Partida Rol por web

[Strigoi]Una extraña alianza

Prólogo: El despertar.

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28/03/2016, 01:36
Carlein Van Herden

El gesto de la rubia sobre la apreciación de bustos le resultó una victoria, estúpida y inmadura sí, pero victoria al fin y al cabo. Tabla de planchar, apreció el cazador entrecerrando los ojos mientras le daba la ropa a la vampiresa. Una vez más la desnudez cobró vida delante de Carlein, que se mantuvo impertérrito mientras escuchaba las palabras de Eudoxia en su cabeza. Ocultó pensamientos más degenerados bajo capas y capas de sarcasmo ácido, la actitud arrogante de la vampiresa se la traía al pairo, para arrogante él y sus cojones. Claro que esa no era la actitud más madura del mundo, pero le había funcionado bastante bien hasta ese momento.

Probablemente los demás de los tuyos se los cargó la Orden.. siseó complacido, aunque luego un rayo funesto cayó sobre su ánimo. Cuando aún sabían cual era su papel en el mundo.

Entonces la cainita cayó sobre él como una tormenta, sin querer soliviantar más al viejo y a la rubia, pero cuando lo tocó sintió de nuevo esas traicionera excitación que se mezclaba con las náuseas. Ambos cruzaron la mirada, y ese fue el error de Carlein pues enseguida le inyectó esas imágenes de sexo salvaje que lo turbaron por completo. Apretó los dientes cobijando toda su obstinación en ese gesto, no estaba seguro de lo que hacía ni cómo hacerlo, pero en ese momento la vampiresa probablemente sintió una férrea fuerza de voluntad inesperada que se plantó en medio de ella y sus deseos. Probablemente el poder de Eudoxia era superior, pero Carlein demostró ser mucho más de lo que aparentaba ser, un despojo, y aunque estaba cachondo perdido por lo que le había hecho también había alzado un muro difícilmente franqueable. 

No vuelvas.. a hacer.. eso.. masculló venenoso mirando a la vampiresa, resistiéndose a lanzarse al ataque. Dio un paso atrás, gobernado por los instintos unos momentos más, pero recuperó el autocontrol por la fuerza bruta lanzando una nueva mirada de odio hacia el viejo.

Cuando llegó el momento de moverse, Carlein dejó que ese liderazgo recayera sobre Setrakian. No sabía qué vendría a continuación, probablemente el viejo querría poner a prueba su nueva arma enseguida y corroborar que sus planes iban según lo planeado. También tendría que enseñar a su alumna lo que era la vida moderna, o lo que quedaba de ella. 

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03/04/2016, 16:29
Abraham Setrakian

-No haber más- respondió el anciano con un tono de derrota, porque su vida se había centrado en ello realmente. Sabía que había otro grupo que había sido enviado tras otra posible pista, pero no tenían noticias de ellos. Quizás los habían atrapado y estaban muertos. No sería la primera vez. -Los humanos ser dominados por strigoi, todo el mundo.

Setrakian vio los gestos de la vampiresa, su acercamiento a Carlein, pero claramente no comprendió nada. Él no había visto en su mente aquellas imágenes lujuriosas que le había mandado a Van Herden, ni se hacía una idea de cómo Eudoxia sentía lo que ellos pensaban. Desde luego su demostración hablándoles directamente a la cabeza ya era suficiente para saber que tenía a un ser lo suficiente poderoso delante como para no meterse con él. Si pensaba que ellos le servían, no la iba a sacar de esa conclusión. Tampoco es que pudieran hacer gran cosa, esto debía ser un tipo de simbiosis a partir de ahora.

-Vamos, chico, muévete- le dijo a Carlein al tiempo que salía para fuera. Tenían un lugar cedido por la resistencia de la ciudad, pero a las afueras. Una casa de un agricultor, muy humilde, pero valdría de momento. La genetista caminó al paso del anciano, no sin antes mirar de reojo a la vampiresa. Pensaba que su ropa le sentaba mucho mejor a ella, aún sin el sujetador, claro. Seguramente la habrían alimentado bien antes de convertirla o a saber.

Ambos comenzaron a salir fuera de aquel templo enterrado, pudiendo comprobar Eudoxia que reconocía aquel lugar y que había tenido días más esplendorosos que los que veía. Por fin salieron a las calles en penumbra de la ciudad. La rubia se cubrió la cabeza con una capucha y el anciano se resguardó en la gabardina. -Salgamos rápido de la ciudad sin llamar la atención. Sino algunas de esas cosas se nos echarán encima.

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12/04/2016, 17:22
Eudoxia

Eudoxia siguió a la comitiva, mientras miraba alrededor y su expresión cambiaba drásticamente, a una carente de la rabia o la hilaridad que había mostrado antes. Una más llena de desasosiego y de extrañeza. 

Un sentimiento extraño ahondó en su pecho, aprisionándola. Uno que era mezcla de amarga nostalgia, desorientación e incomprensión, y que se acentuaba a medida que avanzaba a través de las estructuras de metal, cristal y hormigón que poblaban aquella ciudad dorada que ella un día había visto resplandecer, y que asomaba a su mirada, apagándola, cuando ésta se posaba sobre el Sueño deslustrado del Patriarca.

Y aquello era paradójico. Pues en el Paraíso terreno que había ideado Miguel, los de la sangre de Set eran las sierpes. Las mazanas envenenadas. El mal necesario para apreciar la grandeza del plan, y para completar el pequeño universo que había sido Constantinopla en su día. Su propia gente estaba predestinada a favorecer o a contemplar la corrosión de los propios cimientos de aquella pantomima que empezaba a hacer aguas antes de que llegasen los cruzados. Y sin embargo penaba observando lo que veía. 

Quizá, después de todo, guardaba cierto apego por aquella ciudad en la que era tan sencillo atraer pobres almas desgraciadas al plan de Set. O puede que aquellas sensaciones naciesen de la certeza de que ahora, tras tanto tiempo dormida, ni reconocía ni pertenecía al mundo que la rodeaba.

Eudoxia finalmente miró al suelo, y se limitó a seguir los pasos de los demás. Incapaz de encontrar la figura del Palacio Imperial en el horizonte, se sintió desubicada, y no quiso seguir contemplando unas calles que comenzaban a resultarle ajenas. 

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14/04/2016, 02:36
Carlein Van Herden

Carlein se movió de mala gana detrás del grupo, y para cuando se había dado cuenta iba detrás de Eudoxia mirándole el culo, la verdad es que para el cazador era una visión mucho más halagüeña que el deprimente mundo que quedó después de la irrupción de los strigoi. No pasaba mucho tiempo en las urbes, las evitaba como la peste, no compartía esa desgarradora confusión que tenía Eudoxia, pues el sentimiento que le generaba esos lugares era de alerta e intranquilidad.

No podía quitarse de la cabeza las escenas de su cabeza, y eso le reconcomía por dentro, esa mezcla de asco y lujuria se habían enzarzado en una pelea condenada a las tablas. 

Zorra.. sé que me oyes.. visualiza esto en tu mente.. y el cazador visualizó una peineta, la más grande y hostil que pudo imaginar. Cuando la rabia infantil se disipó, Carlein se sintió estúpido.. ¿no estaría leyendo su mente todo el rato, verdad? Sentir eso le hacía tener escalofríos, Setrakian podía decir lo que quisiera, pero liberar a un vampiro del poder de Eudoxia era la sentencia final para la humanidad. Combatir fuego con fuego y lo que quedara del mundo serían cenizas, o simplemente quitar unos monstruos para poner a otros. Carlein había hecho un juramento sagrado ante su padre, el último caballero de su orden, y era destruir a los vampiros allí donde estuvieran.. y ahora estaba vinculado a una de las criaturas nocturnas más poderosas como ninguna otra hubiera pisado la Tierra en siglos. No iba a acabar bien, desde luego que no.

En el exterior, Carlein dirigió la marcha esgrimiendo que servía para algo más que gruñir, dramatizar y ponerse cachondo. Van Herden cambiaba de actitud cuando había riesgo, sus sentidos se concentraban en la labor y presto.. guió al grupo por la ruta más segura al exterior de la ciudad.

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21/04/2016, 17:12
Abraham Setrakian

Los pasos de Carlein les llevaron a las afueras de la ciudad. Se había perdido todo el esplendor de la misma que un día tuviera, ese que Eudoxia conociera. Pero es que hacía tiempo que su Constantinopla había dejado de ser como era. Las continuas peleas de religión, de política y territorio. Las edificaciones posteriores, tirando edificios emblemáticos para ella y que nunca volvería a ver. Ahora todo estaba lleno de metal y materiales que ella nunca había conocido, ya no era todo piedra deslumbrante. Los edificios no se adornaban con pinturas, murales y esculturas.

Tardaron al menos una hora en abandonar la ciudad, por callejones y pasadizos que solo Van Herden podía reconocer. Esta ciudad no era distinta a otras otras en las que había estado. Había recorrido casi toda Europa, investigando para Setrakian y consiguiéndole escritos cuando era necesario. Pero no solo eso, se había curtido matando strigoi, deseando enfrentarse cara a cara con un verdadero vampiro. Nadie le dijo que los vampiros eran demasiado humanos en apariencia y que además, siendo una fémina, extremadamente atractivos. Sus curvas podrían enloquecer a cualquier ser vivo sobre la faz de la tierra, pero no era eso lo más peligroso de ella, tenía unos poderes con los que los humanos solo soñarían en fantasías de superhéroes. Era demasiado peligrosa.

En la oscuridad divisaron su meta: una pequeña granja familiar. De la chimenea salía humo correspondiente al pequeño fuego que calentaba su interior. Había un pequeño huerto alrededor y las luces del interior de la casa brillaban perezosas a aquellas altas horas de la noche. Los pasos del anciano se dirigieron a la diminuta casa que había aledaña a la principal, más humilde, pero era con lo que contaban para guarecerse.

-Hay pequeño sótano donde tú poder dormir- dijo el anciano a la vampiresa y luego se dirigió al caza vampiros. -Yo mañana vuelvo a Pripyat, el resto quedará en tus manos chico. Esta gente te dejarán la casa anexa si lo deseas, en la que nos dejarán dormir. Tómate el tiempo que necesites para instruirla en nuestra lengua y costumbres, para ponerla al día... Pero no olvides que el tiempo corre en tu contra, cuanto más tardes en ponerte en acción, más almas estás condenando al infierno- le miró severo y luego abrió la puerta de madera, que tuvo que golpear para desencajarla de los goznes. -Vuestro objetivo es buscar al Máster y acabar con él, o al menos intentarlo. He visto tu rebeldía en tus ojos, joven... No puedes escapar de tu destino, aunque esté atado a ella.

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22/04/2016, 01:26
Carlein Van Herden

El tránsito se desarrolló sin incidentes, salir de la ciudad fue relativamente sencillo ya que las calles estaban preñadas de rincones por los que esconderse. Campo abierto era algo más complicado, pero por suerte la noche era una aliada poderosa, y quizá la buena suerte, y no se encontraron mayores percances que las continuas miradas desconfiadas de Carlein hacia Eudoxia.

Esa granja le recordaba a la que había crecido, aislado de la civilización preparándose por esto. Un hermetismo tan implacable que Carlein nunca se familiarizó con lo típico que hacía un niño, mientras los chavales de su edad jugaban al escondite, él aprendía a acechar. Mientras los críos jugaban a balón prisionero, él disparaba con rifles de asalto. Aquello asumido como norma no le afectaba demasiado, pero siempre sintió algo de envidia de la gente que nunca tuvo que preocuparse de los rigurosos entrenamientos de su padre. Claro es.. que después del Apocalipsis traído por los strigoi agradeció estar donde estaba y aprendido lo que había aprendido.

Sigo tus órdenes porque mi padre confiaba en ti, Setrakian. respondió manteniendo el tipo. El destino es una falacia, creo que esto.. hizo un gesto con la cabeza hacia la vampiresa. Es un puto error y lo pagaremos muy caro. Pero oye.. yo no voy a tener ningún cargo de conciencia por haberlo jodido todo. la actitud beligerante de Carlein se había calmado un poco, pero a la mínima que tenía oportunidad mostraba las garras. Cuando el viejo los dejó a solas en aquel sótano, el cazador se paseó como un animal enjaulado delante de Eudoxia mirándola desde la otra punta de la estancia.

¿Enseñarte nuestra lengua? Puff.. lees la mente, sanguijuela.. siseó, mirándola a los ojos. Pero por mucho que me queje.. no voy a cambiar las cosas. Que te quede una cosa bien clara.. si me he suicidar llevándote conmigo por delante lo haré. Lo que diga el viejo sobre el destino o nuestra misión me importa una mierda, no voy a dejar algo más peligroso que un Máster suelto por ahí. sonrió maligno. Claro que.. si tú tienes la oportunidad de acabar conmigo y librarte de mi para hacer lo que te venga en gana.. será una relación interesante.

Respiró profundamente cogiendo una silla destartalada y la puso delante de ella, haciendo una búsqueda de lo que había en ese sótano buscó qué había de interés.

Pero ante todo mi padre me enseñó educación. decir eso después de la retahíla de insultos y desprecios era bastante difícil de creer. Yo me llamo Carlein Van Herden, nací en Gante.. en Bélgica.. ¿sabes lo qué es? Mi familia ha pertenecido siempre a una orden de cazadores de vampiros.. la Inquisición.. la Sociedad Leopoldo.. ha tenido muchos nombres a lo largo de la historia. Siempre ha habido Van Herden en las filas de la Orden.. y yo soy el último.. odió ese paralelismo asqueado, pero tender algún puente haría la colaboración menos... hostil. Supongo que ambos somos los últimos de un linaje.

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22/04/2016, 01:52
Eudoxia

Eudoxia prosiguió el camino sin pronunciar una sola palabra, levantando tan sólo la cabeza al percibir las luces de la granja y captar, en su interior, el olor de las esencias de los mortales que la habitaban, mientras sus pupilas se dilataban, ansiosas, a modo de reacción involuntaria y natural. 

Bañarse con la sangre de los propietarios del cuchitril en el que pretendían que pasase la noche la habría animado, de seguro. Se habría sentido mucho mejor sintiendo la calidez de la vitae, acariciando su piel, en lo que podía ser un agradable baño carnal. Podría incluso obligar al viejo, a la mujer y al perro a preparárselo, pero por alguna razón, algo evitaba que quisiese retorcer de aquella manera tan vil los principios de alguien que a todas luces odiaba a su raza. A pesar de que quisiera fornicar con ella. 

Bufó, y queriendo perder de vista a aquellos insignificantes mortales entró en el sótano, oyendo hablar al humano más viejo con el de la barba, sin entender una sola palabra. No fue extraño por tanto, que se sorprendiese al ver que Van Herden se quedaba con ella, y que lo mirase como a un insecto extraño que pretendía invadir sus dominios. No obstante, lo empezó a escuchar parlotear, mientras caminaba de un lado a otro, como un animal enjaulado, y por algún motivo, aquello le resultó sumamente divertido, aunque su cara se mantuviese impetérrima y sus ojos ni siquiera se molestasen en parpadear durante intervalos mayores de los que serían considerados una molestia para un mortal. 

Queriendo entender parte de su cháchara, volvió a establecer un vínculo con su pequeña mente de perro, y aunque no captó todos los matices de su diatriba, sí que pudo hacerse una idea general de lo que pretendía comunicarle, no pudiendo evitar mirarlo fijamente, durante varios segundos, inmóvil, antes de contestar- Eudoxia. -dijo, con su propia voz externa, señalándose- No "Bélgica". No "Master". -añadió, resaltando aquellas dos palabras, que le resultaban desconocidas, utilizando el "no" universal- ¿En qué idioma me estás hablando?-transmitió, ahora sí, utilizando su voz interna, sentándose en la silla que había puesto el hombre frente a ella, en parte satisfecha de que inconscientemente, comprendiera su posición.

Última...-añadió, de nuevo vocalizando, bajando su tono varias octavas, y casi siseando aquella palabra- No- repitió, negando aquello, mientras su mirada adquiría un brillo distinto, más apesadumbrado.

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22/04/2016, 02:19
Carlein Van Herden

No encontramos más como tú.. eres la única. añadió con cierta satisfacción que solo quedara ella, con una vampiresa era suficiente para el mundo, y ya sobraba.

Carlein percibió algunos de los matices de la actitud de Eudoxia, no por el hecho de que fuera un lince, sino que estando casi todo el rato de forma inexpresiva los pocos momentos de humanidad que mostraba saltaban a la vista. Por un momento empatizó por la sensación de desamparo que la embriagó al sentirse la última de su raza, algo que en otras circunstancias le sudaría bastante.. pero no podía impedir sentir que ambos eran reliquias de un mundo pasado que afrontaban uno moderno que ya los había superado.

Al notar el chispazo en su mente, sintió la confusión inicial, pero poco a poco se habituó a ese contacto. Tomó aire para ser lo más claro posible con ella, sin dar demasiados rodeos.

Hablo inglés.. también algo de belga y chapurreo francés.. la miró a los ojos, eran fríos y hermosos, como la ventisca. Te he de enseñar.. esta lengua, ¿sabrás aprenderla? dije con desdén, menospreciándola abiertamente. Bélgica.. un país cercano a Francia.. y el Máster.. es el Señor de los Strigoi. explicó aclarando los términos que no había comprendido.

Apretó los labios asumiendo lo que estaba sucediendo, aún no se creía que estuviera teniendo esa conversación con la cainita. Sentía el malestar recorriendo su cuerpo, mayor malestar era verle el escote desde esa posición al que el cazador trató de obviar.

Tenemos que destruir al Señor de los Strigoi, ¿eso lo entiendes? la midió con la mirada, esperando su reacción.

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22/04/2016, 02:35
Eudoxia

No todos los perros tienen buen olfato.-dijo, en perfecto griego antiguo, frunciendo el ceño, para quedarse observándolo entonces, con franca sorpresa. Había captado rápido el hecho de que aquella corriente de pensamiento podía funcionar en los dos sentidos- Los strigoi no son señores- corrigió- Alguien se cree su Señor.-puntualizó- ¿Eres un Despertado? ¿Un brujo? Tu sangre...-dijo, y sin encontrar palabras que describiesen lo que había experimentado al beber de él, rememoró el instante, transmitiéndole el éxtasis del momento, el intenso sabor y la profunda densidad de la vitae, y el Hambre prendida, en la boca de su estómago. Sus pupilas volvían a dilatarse, tan sólo un ápice, pero lo suficiente como para evidenciar el fuerte deseo que la idea de volver a probar aquello suscitaba en ella- ¿Por qué no puedo robártela? Es estúpido. Podría arrancarte el corazón por insolente y beber de él. Pero no puedo. 

A pesar de sus palabras, no parecía estar amenazándole. Parecía, más bien, sorprendida de que eso fuera así- Hueles mal. Pero sabes demasiado bien.  

 

 

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22/04/2016, 02:58
Carlein Van Herden

El cazador frunció el ceño sin entender papa del griego antiguo ese, pero tenía la sensación que la comunicación iba avanzando. Lentamente, pero avanzaba. Carlein negó con la cabeza ante la pregunta mental de la vampiresa.

No.. lo soy un brujo.. aunque luego se quedó pensativo, esconder algo como eso iba a resultar estúpido. La confianza iba a escasear, dinamitarla por sistema tampoco era una opción. Tengo capacidades.. ver las cosas antes de que ocurran.. mi sangre te sirve para el propósito que nos han encomendadono sabía hasta que punto podía revelar cosas a Eudoxia, tampoco es que fueran cosas que pudiera ocultar si a ella le apetecía indagar. Entonces cuando cayeron en barrena las amenazas mutuas, el cazador no se amilanó mirando fijamente a la cainita. Y yo podría empalarte mientras duermes solo para luego cortarte a pedacitos.. dicen que sois conscientes de lo que ocurre cuando se os empalan.. ¿es eso cierto? saboreó con chispas de sociópata esa sensación, pero aquello parecía haberse convertido en un gaje habitual de comunicación. Pero no lo haré. Porque yo cumplo mis palabras.

De nuevo la hostilidad brotó como una fuente de mierda, Carlein tenía la imposible tarea de no dejar aflorar su macho alfa cada vez que la vampiresa bufara, aunque en esta ocasión. Pero todo era demasiado reciente, según el viejo, Eudoxia no podía dañarle a causa del vínculo mágico que los unía. Pero no sabía hasta que punto eso podía ser.. fuerte. Van Herden no negaba que aquel tira y afloja parecía el de dos novios de personalidades opuestas, pero están en ese punto de tirarse los trastos a la cabeza y follar como animales cuando las chispas saltaran.

Tu me das asco.. quizá también había que devolver algo de tregua. Pero eres hermosa.. de inmediato de haber soltado eso se arrepintió, su cabeza iba más deprisa que los labios y eso traicionó en su reflexión. Al menos no dijo me pones cachondo, pero era un asunto menor. Esa confesión era una arma arrojadiza, Carlein apretó los labios mirando a un lado.

Zorra del demonio.. murmuró en inglés, luego añadió en pensamiento. Supongo que no me queda otra que.. darte de comer.

 

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22/04/2016, 03:33
Eudoxia

Eudoxia volvió a quedarse estática, mirando fijamente a Van Herden, como si meditara profundamente sus palabras. Quizá tan sólo trataba de no reirse de él en su mismísima cara, o puede que incluso la idea de quedar vulnerable con un tipo así durante el día la hubiese disgustado sobremanera. En cualquier caso, ni expresó, ni pareció pensar nada al respecto. Tan sólo se mantuvo callada hasta que consideró oportuno volver a hablar.

Si quieres, te dejaré tocar lo que te plazca mientras bebo de ti. Así sentirás asco, y no ganas de "empalarme" sin cortarme en cachitos. -dijo, con evidente sorna, esbozando una sonrisa maliciosa- Al menos me entretienes. Al final ese viejo puede que me haya hecho un favor. -resopló, y se cruzó de brazos, mirando ahora alrededor, de pronto visiblemente inquieta- Si no vas a darme ahora un poco... Háblame de tu mundo. Dime qué ha hecho el hombre todo este tiempo. ¿Qué eran esas cosas de metal con ruedas que había por la calle? Y todas esas cuerdas negras, que colgaban de un lado a otro.

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22/04/2016, 15:45
Carlein Van Herden

Por muy curtido que pudiera estar Carlein, las repentinas expresiones de absoluta rigidez de Eudoxia le causaban perturbación. Cuando empezaba a asimilar algo de humanidad de la vampiresa, de repente algo en ella le recordaba lo que era. Al menos compartían la sensación de que no querían estar ahí, y menos vinculados el uno al otro. Cuando Eudoxia ofreció que podía tocar, no supo como reaccionar, arrebujándose como una culebra que espera que salte la trampa.

¿Tocarte? Dudo que quieres que te trate como a una ramera.. espetó mirándola a los ojos. Cuando debas volver a alimentarte.. veremos.. claro que su cabeza solo de imaginarse la escena despertaba instintos en el cazador, pero en esta ocasión tomaba el mando de su propia mente, recordando los ejercicios para ello. ¿Mi mundo? sonrió sarcástico. El suyo.. yo crecí fuera de sus ciudades.. pero lo que describes son coches.. lo que antaño eran carros, solo que la técnica ha permitido prescindir de los caballos. ¿Las cuerdas? Llevan energía eléctrica.. es la base por la que funcionan las cosas que ha creado el hombre.. se levantó buscando un interruptor. La ciencia ha matado a la religión y a las leyendas, por eso los vampiros siempre fueron una fantasía.. por eso bajaron la guardia. La superstición murió a manos de la razón, y la ciencia se convirtió en la nueva religión. apretó el interruptor haciendo que la luz chisporrotease alumbrando, pobremente, el sótano. ¿Ves? Luz.. luz eléctrica.

Se apoyó junto a la pared cruzando los brazos mientras la miraba. Era una sensación extraña, tan humana y tan inhumana, el depredador perfecto que le habían descrito en las historias. ¿Cómo explicar como era el mundo moderno a alguien que ha estado ausente mil años? Él era un jodido cazador, no un profesor..

También las armas.. desenfundó su pistola. Armas de fuego.. disparan balas.. como arcos, pero más letales. echó mano de uno de los bolsillos sacando un cargador, sacó una bala y se la lanzó. Esa en concreto es incendiaria. Si la disparara contra ti.. prendería fuego sobre tu cuerpo y sé que no te gustaría, créeme que a mi sí.

Seguía enzarzado en ese ritual de amenaza de los dos, ambos muy seguros de su victoria sobre el otro en caso de enfrentamiento. Pero Carlein asumía que en caso de darse, el gran perdedor iba a ser él, pero tenía que mantener la imagen de tipo duro.

 

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22/04/2016, 16:12
Eudoxia

Eudoxia se llevó una mano a los ojos, instintivamente, siseando al ser repentinamente alumbrada por la luz eléctrica brillante. Retrocedió, sobre la silla, con el rostro virado, y una clara mueca de incomodidad, para ir girándose poco a poco, hasta recuperar su posición original, y observar aquel prodigio que se mostraba ante sus ojos, protegiendo estos aún con la mano, a modo de visera- ¿El hombre? ¿Ha metido magia en unas cuerdas?- preguntó, impresionada hasta el punto de no ser capaz de disimularlo- ¿Electricidad? ¿Ciencia? ¿No más fuego?- añadió, observando entonces cómo sacaba la pistola, y le explicaba cómo funcionaba, con una descripción gráfica, en la que pudo contemplarse a si misma envuelta en llamas.

Volvió a sisear, en un tono más amenazante- Te arrancaría la mano antes de que pudieras darme con eso. -dijo, serenando su expresión acto seguido, levantándose, para caminar alrededor, y acercarse a donde se encontraba Van Herden, sólo para hacer lo mismo que él había hecho y comprobar que al darle al interruptor la luz desaparecía, y volvía a aparecer, contemplándola con profunda confusión- Todos los hombres son brujos ahora... ¿Como es posible que los strigoi hayan...? Teniendo eso...-señaló la pistola- No comprendo. 

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23/04/2016, 02:20
Carlein Van Herden

Era la primera vez que veía sorprenderse a Eudoxia, casi lo tomó como una pequeña victoria. Al final los vampiros resultaban ser tan impresionables como un humano, a Carlein se le había escapado el concepto de que la vampiresa venía de un tiempo casi remoto, la jodida Edad Media para ser exactos, y aquello era un mundo alienígena para cualquier persona moderna. Y ni te digo de una persona venida de esos tiempos.

Es complicado de explicar. Baste decir que no es magia.. es ciencia.. como.. ¿ahora qué le digo? pensó Carlein buscando comparativas, y en de esa guisa resolvió que en el año 1000 parecía que vivían en la puta edad de piedra. Joder.. como una catapulta, el caballo de Troya.. una polea, eso.. como una polea. No hay magia.. solo tecnología. 

De algún modo en ese momento se sintió superior a Eudoxia, ahora él es el que mandaba en esa ficticia pelea por el control de la relación. Carlein no podía estar más equivocado, todo el mundo sabe que al final los vampiros de tropecientos años y las mujeres eran quienes llevaban las voces cantantes en las relaciones, y si encima combinaba las dos cosas era un Game Over en toda regla.

Sería un reto interesante, ¿verdad? la miró fijamente a los ojos, esta vez él no parpadeó, y tenía verdadero aguante. Pero.. eso lo dejaremos para el día que nos matemos el uno al otro. Ahora te veo entretenida como una niña con la luz. observó como encendía y apagaba el interruptor con una sonrisa envenenada.

Entonces la vampiresa reflexionó sobre el punto clave, el que amargaba a Carlein todos los días y por el que su padre se había enfrentado a toda la Orden y la abandonó. Un gesto sombrío se adueñó del cazador, pero ni por asomo una pátina de debilidad. Eudoxia podía saborear el desdén de Carlein hacia esos hombres, una creciente misantropía que florecía en su corazón, alimentada por la forma de actuar de Setrakian.

Porque la humanidad prefirió olvidaros.. convertiros en cuentos.. en leyendas. la miró a su lado con condescendencia. Hay un dicho que la mayor victoria del Diablo es hacer creer que no existe.. y créeme que lo consiguió. Hay muy pocos brujos, chupasangres. Los confundes con científicos.. inventores.. y un puto científico no es un guerrero. apretó los labios y miró al frente, alimentando la rabia según hablaba. Empezó como un brote.. lo trataron como una epidemia.. una peste.. cuando quisieron darse cuenta los strigoi era miles. Ganaron la guerra antes de que nadie se diera cuenta. Los pocos que sabíamos que esto podía pasar.. no nos escucharon, nos llamaron locos.. bueno, en el caso del estado mental de Van Herden no irían muy desencaminados. Y aquí nos ves.. con todo el poder que se tuvo.. es gracioso. Al final.. el hombre sigue encadenado a su impotencia contra lo que no entiende. miró a Eudoxia en un alarde de seriedad, pero la vampiresa notaba como le bullía la sangre de rabia. Yo lo entiendo.. yo lucho.. yo moriré.. pero somos pocos.

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23/04/2016, 10:22
Eudoxia

Miles...-repitió, pensativa, mientras se quedaba mirando fijamente al frente, quieta como una estatua- Los humanos siempre han sido...-comenzó, y apretó ligeramente los labios, conteniendo así una palabra peyorativa que pretendía salir de su boca- Así de simples. Sus mentes no están preparadas para asimilar cosas que no comprenden, y por eso acusan, queman y matan a todo el que contradice sus ideales. Porque no soportan que el mundo en el que creen se desmorone.-se encogió de hombros- Pero ese mundo en el que han creído siempre, eran en gran parte el que nosotros deseábamos que fuera. Y supongo que siguió siendo así después. Cuando dejé de... Estar despierta.-añadió, con un tono algo más contrito- Aunque supongo que en parte, eso que me cuentas también ha sido culpa nuestra. Ya desde... Mis tiempos... Tuvimos la necesidad de escondernos de los humanos que resultaban ser más sagaces. Y por eso, comenzamos a ocultar nuestra presencia a sus ojos. 

Miraba de nuevo a Carlein, con curiosidad-  Me pregunto si lo que sabes de los vampiros de verdad es lo que nosotros querríamos que cualquier cazador como tú supiera, y no lo que hay que saber de verdad.- dijo, pasándose las manos por aquella ropa extraña que la mujer le había dejado- ¿Es normal que las mujeres se vistan así ahora? Estos ropajes son raros... Y la tela... Es diferente. Basta pero, ligera, y más o menos flexible. 

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25/04/2016, 00:06
Carlein Van Herden

El cazador escuchó a la vampiresa en silencio, mental se entiende, sin emitir ningún gruñido como si sus palabras fueran verdades que Carlein, aunque supiera ciertas, le enojaba aceptar. Desde que tenía uso de razón su padre le había instruido sobre el mito de los vampiros, lo que era cierto y lo que no, lo que servía y lo inútil. Pero en un tiempo en el que los vampiros habían desaparecido, todo lo que sabían se había ido diluyendo en la verdad y la leyenda, algo del todo ineficaz cuando uno debía enfrentarse a la verdad. 

¿Tu admitiendo culpa? espetó sorprendido, hasta se ganó una mirada de soslayo. Vaya.. parece que esos humanos más sagaces os daban miedo. añadió con cierto aire triunfal, aunque enseguida plantó delante de ella frenando cualquier tipo de réplica. Ahórrate la perorata de que ahora esos humanos están muertos y de vanagloriarte de esa inmortalidad tuya.. os escondisteis, como alimañas. Me quedo con esa parte. sonrió desafiante mientras se impulsaba con la espalda caminando por la estancia.

Sé lo suficiente. respondió con dureza. Sé como mataros. Fuego os aniquila, estacas os paraliza, aunque cortaros la cabeza también es funcional. el ímpetu del cazador se templó, se cruzó de brazos y miró a Eudoxia. Pero supongo que me arrancarías el brazo antes de que pudiera hacer nada al respecto. sonrió socarrón ante la reflexión.

La miró de arriba a abajo, aprovechando que hablaba de la ropa, solo para gozar de nuevo por la figura de la cainita. Le resultaba divertida su confusión, un oasis al que abrazarse cuando todo lo demás sabía a mierda.

Las modas cambian, da gracias que no tuviera ropa de ramera. La rubia tenía pinta de estrecha. respondió y se encogió de hombros. Siempre podemos hacernos con otra ropa.. si la encontramos. Pero me temo que las túnicas y las togas serán difíciles de entrar. No te quejes, te queda bien. valoró sin tratar de prestar mayor valor al comentario, pero hacer cumplidos a la vampiresa no entraba en sus planes inmediatos, claro que ya iba por la segunda cagada de ese tipo y rabió por eso.

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25/04/2016, 00:49
Eudoxia

- No fue mi culpa. Fue culpa de los hijos de Caín. De los que no descendían de Set.- Dijo, a disgusto, frunciendo el ceño al escuchar de nuevo la palabra "ramera" saliendo de entre sus labios- ¿Qué tienes en contra de las mujeres? Para vivir en este tiempo te pareces demasiado a los hombres que conocí en vida. Siempre señalando el comportamiento del sexo opuesto, para llenarlo de vergüenza.

Eudoxia entonces miró fijamente a Carlein, con las pupilas completamente dilatadas. Se acercó a él, emitiendo un bufido, y apoyó una mano en su propia cadera, mientras sonreía, de manera extrañamente cálida, y ladeaba la cabeza. 

Durante un instante, el hombre pudo sentir cómo la presencia de la vampiresa en aquel pequeño sótano se volvía prácticamente ineludible, como si se ensanchase de manera etérea. Pero por alguna razón, aquello se desinfló en el acto, y aunque la expresión de Eudoxia seguía siendo la misma, la incógnita y la expectación de pronto podían intuirse en el interior de sus pensamientos.- ¿Buscarías ropa para mí? -preguntó, de pronto, amable.-¿Qué más harías por mí? ¿Matarías a alguien para defenderme mientras duermo?

- Tiradas (1)
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25/04/2016, 01:12
Carlein Van Herden

El súbito arranque de natural orgullo femenino de Eudoxia hizo que Carlein alzara la ceja. La verdad es que el cazador no era una alma cándida ni había regalado los mejores afectos a las mujeres en cuanto a cumplidos se refería, pero algo le resultó gracioso en todo aquello que pronto cristalizó en respuesta.

Me resulta sorprendente, monstruo, que te sientas herida por lo que yo opine de las mujeres. respondió con un siseo amenazador. ¿Contra las mujeres? Nada. Yo odio a todos por igual, pero por eso no te preocupes. Mi respeto se ha de ganar, eso es todo, y la rubia no resultó ser todo lo simpática que parecía. se encogió de hombros con desdén, pero soltó una carcajada. Juzgas rápido, como yo. Algo tendremos en común al final.. 

Aunque al cazador no se le había escapado del detalle de quien era hijo de quién, no mencionó nada al respecto quedándose con ese dato por si fuera de valor más adelante. Entonces ocurrió algo extraño en el ambiente, una repentina opresión que hizo poner en guardia al cazador, la mirada hechizante de la vampiresa le causó una impresión extraña. Quizá lo que le llamó la atención de todo aquello fue el repentino cambio de actitud de Eudoxia, de esa agresividad a la sonrisa cálida, Carlein no escondió su mirada desconfiada, inseguro de determinar que acababa de suceder.

¡Claro! Ropa para la señorita. respondió con ironía, añadiendo luego con el mismo tono. ¿Y un baño después, mi señora? pero el rumbo de esas preguntas tomaron una ruta demasiado extraña, había gato encerrado, pero el cazador trató de actuar con naturalidad. ¿Por ti..? Nada, solo si eso ayuda en nuestra misión.. ¿Matar por ti mientras duermes..? de verdad esas preguntas le empezaron a ser demasiado.. ¿extrañas? Eres importante para la misión.. eso es todo. se limitó a responder con una evasiva.

¿Qué coño has hecho..? se preguntó en voz alta mirándola tenso, en la mirada del cazador Eudoxia pudo ver la alerta, pero también la confusión.

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25/04/2016, 01:38
Eudoxia

La sorpresa en la expresión de Eudoxia fue de nuevo evidente, al comprobar que su intento por amoldar la voluntad del cazador había resultado infructuoso, provocando que sus esfuerzos se gestasen en su contra, dando lugar a una pesadez mental algodonosa que se instaló en el interior de su cabeza. 

Abandonó entonces su disposición cándida, y volvió a sentarse, cruzándose de piernas y de brazos, para mirar a un lado, pensativa, antes de responderle.

Las palabras de un perro oloroso no me hieren. Sólo puntualizo algo evidente.-se encogió de hombros- Ser un "monstruo" hace mucho... Muchísimo tiempo que no me aflige, pequeño animalillo inferior. - volvió a sonreir entonces, esta vez con un ligero matiz de crueldad- No te han tocado ni con un palo. ¿Es eso? Claro que sí lo es... ¿Para qué pregunto? Da igual lo que me digas. Lo sé. 

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25/04/2016, 01:50
Carlein Van Herden

Carlein aun trataba de dar sentido a lo que acababa de ocurrir, pero el repentino cambio de actitud de Eudoxia no hizo más que acrecentar su cautela. Pero al verla de aquel modo, sentada, cruzada de brazos y mirando a un lado le resultó francamente divertido.

A mi no me engañas.. te has enfadado por algo. se echó a reír sin rubor alguno. ¿Ofendida la todopoderosa hija de Set? ¡Que sorpresa! Si al final será más humana de lo que ella quiera admitir.. este pequeño animalillo inferior al que le debes puntualizar lo evidente te ha calado, te guste o no. confiado en sus conclusiones, el cazador relajó un tanto la agresividad satisfecho por esa pequeña victoria sobre la cainita. Aunque cuando Eudoxia lanzó su ataque, Carlein pareció encajarlo con deportividad, se lo había ganado a pulso.

No sabes una puta mierda. fue el encaje deportivo del cazador, al fin y al cabo había herido cierta parte de su orgullo masculino. Si me crees virgen cambia de idea.. tengo mi buen historial, la que actúa como una arpía necesitada de un polvo eres tú. No te equivoques con eso..