Atho, observa aturdido el caos que había creado. No podía decir nada... a decir verdad, ¿que podía decir al respecto? se quedo allí, quieto, observando sin hacer nada.
Dios, que he hecho.
La que he liado en un momento XD
Traelo conmigo -responde la mujer a Mark sin inmutarse ante la matanza -uno de mis hombres trataré de curarle la herida aunque lo más seguro es que muera. No tenemos buenos médicos y los disparos de bala son mortales.
Ayudadme, por favor -os suplica la bella civil, agarrandose la pierna herida mientras llora sin cesar.
No puedo moverlo yo solo y parar la hemorragia a la vez. Si no vas a ayudar, al menos avisa a quién pueda hacerlo o ayuda a los que estén menos heridos. Digo señalando a los otros heridos.
Espera, te ayudo- responde Atho. Él había sido el culpable de toda esta situación, por lo que él intentaría subsanarla de cualquier manera posible - habrá que hacerle un torniquete en la pierna para que no pierda tanta sangre. Se que estamos faltos de médicos, ¿pero no hay nadie que sepa tratar este tipo de heridas?
¡Joder! -grita Gea enfadada -me encargaré yo misma de su torniquete, es la única que puede sobrevivir a sus heridas. El otro está demasiado mal y no tenemos equipo ni nada que sepa como salvarlo.
Debido al sonido de las balas dos nativos entran en la habitación y os apuntan con sus armas hasta que Gea les ordena bajarlas. -Llevaos los cadáveres abajo y encargaos de darle el sueño eterno a este-les dice señalando a Mink.
La lider del refugio se quita su pequeña chaqueta quedandose con una camisa interior de color marrón manchada por la suciedad. Raja la prenda con un cuchillo y la hace tiras para tratar de curar a Carol.
Sujetadla, esto le va a doler
Atho agarra con fuerza a la chica, haciendo caso a las palabras de Gea.
Tranquila, te pondrás bien- inútil consuelo ante la situación.
Me incorporo lentamente. No hay nada que pueda hacer por el mercenario. Ha tenido la mala suerte de que a Atho se le haya disparado el arma.
Nota mental: nunca te pongas delante de este tío si está armado. Mejor no estés ni en la misma habitación.
Me acerco a donde está Carol y busco algún trozo de madera para que pueda morderlo.
Muerde esto. A veces ayuda.
Gracias -os contenta la chica tratando de disminuir el llanto. Coge temblorosa la madera que le tiende Mark y lo muerde con fuerza.
Gea comienza su trabajo tras limpiar el cuchillo convenientemente con fuego y un paño. Clava el arma en la pierna de la mujer mientras gruñe de dolor y trata de resistirse. Comienza a remover la punta del cuchillo mientras trata se sacar la bala.
Atho nota como Carol se revuelve con fuerza hasta desmayarse. Gea sigue con su trabajo, manchandose las manos de sangre, hasta sacar el proyectil de la pierna.
Con una especie de mechero de fabricación casera trata de quemar la herida y la cubre con un paño.
Poco más podré hacer por ella, llevadla fuera de aqui. Debo irme, se escuchan disparos -dice Gea. En ese momento os percatais de un debil eco que se oye en la lejania, el eco de un arma disparando.
Joder, ¿y donde la llevamos?- pregunta, desesperado. No quería que muriese otra persona mas... no lo deseaba en absoluto. Pero sino había médicos o enfermeros poco podían hacer por ella.
A la habitación donde está tu compañera, allí el medico asesino dejó su maletón. Tal vez encontreis algo interesante allí -responde la lider antes de salir.
Vamos para allí. Tú guías.
Revisar las cosas del asesino nos puede dar pistas de por qué estaban interesados en esta expedición y qué oculta este continente.
Cojo a Carol en brazos y me dirijo a la puerta.
Ayudo a Mark a coger a Carol y vamos juntos a la habitación del médico.
Joder, poco vamos hacer aquí- piensa, puesto que no eran médicos. Sin embargo, si era cierto que algo podrían descubrir sobre las motivaciones del médico.
Entrais en la habitación que estais usando como centro médico.
Os quedais sorprendidos cuando veis a una mujer, Juliana, sentada en una cama e inyectándose algo en el brazo. Sobre la cama, completamente abierto, se encuentra el maletín del doctor asesino.
Atho, has vuelto ¿que me ha ocurrido? -pregunta la mujer mirando a Atho mientras se saca la aguja con la que acaba de inyectarse algo.
Atho mira a Juliana.
Estas despierta- dice. Mira a Mark- vamos a llevarla a la cámara- tras esto, ambos se dirigen y la tumban allí- te desmayaste al ver a un muerto y te diste un fuerte golpe en la cabeza- le dice, a modo de explicación- te traje aquí y ahora hay bastantes problemas en la zona. Dime, ¿sabes algo de medicina?- pregunta, mirando la jeringa que se había puesto recientemente.
Es raro, me encuentro bastante bien -te contesta Juliana sonriendo. Ves que en el lugar donde tenía la contusión no hay rastro de ninguna herida.
De medicina se algo, pero especialmente de animales. Aun así trataré de ayudar ¿que le ha ocurrido? te pregunta para a continuación mirar la jeringuilla vacia que tiene en la mano -la verdad, no se porque he hecho eso, me la he puesto sin pensar.
Le he disparado- contesta, desdeñando las explicaciones para luego- tiene una bala en la pierna y no sabemos que hacer.
Tenía una bala en la pierna, cortesía de tu noviete.
Ahora lo único que se puede hacer es coserle la herida, darle algún calmante y esperar que no muera desangrada o por el shock.
Gea nos ha mandado a revisar las cosas del médico loco, que era el asesino. digo, indicando con toda la intención el maletín.
Yo iría con mucho cuidado con el contenido de ese maletín.
Observas el contenido del maletín. Encuentras hilo de pescar, un par de bisturis, gasas, vendas, antiséptico, un mechero, antibióticos y un par de cataplasmas de sangre. Además quedan cinco inyecciones de un líquido de fuerte color azul. Cuando tocas las inyecciones sientes una leve descarga, como de electricidad o energía.
Esta descarga te hace apartar la mano con rapidez y tiras de uno de los lados del maletín. Este cae al suelo, descubriendo una pequeña apertura. En su interior encuentras un sello de la AMG y una especie de comunicador.