Partida Rol por web

La chica está superfrita. Son las 8 y poco. Entra algo de luz por una rendija de la ventana. Te fijas en su habitación. Las paredes están llenas de cuadros de grupos de metal, de mujeres y algún hombre tatuados, un castillo en lo alto de un acantilado, unos pendientes con forma de dragón chino. No son pinturas, sino puzzles. 
Un poco de sangre en las sábanas, un mínimo. Y entre tus muslos. Vaya. Si es que fue muy exagerado.
Te duchas. Te despejas. Estás dolorida pero a tope de energía. ¿Podía haber resultado mejor la noche? Ojalá fuese siempre así, estás encantadísima de someterte a ella. Bajas, preparas algo para desayunar, ¿la despiertas? ¿O solo un besito y una promesa? 

Pf...vaya noche... Piensa al ver la sangre y se le tuerce un poco el gesto para nada va a arruinar el maravilloso recuerdo de la noche anterior. Y no va a despertar a Frisbee, sería hacerle una putada innecesaria, pero si que le da un beso y la deja bien tapadita antes de irse, dejando una nota escrita a mano en la mesita de noche. Esperaba que la leyera, en cualquier caso, luego le mandaría un mensaje.

Perdona Frisbee no quería despertarte, me voy a trabajar, tengo esa cita importante que te comenté. Mándame un mensaje cuando te despiertes si quieres. Besos. 

Alice...Honey ;-)

Dicho y hecho, Alice se mueve silenciosa por el apartamento para no molestar y se va para coger un taxi. 

La tatuadora no se despierta. No has tenido la oportunidad de comentar con ella. Ya lo harás. ¿Y cómo le explicas que el sábado te vas? ¿O no te vas? Tienes el viernes para quedar. De tranquis, que entre anoche y esta tarde...Jo. ¿Ibas a seguir adelante o solo charlar? Bueno, ahora a lo que toca. En fin, te pones un poco de crema en el culete y a ver. Sí que te torteó bien Frisbee. Te acuerdas...moló mucho.
En el taxi repasas la documentación. Lo tienes bastante claro. Eso crees. No has podido estudiar a fondo el tema de las monedas, pero confías en tu memoria. Hay un par de mensajes de Michelle, uno cómo estás, qué tal todo. El otro, consejos para la cita. "Déjale hablar, síguele el rollo. El precio es el que es. Los detalles cuando se vea conmigo. Ningún dato del vendedor (que tampoco lo sabes). Ah, es gay. Por ese lado no te preocupes. Asegúrale que el acuerdo es firme. Y preséntate impecable". Te insiste.
¿Vas impecable? Te duelen las nalgas. Necesitarías hielo.
La cita es en una elegante cafetería. Te da tiempo a leerte de nuevo el dossier. ¿Nervios? ¿Y la cabeza, dónde la tienes? Uff, estás superincómoda sentada. Te arden los glúteos y te duele un poco el culo. 

El ardor de las nalgas resultaba bastante molesto pero nada que no pudiera soportar, le manda mensajes a Michelle asegurándole que todo irá bien, que toma nota de sus consejo...y que, por supuesto va mpecable. Y adjunta selfie con una tan sonrisa. El maquillaje hacia milagros para ocultar las líneas de cansancio de la noche anterior.

Por fin en la cafetería, Alice se ubica en una zona central, una mesa con buena iluminación y que no estuviera en el camino del servicio ni de los camareros. Era incómodo hablar con gente pasando muy frecuentemente al lado.

Repasa los papeles y pide un café. Tiene que hacer su mejor esfuerzo para centrarse, nada de nervios, debía enfocarse. Lo haría bien, era fácil, solo que la presencialidad le sabe menos margen de error.

El tipo que te saluda estrechándote la mano con efusividad y una sonrisa de oreja a oreja, es Bryan Tyir. Su aspecto es desenfadado, jovial, unos cuarenta años, ropa cara, elegante en su estilo. Te pide con buenas formas que tomará un café. Asientes y avisas a la camarera.

Bryan, si bien se muestra en todo momento con lenguaje educado, deja desde el principio muy claro que está disgustado con Michelle. Es la primera vez que trabaja con ella, se la han recomendado y puesto por todo lo alto y resulta que no se presenta ella. Que sí, que la semana próxima, que le ha explicado las circunstancias de edtos días. Sin embargo no está conforme, lo mismo anula el trato, tampoco es tan bueno, según él.

Tú sabes que el negocio es bueno para ambas partes. Un vendedor privado se quiere deshacer de esas monedas, el precio no es negociable, te avisó tu jefa. Y le sale a cuenta al comprador, ya que el vendedor necesita líquido.

Te remueves en la silla. Ay, las posaderas. 

-¿Se encuentra bien señorita?

-Si, disculpe.- se apresura a decir Alice sin mutar su gesto serio pero amable, no piensa permitir que el escozor le fastidie el trato que ya de por sí se ha puesto...de culo, nunca mejor dicho. Pero a estas alturas la morena esta bregada en estas lides, encontraría la manera de darle la vuelta a las cosas.

Procurando no removerse más y, en caso de tener que hacerlo, que fuera de manera disimulada con un cambio de posición al cruzar las piernas, incorporándose brevemente para señalar un papel, inclinándose para mostrar algo en la tablet...naturalidad pero disimulando...venga Alice tu puedes, no es para tanto...

Sobreponiéndose a la situación la morena aprieta las tuercas Bryan, no da ninguna explicación sobre la ausencia de Michelle, eso sería poco ético, alude motivos personales y destaca que actualmente ella misma ya llevaba muchos asuntos importantes con otros clientes** y que todos habían mostrado estar conformes con su desenvolvimiento. Luego cuando, Tyir pretende presionar con anular el trato Alice no varía para nada su discurso, se muestra sonriente y se tira el farol de que en tal caso no pasa nada, buen rollo y tan amigos*** que si no era en esta ocasión con este trato tan bueno que otros clientes ya habían mostrado interés, clientes que preferían mantenerse en el anonimato, pero Michelle había sido clara en que el señor Tyir le había parecido un cliente potencial lo suficientemente serio como para establecer una buena relación comercial...unas gotas de dorar píldora y unas cuantas alusiones a la seriedad y profesionalidad del trato, un recordatorio de lo ventajoso que era este asunto en concreto por sus ganancias a futuro...Alice saca toda la artillería pero sin prisa, si tiene que estar toda la mañana con esto, lo estará.

Con la cara de póker que te ofrece Bryan, no estás muy segura si le convences o no. Te parece que el farol funciona pero sigues sin tenerlo claro.
Él insiste, tú esquivas, rodeas, doras la píldora, garantizas beneficios. Ya has negociado antes, eres de total confianza para Michelle , "me la follo", no, eso no lo dices. No en voz alta.
Otro café. Cambias de posición. Usas la estrategia de levantarte, moverte, mostrar detalles de las monedas en la tablet. Te fijas en la mochila sobre una de las sillas. Y te viene su contenido a la cabeza. Y lo de esta tarde. Y te pones algo nerviosa, lo cual hace pensar a tu interlocutor que es debido al trato. 
Sonríe, piensa seguramente que puede exprimirte un poco.
-¿Y cuánto tiempo dice que lleva con la señorita Feifer?
"Y tú eres receptor o dador" ¿? Se te va un poco. Quieres hacerlo bien pero el dolorcito te recuerda otras escenas.
-Aceptaría una rebaja del 10% . ¿Puede decidir sobre eso? -insinúa.
Logras ponerte seria y centrarte del todo. Vamos, Alice

-No señor, Tyir, las condiciones son las que son y aunque la señorita Feifer estuviera aquí el precio hubiera sido inamovible igualmente. -asegura, pero sin hacer drama, no usa la estrategia de "mi jefa dice" sino que se muestra férrea como una roca, sin ceder un palmo, el trato era muy bueno, ella lo sabía, realmente las monedas se revalorizarían en muy poco tiempo y el vendedor necesitaba la pasta ya, por eso aceptaba un precio ya rebajado. Pero no había margen a una rebaja mayor porque eso sería regalar un puto tesoro. Tyir también debía saberlo pero pretendía hacerse el difícil, amenazando con anular el trato y quejándose para que Alice se sintiera pequeña. Pero no lo había conseguido.

Tal vez fuera por la noche anterior o tal vez fuera por la confianza que Michelle tenía en ella, pero aquí la morena se sentía fuerte, partiendo el bacalao...estaba empoderada y su determinación brillaba en su mirada. Era el momento de, como dirían los españoles, entrar a matar.

Alice saca el papel del contrato de compraventa y lo desliza sobre la mesa hacia el centro para que Bryan tomase una decisión.

-¿Acepta, señor Tyir? No se arrepentirá. - todo o nada, no había motivos para alargar la negociación, no es que estuviera cansada pero llegaba un momento en que había que plantarse.

El cliente era duro. Tú tienes la lección aprendida. Te creces. Porque eres así, fuerte, decidida, determinada en tus acciones. Bueno, no siempre. En la vida profesional, sí. En tu vida privada.
Buf. Eso es otra historia.
Bryan tiene que decidirse. En definitiva su enfado es porque no está gestionando directamente con Michelle, sino con su asistente. Que tienes carácter, pero no eres ella. Le da la sensación de ser un cliente se segunda.
Coge su móvil.- Hago una llamada. -Se levanta y sale un momento a la calle.
Aprovechas para revisar mensajes, los que te interesan. El de Frisbee, de voz.
"Joder, tía, te largas sin un puto polvo mañanero. Esto no se hace, jajaja. Qué ganas de ti, Alice. Me voy a la ducha a jugar con el chorro del teléfono y tu coño. Jaja. Oye, ¿qué tal...el culo? Llámame."
De Sey.
"Hola, Alice. Sigue el plan, ¿no? A las cinco donde me dijiste. Cualquier cambio avisa con tiempo."
Bryan sigue afuera, ves que habla con alguien por el iphone. Confías en que regrese. Menuda cagada, si no. ¿Llamas a Michelle por asesoramiento? ¿Contestas a Frisbee? ¿A Sey? 
Uy. El culete. Joder, ya son casi las 12, ¿llevas una hora con este tío? 

Se le escapa una sonrisa culpable cuando escucha discretamente el audio de Frisbee y niega con la cabeza, disimulando su sonrisa con un sorbo de café:

Si te despierto con un polvo no llego a trabajar, ambas lo sabemos jeje...Disfruta de la ducha y mi culo...bueno me recuerda continuamente lo bien que lo pasamos anoche. Te llamo en un rato, besos.

Enviar. El café y echar un vistazo alrededor hace que su sonrisa se relaje hasta una tonalidad tranquila y neutra, mucho más apropiada antes de responder el siguiente mensaje, el de Sey:

Confirmadísimo, a las 5 en el hostal. Si.

 Enviar. Alza la vista y busca a Bryan, suspirando un poco...esperaba que esto saliera bien, Michelle había confiado en ella...no podía echarlo a perder, aunque estaba segura de estar dando lo mejor de sí. Claro...que ella no era Michelle. Y contra eso nada podía hacer.

Bryan tarda lo suyo. ¿Lo hace a propósito? ¿Con quien consulta, su abogado, un gestor, su pareja? ¿te quiere poner nerviosa o simplemente es que discuten acerca de si sí o si no? Repasas el móvil, no mucho más. Brenda y sus cotilleos y sus memes graciosos. Brrr. Sey responde con un dedo levantado.

Qué lata. Tienes ganas de irte para casa, mimar tus mofletes, y...y qué más...que el tiempo pase rápido hasta las cinco.

Bryan entra , toma asiento, sonriente. A medias, no te gusta del todo esa sonrisa.

-Disculpe por la demora. Eh... Voy a aceptar. Casi seguro que sí. No creo que me esté colando gato por liebre. Michelle tiene esa reputación de la que me han hablado. Y usted parece sincera. Nerviosa, no me trago de que haya hecho muchos acuerdos, pero por mí vale como me ha "convencido".

Se pone en pie y te extiende la mano.- No voy a firmar nada...Alice. La semana próxima contactaré con usted. Quiero una cita con la señorita Feifer. Tiene mi sí. Bien, nunca nada es seguro. Un placer.

No he ha firmado, pero sí tienes un acuerdo de palabra. ¿Lo tienes?  Y ahora...En fin, lo has hecho impecable, estás segura. Maldita llamada. Bueno, toca llamar a a tu jefa e informal. Luego, ¿a Frisbee? ¿y te vas a la pensión o prefieres pillar el motel y allí mismo descansar y comer cualquier cosa?

-Está bien, supongo que ya no puedo convencerle, señor Tyir. Nos vemos la semana que viene.- fuerza la mejor de sus sonrisas mientras estrecha la mano del...no cliente. 

Que mierda, Alice...que mierda... Deja un margen a que Bryan se vaya, no quería encontrarse en la incomodidad de despedirse de nuevo en la puerta. Se pide una tila mientras recoge los papeles; hacía rato que la hubiera pedido pero pensaba que eso confirmaría las sospechas de Bryan sobre sus nervios y no se lo podía permitir. En lo que le sirven la infusión recoge los materiales y va al baño, rezando por tener un poco de crema aunque fuera de manos para ponerse en las nalgas.*

Cuando sale del baño vuelve a ocupar la misma silla y saca su teléfono, presta a llamar a Michelle.

Despúes de refrescarte y aliviarte un poco con la crema en el baño, contactas con Michelle. Buzón de voz. Te bebes la tila a sorbitos, decides hacerlo de pie en la barra. Llamas de nuevo a los cinco minutos. Igual.
Pruebas con Frisbee. Más de lo mismo, contestador.
Qué coñazo. 
Mejor un paseo que sentarte ahora mismo. Tras diez minutos pruebas con Michelle, nada. Le dejas mensaje que te devuelva la llamada. ¿Le adelantas algo por telegram?
Entra llamada de Frisbee. Su alegre voz te anima. Su influencia te recorre el cuerpo como un ejército de hormigas, pero no es lo mismo que en la intimidad. Eres más tú. Pero que no te pida algo, que te dan sudores fríos aunque te niegues.
-Qué pasa, honey. ¿Y esa entrevista? Tenemos que quedar otro día, comemos juntas. No el coño, jajaja, de comer comida. Buah, jajaja. Que estuvo muy guapo lo de anoche, tía, qué puta locura. Me moló la hostia, quiero repetir, a ver qué más me enseñas.

Vaya fastidio de nuevas tecnologías...bueno mejor no ponerse ansiosa...Alice decide dar un paseo en dirección a la pensión, si se le hacía largo ya cogería un autobús para el camino que le quedará. Entre tanto aprovecha para no estar sentada y fumar algunos pitillos.

Entra la llamada de Frisbee y sonríe antes de cogerlo.

-Bueno no me hables de la entrevista...ha sido durísimo el muy capullo...- está visiblemente contrariada, no llega a triste pero si decepcionada consigo misma- Aunque al menos sé no ha sido por mi, el tipo es un hueso duro, dice que ya quedaremos para otra semana. Veremos a ver por dónde sale...-​​​​​​-fuma, a falta de Michelle, tampoco estaba mal desahogarse con Frisbee, después de lo compartido anoche sentía que estaba más cerca de Frisbee que antes.- Y...si bua lo de anoche fue...fue increíble jaja...me muero por repetir...pero hoy voy a estar liada, y está noche estaré muerta de agotamiento y se que si quedo contigo acabaré aún más muerta. ¿Y si quedamos el viernes para comer? El sábado por la mañana vuelvo a Escocia, pero creo que el viernes no tengo nada. ¿Quieres?

-No creo que más duro de lo que yo te di, jajaja. Perdona, qué gilipollas soy. Los jodidos negocios es un mundo difícil, una mierda. Pero me da que se te da bien. -escucha lo del vuelo.
-Hostias, Escocia. Mola.¿Todo el finde? ¿Y con quién follo yo? Jajaja. Nada, pásalo bien, seguro que igual tengo lío, con tattos y eso. El viernes aprovechamos, que te lleves un buen recuerdo a Escocia. Comemos, claro, y pasamos el resto de la tarde y noche follando. Te llevo por la mañana al aeropuerto.

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-Que tonta eres jajaj-  le dice cariñosamente ante su primer comentario.- si, el finde, creo que vuelvo el lunes. Y vale, parece un buen plan de viernes, te lo compro pero...¿Cómo vas a llevarme al aeropuerto? ¿Y la maleta? ¿Podrá ir en la moto?-  Alice no tenía pensado llevar una gran maleta pero a ella se le antojaba imposible llevar ni que fuera una maleta de mano en una moto.

-Ya...la maleta...Yo viajo con muy poco equipaje. Si es pequeña la metemos en la de la moto...No te preocupes, Alice, ya pillo un puto coche.-te entra nueva llamada. Es el número de Michelle. Te despides de tu amiga, los negocios, ya sabes.
-Vale, tía. Te paso a buscar mañana. 
Jo, qué semana. ¿Va a aguantar tu cuerpo? Por supuesto, que tienes 24 años.
Carpe diem.
Tomas aire.  A ver cómo se lo cuentas. Ha ido bien, ¿no? Bryan ha dicho que sí. Solo queda confirmarlo. Buf. ¿Y si bebes algo para coger valor? Y llamas tú luego. ¿Por qué? No se ha roto el acuerdo. La entrevista fue genial. Sin problemas. 

No no...Alice, nada de escaquearte. Has hecho lo que has podido...Michelle lo verá y no se enfadará...o no mucho. Suspira para coger aire apaga el cigarro y devuelve la llamada.

-Hola. Ya acabé la entrevista con Bryan Tyir.- intenta sonar segura y quiere pensar que lo consigue...pero Michelle la conoce como un libro abierto.- No ha ido del todo bien, pero el trato sigue en pie...en teoría...Lo siento, no sé que ha podido pasar. Insiste en hablar contigo la semana que viene, que sin tratar contigo no firma.- suspira, abanicándose con la mano para darse algo de aire.

-Hola, asistente Alice-su tono, como siempre al principio, neutro, seguro, de alguna manera transmite confianza con tan solo dos palabras. Y un poco suena a broma. Tú haces lo posible por mostrar seguridad.
Te escucha sin interrupción.-Entiendo
 Dame más detalles. Se los das. Informas de pormenores de la conversación, un resumen sobrio, correcto y veraz. Durante unos segundos el silencio estrecha tu cuerpo y esa sensación en tu mente no te gusta.
-Te noto frustrada. Entraba en mis planes que no quisiera firmar. Si ha mantenido el trato a pesar de que no has cedido a sus exigencias o disgusto, eso es bueno. Y si lo cancela, no hay de qué preocuparse, encontraremos a otro cliente, ya tengo posibles en mente. 
Pausa de unos segundos para que te tranquilices.
-Anímate. Eres una perfeccionista y no quieres fallarme. No lo has hecho. No me tengas tanto miedo. Relájate un poco. Se más tú como cuando lo eres conmigo. ¿Quieres castigarte? Mañana día libre, para que te aburras. Soy mala, ¿eh? Fin de semana largo. -¿lo dirá por el encuentro de esta tarde? No lo menciona directamente. -¿A qué hora es el vuelo del sábado?