Partida Rol por web

Antes de que Treize dijera nada, Adriana preparó todo para bajar lo más rápido posible. En cuanto escuchó las órdenes, desabrochó su cinturón, comprobó por última vez su fusil y bajó a todo correr:

- ¡Vamos equipo! ¡Apuntad bien y no me necesitaréis! - Aunque lo dijo con sorna, lo cierto es que era un pensamiento honesto. Si uno de sus compañeros era herido primero perdían a ese combatiente, pero luego la perdían a ella. Su prioridad es salvar vidas y, salvo necesidad imperiosa, es lo que haría. Además tenían a un fantástico Chickenhawk para abrir fuego indiscriminado.

Se colocó en la línea tal y como había ordenado Treize y apuntó, esperando la orden de abrir fuego.

Expresaba tranquilidad, pero por dentro, estaba nerviosa. Confiaba en la Infantería Móvil más que en cualquier otra cosa, pero esos bichos eran una auténtica pesadilla... y no sabían nunca cuántos se encontrarían esta vez.

Nos estaban atacando, todavía no habíamos llegado y la verdad es que estaban tardando en llegar los puñeteros bichos, por lo que cojo mi arma y me pongo en posición, compruebo que tenía el cargador de la morita listo y la escopeta de debajo del cañon, "por donde vienen esos malditos bastardos" digo a mis compañeros, era hora de pelear y pronto estarían a tiro optimo para poder eliminarlos con una rápida ráfaga y así asegurarme eliminar uno del tirón.

Estaba un poco nerviosa y tenía ganas de salir de aquí, solo un poco mas, si sobrevivía a esta contienda podría retirarme y poder montar mi taller y olvidarme de esta puta guerra de una vez por todas, solo tenía que salvar a un soldado y conseguir que escapemos de este maldito planeta.

-Ya sabía yo que era demasiado bueno para ser cierto-Se dijo Jack a si mismo mientras tomaba su lugar en la línea de tiro, fingiendo que no importaba mucho tener que enfrentar bichos. 

-¿Sería mucho pedir Welcome to the Jungle? Solo para entrar en ambiente.- Jack volvió a su ritual, cerró los ojos por un momento y se visualizó a él y al resto frente una pila de pedazos de bichos, mientras ellos volvían a lo suyo, Flores seguiría coqueteando alegremente con el Sargento Friday, Daught diría algo breve pero contundente y seguiría avanzando, Weissenstein diría algo en alemán (quizá un chiste) mientras inspeccionan su arma y Stuart con los brazos al cielo daría gracias a los genios que elaboraron los protocolos en el reglamento SICON, antes de que Sun y Friday nos gritaran que hay que volver al camino si queremos sacar de aquí en una pieza a Sánchez.

Cuando finalmente los abrió estaba listo, haría todo lo posible por ver llegar a ese momento.

El radar comienza a iluminarse como un jodido Weinachtsbaum. Y como un motor bien engrasado, la escuadra va tomando posiciones. Lo que hasta ahora había sido un paseo por el parque en una mañana de Domingo, va a convertirse en un infierno de hierro, fuego y quitina arácnida.

- Sie kommen... - 

Murmullo al tiempo que suelto una taba girando el cuello de lado a lado.

- Vater, das ist fur Sie -

Lanzo la rodilla al suelo y alzo el Morita. Concentro mi mirada en la mira telescópica y en la masa de cuerpos insectoides que se aproxima,

- Apuntando... -

-Llegó el momento muchachos.- Grita Smilie, Toma su reglamento de Sicom y lo ajusta bien en su funda, saca su Pistola Emancipator revisa que este cargada, sin seguro y lista para matar a esos bichos. 

Aseguro la funda de mi Underslung Shootgun por si los insectos llegan a acercarse, me coloco detrás de Vyc, me arrodílo y apunto con mi Morita TW-102-S al cumulo de insectos que se ve a la distancia. -Que esperan malditos, una invitación a comer!.-

-!Vyc que mejor sinfonía que un lluvia de balas e insectos golpeando la piedra!- 

- ¡¡Ya habéis oído al sargento, bajamos y plantamos cara!!. Malditos bichos y maldita hora en que vinieron a tocar las narices a este planeta. - ¡¡Recordad lo que aprendisteis en el entrenamiento y todo saldrá bien!!. Añado mientras conecto la energía del traje, los servos se inician y siento como se refuerzan mis brazos y piernas, el casco se cierra herméticamente y los visores empiezan a funcionar.

Veo a los hombres y mujeres de la unidad colocándose en formación para hacer frente a la amenaza dejando al vehículo a nuestra espalda, algo lógico ya que los cañones del vehículo serían nuestra primera y última línea de defensa. - ¡Acordaos todos que los moritas alcanzan 125 pies, podéis intentar disparos mas lejanos, pero serán menos certeros!. Con una voz mucho mas alegre. - Es nuestro primer combate juntos, que no sea el último. Con esto, levanto el morita y espero que aparezcan los insectos*. 

Inicio Combate : Como si de un duelo del oeste se tratara y ellos de por si pistoleros con buena punteria Todos se bajan del vehiculo relajadamente , pues ninguno toma posicion de combate salvo el cabo que es ultimo en salir y el primero en apuntar, mientras que los demas esperan su ejemplo o algun tipo de orden . Mientras los bichos guerreros empiezan a acercarse sin piedad como maquinas de matar

Pese a la distancia ya podeis ver mas claramente esas siluetas en movimiento y a distinguir partes de ellas, de anchas cada una como 5 de vosotros y algo menos del doble en altura , su tamaño aun a distancia es imponente y su velocidad comparada con un humano es impresionante 

Asi que toca dejarles claro quien es la especie dominante en este subsistema , aunque ellas sean mas y en teoria mas fuertes no tienen , la tecnologia que vosotros teneis , aunque sean biologicamente superiores , vosotros debeis ser mas listos o almenos en el campo de batalla mas letales.

Como habíamos esperado los mal llamados arácnidos, pues nunca había visto una criatura parecida en la tierra, empezaron a descender por la colina, con la velocidad que llevaban estaba claro que en pocos segundos se trabarían con nosotros, y eso era algo que no podíamos permitir.

- Disparen equipo bravo que vean estos insectos de que estamos hechos. 

Cambiando el selector de fuego del arma, suelto una ráfaga de balas en automático, bien sabía que la distancia desbarataría el daño efectivo que las balas podrían hacer sobre el cuerpo de los alienígenas, pero no nos quedaba mucho mas remedio. Y por desgracia, no veríamos el efecto que habían causado nuestros disparos hasta que viésemos caer uno tras otro los cuerpos de las criaturas. 

Mientras avanzaba para colocarse unos 50 pies delante de los suyos. Martes vió con la calma con la que se tomaban la cosa, y cómo afortunadamente su segundo los ponía en vereda

- ¡¡¡Ya escucharon al Cabo simios!!! ¡¡¡los quiero formando una barrera de plomo para esos bichos!!! - dijo al tiempo que preparaba el lanzallamas en modo de pared y comenzaba a calentar los cañones de la Gatling para una barrida delante suyo, cualquier bicho que sobreviviera a los disparos de sus compañeros se encontraría con una barrera ardiente que los herviría en su caparazón y avispones de plomo que los traspasarían de lado a lado.

Los bichos se acercaban, ahora tocaba disparar, por lo que pongo el modo automatico y disparo sobre los bichos cuando se ponen en mi punto de mira.

Orden dada, orden cumplida. Adriana hincó la rodilla, apuntó, y apretó suavemente el dedo sobre el disparador. No sería la mejor tiradora, pero era de la Infantería Móvil, donde todos eran duros y competentes soldados.

Conforme se acercaban los bichos, saltaban trozos de estas criaturas por los aires indiscriminadamente. Pero Adriana no dejaría de disparar hasta que no quedase en pie ningún monstruos, y volvió a disparar en cortas ráfagas. Una detrás de otra, tal y como había aprendido en la academia. Tenía tan automatizado el movimiento que apuntaba a través del visor y disparaba casi sin pensar, siempre con ambos ojos abiertos para no perder la vista completa del campo de batalla.

De momento todo iba bien. Era fácil sólo disparar, esperando alguna orden del jefe. Mientras no hubiera heridos todo iría bien.

-Smiley, siempre podría ser Raining Blood, esa me anima en los días como este, aunque dadas las circunstancias bien podría ser The Trooper-dijo Jack mientras se preparaba para disparar. Jack apunta a la vorágine de extremidades y chasquidos que se acerca vertiginósamente. La descarga de adrenalina logra que se relentice por un momento todo mientras Jack presiona el disparador de su Morita y la sensación del retroceso del arma, ya conocida para Jack, se manifiesta sobre su hombro mientras dos únicas balas emergen del cañón de su rifle. Logra verlas surcar el espacio en medio de la plétora de ojivas que vomitan las armas de sus compañeros en dirección de los bichos.

Sin tener certeza del todo a qué le dió y si sirvió de algo, se prepara conforme se acerca el enjambre cual turba furiosa dispuesta a saciar su hambre de muerte con la sangre de los valientes soldados.

Nota del DM: Bien pues ahora que se han corregido los ataques bases en fichas y teneis una nocion basica de como aplicar disparos (Y ves que es mucho mas efectivo un automatico que un disparo singular (aunque con este segundo aveces viene bien para ahorrar balas.) Vamos a complicar la cosa un poco mas en este proceso progresivo de aprendizaje . Vais a ver un ejemplo que debereis aplicar en el futuro.Suponiendo resistencia al daño 4 de guerreros Como el bono destreza se aplica a cada bala osea cada par de D8 y Mark tiene cada bala 2d8+4-4 ambos 4 se anulan luego es facil el calculo y hace 2x6d8= 47 daño y como un guerrero tiene 30 de vida ese bicho esta muerto

Los primeros disparos del cabo y mark smiley son muy certeros pese a la distancia y el primero se carga 2 y el segundo 1 y hiere a otro  . Los demas fallan salvo la doctora Adriana que tenia tan interiorizado el hecho de desencasquillar el arma que aunque le pasa lo solventa tan rapido por el entrenamiento que le permite disparar una vez mas( dote heroic surge) sus dos disparos en burst fire y apuntar hacia uno herido por mark hace que caiga un cuarto . La ingeniera se carga ella sola a 1 a corta distancia  Como hay 2 por cada uno de vosotros de 10-5=5  3 van al sargento y 2 a vosotros. Que probablemete caeran ante el fuego y la metralla de su ataque pues son pequeños en comparacion al armamento de el soldado experimentado robotizado : Vuestro sargento en su segundo turno no solo se adelanta para llevarse mas bichos que vosotros tambien prepara un strafe con su flamer que se activa y tiene una contienda al  estar 3 bichos adyacentes a el acaba, el cuarto afectado por llamas lo esquiva y sigue su trayectoria junto a los demas hacia los soldados 

Teneis encima a los bichos osea adyacentes casilla con casilla sin haber atacado por haber realizado mas del movimiento normal doble movimiento=asalto completo). Podeis oir sus gritos y chasquidos en plena cara, prestos a cortaros con sus tenazas dentales 

Nuestros disparos resuenan en la planicie y varias criaturas caen bajo la presión de las municiones de la escuadra, es el sargento el que consigue mayor número de najas, pero es algo lógico contando con la ventaja del marauder. Tras esto, las criaturas se comen los metros de terreno que les separan de nosotros como un adicto al azúcar los bollos de una pastelería, en nada les tenemos frente a nosotros, los chasquidos de sus pinzas frontales resuenan ante nuestras caras.- ¡Retrocedan y fuego de supresión. O usen sus escopetas si las tienen!. Con el morita en fuego automático, lo único que se debía hacer era disparar ráfagas a lo loco contra las criaturas que estaban a pocos metros, intentando crear un muro de plomo que les mantuviese a ralla. En caso contrario, la pelea se volvería una pelea cuerpo a cuerpo y por fuertes que fuésemos etas criaturas lo eran mucho mas.

¡Bien! Piensa la médico. Habían abatido a 5 criaturas, una de ellas gracias a Adriana, y Treize estaba dándose un festín gracias al poderoso Chickenhawk. Otra muesca más que hacer en su Morita. Pero no era suficiente una sola andanada.

La velocidad de los asquerosos bichos era endiablada, y antes de que nadie vaciase un primer cargador estaban ya encima. Siguiendo el ejemplo del cabo, Adriana anduvo hacia atrás mientras rociaba con plomo a los agresivos aliens, con la disciplina que le caracterizaba.

Quedaban menos cada vez, pero debían abatirlos rápido. Al menos lo suficientemente veloces como para evitar que viniese otra segunda oleada... o incluso bichos voladores.

Contando balas, Adriana fue vaciando poco a poco el cargador. Sabía que rondaba un tercio del cargador. Sólo esperaba poder cambiarlo sin ninguna criatura delante de ella...