Partida Rol por web

Akira resopla y dice:

El tio ese que teniamos delante que se queria llevar a An... pues digamos que pegarle era como pegar a un trozo de metal...

Tras la siguiente pregunta de Sora le observa y asiente para añadir:

Pues si, no seria mala idea avisar a los que estuvimos... creo que habria que hablar tranquilamente de lo que ha pasado y que podemos hacer, les voy a mandar un mensaje

Un mensaje de Akira llega a todos:

Mañana a las 11 en el Starbucks de al lado de la estacion, tenemos cosas de las que hablar de lo que paso le otro dia

Michiko frunció el ceño. Por eso no le gustaban los coreanos… siempre eran de lo más ofensivos. Intentaban camuflarlo como sinceridad pero cualquiera podía ver que se trataba de una excusa para no ser educados. Bueno, vale, los había guapos pero no se refería a ese tipo de gustar.

Al ver que la mujer se marchaba, la chica se tranquilizó un poco… pero parecía que había conseguido despertar la curiosidad de su amiga. Igual le parecía guapa…

-No sé si es buena idea… -susurró para evitar que las escuchara.

El teléfono vibró entonces dentro de su bolsito pero esperaría para ver qué ocurría a que ella se fuera.

La chica observa a las dos chicas unos segundos para finalmente decir mientras deja caer en la mesa una tarjeta de visita:

Aqui teneis la forma de contactar conmigo, usad ese numero de telefono.

Era una tarjeta blanca donde podia verse el nombre de la chica y un numero de telefono, era de un movil de alli de Japon. Tras esto hace un gesto para despedirse con la mano y añade:

Nos veremos mas adelante.

Camino a casa, las palabras últimas palabras de la profesora tomaban más sentido: "Mejor olvidaros de lo que podéis hacer". Comencé a considerar el peso de esa frase, y tal vez era el mejor consejo que pude haber recibido por parte de ella, pero mi mente estaba en otra parte. 

Realmente me estoy tomando esto muy en serio, debería despejar mi mente y relajarme. Apenas llegue a mi casa descansaré. 

En el trayecto en metro a mi hogar, no pude dejar de pensar y analizar la situación, deseaba investigar sobre sucesos de personas sobrehumanas en países vecinos, China, Korea, Taiwán, etc. Quería informarme y saber si realmente las palabras de la profesora eran ciertas, de hecho era bastante sencillo poder determinar la fecha estimada en que Min Jung-sensei pudo obtener esos poderes.

Con una búsqueda sencilla en internet, se podría trazar una línea temporal en donde se podría determinar, con cierta precisión, la fecha en donde obtuvo sus poderes. Basado en la premisa que ella abandonó su carrera musical en Korea por esa razón, lo cuál parece plausible. Posiblemente fue esa razón la que la hizo dejar la música y venir a Japón... Escapando de esa realidad y comenzando una vida desde cero acá.

Una y otra vez comenzaba a darle vueltas al asunto, no sabía si estaba enloqueciendo o no podía dejar de pensar en ello. Para mi fortuna en ese momento suena mi celular y reviso el mensaje de Akira:

Mañana a las 11 en el Starbucks de al lado de la estacion, tenemos cosas de las que hablar de lo que paso le otro dia

Al leer el mensaje pude calmarme un poco, ya que me hizo comprender de que no estaba solo en esto. Siempre actuaba de forma individualista, ya que esa era mi forma de afrontar los desafíos y problemas en mi vida. Pero esta vez, al menos, no estaba solo en esto, y eso me reconfortó de cierta manera. 

Un poco más relajado, guardo mi celular, sin mandar respuesta alguna al mensaje de Routa y continúo mi viaje en dirección a mi hogar. Mi familia debía estar preocupada.

Disculpa, pero no te he entendido eso último que has dicho, le digo mientras mantengo su mirada.

Me ha parecido que estabas aqui buscándome, y quisiera saber el porque, si me haces el favor de contestar. Y... si, soy Japones como bien puedes observar. (mantengo un tono neutro en mi conversación).
 

Cogí la tarjeta y espere a que la chica se fuera, tenia que considerar su oferta detalladamente aunque primero tenia que aclarar las cosas con Michiko.

-es salir del hospital y vuelven a pasar cosas raras, a ti no te ha pasado nada extraño estos dias micchan?-- le pregunte mientras me apoyaba en la mesa algo abatida. Los dias en el hospital me habian atontado un poco y me notaba cansada.

Haruka no sabía qué decir sobre los poderes, ni sobre los suyos, ni sobre los de aquella gente rara del instituto, iba a responder, cuando otra voz cercana la hizo enmudecer, otro de sus compañeros de clase había llegado, se trataba de Shirokawa Sora, alguien a quien ella apenas conocía ni había tratado mucho. 

El chico saludó y se sentó con la naturalidad de quien está entre amigos, ella no pudo evitar envararse un poco más y apenas logró esbozar algo parecido a una mínima sonrisa mientras volvía a beber de su té y miraba la mesa. Ambos chicos comenzaron a charlar hasta que Sora volvió a dirigirse a ella, quizá notando que estaba tan muda como de costumbre, solo que allí no era como en clase, entre treinta y tantas personas el mutismo de alguien se camufla mejor que ante dos que además están frente a frente sentados en la mesa de una cafetería.

- Todo bien, gracias por tu interés.- Respondió educadamente la joven alzando la mirada hacia su interlocutor. Akira se dispuso a enviar un mensaje de texto al resto- Sería... Interesante averiguar el motivo por el cual querían llevarse a An.

Dijo la chica tras un momento de breve vacilación, de nuevo estaba mirando su taza de té humeante la cual rodeaba con ambas manos.

-¿Estos días? Um... -se lleva la mano al mentón en actitud pensativa- Algo raro, algo raro... Bueno, en clase no paraba de sentirme mal todo el rato pero luego se me pasaba y no ha vuelto a ocurrir más. Eso fue bastante raro. Ah, y Ryu-sensei me dijo que tenía que ir a verle y contarle sobre una chica que vi ese día. Pero como no había clase no me pareció bien presentarme en su casa. No sé si todavía querrá saber eso. Parecía que tenía más interés que el policía.

Encontrarse mal a ratos... conociendo a Micchan seguro que comio demasiados dulces, si solo le ocurria a ella no era nada sospechoso. Pero el dato de Ryu-sensei si que era interesante.

-Así que Ryu sensei quiere una cita con mi Micchan, pues no se lo permitiré- dije guiñándole un ojo a mi amiga -podríamos ir juntas a hablar con él, algo me dice que sabe mas de lo que aparenta, la gente que pregunta mucho es por que sabe suficiente- dije mientras me relamía el labio

luego volví a sorber mi batido

-¿Una cita? No creo que sea nada de eso. Aunque es bastante guapo… Pero si puede ayudarte a lo que sea que tenga que ayudarte esa chica, me fío más de él.

Sólo había un problema. ¿Y si estaba sólo en casa con su hijita pequeña y de pronto se convertía en la cosa más adorable que hubiera visto nunca? ¿Cómo se concentraría en su clase? Oh, cierto, eso no era un problema… En general no solía concentrarse en matemáticas.

-¿Entonces quieres ir? ¿No se molestará, no…?

Parecía que había convencido fácilmente a Micchan, si el profesor no podía ayudarnos a aclarar las cosas siempre tenia el plan B de la Koreana así que había que espabilarse.

-pues podríamos ir haciendo vía- digo mientras me acabo mi batido y me pongo de pie -voy al baño mientras tu pagas los batidas- digo mientras salgo corriendo para que no me pueda recriminar.

Aprovechando que estábamos en la zona comercial aprovecharia para ir a una tienda de fotografía a revelar mi carrete

¡Qué prisas le habían entrado de pronto…! Seguro que le hacía mucha ilusión volver a ver a uno de sus profesores después de tanto tiempo. Si la gente decía muchas cosas de Hana… pero Michiko sabía que en el fondo era un amor.

-¡De acuerdo, no tardes mucho!~ -dijo alzando la voz porque su amiga ya se estaba alejando.

Se tomó algo más de tiempo que la otra chica en terminar su batido y, al terminarlo, pagó los de ambas. Eso le recordó que se había quedado sin su principal fuente de cosas gratis… Iba a tener que ponerse las pilas y encontrar un chico pronto que quisiera hacerle regalos o tendría que empezar a ver videos en youtube para hacerse las uñas por su cuenta.

Volvi del baño para recoger mi chaqueta, tarde un poco mas por que sabia que Micchan era bastante lentita comiendo. Una vez que estuvo todo pagado no pusimos en camino

-debo pasar por la tienda de fotografía, hay una foto que nos va a hacer pasar un buen rato en el insti- le dije con una sonrisa picara -luego me llavaras hasta la casa de Ryu-sensei, que seguro que la tienes fichada pervertida- le digo mientras le guiño un ojo a mi amiga

No es verdad, no soy una pervertida. Y Ryu-sensei es un profesor. Su vida gira en torno a nosotros, seguro que en la página de la escuela sale dónde vive para que puedas ir a tutoría -mientras hablaba buscaba esa información en su teléfono- Espera… ¿le has hecho una foto a Hina-sensei…?

Me contuve una pequeña risa que me tapé por educación al oírla decir algo -¿Tu cantas? ¿Y acabaste haciendo un dúo? No... pfff... me lo esperaba de ti, la verdad- le dije a Layla conteniendo mi risa; no sabía que cantase... ni me la podía imaginar cantando con lo dura que parecía, ¿cantaría baladas? Esa imagen que me imaginaba de ella cantando una canción triste o alguna de K-Pop, me parecía bastante graciosa.

Ya cuando habló de An, se me pasó la risa tonta y me quedé algo cabizbaja -No... perdón. He preferido darla algo de espacio... si fuera a consolarla por ello, no sabría ni como empezar... ains- le dije con cierta tristeza hablando de mi mejor amiga. Luego, recibí un mensaje en el móvil. Era de mi "hermano" -¿A ti te ha llegado un mensaje de Aki-chan?- le pregunté a Layla sin apartar la mirada del móvil.

La tienda de revelado de fotografías era prácticamente un quiosco automático en donde tenía toda clase de conectores para ella misma poder seleccionar las fotografías y poder imprimirlas en diferentes formatos y a diferentes precios. Las fotografías que Hana había hecho eran toda una colección de sus compañeras en ropa interior.

La chica sonríe levemente y mirando a Saito responde en un tono en el que claramente estaba despreciándole:

Si no lo has entendido es porque no tienes suficientemente desarrollada tu habilidad…

La chica le mira de nuevo a los ojos tras su siguiente intervención y después suspira para mirarle y volver a hablar en ese tono que sonaba ciertamente despectivo:

Algo así… pero como esperaba no es que tengas muchas habilidades que digamos… he perdido el interés en ti… aunque a ver

La chica mira a Saito y este nota como su la cabeza le fuera a explotar, era una sensación extraña, como si de pronto muchísimo ruido se metiera en su cabeza y le estuviera obligando a ponerse de rodillas.

El camino a su casa era en cierta forma como siempre, tranquilo y sin demasiadas alteraciones, cuando estaba por su barrio pudo observar como el profesor Nagato estaba fumando un cigarrillo apoyado en un muro, parecía que estaba esperándole, al verle le hace una indicación para que se acerque y tras dar una larga calada dice:

Hey chaval… ¿Cómo vas? Bueno, me vas a contar porque querías hablar con tu profesora ¿no? Vengo de hablar con algunos de tus compañeros y estáis un poco raros… a ver que os pasa…

Decía con esa actitud medio pasota tan característica de él mientras fumaba tranquilamente, de hecho, porque Arata sabía que era profesor, sino por su aspecto cualquiera diría que era el típico mafioso.