “¡Señor, sí, señor!”?  Supongo que ya no quedan sargentos Hartmans* en el ejército.  -Pienso divertida.

Las órdenes de Hammond son claras y concisas, por lo que no hay mucho más que necesite saber. Evaluar nivel de amenaza, obtener muestra, o estudiar sobre el terreno. Bien.

Por lo que he aprendido y visto en los vídeos del doctor Jackson de los goa'ulds la ausencia de los mismos en principio se me antoja una buena noticia, aunque lo que sea que los mantiene a ellos a raya no tiene porqué ser precisamente amistoso con nosotros.  

Ojeo los datos técnicos del planeta por encima, para constatar que el planeta tiene atmósfera respirable y un clima aparentemente similar al de la Tierra, es lo único que me interesa, los datos más técnicos se los dejo a Evans y Andrews.  

¿Hay un tiempo límite estipulado para cumplir la misión? -Le pregunto al general, pues necesito saber si espera de nosotros que nos instalemos en el planeta e investiguemos durante todo el tiempo que sea necesario o si tenemos que regresar en X horas o días encontremos algo o no. Dependiendo de su respuesta, dependerá también si espera que le informemos de nuestros avances con cierta regularidad a través del stargate o que le informemos en persona a nuestro regreso si se trata de una misión corta. 

- Buenos días - contestó a general con una sonrisa.

Había llegado aquella mañana del apartamento que le habían asignado a las afueras de la base Aldo no era un tipo acostumbrado a resguardarse bajo tierra, y prefería la vida independiente de soltero que estar constantemente metido en aquel agujero donde guardaban la Stargate a la espera de trabajo, además, estar a solas le permitía leer y practicar sus ejercicios sin nadie a quien molestar o que le molestase.

Los días anteriores los había pasado entrenando con el armamento del ejercito, lo justo para no estar, en bragas si sucedía algo imprevisto, aunque el grupo en el que estaba asignado era de exploración, se desplazarían a terreno desconocido.

Había tenido tiempo de conversar algo con sus compañeros, a los que les había contado cual era su trabajo fuera del ejercito, que había estudiado lingüística y algo de sociología, y que, cuando lo reclutaron para el proyecto Stargate estaba metido en medio de una investigación, que si bien le gustaba, vio con mejores ojos poder enfrentarse a lo desconocido que le proponía el ejercito. Los temas personales los dejaría para más adelante cuando tuvieran más contacto personal entre los miembros del grupo.

Escuchó con calma el objetivo de la misión, observando las fotos de baja resolución y mirando de vez en cuando a Hammond. Entonces el Mayor, que iba a ser el líder del equipo pregunto por quien era Morrigan. Aldo asintió a la doble pregunta nerviosa del científico del equipo y le sonrió.

- En efecto Fern, Morrigan es la diosa celta de la muerte y la destrucción - dijo -. Sin duda alguna, si un Señor del Sistema, por mucho de segunda fila que sea, que se haya apropiado de ese nombre, no ha hecho nada al respecto para invadir o destruir el planeta, algo importante los mantiene de verdad a raya - añadió -. Podríamos entrar en aspectos varios acerca de la cultura tras la Diosa y la lingüística tras el nombre, pero creo que es suficiente, de momento.

Asintió hacia Fern, era el otro civil del equipo, así que Aldo supuso, al instante que sería con el que mejor se llevaría, pero tiempo al tiempo, tampoco le conocía tanto como para dar por sentada esa afirmación.

Sin más que decir acerca de Morrigan, esperó a que el general respondiera al resto de preguntas.

- Me temo que poco, mayor. - Hammond giró su cabeza en dirección al mayor Whiteface mientras apoyaba los brazos sobre la mesa y entrecruzaba los dedos. - Morrigan usa con frecuencia estrategias de distracción y desinformación para crear un halo de misterio en torno a su figura. Lo único fiable que nos ha podido contar Teal'c es que sus jaffas, los Guardias Cuervo, se cuentan entre los más leales a su respectivo señor y adoran a Morrigan como si fuera su madre en vez de su dios.

El general dejó que su subordinado juzgase hasta qué punto podía serle de utilidad aquellos pocos datos y abrió de nuevo la carpeta para consultar una de las hojas. Cuando Hammond levantó la vista del documento, fue la mayor Davidson quien tuvo la atención de éste. - Tienen ocho horas para averiguar qué es lo que ha disuadido a los goa'uld de reconquistar P4A-282 y realizar un estudio preliminar de ello que nos ayude a determinar si sería viable en la defensa de la Tierra. A su vuelta, espero su informe para saber si conviene organizar una misión de mayor duración o desestimamos ese posible recurso.

- ¿Algo más? - El veterano oficial arqueó levemente una ceja y escrutó los rostros de los presentes, como si pretendiera anticipar la intervención de alguno.

-Traicionera como la serpiente que en realidad es. afirmó -Y como el resto de goa'ulds con más ego que un dictador me imagino, con ese perfil sería probable incluso que el planeta siga bajo su mando. No es que no se fiase del jaffa del SG1 pero su información de seguro provenía de su antiguo señor y estos no siempre decían la verdad según lo que había leido.

-¿Cuando salimos? dijo mientras ojeaba su carpeta en busca del informe topográfico de la zona y si había datos de reconocimiento aéreo.

Asiento silenciosamente a Hammond tras recibir la información que necesitaba.  -Ocho horas, bien, es una misión corta. Eso nos ahorra ir sobrecargados con raciones de supervivencia, sacos y tiendas de campaña. -Pienso satisfecha.Tal vez haya que patear bastante terreno y teniendo civiles en el grupo prefiero ir "ligera" de equipaje, por mucho que ir ligeros militarmente hablando implique llevar entre cinco y siete kilos de equipo.    

Miro inquisitivamente a Andrews y Evans cómo preguntándoles en silencio si tienen algo más que añadir, solo tras cercionarme de que no, le respondo al general -Estamos listos para partir señor - Respondo, haciéndome eco de las palabras de Whiteface. Parece que todos estamos algo ansiosos por partir a nuestra primera misión en el quinto pino galáctico, es normal, hace apenas unas semanas que se de los stargates, y desde que sé que vamos a viajar a otro planeta no he podido pensar en otra cosa. Supongo que por las cabezas de mis compañeros pasarán ideas y emociones similares a las mías así que mejor no postergarlo más.

Aldo se disponía a levantarse dando por concluida la reunión del inicio de la misión cuando algo se le paso por la cabeza.

- Yo tengo solo una duda ¿Tenemos alguna indicación extra de nuestro compañero del SG1? - preguntó - Es decir, quizá algún lugar como edificios o estructuras cerca de la stargate, si hay algo que echa atrás a los goa'uld, quizá haya alguna pista en lugares similares.

Aldo pensaba en algo parecido a las cuevas de los hombres de las cavernas donde dejaban dibujadas sus hazañas, un lugar donde poder comenzar a extraer algo de información y, si no estaba pintado o cincelado en la pared, quizá hubiera algún archivo con textos y planos de lo que quiera que echase para atrás a los enemigos de todo ser viviente.

El fin de la reunión sorprendió a Fern con millones de preguntas aún por contestar. Como científico era su costumbre abordar cualquier cuestión con cuantas preguntas al respecto pudiera formular, fueran estúpidas o no. Creía firmemente que cuantos más detalles tuviera sobre un elemento más fácil le sería comprenderlo en su totalidad. Pero esta vez no iba a pecar de preguntón o de curioso innecesariamente y menos frente al General, así que permaneció callado y se levantó con algo de resignación.

En ese momento Alan hizo una interesante pregunta sobre posibles edificaciones en la zona cercana al Stargate, una de las tantas que a él mismo le habían surgido; por lo que se detuvo y miró al General expectante, esperando su respuesta.

-Si hay asentamientos seguramente habrá huellas cerca de la puerta, Afirmó con seguridad -Será cuestión de seguirlas a ver hacia donde se dirigen. Eso es cosa de rangers, la Mayor Davidson y yo seguro que os podremos guiar hasta ellos. Solo procura recordar el entrenamiento y mantenerte vivo y a cubierto si son hostiles. Respondió a la pregunta de Aldo con confianza de que así sería.

- Las imágenes de la MALP no muestran edificaciones próximas al stargate. Sólo algún tipo de poste - Hammond recuperó de su carpeta una de las fotografías, en la que se podía apreciar con cierta dificultad dos elementos blanquecinos en la lejanía, recortados contra la línea de árboles, y espaciados entre sí. - aunque ni siquiera podemos estar seguros de que lo sean. La cámara de la MALP solamente registró actividad animal en la zona, nada remotamente parecido a la acción de seres inteligentes. - La fotografía fue depositada de nuevo junto al resto del contenido de la carpeta. - Es posible que los humanos que Morrigan esclavizó y llevó a P4A-282 estén aun allí. Sin embargo, Teal'c no ha estado en el planeta, sólo lo conoce por lo que ha oído de otros jaffas y de Apofis, asi que no ha podido decirnos si continua habitado. - La relativa falta de información parecía desagradar al general, pero descubrir las defensas de aquel mundo contra los goa'uld bien podía merecer correr el riesgo.

Mientras tanto, el escrutinio del mayor Whiteface de las imagenes y la topografía le revelaba la presencia de montañas. Sin embargo, la mejor evidencia, la fotográfica, sólo permitía saber que estaban allí. Al quedar fuera de campo, resultaba difícil saber su altura, al compararlas con los árboles. Del mismo modo, las imágenes parecían sugerir que, frente al stargate, a varias decenas de metros, había una densa línea de árboles, quizás un bosque, pero resultaba casi imposible saber qué tipo de árboles lo poblaban.

- Bueno, entonces, no hay más preguntas - dijo Aldo resolutivo.

Sabía que el trabajo que tenía asignado su grupo era el de exploración así que era más que normal que acabasen metidos en lugares que nadie conocía y donde nadie había estado antes, al menos de la gente de la base, con lo que se resignó a prepararse para estar listo con lo que se pudiera encontrar ahí, repasó mentalmente algunos objetos que podría llevar en la misión mientras esperaba al resto del equipo.

- Si eso es todo, pueden retirarse. - Hammond volvió a cerrar su carpeta, la recogió y se incorporó. - Vayan a recoger su equipo. Les veré en el silo en treinta minutos. - Sin mucha más ceremonia, el general se retiró a su despacho.

-Señor. Saludó el mayor Whiteface con una sonrisa, luego avanzó a la puerta y tras abrirla invitó con un gesto a sus compañeros a adelantarse. -Por fin... dijo más relajado cuando dejaron la sala¹ ...empezaba a pensar que al final no nos dejarían cruzar la puerta. Comentó -Bueno, que me decís de una apuesta amistosa para esta primera misión? Bromeaba de camino a la armería -Cien pavos a que en el otro lado habrá 2 lunas. Comentó a sabiendas de que en el informe no ponía nada sobre los astros del planeta e inconsciente de si iba a ser de noche o de día al cruzar.

Señor – Le digo al general a modo de despedida, levantándome de la silla y siguiendo al resto hacia el almacén y la armería.

¿Dos lunas? -Respondo a Alan - No creo, apostaría a que se trata de un planeta de lo más anodino sin luna, pero aunque me tiente la opción de ganarte cien pavos fáciles, no me gusta apostar dinero, en todo caso unas cervezas en el Applebee´s, cuando regresemos de la misión -Digo en referencia a un conocido bar de Colorado Springs, el pueblo más cercano a la base que se ha convertido en mi nuevo hogar desde que he entrado en el comando Stargate.  

Al salir de la reunión con Hammond, la conversación de los militares se relajó en tono.

- Yo apuesto por una luna y me apunto a las cervezas, tampoco me va apostar dinero - dijo el traductor -. ¿Y tu Fern? Seguro que te sacas unas birras por el morro, seguro que hay alguna que otra forma de aproximar el número de lunas que tendrá el planeta - añadió con una sonrisa.

El fin de la reunión llenó a Fern de un nerviosismo que trató de ocultar con todas sus fuerzas... Sabía que el próximo paso lo daría en otro planeta y estaba tan ansioso como aterrado por ello. Sus compañeros estaban suavizando el tono con una interesante apuesta sobre las posibles lunas del planeta objetivo, y ante la pregunta de Alan respondió, un poco serio:

-Es casi imposible determinar el número de satélites naturales de un planeta sin tener conocimiento general sobre su historia cosmo-geológica, o por lo menos sobre su posición dentro de su sistema, su tamaño relativo o su cercanía a campos de cuerpos celestes subplanetarios.

Cuando terminó de hablar, observó las caras de sus compañeros, algo desconcertados por el tono denso. Calló entonces en cuenta y para excusarse sonrió y agregó:

-Pero bueno, si hay que apostar voy por tres lunas, que es la media estadística para planetas estándares.