Partida Rol por web

Elize escucho las palabras de consuelo que Nyoko le había dedicado, y mirándola, trato de limpiarse los ojos con las mangas y acompaño a la gemela pelirrosa. Nyoko tenía una llave, Simón otra, y Kukiko tenía su gelidez la cual había sorprendido a los otros dos miembros del equipo. Todo el equipo se juntó alrededor de la puerta... Y fueron abriendo los candados con las llaves. El tercero se deshizo cuando Kukiko acercó sus congeladas manos a esté.

Una vez abiertos los candados... todos os disteis cuenta de una cosa. La puerta... ¡no se abría! Parecía estar cerrada por el otro lado. Pero no dio tiempo a enfadarse, sorprenderse o entristecerse... porque al poco, bajo vuestros pies se abrió un portal parecido al que os trajo de vuestros hogares hasta sala... sólo que a modo de trampilla, por la cual todos caisteis.

Caisteis todos sobre asientos cómodos, en lo que parecía una gran sala de actos, con un gran atril en medio de muchos asientos... Y no estabais solo vuestro equipo aunque vuestros compañeros estaban a los lados. Había doce alumnos en total, todos igual de confundidos, y sin saber que pasaba.

A punto estuvo de que se me saliera el corazón por la boca, por poco pensaba que ese kunai iba a dar de lleno a Trini. Y cuando abrí la boca para soltar una reprimenda seguí la dirección de los ojos de Tsuku debido a su extraña reacción y lo que vi hizo que por un instante me olvidará de lo que había ocurrido para estallar de alegría.
-Si, si, si, lo conseguimos.
Me sorprendió la repentina motivación de Xue al quitarme la llave.
-Eh, ahora estamos en paz.
Observaba expectante como se abrían los candados ligeramente inclinado hacia delante y mi expresión cambió a preocupación al ver que no se abría pero antes de decir o pensar nada ya teníamos un portal a los pies por el cual caímos todos.

La caída no fue tan bien conmigo ya que debido a que estaba inclinado hacia delante había caído al revés de como se esperaría estando mis pies sobre el asiento y mi cara estampada contra el suelo frente al asiento, el cual por cierto estaba bastante limpio, pero como si nada hubiera pasado me levante de un salto intentando aparentar que no había pasado nada pero claro yo era el único de pie por lo que lo único que hice fue llamar más la atención. Puse una de mis manos en la nuca y sonreí mientras me sentaba fue bastante vergonzoso la situación y encima seguro que el resto se llevarían una mala impresión de mi.
-¿Entonces ganamos el juego? ¿O perdimos? Porque el portal apareció justo al nosotros terminar como si fuéramos los últimos. -susurre a aquellos con los que había formado equipo, entonces recordé como "abrimos" el último candado y mi expresión cambió a una más serio- Cambiando de tema Tsuku ¿se puede saber que estabas pensado al tratar de atacar a Trini si no llegas a fallar quien sabe que habría pasado?
Parecía un mal intento de padre regañando a su hija.

Yo parecía uno de esos emoticonos del siglo XXI tan exagerados, con una cara de sorpresa que no sabía como me cabía. Ya me notaba el pelo viscoso y mojado, debía parecer como que me había meado por todos los poros del cuerpo. Me salió un grito condenado por el kunai de Tsuku, pero gracias a no sé, gracias a Chuck, no me dio, y hasta se presentaba una situación llena de suerte.

Y de repente, caí. ¡nooooo! Tsuku se equivocaba, no debía ser para nada como el hipo, porque no importaba donde fuera a aterrizar, mi aceite seguía ahi, y el aterrizaje iba a ser, como mínimo, ridículo. Mi cuerpo estaba empapado con esa substancia resbaladiza, toda yo estaba lista para que me rebozaran con pan rallado. Y así llena de aceite,

¡PLFRGHF! Más o menos así fue el ruido que mi cuerpo aceitoso hizo al tocar el asiento, y resbalar contra él. Y mi desgracia no paró ahí: mis muslos y mi espalda resbalaron contra el respaldo de mi asiento, salí disparada como una bolita hacia adelante con las patas proegiéndome el cuerpo, ¡y todavía más! Mis zapatos ya estaban llenos de aceite, así que también resbalaron contra el asiento de delante, hacia arriba, y como también tenía la espalda llena de aceite, todo mi cuerpo acompañó la inercia, y me quedé boca abajo, con los pies al aire. Por suerte, la misma maldición de aceituna que me había hecho acabar en tan indigna posición, también me impidió hacerme daño, porque en vez de destrozarme la nariz, me resbaló la cara entera contra el suelo, y luego el torso, hasta que quedé tiesa debajo de mi asiento y el de delante.

Intenté levantarme, pero cada vez que apoyaba una mano o un pie, resbalaba y volvía a caer. Parecía una imbécil tratando de nadar en el suelo. Me habría puesto a llorar, pero me daba vergüenza, así que preferí conservar la dignidad respondiéndole a Axel. Lo importante es participar, y no fue para tanto, hombre. Y como no, presentarme. ¡Hola soy Trini! ¿Alguien me ayuda a levantarme porfa?

No fue hasta que me senté y termine de regañar a Tsuku que me mire hacia el otro lado atraído por un extraño sonido y la voz de Trini. Estaba totalmente empapada y se resbala a con todo una parte de mi se compadecio ya que ambos habíamos caído fuera de nuestro asiento y otra se alegraba porque no fui el único en llamar la atención.
Me incline un poco hacia el lado y pase mis manos por debajo de sus axilas impidiendo que se me resbalar a con tanto aceite y con suma facilidad la levante hasta su asiento.
-Hala, ya estas -dije mientras me limpiaba los brazos que se habían pringado hasta los codos- Por cierto yo soy Axel.
Me presente más que nada porque Trini lo hizo sino no lo habría hecho. Ya que lo veía innecesario.

Dejaron que Kukiko se colocara en medio, la mano de Nyoko tomó con fuerza la que quedaba libre de su gemela y la miró mientras asentía. Tenía miedo, no, tenía pánico.- Confío en que puedes hacerlo, hermana..-Tomó aire con lentitud, y cuando la peliceleste usó su poderes, ellos giraron la llave con cuidado. "¿Lo hemos conseguido?" No tuvo tiempo de preguntar a nadie, un portal se abrió bajo ellos y la mano que sostenía la llave se soltó de la misma casi al instante. "¿Qué demonios?" Soltó un grito de terror, incluso cerró los ojos con fuerza mientras apretaba la mano de su gemela, no quería soltarla, temía quedarse sola, temía perderla.

Con un golpe seco se quedó sentada, todo a su alrededor no se movía, y con cierto temor abrió los ojos y miró a su alrededor ¿Lo habían conseguido? Tomó aire y quitó presión de la mano de Kukiko, soltándola del todo cuando vio cómo a su alrededor caían otros jóvenes. A su mirada no pasó desapercibido lo que sucedía con otros dos, el primero había tenido un aterrizaje forzoso, la segunda... ¿Qué demonios le pasaba? Agitó levemente la cabeza y la ladeó con curiosidad, la joven llamada Trini parecía resbalarse una y otra vez sin conseguir levantarse, solo cuando Axel la alzó esta se quedó sentada en el asiendo.- Ikari Nyoko, encantada.-Dijo en japonés mientras se inclinaba con educación, sentándose después junto a su gemela, en silencio.

El hecho de usar su poder de nuevo implica un montón de cuestiones que a grandes rasgos, la sumergen en una marea plagada de caos y desazón, no por nada asocia ese frío que sale de sus manos con el fallecimiento de su progenitora. Haciendo mella en lo más profundo de su corazón y pese a tener el fiel apoyo de su hermana, ese preciso instante era uno de los peores de su vida. 

No obstante allí surgió, entre sollozos que lentamente no se convierten en lágrimas, sino en estalactitas que terminan doliendo más que los recuerdos agolpados en su pecho. El resto es historia, o quizás un montón de hechos que posiblemente Kukiko no recordará tan rápidamente, debido a que el mismo efecto en conjunción con el resto de las acciones, los dirige hacia un anfiteatro, lugar que al parecer es un punto de encuentro. 

Sentada junto a su hermana, que en todo momento estuvo apoyándola le dedica una dulce mirada, sin interesarle en absoluto los que presentes ahora se encuentran. 

Aki recogió de la vista el retrato de su alrededor en el auditorio: dos hermanas – al menos así lo parecía, como la una llamó a la otra su hermana -, un chico aparentemente del tipo emprendedor – se comprendería bien con Aer, era de suponer -; además, una chica bañada en aceite que parecía todo salvo feliz con la situación. Tenía que tratarse, en su conjunto, de las personas más interesantes del otro equipo.

“Muy buenos días. Soy Aki”, se presentó córtesmente.

Mientras que todos algunos alumnos aprovecharon el tiempo de la situación para presentarse unos a otros, la mayoría se encontraba confundido con la repentina situación. Lo único destacable eran el chico alto de pelo negro (Axel) y a un chico de ojos cerrados con gafas de aviación en el cuello (Xue) ayudaban a una chica que parecía rebozada en aceite (Trini) a incorporarse. Este último tambien se quito su sudadera quedando en camiseta blanca de manga corta para intentar secar con ella a la chica... pero no hizo falta.

Antes de que pudiera, el aceite que cubría a Trini fue separándose de ella, de su piel y su ropa, quedando seca mientras que el aceite se marchaba flotando como si lo estuvieran atrayendo con un iman. Y al final de su camino en una esquina del escenario frente vuestro, había una mujer de pelo largo, gafas y vestida con una bata de médico, con el índice alzado, sobre la que se formaba levitando una esfera casi perfecta de líquido oleoso en silencio, ¿cuando había llegado esa mujer y como hacía eso?

Muchas gracias por ayudar a la alumna Dtra. Steelner... ya continuó yo- dijo una voz femenina que salía de megafonía, a lo que la mujer asintió permaneciendo en el sitio mirandoos seria. Entonces, uno de los ya comunes portales se formó ante el atrio del escenario, por el cual entró con calma una mujer bien vestida, de pelo oscuro y una sonrisa agradable que se puso delante del atrio y se aclaró la garganta -Bienvenido a la escuela de héroes alumnos... ¿os ha gustado mi yincana?- dijo con tono agradable.

Dejad que me presenté formalmente... soy Aileen Janusee, la subdirectora del centro en el que os encontráis, y la encargada de daros la bienvenida a este- se presentó de forma educada, antes de reír levemente -Y lamento mucho si mis portales os han causado molestia, pero he procurado que tuvierais el mejor aterrizaje posible... aunque no tuve en cuenta tu poder Trini, así que espero que me perdones- se disculpó con todos al proclamarse la dueña de los portales, y con Trini, demostrando que sabía vuestros nombres -Seguramente estéis confundidos, por lo que antes de anunciar quienes ganaron la yincana, podéis hacerme las preguntas que queráis- os terminó de anunciar.

Estaba de boca abierta y no sabía qué preguntas podría hacerle a la mujer que se presentaba como la subdirectora de la academia, del instituto, o centro del que a partir de ahora iba a formar parte… además, poco me importaba el resultado de la yincana, muy competitivo nunca había sido, salvo con y contra mi mismo...

“Gracias por aceptarme, señora”, balbucí torpemente, fue lo único en que podía pensar, y lo dije de corazón.

Era un lugar raro, eso sí, mis compañeros también tenían un toque raro, pero por esta razón misma… yo tenía que finalmente haber encontrado un lugar al que podría pertenecer de verdad.

La gemela de cabello azul se mantuvo en silencio con su ceño fruncido mientras intercambia alguna que otra mirada con su hermana, es que de momento su estado refleja tensión por no saber lo que puede suceder en aquel lugar. 

Ya de por si la yincana le pareció absurda, no tiene demasiadas expectativas y por lo pronto prefiere silenciarse para ver qué tienen para ofrecer. Muchos lugares a donde ir, no hay y siendo esto su única oportunidad intenta en lo posible no arruinarlo por más que su paciencia este al vilo de romperse. 

Así que tras apretar la mano de Nyoko, suspira mientras la contempla de soslayo, este esfuerzo vale la pena por ella y hará lo que sea necesario para que su gemela no sufra más. Así sea renegando interiormente, todo para que pueda ser feliz.

- Tiene que ser el lugar, veremos qué tiene para decir. - comenta a Nyoko.

El tirón de mis compañeros me dejó sentada, como debía ser para una persona de mi edad. Me quedé quieta, paralizada y congelada y todos los sinónimos que se me ocurrieron para moverme lo mínimo posible. Tenía miedo hasta de mover de más el pelo de una ceja, mi experiencia con aceite, suelos y paredes combinándose en una conspiración contra mi integridad física avalaba mi quietud. Gracias... Lo dije así flojito, porque pensé que si lo decía susurrando las palabras pesaban menos y tenían menos posibilidades de tirarme al suelo. 

Deseé con toda mi alma que el aceite se fuera de mi cuerpo, cerré los ojos y me concentré. Concéntrate. ¿Qué quieres conseguir? Tú puedes doblar cuchara. No, espera, no era eso. Tú puedes doblar aceite. Y como por arte de magia, ¡lo estaba consiguiendo! Podía notar como el aceite resbalaba fuera de mi cuerpo, incluso fuera de la ropa, hasta ese punto llegaba mi control supremo de mi poder. Estoy hecha un hacha. Sonreí despreocupada, estaba a punto de decirle a Axel, Tsuku y Xue que había conseguido dominarlo, pero claro, la realidad siempre me estampaba contra la pared.

Cuando abrí los ojos, allí estaban las dos profesoras, una de ellas con mi aceite flotando. Se me cayó la cabeza casi tan abajo como la ilusión. sigo siendo inútil... jo... No te preocupes... ¿como había dicho que se llamaba? ...All in, no me he hecho daño físico. 

Eso de las preguntas me interesaba. Me gustan las preguntas, son entretenidas, y siempre tengo muchas, como aquella vez que le pregunté qué había después de la muerte a mi familia, y se me quedó la cabeza hecha un cacao al horno. ¿Por qué hemos hecho la yincana? ¿De qué servía? Y... hmmm... ¿Por qué vamos y venimos con portales ultracuánticos de la muerte en vez de en autobús como la gente normal? Miré a la que tenía mi aceite flotando, y señalé mi fluidos con el dedo. ¿Como haces eso? ¿Y luego qué harás con el aceite? Creo que no sirve para cocinar... aunque nunca lo he probado... Di un salto en la silla, de repente se me había ocurrido una de las preguntas que más me interesaban en el mundo, y por eso mis ojos se abrieron tanto como para meterme mundos por las retinas. ¿¡Podremos llamar a casa!? ¿¡Y a nuestros amigos!? ¿¡Y a María!? ¿¡A qué hora comemos!? Y entonces me di cuenta de que había alzado la voz y había saltado y aterrizado en la silla, y de que había dicho demasiadas cosas, y me puse roja roja roja y también intenté hacerme una bolita como un armadillo, pero claro, yo no tenía ese poder, así que ajo y agua y a pasar vergüenza otra vez. Perdón.

Una vez Trini estuvo en su sitio y volví a poner mi atención en el escenario, no sin antes saludar a los que se habían presentado, pude ver como una mujer desde una esquina al parecer sin querer llamar la atención absorbía todo el aceite de nuestra compañera ante lo cual solté un ligero silbido.
Entonces apareció otra mujer, muy bella hay que decir, la cual se presentó como subdirectora.
-Mucho -solté sin pensar ante la pregunta de la yin caña, una vez no dijo que respondería todas las dudas y Trini hizo su montón de ellas intervine otra vez- ¿En el centro gay gimnasio o algún sitio para hacer deporte físico sin poderes ni nada?
Quería seguir ejercitandome no solo porque claramente sería un superheroe físico si no porque adoraba hacerlo.

El apretón de su hermana le sirvió para salir de sus pensamientos. La miró unos segundos y asintió de manera casi automática, volviendo la mirada hacia el frente, y escuchando las voces de su alrededor de fondo. La verdad era que no tenía ninguna intención de hablar o preguntar, quería salir de allí y encerrarse en su habitación. Con la mano libre se acomodó el cabello detrás de la oreja, mientras analizaba todo lo que ocurría, quizás era un análisis precipitado, pero había gente que desde su punto de vista era capaz de mantener la boca cerrada, y eso.. La ponía incómoda.

- Odio esta situación...-Musitó poco antes de dejarse caer hacia abajo en la butaca, cómo escondiéndose de cualquier mirada curiosa.

Aer no podía más que quedarse sin palabras de la sorpresa; pero sobre todo del despliegue de poder de esa mujer de la esquina... ¿Como hacía eso? Y sin contar la aparición de esa mujer que parecía muy simpática.

La subdirectora había abierto una ronda de preguntas y Aer ya tenía unas cuantas pensadas... pero la chica que entró resbalandose ya había dicho casi todas las que iba a decir... entonces tocaría esperar a su respuesta.

La mujer miro a Goro y asintio con una sonrisa al chico -No hay porque darlas Aki-san- dijo con simpatia mientras esperaba alguna pregunta...

Cualquier pregunta que hubiera querido hacer cualquier alumno, ya parecía haberlas dicho todas Trini quien terminó disculpandose con la subdirectora que no pudo hacer más que reír levemente -No hace falta que pidas perdón Trini, sólo eres curiosa- dijo siendo amable, mientras escuchaba la otra pregunta de Axel y los murmullos del resto de alumnos -Comenzaré respondiendo las preguntas de Trini en orden, que son muchas e interesantes- empezó a decir mientras se aclaraba la garganta.

Seguramente todos os preguntéis el motivo de la yincana. La respuesta es sencilla: para que os fuerais conociendo- empezó a decir la mujer -En esta escuela, uno de los valores que más queremos inculcaros es el compañerismo. Miraos entre vosotros- os pidió dando un breve tiempo -Todos sois personas muy distintas, habéis llevado vidas muy dispares unos de otros. Pero todos ahora estáis pasando por lo mismo: habéis despertado poderes que aun no sabeis controlar... Y que puede que no todos deseariais tener; o si lo deseabais pero no tenéis el control- fue diciendo seria y serena -En esta academia, podréis compartir esas preocupaciones con los profesores; pero sobretodo entre vosotros... ya que en el centro, aunque ahora no lo penséis, podéis encontrar a alguien que os entienda. Por eso se hizo la yincana... para introducir ese importante principio- termino de responder. Este tema para ella parecía importante e hizo una breve pausa para recuperar el aliento y continuar.

¿Cual era la siguiente pregunta?... A si, los portales ultracuánticos de la muerte...- empezó de nuevo a decir -Puedo responder más fácilmente a eso... es porque es mi poder y yo me encargué de que llegarais- dijo alzando un poco su mano para que pudierais verla todos. Entonces, de ella hizo emerger un pequeño portal en miniatura -Mi poder es de tipo elemental, y me permite alterar el espacio a través de la creación de puertas que unen dos puntos de este por muy separados que estén... por ejemplo, este portal comunica con la sala de profesores del centro- dijo mientras metía la mano en su miniportal; y al sacarla lo hacía agarrando una taza -Menos mal porque olvidé ahí el café- dijo en broma mientras la dejaba en el atril. Luego miro a su compañera; quien prefirió seguir callada en su rincón -La doctora Steelner tiene el poder elemental de manipular los fluidos. Puede mover y dar forma a cualquier sustancia siempre que este en estado líquido y a pequeña o media escala- explicó la profesora Janusee mientras asentía -Ya puede retirarse doctora, gracias por la ayuda- dijo mientras le abría un portal a la otra mujer y está se iba con la esfera de aceite. Cuando se cerró siguio la pregunta -Seguramente le demos el aceite al conserje, seguro el le encuentra uso- término diciendo. Siguiente pregunta de Trini: las llamadas -Claro que podréis hacerlo... si lo deseáis podéis hablar con ellos cuando querais; y una vez al mes podéis recibir visitas de ellos. Aunque esto lo explicaré mejor en otro momento... con la primera pregunta me enrolle mucho y al final me faltará tiempo, y ni siquiera he dicho aún los ganadores- dijo la mujer autometiendose prisa... estaba claro que sabía lo mucho que hablaba. Pero antes miro a Axel -El centro tiene muchas instalaciones. Pronto os daremos un mapa para que las podáis explorar vosotros mismos... Y si, hay gimnasio- término de responder.

Bueno lo dicho... diré los ganadores... en verdad ha sido difícil elegir. Tenía pensado elegir al equipo que llegase primero... pero habéis tardado lo mismo; por lo que elegire a quienes mejor rendimiento tuvieron durante la yincana según el profesorado- dijo la mujer -Cuando vaya diciendo los nombres, quiero que vayáis subiendo conmigo si no os importa...- dijo sacando un papel con nombres -Laura Rodríguez, Goro Aki, Nyoko Ikari, y Xue Fuunagi.

Las explicaciones por parte de la Profesora comienzan a tener un poco de coherencia dentro de esta mente turbada que tiene Kukiko, la idea de estar en un lugar donde pueden enseñar a controlar el poder, alivia en primer instancia a la gemela ya que ese sería su gran problema. 

No obstante allí estaba, junto a su hermana resguardada por el silencio que sutilmente forma parte de su verdadera naturaleza, preguntándose cual de los Profesores controla elementos, no líquidos, sino como ella de frío. 

Pero como esa cuestión ahora mismo no es revelada, sonríe al saber que su hermana está siendo premiada por la yincana, algo que la enorgullece bastante. Así que tras darle un fuerte abrazo mientras deja un suave beso en la mejilla, rompe su silencio: 

- ¡¡Felicitaciones hermanita!! Sube, que te lo has ganado. - afirma manifestando admiración por ella. 

Aki escuchó ladeando ligeramente la cabeza y juntando los dedos de las manos en gesto de concentración. No quería perderse una sola palabra de la subdirectora, ya que todo que decía le parecía sumamente importante, siendo, más o menos, las primeras palabras de explicación que recibía tras su traslado por el portal.

El poder elemental… configurar el espacio… cuántas posibilidades! Le despertó mucho la curiosidad el poder de la subdirectora, pero no quería pecar de indiscreto, además, no sabría en qué términos poner una pregunta al respeto.

Por fin oyó sorprendido su nombre y se di cuenta sólo tras unos ratos de pestañear confusos que él había salido entre los ganadores. No había creído su rendimiento tan destacable pero… no iba a rechazar la honra, desde luego que no. Además, pensaba muy merecido que la pequeña pero altamente habilitada Laura había salido primera.

Le dio a la chica un golpecito torpe en el hombro tras haber subido detrás de ella en al atril. “Te lo mereces mil veces. Tienes muchos recursos, y espero poder aprender de ti.”

Compañerismo… Aki no sabía muy bien qué hacer, qué pensar de tal valor. Para él nunca había significado nada, pero… nunca antes había estado entre gente… especial…

Escuchó lo que explicaban en silencio, la verdad era que aquel lugar no pintaba tan mal, y ellas no eran las únicas raras después de todo. Intentó medio sonreír, pero no se sentía con ganas, no en aquella situación, no habiendo pasado tan poco tiempo. Se volvió a recoger en la butaca y se medio escondió. Kukiko aún la mantenía sujeta, y eso de alguna manera la calmaba y tranquilizaba. Con una leve mueca le hizo saber que estaba bien.

"Que no salga mi nombre, que no salga mi nombre" Pensó casi al instante de empezar a escuchar los nombres. Cuando el suyo apareció, sintió que su mundo se iba abajo. La alegría de su gemela no la compartía. Un poco confusa y apabullada dejó que esta le diera el beso, y tras eso miró el escenario.- No sé si es buena idea... Kukiko...-Intentó tragar saliva, pero tenía la boca seca por los nervios, y un sudor frío empezó a aparecer en sus manos. "No sé cómo comportarme..." El suave empujón de su gemela hizo que se levantara.

Con un rápido vistazo miró a su alrededor, y tras eso empezó a caminar en silencio hacia el escenario. Sentía cómo las piernas le temblaban, incluso escondió las manos dentro de las mangas de la sudadera. Una vez sobre el escenario se quedó retirada del resto, temía que los nervios y el miedo descontrolasen los poderes, tenía miedo de ella misma. La mirada de la joven estaba escondida en sus zapatos, los cuales miraba mientras muraba una y otra vez lo mismo.- No vas hacer daño a nadie, no lo vas hacer...