Partida Rol por web

Aquello fue lo máximo que pudo soportar Penelope en su fragilidad, aquellos seres espeluznantes surgir de la nada y acercarse con aquella lentitud pasmosa. Fue demasiado. Quería volver a su casa, quería estar entre los brazos de su hermana y sentirse protegida de todas aquellas cosas horribles. Pero eso no iba a volver a pasar nunca.

Estaba tan asustada que, sin pensarlo siquiera, soltó un chillido y se fue corriendo siguiendo la estela de Carl, es decir, camino a los bungalows.

Apenas medio minuto más tarde de ver pasar a Carl y aún sin que hubieran apartado las linternas de aquel punto, pasó Penelope corriendo. El momento fugaz en el que vislumbraron su rostro parecía indicar que la chica estaba a punto de echarse a llorar.

Apenas unos cien metros más adelante se escuchaba bastante ruido. Parecía que estaban a punto de llegar.

Quizás debido a la ceguera del flash y a la distancia, Hugo no se percató en un principio de la presencia de aquellas dos figuras, y cuando lo hizo ya era demasiado tarde para asustarse. Iba a negar con la cabeza cuando el chillido de Carl le interrumpió, distrayéndole. ¿En serio? ¡¿En serio?!

Salió corriendo y Hugo no pudo más que intentar aguantar una sonrisa divertida. ¿Pero él no era uno de esos machotes? Lo que le gustó menos fue ver que Penélope salía corriendo casi detrás de él, asustada a más no poder. Que una chica que le había demostrado su sensibilidad fuera corriendo sola por el camino, sin cuidado, le pareció muy mala idea. No es que el chico fuera un caballero, pero se preocupaba como todo ser humano.

- Iré a buscar a Penélope. Supongo que a la velocidad que Carl se ha ido ya habrá llegado al campamento.- le comentó a Bobby antes de empezar su camino en busca de la pelirroja.- Si llego a saber que iba a sudar me habría puesto otra camisa...

Poco a poco, a medida que su parte racional comienza a tomar de nuevo el control de su mente y su cuerpo Jhon sale de su estupor. -Vale, hay muchas razones por las que una persona puede caer súbitamente al suelo, y una posesión demoníaca es la menos probable de todas- razona mentalmente. Su tío Peter tiene otra idea al respecto pero por primera vez en todo el día la parte científica y racional del nerd está consiguiendo callarle... casi del todo al menos.

- puedo ir yo- se sorprende diciendo - err, a la recepción me refiero, errr, a llamar por teléfono digo- mira a la monitora esperando su aprobación. 

- Genial chico, ¿ahora eres un héroe?- consigue hacerse entender Peter - claaaaro, quieres quedar bien para cuando venga la dulce niñita, es eso verdad, eres un pedazo de cabroncete...- 

- ¿Voy o no?- pregunta en una voz demasiado alta con la que pretende callar a la vocecita de su cabeza

La chiquilla pega un grito señalando la figura moverse a toda prisa, Dylan señala hacia el lugar con la linterna, y alcanzan a ver a uno de los compañeros corriendo como si le persiguieran los demonios, con el rostro desencajado del miedo. Luego otra compañera  igual... Eva intenta gritar sus nombres, pero el miedo que sentía de repente, juntado con la extrañeza hace que no los recuerde, que simplemente los siga con la mirada sin saber muy bien lo que hacer. 

Tira un par de veces de la camisa del chico -¿se...seguimos...o volvemos?- no estaba muy segura de lo que había pasado "seguramente alguna broma de los monitores a los novatos. Sí, eso tiene que ser...". Sacude con energía la cabeza para aclararse las ideas -tenemos que encontrar a Bobby. Seguramente les hayan gastado una broma y estén demasiado asustados, aunque no lo reconociesen en la hoguera- ella misma se había contestado a la pregunta. No le hacía falta pensar demasiado, aunque no parecía demasiado segura con sus palabras. 

- ¡Eh! ¿A dónde vais? ¡Que no es para tanto!

Sus gritos a los que dos que salieron corriendo ante el terror no sirvieron de nada. El chico llamado Hugo se ofreció voluntario para seguirles, pero él, como monitor, debía tomar responsabilidad de inmediato. Si dejaba que se perdiesen podrían resultar heridos.

Sabiendo que Jake y Ashley se encargarían del resto en el altar, siguió a Hugo corriendo tras ordenar a los que quedaban que se marchasen cuanto antes a dormir.

- ¡Han pasado los cinco minutos! ¡A dormir! ¡Jake y Ashley os acompañarán!

Segundos más tarde, tanto Dylan como Eva escucharon más pasos apresurados. En este caso se trataba de Hugo y de Bobby.

Bobby estaba preocupado. Nunca imaginó que fueran a salir corriendo de esa manera. Lo de la chica lo comprendía, pero lo del chaval...

Menudo cagueta. Le recordaré el grito que ha pegado todos estos días.

Entonces se encontró con Eva y con Dylan y se vio obligado a parar, extrañado.

- ¿Qué hacéis vosotros dos solos aquí? ¿No iríais a hacer cosas íntimas? ¿Verdad? Creí que Mai os iba a dejar en la cama.

Mira con el ceño fruncido a Bobby cuando aparece acompañado por Hugo. Se cruza de brazos y respira más tranquila -al fin te encontramos- prefiere morderse la lengua y no decirle algo indevido al monitor por sus palabras -Mai nos mandó a buscarte. Jenny se ha desmayado y tiene convulsiones- espera a que entendiera lo que quería decir, que necesitaban que volviese lo antes posible al campamento. Más tarde preguntaría lo que había sucedido con los otros dos... Al contrario que los dos que han salido corriendo, tanto Bobby como Hugo parecen realmente calmados. 

La expresión preocupada de Bobby se acentuó ante las noticias de Eva. Ahora debía elegir. ¿Ir detrás de los que habían salido corriendo o ir con ellos dos y esperar a que los otros dos llegasen sanos y salvos?

Esta Mai... ya podía haberse encargado. ¿Qué podré hacer yo?

- Está bien. Hugo, dejo en tus manos que encuentres al menos a Penélope. ¿Está claro? El otro parecía tener muy claro el camino de vuelta. En cuanto la encuentres al campamento directo y no te adentres en exceso.- después colocó su mano en el hombro de Dylan para animarle a reemprender la marcha.- ¡Vamos!

La muchacha apenas reaccionó cuando Jane la cogió por el brazo, haciéndola posar para la cámara que empuñaba Hugo. Sin embargo, dar la espalda al pseudo altar no entraba dentro de sus planes, y a pesar de que llevaba esperando el momento desde que salieron del campamento, no pudo evitar darse un susto de muerte al ver por el rabillo del ojo una mano rozar la mejilla de la asiática.

Y luego un rostro grotesco, deformado por las sombras que provocaban las linternas en la precaria oscuridad del bosque nocturno. Parecía una pesadilla de infante escenificada por el cine de terror.

Alex ahogó un grito y pegó un salto, apartándose bruscamente de sus compañeras con tal mala suerte, que un mal paso atrás la hizo caer de culo sobre la húmeda hierba que rodeaba las rocas. La joven resopló molesta, con el corazón agitándose dentro del pecho, las mejillas casi tan rojas como su pelo, y el susto momentáneamente sustituido por la rabia y la vergüenza ante su reacción.

Parecía que Dylan y Eva habían desaparecido por el camino hacía ya una hora pero en realidad no habían pasado más de quince minutos cuando apareció Bobby seguido por ambos chicos pero sin los demás, andando con paso rápido hacia el grupo que aún no se había decidido a moverse de al lado de la inconsciente. Hacía ya un rato de Jenny había dejado de convulsionar y ahora, aunque se veía pálida, parecía estar recuperando su tono de piel natural.

El primer momento en el que notó la mano fría acariciar contra su mejilla tuvo unas incontenibles ganas de lanzar un potente alarido que hubiera resonado hasta la carretera y sin embargo, algo en su cerebro le dijo que todo estaba bien. Tardó varios segundos en identificar lo que era pero pronto aquel conocimiento inconsciente se deslizó hasta sus pensamientos, sugiriéndole que ningún fantasma tenía las manos morenas y que el "mellizo" que acababa de asustar a Carl tenía una sonrisa extrañamente familiar a la de uno de sus monitores.

Cuando se giró para ver el rostro que tenía casi pegado pudo descubrir un punto en el que el maquillaje no era simétrico y los ojos de Ashley devolviéndole la mirada.

- Un maquillaje muy logrado - comentó risueña, sintiéndose en su salsa y dirigiéndole una sonrisa algo azorada a Alex, que parecía sumamente avergonzada por su reacción. Le tendió la mano para ayudarla a levantarse -. Al menos has reaccionado normal - su voz sonaba casi como una disculpa a pesar de que ella no tenía nada que ver, pero le sabía mal haber contemplado aquel momento de debilidad que claramente avergonzaba a la chica.

Tras la marcha de los dos, me senté a una distancia prudencial de Jenny, no tan cerca como para contagiarme si tuviese un virus alienígena, ni tampoco lo suficientemente lejos como para que pensaba que la rehuía.
Desde la distancia le preguntaba si se encontraba bien al tiempo que miraba en todas las direcciones. Si esto seguía así, mi cuello pronto se parecería a un enorme tornillo.
Me muestro sorprendido ante las palabras de John. ¿El gafas es un tío valiente?

Y cuando veo a Bobby venir con los demás me levanto aliviado. Me quiero ir a mi Bungalow y llamar a mi padre por teléfono.
Bueno, ya podemos llevarla a la enfermería. Todos juntos Remarco rápidamente

Nunca se había alegrado tanto de ver volver al monitor junto a su amigo y a Eva. Aquel tiempo se le había hecho eterno, como si alguien hubiera dado al pause en una película.

- ¡Al fin!- No les reprendía la tardanza. Sino más bien agradecía su llegada.- ¿Todo bien? ¿Os ha perseguido alguien? ¿Habéis visto... algo?

Escuchó a Andrew hablar. Tenía razón en que habría que llevar a la chica a la enfermería, cosa que pensó que podrían haber hecho mientras llegaba Bobby entonces. ¿Porque qué sentido había tenido esperar allí para hacer lo mismo? ¿Es que Bobby tenía las llaves del lugar? Sea como fuere, no quería pensar y dejó esa actividad para el resto del grupo, al igual que el esfuerzo de llevar a aquella chica en brazos.

- Bien. ¡Me pido dirigir!

Una carcajada salió de mi boca, sin poder contenerme. La cara de Carl había sido demasiado graciosa y, aunque había conseguido tirarme al suelo, aquello no ensombrecía el buen resultado de la broma. Sin embargo, para cuando me levanté, tanto Penelope como Carl habían desaparecido en la oscuridad y mi júbilo pasó a preocupación al instante.

Me giré hacia Bobby, Hugo y las chicas, pero para cuando lo hice los chicos ya había salido en pos de los que habían huido. Seguramente los que huían irían al campamento a alertar a sus compañeros o a pedir ayuda, pero si se perdían... Aún así, tampoco podía dejar a las chicas solas.

No pasa nada, tranquilas. Dije, intentando tranquilizarme yo también de la mezcla de excitación y preocupación.  Les dediqué una sonrisa de disculpa. Somos nosotros.

Esperé unos segundos a que las más asustadas se calmaran antes de proponer volver al campamento. Bueno, es tarde y mañana tendremos que madrugar. Hemos preparado actividades y juegos para que todos nos conozcamos un poco mejor. Volvamos.

No quería que vieran mi preocupación. Si los tres chicos y Bobby no habían vuelto al campamento para cuando nosotros llegásemos iba a tener que salir a buscarlos.

Por cierto. Dije, mirando a Jane. Eres muy buena.

Alex aún seguía sentada en la hierba, con la mirada fija en el suelo y el ceño fruncido en una expresión malhumorada, cuando Jane se acercó a ella y le tendió la mano mientras comentaba algo en tono de disculpa. La joven estaba demasiado absorta en su propia frustración para escuchar las palabras de la asiática, pero el timbre de su voz, como si tratase de reconfortarla, la hizo reaccionar.

La pelirroja alzó los ojos, y al ver el gesto de preocupación de su compañera, cayó en la cuenta de lo ridículo que estaba resultando todo aquello. Miró a sus monitores, con la cara pintada de lo que parecía una mezcla entre alien y zombie, luego a Lizzy, que no se había movido del sitio, y por último de nuevo a Jane.

Le entró la risa, coreando con sus carcajadas las del pintarrajeado monitor. Sujetándose la tripa y tratando de contenerse, la muchacha se levantó del suelo y se unió a sus compañeras para volver a los bungalows.

Después del pequeño susto inicial, más por lo imprevisto de la aparición que porque pensara que los gemelos estuvieran atacando, Lizzy comenzó a reirse por lo bajo alucinada por el buen trabajo de maquillaje de los dos monitores, o por lo menos a la poca luz así le parecía.

- Genial... Qué bueno, vaya par de gemelos más aterradores, aunque demasiado previsibles.

Su risa fue en aumento al ver a Carl echar a correr como alma que lleva el diablo, aunque el ver que Penélope también se alejaba asustada ya no le hizo tanta gracia, pero desde luego la reacción del supuestamente más valiente del grupo se la recordaría al día siguiente. Eso no iba a quedar así.

Miró a Alex sentada en el suelo sin poder dejar de reirse. Aquel había sido un gran comienzo de campamento y una buena anécdota para contar, además siempre se podía aderezar con algo de inventiva.

- Espero que hayáis salido también vosotros en la foto porque quiero una copia ya. -Se dirigió a los dos monitores, los cuales ya tenían ganas de volver al campamento, y encogiéndose de hombros porque la diversión ya estaba finalizada, siguió al resto directa a los bungalows.

Llegan al campamento antes de lo esperado, se había hecho más corta la vuelta que la ida en busca del monitor. 

¿Todo bien? ¿Os ha perseguido alguien? ¿Habéis visto... algo?

La pregunta de Lenny hace que la muchacha mire significativamente al monitor, quería respuestas a unas preguntas nunca formuladas, para después volverse a girar hacia su compañero -hemos visto a algunos chavales del campamento... - ¿dónde estarían los que faltaban?

-Sí, creo que lo mejor que podemos hacer es llevarla cuanto antes a la enfermería ... ¿hace mucho que dejó de convulsionar?- mira a la rubia prototipo perfecto de barbie con preocupación. "La pregunta es más bien doble, si había dejado de convulsionar hace mucho, ¿por qué narices no la habían acercado YA a la enfermería?"

Sin esperar más, acompaña a los chicos que cargan con la muchacha, iluminando el camino con la linterna.