Partida Rol por web

¿Qué hacer un miércoles por la tarde? La verdad es que no es muy complicado para los chicos. Algunos suelen ir al patio a jugar a basket -a petición del enrollado Fábio, que ve a los chavales muy aburridos-, otros a las salas de informática, otros estudian o mejoran sus destrezas de escuadrón... Pero mayormente siempre acaban en el hall, aprovechando los asientos para reunirse y charlar fuera de la separación de sexos y escuadrones.

Los tres primeros días de la semana tras el incidente han sido cuanto menos entretenidos, ya que a pesar de lo ocurrido los instructores han intentando aparentar absoluta normalidad y calma. Si, en efecto, no han interrumpido el programa formativo de Horizon bajo ningún concepto.

Por parte de los Pawns, Jeanne Lacroix ha preferido basar la instrucción en el entrenamiento físico, ya que otro tipo de lección habría sido costosa de realizar teniendo en cuenta que tiene ambos brazos hechos gravilla. Eso de pedir una baja parece que no es muy de su agrado, y las instalaciones de entrenamiento no han sufrido desperfectos, así que no han notado las consecuencias del incidente.

Rooks lo ha tenido algo más difícil al tener que soportar a una excéptica Tesla Fritz quejándose sobre la falta de torretas de defensa en el complejo. Cualquier tipo de desperfecto en los talleres ha sido criticado duramente en sus clases, incluso cuando era la cosa más nimia. "La luz del taller me está parpadeando". "El garaje tiene polvo"... Todo tipo de cuestiones. Quizá le hubiera gustado más estar para ayudar, pero comentó entre lecciones que su psicólogo le recomendó visitar  a una pariente en Célica. Las enseñanzas se han basado más en la reparación y mantenimiento de aerodeslizadores y armas.

Knights se ha encontrado con un importante problema; han encontrado en el circuito de pruebas varios manchurrotes enormes de sangre, como si hubieran atropellado a alguien allí. Un hueso del flurk alfa asomando por la carrocería del aerodeslizador de Alexandra la convirtió en principal causante del desastre. Confesó que para eliminar a las criaturas estuvo jugando al pilla-pilla salvaje, que sería una buena práctica. Se convirtió nuevamente en la compañera limpia-retretes de Cynthia y Alyss. Si, cierto es que NITRO también participó, pero la pelirroja ha decidido cargar con la responsabilidad y la ira del instructor Joseph Marshall.

Bishops por otro lado sufrió un pequeño caos organizativo. Al haberse marchado André de Vries, alguien tuvo que suplir su plaza como ayudante de un Knight y solicitante de un Rook. De esto se encargó Emil Dagobert, un recluta de Bishops que no había destacado demasiado y pasó el fin de semana fuera de Horizon. No le fue difícil congeniar con el amable Arthur McMahon, que a pesar de que había hecho buenas migas con André, aceptó a su sustituto de la mejor manera posible. Alexandra Lupei por otro lado no ha decidido contactar con él todavía, ¿afectada quizás por la ida de André? Desde luego últimamente parece muy cabreada.

Por otra parte, en el DID se han estado ocupando de la salud de la ya conocida "Toty". No están muy seguros de que sobreviva al parto, pero se hace lo que se puede. Desde el incidente, Layla ya no pasa tanto tiempo en los laboratorios y sale al hall a saludar a algunos de los reclutas. ¡Dicen que el peligro une a la gente! Y así ha pasado más o menos, considerándolo Dexter una buena idea para dar una mejor imagen a su especie.

¿Y qué hay del androide de mantenimiento? Parece que fue reparado... a medias. Si, el agujero de la espalda está bien tapado de chapa, pero al parecer las piezas de los brazos de King aún están en camino y actualmente limpia con los pequeños brazos mecánicos de su esqueleto interno, lo cual le da un aspecto algo ridículo. ¡Algo es algo! Es que le escandalizaba mucho el estado del complejo mientras los obreros que se encargan de las reparaciones lo van manchando todo.

El caso es que en esta tarde de miércoles algunos se encuentran allí reunidos. Dmitri se está echando unas partidas con Matthew a las cartas mientras le pregunta sobre lo sucedido en el fin de semana. Qué más decir que es un jugador bastante pésimo, pero tiene a su lado a Arthur McMahon, con el cual parece que se ha empezado a llevar bastante bien por la asignación de escuadrón. El pobre chico aún se está recuperando del veneno y cada vez que Dmitri le da una de sus palmadas le saca el alma por la boca.

Alyss ha salido un poco antes de limpiar retretes junto a Cynthia y Alexandra. Es obvio prefiere acabar el trabajo cuanto antes y librarse de esas dos. Está en una mesa aparte con Krystal, preguntándole ésta algo ansiosa sobre qué se habla en Horizon con respecto al incidente. A fin de cuentas aunque se haya medio demostrado que no fue culpable, aún es sospechosa de haber recibido algún tipo de influencia.

Alphonse está con Ray en una esquina, enseñándole el segundo el último trailer que han sacado del Total Extermination II, un inmersivo videojuego de disparos basado en la Segunda Guerra Mundial, ambientado de la forma más realista posible. Parece que a Ray le gustan las maquinitas, ¿y a quién no? Echar un buen rato con algún videojuego de realidad virtual nunca da asco.

¿Azael? Quizá haya salido de entrenar y esté ahí para ver si tiene algo nuevo que conseguir. ¿Puede que Ocelot sepa alguna cosa nueva que le interese? Desde luego tras el incidente se ha llevado una buena cantidad de respeto por parte de otros reclutas. A algunos quizá les haya interesado hablar con él de otras cosas fuera de eso, pero está de un humor de perros ultimamente. Al menos ha logrado descansar algo mejor que la noche del sábado.

Cynthia recién llega al hall para echar el rato acompañada de Alexandra y Tyler, los cuales se acercan a sentarse junto a Ray, Alphonse y Tiffany que anda por ahí pensativa. La motera por su parte pega un silbido ensordecedor para decirle a NITRO que se acerque, el cual estaba viendo en el periódico las noticias y los últimos resultados de carreras oficiales. ¡El podría hacerlo mejor, sin duda!

Noah por otro lado está... siendo un capullo. Como siempre, en alguna esquina solitaria escuchando música. Layla al verlo así le tira de un brazo y se acercan al grupo mayoritario a saludar y preguntar qué tal fue el día. ¡Si es que ese chaval tiene que sociabilizar un poquito, que parece un señor octogenario!

Artie no parece estar por allí, pero Rebecca está configurando la holopantalla central por alguna razón. Es normal verla allí, ya que suele servir también para colgar noticias o anuncios de la iniciativa hacia los reclutas y eso es gran parte de su trabajo.

Otros muchos reclutas se encuentran por allí a su aire y otros tantos están distribuídos por el complejo. Parece que en secretaría reciben una llamada telefónica y Raquel sale corriendo de la secretaría con mucha prisa. Se da el caso de que casi se mata al tropezar con sus propios tacones mientras deja escapar un suave "¡No llego, no llego, no llego...!". Rebecca suspira un poco hastiada y prosigue con su trabajo mientras Raquel sale por la puerta.

Emil Dagobert se cruza a la secretaria por su lado antes de entrar. ¿Qué carajos? ¿Por qué tiene esa mujer tanta prisa? Casi le arrolla. Cierto es que Raquel siempre parece muy estresada y agobiada, pero su carrera solo puede significar que algo está por ocurrir.

Se había perdido el incidente, si. Pero había sido por una causa mayor. Emil salió de Horizon el fin de semana en busca de algún rastro de la Manada en Goldyard. La verdad es que el comando central del lugar está muy bien organizado, así que ha sido imposible encontrar algún rastro de Dominique Lacroix o algunos de sus aliados. Tampoco es que preguntar haya sido tarea fácil, ya que pasarse por los tugurios más aberrantes de la capital apenas ha servido de nada.

¿Quizás encontrando a la mensajera del comando central? Emil había oído hablar de la chica cuervo entre los suyos, pero de oídas. No era algo fácil de preguntar, ¿quizá tenga que indagar más en su próxima salida? Lo de mantener un perfil bajo en Horizon no está funcionando... literalmente no se entera de nada, y no estaría de más aprovechar el flujo de información entre los reclutas para saber algo. Si, vale, estaba en una institución del gobierno, pero... ¿Qué funcionario del gobierno pone de instructor a una expresidiaria? Quizá en Horizon haya más luz de la que parece.

Tirando de Noah se acercó al grupo mayoritario. 

-¡Hooooooola a todos!- sonreía abiertamente. -¿Qué tal? ¿cómo estáis? ¿más tranquilos después del incidente? ¿habéis sabido algo nuevo e interesante?- la chica no paraba de hablar y hacer toda clase de preguntas. Parecía realmente interesaba en hablar con los... humanos. A fin de cuentas, a eso había venido a aprender también. 

-Anda, a ese creo que no lo conozco- decía mientras observaba la escena en donde Emil se cruzaba con Raquel. -Bueno, la verdad, es que sigo sin aprenderme los nombres de muchos, pero bueno...- se rascaba la cabeza mientras sacaba la lengua. -Trataré de recordarlos todos, ¡lo prometo! _{Si no ya os pondré algún mote-} eso último lo decía casi para sí, de escucharlo alguien no parece importante, a primeras. Mientras hablaba, se alejaba del grupo para dirigirse al rubiales. Luego se volvió a girar al grupo, ya un poco más en la distancia. -¡Ahora vuelvo!~- Hasta que se acercó a un paso un poquito más apurado hacia el joven. 

-Hola, encantada. Mi nombre es Layla, soy ayudante del laboratorio de Dexter. También lo pone en la placa de la bata- se encoje de hombros tras señalársela brevemente a Emil Dagobert. - Es que, creo que no nos conocemos, ¿no?- la jovial Hydea esperaba una respuesta del apuesto rubio. La verdad es que le pareció muy guapo, y ese pelo TAN rubio le llamó la atención.

Dmitri le había forzado a jugar a las cartas y eso era, claramente, el enemigo publico numero uno de Matthew, los juegos de azar. Se podría decir que el joven y disciplinado Matthew tenia un problema con los juegos de azar y este no era de ludopatia, si no de falta de suerte.

La suerte no le sonreía en juegos donde fuera a demostrar la gran suerte que tiene y él que mas sabia sobre esto era Dmitri, ya que incluso había modificado las normas de los juegos de emborracharse por "el que gane bebe" para que simplemente él también probara un poco del vodka que habíamos comprado entre los dos.

Matthew mantenía una cara de "poker face" en todo momento. Estaban jugando al "Mentiroso" , y como bien sabe también Dmitri... Matthew es casi incapaz de sostener una mentira durante mucho tiempo. Quizás en realidad ese sea el problema real del joven con los juegos de cartas, pero eso no quita el resto de juegos, como la ruleta.

La tension se respiraba en el ambiente, Dmitri tenia una sonrisa de soslayo, estamos hablando de que estaba ganando, mientras tanto Average guy Arthur McMahon mantenía una buena habilidad con su carta. En realidad él iba ganando, pero posiblemente el ruso se estuviera vengando del joven "Pawn" por haberle ocultado bastante información sobre el incidente del fin de semana, por temas propios del secretismo del suceso o eso creía él.

Mientras jugaban apareció el chico extraño que tenia pinta de mafioso de los barrios bajos, que seguramente Alphonse conocerá como a la mujer del autobús. Pensando en eso... ¿Como se sentirá Alyss después de lo del domingo? Habían compartido saludos por los pasillos y alguna conversación sin importancia, pero como todo el mundo sabe, Matthew entrenaba y leía sin parar a divertirse entre semana, por no decir que una de las tardes desapareció para el resto del mundo. Aun así, por su aspecto parecía ser de las Islas Hermanas, como Dmitri.

- Dmitri, no es por romper tu momento de gloria -dijo haciendo señas al joven rubio que pasaba por la puerta- ¿Un ruso amigo tuyo o familia? Deberíamos darle la bienvenida igualmente, pero quizás podrías hablarle en tu idioma para hacerlo sentir más en casa -dijo mirando a sus dos compañeros.

La llegada de Cynthia junto a sus compañeras no pasa desapercibida. Viene con una cara y humor de perros producto de la ropa que le han obligado a llevar. Es... ropa normal. Si, de la que tapa y eso. Unos vaqueros y una camiseta de manga corta. Parece que está en tensión en todo momento con la cara algo roja y sudorosa. ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué está pasando? Es lo que puede llegar a pensar la gente cuando entra la cuadrilla.

Al acercarse al grupo menor de Ray Alphonse y Tyff los saluda con su intento de cara más agradable posible. Es decir, ninguna. Parece bastante enfadada y de los nervios.- Esto... Hmm. ¿Qué tal chicos y chica? Os veo... Muy... Entretenidos.- Dice a duras penas mientras se sienta en una de las sillas de al lado de Tyff. Encima Alexandra luego suelta un grito que casi la levanta de la silla-¡Joder Alex! ¡No grites! Que casi me da algo.- Grita ella misma mientras vuelve a sentarse, dando golpecitos con el dedo en la mesa, muy muy tensa. No sabe ni qué decir a Ray y Alphonse.

Están jugando a sus jueguitos o viendo sus cosas... Mejor no molestar, o puede que rompa algo o a alguien. Al menos al sentarse al lado de Tyff se asegura que eso no va a ocurrir. Confía en la sensatez y la inteligencia de su amiga.

-¡Esto es mas que increible! -Dije mientras observaba el jueguito que Ray me estaba mostrando, desde que he llegado al complejo sinceramente esta es la primera vez que demuestro tanto entusiasmo, interes y felicidad ante un tema de platica... ¡Pero vamos, es mi primera vez conociendo esta clase de juegos, que se nota que son increibles! Yo quiero uno... No, no es que lo quiera, ¡Debo de tener uno!

-¡Solo mira eso Ray, ese Hitler si que era un semi-calvo despreciable! -Dije con gran entusiasmo casi ignorando la llegada de los demas, de tanto interes que le habia puesto a ese "simple" trailer que habia logrado una inmersion muy profunda, toda esa historia, todos esos detalles y esa forma de jugar... NECESITO.TENERLO.EN.MIS.MANOS.

-Tio... Dime que me ayudaras a conseguirlo... -Lo miraba con gran determinacion, como si mis ojos estuvieran ardiendo bajo una gran energia, lo agarro de los hombros y prosigo. -Tengo que conseguirlo... ¡Esta demasiado epico, tengo que! -Era mi primera vez experimentando con esas cosas... Y es demasiado increible para mi.

Aunque a causa de eso, una vez terminado todo el trailer me percato de que hay mas gente a nuestro alrededor, de hecho me siento avergonzado en cierta manera al saber que no les he hablado y quizas ellos si... Y eso es algo mal educado.

-Oh... No me percate de cuando llegaron todos ustedes... ¡Hola gente! ¿Que tal les va? -Observe a Cynthia con curiosidad... Parecia tener algo... -Oye Cynthia... ¿Te sucede algo? Pareces algo... ¿Alterada? -Dije con un tono de preocupacion, mientras empezaba a observar a mi alrededor... No entendia que sucedia absolutamente, asi que no le pondre mayor importancia hasta saberlo.

Cuando entró en la sala aparentaba estar bastante cansado, solo quería sentarse y relajarse unos escasos minutos, lo suficiente pare reposar la mente un poco. De cuando en cuando viene bien, pero no, había tenido casi que pegarse a la pared cual lagarto para no acabar sentado sobre su propio trasero en el suelo. Fuera como fuere estaba cansado de ir con una actitud de no llamar la atención, no le había aportado ningún resultado hasta ahora y no parecía que fuese a cambiar.

A juzgar por las prisas de Raquel, la calma no iba a durar mucho más, caminó hasta uno de los asientos libres y sin cortarse un pelo plantó ambos pies sobre la mesa antes de cerrar los ojos un rato quedando completamente relajado. Por desgracia alguien tuvo que venir a perturbarle. Abrió uno de los ojos lentamente, con parsimonia, tras eso mira de arriba abajo a la chica, no intenta ser descortés o grosero, tan solo es que él es así.

A simple vista por su rostro se la estaba sudando lo que le estaba diciendo la tal… ¿Leyna? “¿cómo había dicho que se llamaba? Bah, qué más da, es una más”. – Hola. - Se limitó a decir tranquilamente, su tono no era cortante ni hostil, pero era evidente que no estaba de muy buen humor en ese momento. – No, no nos conocemos…soy Emil Dagobert. – Recorrió con la mirada el resto de la sala abriendo el otro ojo por fin, parecía que había un poco de todo y en cierto modo ya había llamado la atención. Tras un rato vuelve a mirar a la chica de ojos verdes que le hablaba. - Parece que tienes muchos amigos por aquí. 

Nitro cerró el periódico, pensativo.

-Eyyyyyyy, baby.-, le dijo a Alex mientras se puso en pie. -No veas lo verde que nos pone la prensa, ¿eh?-, tira el periódico por ahí.

-¡Yo, everybody!- le gritó entonces a los que fueron entrando y saludando. Cuando se fija en lo que está haciendo el grupo al cual le llamó Alex, ladeó la cabeza y se frotó el mentón. -Hum, hum. ¿Qué, qué los tiene tan alocados, eh?-

Azael entra en recepción algo sudado y con el ceño fruncido tras sus gafas deportivas, como de costumbre. Parece de tan buen humor como es usual en él, y tras cruzar la puerta se detiene un momento mirando alrededor hasta que encuentra a Ray Ocelot, al que se acerca sin prestar atención al resto de gente.

- ¿Algo nuevo? - pregunta sin saludos ni rodeos, resoplando por la nariz con fuerza si alguien le mirase. De haber gente con Ray en estos momentos les dedicaría una mirada que les transmitiera sus deseos de darles un masaje de columna vertebral tras haberla sacado de sus espaldas. - Estos días están siendo un puto coñazo desde que no hay nada relevante que hacer.

Mientras hala con Ocelot se fija en el rubio nuevo. Bueno, quizás no era nuevo sino que Azael no le había echado puta cuanta hasta el momento, pero el caso es que ahora le echa una mirada que dice claramente "si quieres hostias dame la más mínima excusa y te llevas el primer premio".

Tiffany más que pensativa, parecia estar escuchando música, llevaba sus cascos habituales sin cables, pasaban desapercibidos bajo su cabello que esta vez lo llevaba suelto, que raro.

Miraba el suelo mientras golpeaba suavemente con los dedos en sus muslos al ritmo de la musica. Ella pasaba absolutamente de todo, solo se centraba en su querida música, hasta que sintio a Cynthia al lado, se quitó los cascos y apagó la música.

- ¿Qué tal? ¿Has dormido mejor hoy o no? - Le da una suave palmadita en la espalda a Cynthia sonriendola suavemente. - Yo he dormido fatal. - Se rasco la nuca a la par que veia la pantalla de su movil contemplando si tenia alguna notificación.

Entonces levanto la mirada y vio a la chica del laboratorio acercarse a un rubio potente, Tiffany enarco una ceja, ciertamente le asombraba que hubiesen nuevas llegadas tras lo sucedido. Miró a Azael entrar por la puerta y vio como ambos chicos cruzaron miradas, no evito sonreir un poco por eso, la mente retorcida de la muchacha se le habia encendido una bombilla.

- "Me da que alguien, va a tener competencia y de las buenas." - Río suavemente para si negando con la cabeza y miró de nuevo a Cynthia. - ¿Has leído el periodico hoy? - Le comentaba mientras meneaba su movil en su mano, para enseñarselo en caso de que no hubiese leido el periodico.

—Tranquila, Krystal — hice un gesto con la mano como quitándole importancia al asunto —. No le des más vueltas. Al final se demostrará la verdad: que tú no pudiste hacer nada.

Entendía el nerviosismo de Krystal... no se podía permitir que su nombre se viese manchado por un suceso como el que había ocurrido, pero aun así lo mejor era no darle más vueltas de cabeza ahora. Eso sólo daría como resultado una enorme jaqueca. Además, de verdad estaba convencida de que se demostraría su inocencia... y si no se llegaba a demostrar, seguro que su padre haría que sí se hiciese. Los Hertz eran una familia influente después de todo.

La verdad, no tenía muchas ganas de seguir hablando del tema, quizá por eso decidí dar un vuelco a la conversación.

—¿Qué opinas de lo de los sueños? Ya sabes, esa epidemia de la que hablan los periódicos. ¿Cómo lo han llamado? ¡Ah, sí! "El mal de Thompson" — eché un indiferente vistazo a mi alrededor, centrando la mirada por unos segundos en McMahon. El muchacho parecía haberse recuperado del todo del veneno, aunque era normal... ya habían pasado unos días desde el atentado —. ¿Crees que es real? ¿O sólo exageraciones? Al fin y al cabo, ¿quién no ha tenido alguna pesadilla a lo largo de su vida?

Noah tenía algunas señales de no haber dormido demasiado bien en los dias anteriores, unas marcadas ojeras le adornaban la cara y lo último que le apetecía era juntarse con los demás. Cuando Layla se había acercado lo suficiente como para que Noah se percatara de su presencia, esta le había cogido del brazo y lo había arrastrado junto a los demás, tampoco hubiera ganado nada diciendole que no. Su usual sonrisa y alegría servían en parte de persuasión para Noah. 

Los días precedentes habían sido cuanto menos tediosos, cuando su instructora había sufrido una neurosis de quejas, riñas y broncas sobre el mal estado del taller. Lo único que había conseguido ayudar a que el tiempo pasara más rápido eran las visitas diarias al laboratorio que para Noah, eran su pequeño momento de recreación. 

Cuando por fin estaban lo suficientemente cerca del grupo como para escuchar las conversaciones, Noah no vio motivo para inmiscuirse en ninguna, después de todo no tenía la suficiente confianza con nadie salvo con Layla...y un poco con los compañeros de su taller, con un tono algo apagado y desinteresado hizo un gesto con la cabeza hacia Tiffany y Cynthia a la par que soltaba un desganado;-Ey...- Las palabras más sabias y enfatizadas que nunca nadie escucharía salir de la boca de Noah.

Al ver que Layla se acercaba al nuevo, Noah hizo una pequeña mueca y apartó la mirada ¿Le habría molestado algo? Fuera como fuere tampoco quería interrumpir, aunque sí que era verdad que esperaba algo impaciente que volviera, estar en silencio cuando todos los demás conversaban estaba siendo algo incomodo para él. Después de todo, su prosa y desarrollada elocuencia brillaban por su ausencia.

-¡CYKA, MATTHEW! ¿¡Cómo quierres que te tome en serrio tío!? "Oh mirra, ese pavo es rrubio. Fijo de Herrmanas, ¿da? ¿Familia tuya?" ¡No me jodas! ¡Jajaja!- La verdad es que Dmitri se parte de la risa ante la que le ha soltado Matthew. Ahora todos los rubios son conocidos o familiares suyos, ¡y además tienen que saber su idioma si o si! Con la cantidad de idiomas que se hablan en Hermanas... -Y crreo que gano otrra vesz ¿da? ¡Oye, pequeñajo, erres bastante bueno en esto! ¡Podrrías hacerrte forrtuna ahí fuera!- Le da unas palmadas a McMahon en la espalda que lo descoyuntan casi contra la mesa, haciéndolo hasta toser un poco. Luego se rie un poco por no llorar, por eso de haberse buscado un amigo tran bruto. Cuando Alyss le dirige la mirada, éste la observa también a ella casualmente para luego apartar la mirada de forma nerviosa. La verdad es que aunque Arthur ya se tiene en pie, lleva unos días con un estado de salud algo delicado.

-La prensa me puede comer todo el papo.- Dice haciendo un gesto despreocupado con la mano, como siempre algo burra y grosera en todo lo que es su vocabulario y formas. -No sé ni para qué te gastas en leer eso, si las carreras oficiales están todas amañadas. Las ilegales también, pero al menos lo hacen de forma más o menos graciosa. Pertardos y esas cosas, ya sabes- Encoge levemente los hombros mirando hacia NITRO con ese gesto de incultura absoluta. Quítale a Alexandra el aerodeslizador y a lo mejor te dice que los humanos llegaron a Aquaterra en pateras.

-Yo sí que lo he leído, pero no me he llevado ninguna sorpresa, la verdad.- Dice Tyler ajustándose las gafas con el dedo. En los últimos días ya se han encargado de reparar sus prótesis adecuadamente. -Los medios de la capital detestan a la Estación Célica y todo lo que tenga que ver con ella. Si hay algún modo de echarles la culpa de algo, ahí lo tienes. No lo entiendo, la verdad. Aportan mucho a nuestra sociedad.- ¿Qué va a decir el chico implantes? Si precisamente unos de tan buena calidad no sean de fabricación local.

-Quién iba a decirlo, ¿eh tío? El pavo del pelo ridículo hubo un momento que se le cantó del culo matar gente y la lió. Pero bueno, siempre hay algún colgado que hace cosas así. Sin duda hay que pillarlo para darle candela al bigotitos este, pero... ¿cómo pillamos algo de cash? A mi no me pagaron cuando repartí folletos en bicicleta, y encontrar algo de curro a tiempo parcial por aquí... olvídate. ¿Echamos la lotería?- Ray mueve las cejas y esboza una sonrisa de lado entre dientes, sin saberse muy bien si está hablando de broma o es realmente en serio. Entonces Azael se acerca a él y Ray le saluda de forma amistosa llevándose dos dedos a la sien para luego apuntar hacia arriba.

-¿Qué tal grandullón? ¿Mejor la cosa tras las hostias? La verdad es que es un recuerdo que no se nos va a borrar fácil. Entre tú y yo, lo que pasó con esa cosa de piedra estuvo muy guapo.- Parece tranquilo y hasta más casual a la hora de hablar con Azael. La verdad es que le puso muy contento el hecho de que los demás reclutas confiaran en él para ser el líder del grupo de caza. -Pues sí que tengo cosas nuevas con respecto a lo que me pediste, pero no es un buen lugar ni momento.- Hace un gesto con la mano, girando la muñeca como restándole importancia. No obstante, Azael conoce el contexto de la conversación, y puede darse cuenta de que en esos giros ha señalado de forma disimulada un par de puntos del hall. Oye, el cabrón del cerilla sabe...

-Lo que le pasa a la loca del coño esta es que limpiando mierda ha tenido mala suerte y ha tenido que mandar a limpiar lo suyo. Y le he dejado de lo mío y no sé si le queda mal la talla o qué, pero lleva toda sofocada desde hace un rato.- Le rodea los hombros a Cynthia con un brazo y le arrasca la cabeza con el nudillo, haciéndole un poco de daño adrede. Típico pique entre... amigos. Recalcando el masculino al tener en cuenta que la feminidad de Alexandra podría compararse a la de un espalda plateada.

-Bah, bah. No te pongas condescendiente, solo no me apetece que ahora los idiotas tengan algo malo que hablar sobre mí.- Responde Krystal por otro lado a Alyss en la mesa donde ambas se encuentran hablando. Al igual que su amiga, terca, perfeccionista y orgullosa como ella sola. Niega con la cabeza para restarle importancia, pero está claro que el asunto también roza los problemas familiares que pueden haber causado el incidente. -Bueno, decían que no solo eran simples pesadillas... Alucinaciones, fiebres, delirios puntuales... Parece un tema serio, pero ya sabes cómo funciona el mercado. Quizá sea una nueva estrategia de las farmacéuticas para recaudar entre los temerosos y los ignorantes. Además, aún no ha muerto nadie a causa de ese mal, ¿no?

Mientras los reclutas charlan entre sí, Rebecca sigue trasteando con la holopantalla con ese gesto disimulado de hastío que lleva siempre en el rostro. Es lo que tiene que viniera a trabajar en cosas serias y esté haciendo el papel de una chica de los recados. Al menos esta vez parece que le han mandado algo medianamente importante, pues tras un rato de configuración la holopantalla se enciende mostrando... ¿las opciones de registro? ¿otra vez como en el primer día? Vale, eso sí que es extraño, pues se supone que ya las plazas han sido cubiertas... ¿qué demonios están planeando las chicas del burocrático?

-Señorita Vera, la holopantalla de registro ya está preparada. Todo en orden por aquí. ¿Alguna cosa más en la que pueda ayudar?- Dice mientras se lleva dos dedos al oído para hablar por un minúsculo micrófono auricular, común entre el personal administrativo. Rebecca se quita las gafas y las limpia con un pulcro pañuelo que saca del bolsillo de su camisa. -Ains... lo que nos faltaba ya...- Dice en voz baja pero de forma lo suficientemente audible como para que algunos puedan escucharlo. Desde luego, la situación se está volviendo cada vez como más extraña... ¿hay problemas? Y lo más importante, ¿¡MÁS PROBLEMAS!? ¡Que han sido atacados hace menos de una semana, maldición!

Observó desde su asiento como cada vez iba llegando más y más gente, acordarse del nombre de todos sería un autentico coñazo, mejor ir buscándoles motes a cada uno para hacerlo más sencillo. Mientras pensaba esto no descuidaba la conversación con la tal...¿Layka? ¿Loira? ¿Korra? ¿qué más da? algún día se acordará, pero no parecía que fuese a ser ese día. Una frase...o comentario, llamó su atención, buscó su origen hasta que se centró en la pelimorada de las gafas. Tras esto miró a Layla y le dijo cordialmente sin cortarse un pelo. - Si me disculpas, voy a cotillear por allá.

Tras decir eso, y sin esperar una respuesta, caminó hasta la chica de las holopantallas. "¡Eh! ese si era un buen mote para esa". Seguía dándole vueltas a ese tema cuando llegó a su lado. - Hola, soy Emil, ¿qué sucede? - Todo rastro de cachondeo y burla había desaparecido de su rostro, sabía cuando algo podía ser serio o no y actuaba en consecuencia.

Layla sonreía. -¿Muchos amigos por aquí? No, la verdad es que no... Solo tengo confianza con mi familia, pero bueno. ¡Poco a poco!- se colocaba las manos cruzadas en la espalda. Inmediatamente después, tras Emil comentarle que iba a cotillear por allá, Layla asintió con la cabeza y miró hacia el camino que iba tomando el chico rubio. Se acercaba a Rebecca, la cual sacaba su pañuelo para limpiarse. "¿Va todo bien? La verdad es que la pobre lleva un rato largo allí..."

No tardó más de 5 segundos en caminar también en dirección a Rebecca también, y se colocó a su lado, de modo amigable. Sí, la verdad es que Layla no había hablado mucho con demasiados reclutas, pero la chica de los recados le cayó bien. El dolor une, pensaba Layla. Y es que lo pasaron fatal las dos en el Hall... Jah, menuda experiencia. Y pobre Vera, todo se diga.

-¡Rebecca!- saludaba Layla con los brazos abiertos durante un momento desde su lado derecho. Luego colocó las manos de tal forma que parecía mucho más calmada. -¿Qué tal? ¿Estás bien? Llevas un rato largo aquí en la holopantalla- observó de hecho a la misma. -¿Y qué es, de hecho?- comentaba mientras miraba el...¿registro? ¿de qué, para qué?

Matthew recibió otra derrota aplastante a un nivel digno de un corredor de apuesta que tiene que alimentar a su familia y decide gastarse su dinero en las apuestas como si fuera un ludopata empedernido ¿Era karma quizás? No lo sabia, pero no tenia pretencion de dejar todo en manos de una mujer negras con dotes de magia de energía mientras había nuevos fichajes en la plantilla y el seguía perdiendo partida tras partida.

- Bueno -dijo levantándose de la mesa- Dejando de lado un poco él tema de si es o no de las islas Hermanas, como sospecho por su físico, su pelo y su forma de vestir, yo voy a ir a saludarlo, si ya queréis seguirme es cosa vuestra.

El joven mongol se acerca donde estaba Rebecca, Emil y Layla. Parece estar de buen humor ¿Quizás por el fin de semana movidito? Sinceramente el juego nunca le quitaba la sonrisa, estaba destinado a perder y él lo sabia.

- Saludos Rebecca ¿Trabajando? -le pregunta el joven- Por cierto, saludos Layla y el nuevo recluta ¿Cual es tu nombre? Yo soy Matthew Diff, encantado.

Esperaba una respuesta y por lo menos estaba intentando ser más amable de costumbre ¿Paso por su misma situacion alguna vez y por ello es amable? No lo sabia, pero tampoco estaba mal serlo de vez en cuando. Aunque aun quedaban dudas en su corazón... ¿Alphonse había conseguido dominar el poder de la respiración al final y vencer a su rival "God"? Tenia que averiguarlo, sobre todo para ver si Alphonse era tan extraordinario como él se imaginaba, sin embargo eso seria en otro momento, cuando ambos pudieran quedar.

-¡Hooola Matthew! ...-asentía para sí. Sí, parecía que se acordaba de su nombre. O si no lo hacía, ahora había sido el momento en el que Layla por fin podía decir que había aprendido el nombre del chico. -Bien, aquí... hablando con Rebecca un poco. Que no sé qué está haciendo en la holopantalla.- se encogía de hombros, eso sí, sin parar de sonreír. Le dirigía una mirada a todos mientras hablaban. -¿Y tú qué tal Matthew?- le preguntaba amistosamente Layla.

—Sí, yo también creo que es cosa de las farmacéuticas.

Aparte la mirada de McMahon pocos segundos después de que éste la desviara también de mí con cierto nerviosismo.

—Dudo que alguien pueda morir por tener pesadillas, ¡je! Sería patético, ¿no crees?

Pese a la mofa, mi tono de voz no sonó tan irónico como siempre.

—Supongo que no tardará en olvidarse todo este asunto como pasa siempre.

Nitro soltó una carcajada ante las palabras de Alex. -¡Eh! ¡Pero lo que mola no es que estén o no estén amañadas! ¡Lo que mola es leer lo que ha pasado! Ya sabes, que si un perro se metió en medio de la carretera y por esquivarlo acabó chocando el que iba primero o cosas así.

-Es como la lucha libre, ¿Sabes? No importa si es de verdad o no, lo que mola es verlo, ¡Testosterona! ¡Explosiones! ¡Drama! Nada mola más.-, cierra los ojos con una sonrisa, sacando su peine-navaja y ajustándose el tupé.

-Eh, Al, mira: Rubiales a las trece en punto. Tiene cara de necesitar montarse a un deslizador y aprender a disfrutar de la vida.

Rebecca se encuentra ocupada en su labor de limpiar sus gafas. Cuando Emil se acerca a ella y le dice su nombre por un momento queda medio aturdida. -¿Cómo? ¿Emil...?- Abre los ojos y parpadea como esfuerzo por intentar ver mejor, pero desiste y coloca sus gafas en su sitio. -Oh, claro. Dagobert, ¿cierto? Mis disculpas, te había confundido con otra persona.- Su fama de chica topo está demostrada. Posiblemente le haya confundido con otro chico rubio, que hay unos cuantos.

-Va a producirse un registro de última hora y estoy preparando la aplicación. Esto se ha salido de nuestro planning de trabajo, pero... por lo visto es algún tipo de excepción.- Comenta Rebecca con el gesto neutro y profesional que suele blandir en todo tipo de situaciones. La llegada de la buena de Layla la hace esbozar una sonrisa algo más natural, al haber compartido esa experiencia estresante junto a ella. La verdad es que ambas tienen la similitud de tener que hacer de ayudante de alguien con mayor experiencia.

-Hola, Layla. Es el sistema de registro que utilizamos el primer día, solo que el señor Dexter y tú no tuvísteis que usarlo, ya que la Estación Célica envió vuestros expedientes directamente. Estar estoy bien, pero la verdad es que temo que llegue demasiado trabajo... sobretodo en cuestión de quejas. Al parecer la persona que va a realizar el registro es... algo problemática. Dejémoslo ahí.- Se ajusta las gafas con gesto hastiado a la vez que saluda a Matthew con un cabeceo simple. -Me haríais un favor si intentáis apaciguar cualquier protesta de forma razonable. Porque voy a acabar haciendo eso.

Vaya... ¿alguien problemático? Eso no suena muy alentador, pero... ¿es el mejor momento para ese tipo de cosas tras el extraño atentado que sacudió el complejo?

-Sería patético, pero a la vez... ¿no crees que sería terrorífico?- Apoya un codo en la mesa y se sujeta la mejilla, frunciendo levemente el ceño ante la idea que está a punto de decir. -Estaríamos hablando de muerte cerebal debida a un procesamiento increíblemente estresante. Nadie muere por una pesadilla, en efecto... Pero si hablamos de alucinaciones y fiebres, claro está que debe de tener algún componente fisiológico... En cualquier caso, dejaría a la disciplina sanitaria con los pantalones bajados.- Encoge levemente los hombros, mirando hacia arriba para restarle importancia. Luego echa un vistazo al conglomerado de gente frente a la holopantalla. -¿Hmm...? ¿Qué pasa ahora?

-La cosa es que eso solo pasa en las ilegales, colgao'. ¿Quién es el borrico que suelta un perro en una pista para joder una carrera? En las legales los amañes son como más sigilosos. Más amariconados.

-¿Tan cafres son las carreras de aerodeslizadores? Es decir... ¿los accidentes son algo común?- Pregunta un impresionado Tyler mientras observa a NITRO y a Alexandra. A lo mejor a alguno de ellos le falta un brazo y aún no se ha coscao'. O un dedo del pie.

-Naaah. Solo los idiotas o los que se hacen el chulo acaban teniendo accidentes mortales. Los conductores prudentes como nosotros sabemos cuándo decir que no.- Se cruza de brazos y asiente, de forma que parece que está cargando con toda la sabiduría de un corredor de carreras ilegales. Lo peor es que posiblemente ella sea la cosa menos prudente que existe. -¿El rubiales de ahí? Creo que es el que me ha tocado sustituyendo al gallina. Ya le diré algo, supongo.- Le resta importancia al asunto, dejandose caer en el respaldo del sillón aún sujetando a Cynthia con un brazo. Al menos ya no le raspa la cabeza con el nudillo.

Unos pasos se oyen en el pasillo acompañados del tintineo de unas cadenas. Parece un grupo pequeño de cinco personas, entre ellas claramente alguien va con tacones. ¿Raquel Vera logró su objetivo y no llegó tarde? ¡Excelente! Pero... ¿cómo que cadenas? ¿¡Qué tan problemática es la persona de la que habla Rebecca!?